«(Genocidio silencioso del capital) Cerca de diez personas mueren al día intentando llegar a Europa»; «Podemos se opone a que la ley encubra, previo pago, a los defraudadores fiscales»; «La CUP hace públicas sus listas electorales de cara a la convocatoria del 27-S»; «La juventud andaluza, contra el requisito de las peonadas» (comunicado del Área […]
«(Genocidio silencioso del capital) Cerca de diez personas mueren al día intentando llegar a Europa»; «Podemos se opone a que la ley encubra, previo pago, a los defraudadores fiscales»; «La CUP hace públicas sus listas electorales de cara a la convocatoria del 27-S»; «La juventud andaluza, contra el requisito de las peonadas» (comunicado del Área de Juventud del SAT)… Son algunos de los titulares destacados del periódico digital Kaosenlared el 26 de agosto. El colectivo editorial selecciona las noticias desde un punto de vista «anticapitalista», «de izquierda plural» y «unitaria». Más aún, consideran -desde que se fundara la publicación en 2001, con el precedente de Radio Kaos en 1986- que los medios de comunicación pueden ser «instrumentos de lucha de clases». Kaosenlared se subtitula «Información contrahegemónica para el cambio social». Además de los apartados de «América Latina», «Territorios» (Estado español) o «Secciones» (análisis de la comunicación, antifascismo, barricada gráfica, audiovisual o derechos de los animales), el periódico dedica un espacio a la «libre publicación» de lectores e informadores.
Fundador de Kaosenlared hace quince años, Manel Márquez permanece hoy en un segundo plano. Continúa trabajando como profesor de Historia en un instituto de secundaria, mientras elabora una tesis doctoral sobre Sant Adrià de Besòs, industria e inmigración. Manel Márquez, militante de las CUP, se define en su blog como «anticapitalista», «ecologista», «pacifista» y «demócrata». En Kaosenlared, afirma, «hay una parte en la que hacemos periodismo de información-opinión, pero otra muy destacada de combate y guerrilla. El docente y comunicador ha publicado (sólo o en colaboración) varios libros y artículos sobre historia social, económica y obrera en el ámbito local. Por ejemplo, «Combat per la llibertat. Memòria de la lluita antifranquista a Terrassa (1939-1979)»; «Història Social de Sant Adrià de Besòs. Volumen III. La transformació del territori. La producció de l’espai urbà a Sant Adrià de Besòs, 1910-1940» o «Història Social de Ca N’Anglada: el moviment veïnal 1950-1955».
-En una mesa redonda sobre «Crisis económica, crisis europea y crisis de régimen» (Escuela de Verano de los Campamentos Dignidad de Mérida), has afirmado que, al contrario de lo que a veces se piensa, mucha gente tiene conocimiento de las injusticias que genera el capitalismo…
-Creo que hay una buena parte de la gente que sabe perfectamente cómo funciona este sistema. Es consciente de que nos encontramos en unas condiciones determinadas de existencia, que son el resultado del capitalismo. Es más, saben que las condiciones de vida -infrahumanas y miserables- del tercer mundo son el resultado de la explotación de nuestros países sobre los pueblos del Sur. En las grandes ciudades, en los lugares donde ha habido activismo político y social (hablo también por mi experiencia como profesor en Terrassa, Sabadell o Santa Coloma), buena parte de la población lo sabe perfectamente.
-Si la «gente común», no militante ni activista, es consciente de las desigualdades e injusticias que produce el capitalismo, ¿cuál es la función de los medios de comunicación «alternativos»?
-Una cosa es que la gente sepa que esto es así, pero los medios de comunicación hemos de ofrecer el contexto. Cuando alguien dice que el capitalismo es un sistema de explotación, el trabajo del historiador consiste en, humildemente, afirmarlo, pero también explicarlo. Aportar los datos históricos y contar los hechos para justificar esa explicación. Los medios de comunicación también deben dar la información y explicar el porqué de esas informaciones.
