Recomiendo:
0

Busca torpedear el memorándum entre Argentina e Irán

Denuncia del fiscal Nisman, 500 páginas y ninguna verdad

Fuentes: Rebelión

El fiscal Alberto Nisman difundió otro informe sobre la causa AMIA. Nuevamente acusó a Irán de ser el responsable del atentado terrorista. En su denuncia de 500 páginas cuesta hallar una verdad. Nisman, el fiscal de la Unidad Causa AMIA, tiene entre otras características negativas ser bastante impuntual. Israel, el Departamento de Estado, los servicios […]

El fiscal Alberto Nisman difundió otro informe sobre la causa AMIA. Nuevamente acusó a Irán de ser el responsable del atentado terrorista. En su denuncia de 500 páginas cuesta hallar una verdad.

Nisman, el fiscal de la Unidad Causa AMIA, tiene entre otras características negativas ser bastante impuntual. Israel, el Departamento de Estado, los servicios de inteligencia (CIA y Mossad) y las cúpulas del sionismo (AMIA y DAIA), le proporcionaron todo el material para acusar a Irán, pero aquél no llegó a tiempo.

Recién el 29 de mayo Nisman difundió su «nueva» denuncia contra Teherán, señalándola como la responsable y autora del horrendo atentado contra la mutual judía en Buenos Aires, donde murieron 85 personas. Lo de «nueva» quiere subrayar que es una repetición, con abundamientos, de su dictamen de años atrás, cuando solicitó las extradiciones y capturas de ocho ciudadanos iraníes y un libanés.

Guillermo Borger, de AMIA, y Julio Schlosser, de DAIA, venían apremiando y hasta cuestionando al fiscal porque demoraba este nuevo dictamen. Desde el 27 de enero pasado, cuando los cancilleres de Argentina e Irán firmaron en Adis Adeba, el Memorándum de Entendimiento por la causa AMIA, y luego la presidenta argentina anunció su envío al Congreso, para el debate legislativo, las conducciones del sionismo local necesitaban con urgencia el informe de Nisman.

Suponían que con esa denuncia podrían objetar el nuevo rumbo emprendido por Cristina Fernández de Kirchner, de un acuerdo con Mahmud Ahmadinejad para formar una Comisión de la Verdad de cinco miembros imparciales y realizar audiencias judiciales en Teherán. Allí deberían presentarse al menos cinco de los ocho iraníes imputados por Nisman ante el juez Rodolfo Canicoba Corral.

El Memorándum, bien defendido por Héctor Timerman ante las comisiones del Congreso, había sido votado por éste. AMIA y DAIA fueron a la justicia con la solicitud de declararlo inconstitucional por considerar que el Ejecutivo se entrometía en la justicia y negociaba con un Estado al que consideran «terrorista». Encima el presidente iraní aceptó el Memorándum el pasado 20 de mayo. Y en estos meses cruciales, Nisman se demoraba y demoraba; el sionismo se comía las uñas y lo maldecía. El informe recién se presentó el 29 de mayo, cuatro meses después de la firma de los dos cancilleres en la capital etíope. Tarde Nisman, usted llegó tarde…

Acusaciones políticas

Según el autor de la denuncia, lo suyo ha sido estrictamente judicial, no político. Sin embargo de lo que se ha conocido por los medios y las declaraciones del fiscal (reportajes a Radio del Plata, programa Con voz propia por América, Infobae y otros medios), surge exactamente la idea opuesta: lo suyo es ante todo político. Su objetivo central es atacar a Irán y volar los puentes de entendimiento con este país, recientemente reconstruidos y aún no bien consolidados.

Con Radio del Plata fue más contundente en la descalificación del estado islámico: «régimen terrorista que desde hace años tiene el claro objetivo de exportar la revolución acudiendo a la violencia».

Se pueden tener críticas a Irán por su configuración como estado teocrático, aunque Israel lo es en mayor medida, con el agravante insalvable de que realmente practica el terrorismo con los palestinos y países vecinos. Nisman, sionista, obviamente no dice nada de Tel Aviv y en cambio considera a Teherán la capital mundial del terrorismo.

Un Estado terrorista es aquel que masacra a su propia población y de otros países, que ocupa territorios ajenos por la fuerza y los mantiene con ejércitos, que violenta la ley internacional, cuyos ciudadanos no tienen derechos democráticos básicos, etc. Prime Suspect: Israel.

Irán no califica en absoluto dentro de esos parámetros. Es un país medianamente desarrollado del Tercer Mundo y mantiene buenas relaciones con la mayoría de los 193 miembros de la ONU; es parte de ésta y en la actualidad preside el Movimiento de Países No Alineados, donde cohabitan 130 naciones. Parafraseando a Adelina de Viola, «terrorista las pelotas».

Igual que Roger Noriega

El dictamen sostiene que Teherán instaló «estaciones de inteligencia, además de la Argentina, en Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Guyana, Trinidad y Tobago y Surinam con el fin de cometer, fomentar y patrocinar actos terroristas, en consonancia con sus postulados de exportación de la revolución iraní».

