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Nueva injerencia estadounidense

Desempolvando el Consenso de Washington

Fuentes: APM

Nuevamente un funcionario estadounidense se refirió al país sudamericano. Esta vez la secretaria de Estado realizó declaraciones de injerencia en cuento a la política doméstica argentina. En la jornada del lunes la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, dijo que considera a Argentina un país aliado en América Latina, pese a algunas diferencias, […]

Nuevamente un funcionario estadounidense se refirió al país sudamericano. Esta vez la secretaria de Estado realizó declaraciones de injerencia en cuento a la política doméstica argentina.

En la jornada del lunes la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, dijo que considera a Argentina un país aliado en América Latina, pese a algunas diferencias, pero indicó que soluciones a «corto plazo» en la economía del país pueden traer problemas.

En diálogo con un pequeño grupo de periodistas en Washington, Rice dijo que Estados Unidos es un «amigo» del pueblo argentino y que su país ya ayudó muchas veces a la nación sudamericana, especialmente después del estallido de una crisis económica en el 2001.

«Es importante prestar atención para el significado real del progreso, del libre mercado y del libre comercio, de una economía abierta que esté basada en progreso económico real», dijo Rice al responder una pregunta sobre el estatus de la relación bilateral.

Rice dijo que era importante no «ceder a tendencias que serían soluciones de corto plazo para problemas de largo plazo».

«Soluciones de corto plazo para problemas de largo plazo siempre vuelven para derrumbar a uno», agregó.

Desde la prensa hegemónica, en especial la estadounidense se dice que pese a que el país sudamericano ha logrado importantes tasas de crecimiento, el gobierno del presidente Nésto Kirchner ha sido acusado de intentar manipular los datos sobre inflación en el país, además de otras medidas de control de precios consideradas heterodoxas.

«Uno no puede arreglar lo que está mal en una economía con intervención estatal», dijo Rice.

«Es el sector privado, y no el gubernamental, la verdadera máquina para el desarrollo económico», agregó la secretaria de Estado.

El Gobierno argentino enfureció a diplomáticos de Washington este año al permitir una manifestación pública en Buenos Aires del venezolano Hugo Chávez, un feroz crítico de Washington, durante la visita del presidente George W. Bush a Uruguay.

Estados Unidos espera que los países latinoamericanos demuestren de forma «activa» que defienden principios democráticos y que pidan a sus vecinos que hagan lo mismo, denunciando «actividades y políticas en la región que no son útiles», concluyó la funcionaria.

Una vez más, y como es habitual en la diplomacia estadounidense, una funcionaria de la Casa Blanca se inmiscuye en la política doméstica argentina. Uno de los más acostumbrados a estas injerencias, es el embajador estadounidense en Argentina, Earl Wayne.

Wayne, en más de una oportunidad realizó declaraciones que fueron mal recibidas por la Casa Rosada.

Por citar un ejemplo, en febrero del corriente año, el presidente Kirchner reaccionó con dureza ante la versión de que Estados Unidos había planteado su preocupación por la actitud del Gobierno de Argentina ante la venta de una distribuidora de electricidad local a un grupo estadounidense.

En esa oportunidad el mandatario sudamericano advirtió de que el Ejecutivo argentino no va a «aceptar apuro de ninguna naturaleza» y dijo que la decisión que se tome sobre la compañía Transener será «con la soberanía que corresponde».

Kirchner aludió a una información publicada por el diario Clarín que señalaba que el embajador Wayne, expresó su preocupación por este asunto al ministro argentino de Planificación, Julio De Vido.

Este fue sólo un ejemplo de varios, donde las injerencias estadounidenses fueron respondidas desde la Rosada.

En está oportunidad, nuevamente Washington en voz de su secretaria de Estado, realiza declaraciones de injerencia en cuanto a la política argentina.

Lo llamativo es que el tono de las palabras de Rice, conllevan un grado de advertencia hacia el Gobierno de Kirchner.

La secretaria estadounidense señaló: «Ahora esperamos que todos nuestros países vecinos actúen de manera democrática, apoyen los principios del libre mercado y se pongan de pie para que el resto del vecindario también lo haga».

«Que hablen claro -prosiguió- contra quienes impulsan políticas que no ayudan en la región. Y no estaremos de acuerdo en todo, pero le pediría a la Argentina que recuerde cuánto la ayudó Estados Unidos en su período problemático».

En este marco, cabe recordar que durante la nefasta década neoliberal de los 90, Argentina, bajo la presidencia de Carlos Saúl Menem mantuvo las llamadas «relaciones carnales» con el país norteamericano, que no fueron otra cosa que seguir al pie de la letra todas las directrices de Estados Unidos signadas en el Consenso de Washington. Estas, a principios del siglo XXI llevaron al país sudamericano a una de sus más severas crisis económicas en su historia.

Si bien, la actual política de la Casa Rosada no es de confrontación con la Casa Blanca, en Washington, en especial para los sectores más neoconservadores, el Gobierno de Kirchner y su cercanía a Hugo Chávez es un factor de riesgo, y mas de un «neocon» lo quisiera fuera de la presidencia.

Como en anteriores oportunidades, esta vez la Casa Rosada ¿emitirá algún tipo de respuesta a las «recomendaciones» neoliberales de Washington?