-¿Qué etiquetaje prefieres: «medios alternativos», «prensa independiente», «contrainformación»…?
-En Kaosenlared empezamos con la «contrainformación» anticapitalista, después se planteó el debate y comenzamos a hablar de «información alternativa». Hoy simplemente nos referimos a un medio de información al servicio de las clases populares. Pero al principio, hace quince años, empezamos con la guerrilla informativa y una especie de «agit-prop». El titular contundente, la fotografía provocadora y una entradilla con sustancia, en un tono bastante irónico y ácido, con un toque de agresividad alto e ironía dura.
-¿Se mantiene hoy el modelo?
-Creo que ésta fue, y continúa siendo, la identidad de Kaosenlared. Es un periodismo más de combate y guerrilla, pero que en mi opinión no falta a la verdad. Cuando comenzamos fueron años muy duros. Una cosa era Rebelion.org y otras páginas, con un contenido más informativo, analítico y de opinión más elaborada, y otra cosa era el periodismo de guerrilla que hacía Kaos. Eso le llevó a convertirse, y continuar siéndolo hoy, el medio de comunicación «alternativo» más leído en el estado español. (En el inicio de la campaña solidaria de apoyo en Werkami, en diciembre de 2013, Kaosenlared aseguraba contar con una media de 45.000 visitas diarias y «picos» de 90.000. Nota del entrevistador).
-¿Qué espacio se le reserva a la información en sentido estricto?
-La idea de Kaosenlared es dar información sobre diferentes aspectos de la realidad en las secciones y en el apartado de «territorios». Pero también contamos con un espacio para la comunicación de las actividades de los movimientos sociales, el debate político y la opinión. Se incluye el audiovisual y las nuevas tecnologías, también la «barricada» humorística.
-¿Cuál es la diferencia entre Kaosenlared y otros medios de comunicación «alternativos»?
-Básicamente, creo que la diversidad de personas que publican en la página web. Por ejemplo, desde planteamientos abiertamente libertarios hasta otros en torno a Podemos o la CUP. Hemos sido una página web anticapitalista, que ha dado voz a todas las corrientes del anticapitalismo: desde las moderadas, hasta las más radicales. Además de la heterogeneidad, está el compromiso del medio. Kaosenlared ha dado la cara por todas las luchas, que a veces en otros espacios no se entendían. Por ejemplo, el apoyo a las luchas sociales en el País Vasco y Cataluña. Cuando se ha criminalizado a la izquierda abertzale, hemos estado allí defendiéndola. También cuando se ha criminalizado a los movimientos sociales en Gamonal o al movimiento Okupa. Hemos estado los primeros en las luchas, y eso nos ha supuesto estar siempre en el disparadero. Cubrimos, en la página web y las redes sociales, el pasado mes de julio la Acampada de Sol (Madrid) contra la Ley Mordaza, que a los 18 días fue desalojada por la policía, en la que estuvieron 30-40 personas y algunos días cien.
-¿Cuáles son, a tu juicio, los principales retos a los que se enfrentan los medios independientes?
-Los mismos que teníamos hace quince años: llegar a la gente. Las cifras que ha alcanzado Kaos no están mal, y se han conseguido con muy pocos recursos. Pese a ello, la influencia continúa siendo poca. Pero la gente conoce la página. Yo siempre decía: que cualquier persona con acceso a Internet pueda entrar en Kaos, que a la gente le aparezca en los «buscadores». Mucha gente no entra directamente a la página pero la conoce.
-¿Entre los desafíos incluirías, además de ampliar las audiencias, la profesionalización de los periodistas?