Algún despistado podría pensar que la fiscalía especial realizó profundas investigaciones. Error. Como en sus primeros dictámenes, copió y pegó documentos del Departamento de Estado y centrales de espionaje.

Pruebas al canto. Roger Noriega fue secretario de Estado Adjunto del Hemisferio Occidental con George W. Bush y al igual que su antecesor en el cargo, Otto Reich, es un cruzado del anticomunismo contra Cuba y Venezuela.

En una reciente comparecencia suya ante el Subcomité de Terrorismo y no Proliferación, en la Cámara de Representantes, el 20 de marzo de 2013, dos meses antes del dictamen de Nisman, Noriega describió supuestas redes paralelas de colaboración con el terrorismo iraní, que «crecen a un ritmo alarmante en América Latina. Una de ellas es operada por colaboradores venezolanos y la otra por un ex diplomático iraní. Abarcan más de 80 cuadros en al menos 12 países de la región, siendo sus grandes áreas prioritarias Brasil, Venezuela, Argentina y Chile».

Cualquier coincidencia con el mencionado párrafo de Nisman no es mera coincidencia. Sí puede ser casualidad que justo al día siguiente del informe del fiscal, el Departamento de Estado difundiera su informe anual sobre el terrorismo en el mundo. En el capítulo argentino deploró el «marcado giro» de la política del gobierno de CFK hacia Irán y vio bien las críticas de AMIA y DAIA al Memorándum. El 30 de junio próximo habrá un documento ampliado de Washington sobre la relación Argentina-Irán. Atento Nisman, le bajan línea…

Tiren contra Rabbani

La denuncia de Nisman apunta al corazón de un culto clérigo musulmán, Moshen Rabbani. Lo considera el organizador y cerebro de la voladura del edificio de calle Pasteur. Y también en esto coincide con el fascista Noriega, quien dijo a la Cámara de Representantes: «la red Rabbani, es coordinada por Mohsen Rabbani, quien se desempeñó como agregado cultural de la Embajada en Buenos Aires, y hoy supervisa una trama paralela de reclutamiento de Hezbollah en América Latina».

Las incriminaciones de Nisman a Rabbani son tres en lo atinente a la causa AMIA: que hubo llamados a un celular a la zona de la Triple Frontera donde residía un sospechoso (Salmán El Reda) cuya esposa trabajaba como secretaria del clérigo, que hay registros en los días previos de uso del celular de Rabbani en la zona de la AMIA y que retiró dos semanas antes del atentado 150.000 pesos-dólares de una cuenta bancaria. Demasiado poco para acusar de tantos crímenes a una persona que siguió viviendo con tranquilidad de conciencia tres años más en Buenos Aires luego del atentado, hasta 1997, con todo el clima adverso que habían creado la CIA, el Mossad y la justicia corrupta del entonces juez Juan José Galeano. Cabe puntualizar que Nisman retomó en 2005 ese mismo y contaminado libreto escrito a medida por aquellos servicios de inteligencia extranjeros.

Si el fiscal dejara de acusar sin pruebas a Rabbani y los otros iraníes que tiene encartados con «circulares rojas» de Interpol, y se concentrara en buscar mejores argumentos, podría tener la satisfacción de ver a esas personas sentadas frente a sí en Teherán, en las audiencias con la Comisión de la Verdad, y podría hacerles preguntas.

Para ello, justamente, habría que dejar de obstaculizar el Memorándum y conformar la Comisión, que las cúpulas de AMIA y DAIA quieren abortar. Nisman también. El fiscal no lució tranquilo ni convincente ni en el reportaje de Gustavo Silvestre por América. Él no quiere ir a Irán a tomar las indagatorias junto con el juez Canicoba Corral que, en cambio, ha manifestado su conformidad.

Flojito lo suyo

En materia de medios de comunicación, como la denuncia de Nisman pega frontalmente contra Irán, y de flanco contra el gobierno argentino, era obvio que iba a recibir «buena prensa» de Clarín y «La Nación». También del mundillo financiero estadounidense y el Wall Street Journal, que publicó «Las redes latinas de Irán al descubierto», de Mary Anastasia O’Grady, cuyas notas sobre Argentina logran la proeza de dejar a la derecha a Grondona y Morales Solá juntos.

Pero incluso aquellos que elogiaron a Nisman, dejaron ver la hilacha. Por caso, «La Nación» dedicó un editorial, el 30 de mayo, a celebrar desde el título: «AMIA: trascendente dictamen del fiscal». Allí se lee: » El dictamen dejará satisfechos a quienes no dudan de la autoría iraní. En cambio, es probable que, al no aportar, en principio, nuevos e importantes elementos sobre el atentado en sí, no modifique la tesitura de quienes cuestionan la línea de investigación del fiscal».

Tal cual. «No aporta nuevos e importantes elementos sobre el atentado», que se supone es lo que Nisman estudia desde 2005. ¿No presumía que su informe era judicial, no político?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.