-Eso es fundamental. Al principio, el «núcleo duro» de Kaosenlared lo formaban historiadores, profesores y filósofos, entre otros. Los periodistas eran una parte más de la página web, ahora no ocurre lo mismo. Por ejemplo, Diana Cordero es psicóloga y periodista. Es importante que sean periodistas y que fueran personas «liberadas», pero no encontramos los mecanismos para conseguirlo. Lo hemos intentado mediante la publicidad (sobre la que establecemos potente filtros) y las campañas específicas de ayuda a la página web. En la última campaña de apoyo al portal, que se inició en diciembre de 2013, conseguimos 12.600 euros. Contamos asimismo con 163 suscriptores, que aportan cuotas desde 36 euros anuales. Creo que en los medios de comunicación en Internet hace falta un núcleo de periodistas, profesionales, con sus ingresos y condiciones laborales óptimas.
-¿Consideras necesario potenciar la colaboración entre los medios «alternativos»? ¿Cómo son actualmente las relaciones entre los medios de comunicación independientes?
-Hay una buena relación, pero la colaboración es muy pequeña. Es algo que hemos hablado siempre, aunque al final resulta muy difícil. Sin embargo, todos hemos actuado solidariamente en el caso de Boro, periodista de La Haine detenido el 29 de marzo de 2014 en Madrid mientras cubría la manifestación «Jaque al rey». Más de un año después le llegó la notificación de apertura del juicio oral. El fiscal pedía para Boro dos años de prisión por el delito de atentado a la autoridad y otros dos años por cada delito de lesiones a dos policías. Pero a la hora de trabajar juntos cuesta mucho, porque somos colectivos diferentes y dispersos. Una cosa es Rebelion.org, con noticias más de reflexión y contenido; La Haine es otra manera de ver la información. Por otro lado, Kaosenlared es una mezcla de Rebelion.org, La Haine e Indymedia. Diagonal hace básicamente periodismo… Nosotros hacemos periodismo, porque en Kaos hay periodistas, pero de «guerrilla».
-¿Y en cuanto al periodismo de investigación?
-Lo que más hemos trabajado son los artículos de opinión, las entrevistas y las crónicas. El periodismo de investigación no lo hemos trabajado, y hay que hacerlo. Lo que Kaos ha hecho siempre es visibilizar trabajos de investigación de otros medios. Por ejemplo, los textos de los compañeros de Ahötsa o Apurtu.org, que terminaron cerrándolo. Al compañero Miguel Ángel Llamas «Pitu» lo detuvieron junto a otros tres gestores de Apurtu.org en enero de 2011. Estuvo un año en la cárcel.
-Defiendes el periodismo «de guerrilla» pero también la necesidad de llegar a más gente. ¿Se corre el riesgo de asustar a los lectores a golpe de titular trallero?
-Una cosa es el titular duro y otra el titular irónico. Nosotros los combinamos. La gente sabe qué es Kaosenlared. Sabe que va a encontrar artículos de opinión como los que publica Rebelion.org y textos en profundidad, pero también otros de combate. Además, el titular irónico tiene su público y la gente espera encontrarlo en Kaos. Por ejemplo, «Ahora vienen los socialistas diciendo que cuando gobiernen cambiarán la LOMCE»; o «Crisis, ¿qué crisis? El ejército invierte mil millones de euros en tanques, explicamos la ruina». Es el tono que hemos tenido siempre, ácido, con sorna…
-¿A qué objetivos responde una sección de «libre publicación», sin filtros? ¿Hay riesgos de que se pierda el control, aunque sea mínimo, sobre los contenidos?
-Todo el mundo puede publicar en Kaos, nunca se han puesto limitaciones. En el día a día, cinco personas coordinan la página web, además hay un grupo de apoyo. Nos ha ido muy bien con la «libre publicación», porque mucha gente que no conocíamos ha podido colaborar con nosotros, por ejemplo, compañeros de México, Chile o Bolivia. Después de empezar las colaboraciones en «libre publicación» se han ido incorporando al proyecto. También se garantiza así que Kaos no sea un medio cerrado, y que la gente pueda dar su opinión. Esto ha generado algunas controversias y problemas, aunque ahora menos.
-¿Cómo ha evolucionado Kaosenlared desde su nacimiento en 2001?
-Se han mantenido estables principios como dar voz a los sin voz; y tener cada vez más claro un planteamiento anticapitalista (que incluya a todas las corrientes anticapitalistas), abierto a los movimientos sociales y políticos. También con un funcionamiento asambleario y horizontal. Lo que más ha evolucionado es el tipo de lector y de presentación. De hecho, cada vez hemos introducido más elementos visuales. A diferencia de medios como Rebelion.org o La Haine, siempre le hemos dado mucha importancia a la imagen, y cada vez más. En 2006 se introdujo la «galería» de fotografías; también destacaría el vídeo y la importancia de los humoristas. La presencia de las redes sociales ha sido otro cambio dentro de la web.
-¿Y en cuanto a los lectores?
-Nuestro lector medio ha variado de alguna manera, pero creo que continúa siendo un público muy joven. Ahora bien, no tanto como al principio. Hace quince años contábamos también con un sector de lectores «asentado», y es a partir de 2003 -el momento en que Kaos empieza a ganar fuerza- cuando se incorporan muchos lectores y activistas jóvenes, porque el discurso de Kaosenlared es asimismo joven, con una manera de hacer muy dinámica, también los comentarios… Hoy creo que el público está más diversificado.
-Por otro lado, ¿encuentras algún parecido entre tu trabajo como docente y tu labor de contrainformación en Kaosenlared?
-Comunicar de manera crítica lo debemos hacer en todos los lugares, sea en la enseñanza, sea en los medios de comunicación. Lo que en Kaos hemos aportado, creo, es un lenguaje más sencillo, asequible y popular. Al igual que la fotografía irónica, el titular con sorna, la entradilla «cañera» y combativa… Son mecanismos para atraer la atención del lector. También cuando un profesor está dando una clase, ha de utilizar determinados mecanismos para que los alumnos no se aburran. No sólo es útil la capacidad de explicación y el conocimiento de la materia. A veces hay que utilizar recursos irónicos y humorísticos.
-Te referías a dar voz a colectivos y personas silenciadas. ¿Eres partidario de los «filtros» periodísticos en los comunicados emitidos por los movimientos sociales?
-Nosotros no tenemos. Se trata precisamente de dar voz a esos colectivos.
-¿Son compatibles información y rigor con agitación y propaganda? ¿Cómo se resuelven estos posibles desequilibrios en Kaosenlared?
-Una cosa es el periodismo y otra la agitación y la propaganda. En Kaos hay una parte en la que hacemos periodismo de información-opinión, pero otra muy importante en la que practicamos el periodismo de combate y guerrilla. Que reivindica y anima a luchar, a la gente que lucha. Que busca dónde está el eslabón débil del sistema para apretar. Busca las contradicciones. Éste es un periodismo profundamente político (no partidista) y anticapitalista. Además considero que esto sí es compatible con el rigor, siempre que se ironice sin faltar a la verdad. Nos pueden acusar de cualquier cosa, pero todo lo que hemos hecho (se esté de acuerdo o no) ha sido pensado. Podemos tener muy mala leche, es cierto, pero jamás hemos faltado a la verdad. Intentamos dar todos los elementos de contexto para la reflexión.
-Por último, ¿ha habido alguna persecución especial contra Kaosenlared por parte de los poderes del estado en los últimos años?
-El caso más grave fue cuando, durante la huelga general del 29 de marzo de 2012, en la que hubo 40 detenidos en Barcelona, la tercera teniente de Alcalde y responsable de Prevención, Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de esta ciudad, Assumpta Escarp, del PSC-PSOE, propuso el cierre de Kaosenlared por «apología de la violencia». Fue lo más importante. También hemos tenido casos concretos de amenazas, denuncias y presencias de nuestras páginas en la Audiencia Nacional. En fin, líos propios del estado represivo en el que nos movemos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.