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Navidad capitalista

Despilfarro y alegría para pocos; muerte y desesperación para la mayoría

Fuentes: Rebelión

Afines a las ideas expresadas por Jorge Alejandro Suárez Rangel, en su reciente trabajo Para el norte Navidad; para el sur, bombas, hambre, pobreza y genocidio. Donde señala que durante estas fechas navideñas, el mundo capitalista se apresta a vaciar sus tarjetas de crédito, en pos de una felicidad basada en el consumo, el individualismo […]

Afines a las ideas expresadas por Jorge Alejandro Suárez Rangel, en su reciente trabajo Para el norte Navidad; para el sur, bombas, hambre, pobreza y genocidio. Donde señala que durante estas fechas navideñas, el mundo capitalista se apresta a vaciar sus tarjetas de crédito, en pos de una felicidad basada en el consumo, el individualismo y el desprecio por el sufrimiento ajeno. De suerte que, los afortunados niños del hemisferio norte reciben kilos de chocolates y dulces, que los sumergirán en la fantasía del Shock pre-diabético. Mientras que por el otro lado, miles de otros niños, en África y Latinoamérica, tienen que trabajar sin recibir sueldo en las plantaciones de cacao, caña de azúcar y aceite de palma, ingredientes principales de los caramelos con que se celebra cada año el nacimiento de dios [1].

Y conforme a un extracto de un supuesto comunicado enviado por los civiles que en este momento están muriendo en la ciudad de Alepo, el cual dice en un fragmento que, dentro de tales condiciones mientras Tus hijos oyen hablar de comida abundante y del chocolate como si fuera un cuento de hadas, [eso es] algo con lo que sólo pueden soñar pero que nunca será realidad. Así como de acuerdo a las medidas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional FMI, el cual ha advertido sobre la necesidad de aumentar el consumo, pues, de otro modo, no habrá manera de sortear la interminable crisis económica por la que atraviesa actualmente el mundo [2].

Así, podemos profundizar en aspectos como el suicidio, que dichas situación viene generando en México, como parte del sur, donde como bien indica Jorge Alejandro, predominaran las bombas, el hambre, la pobreza, el genocidio y añadimos nosotros, los suicidios.

En el contexto de las fiestas de Fin de Año para algunos estas son, un re-encuentro con familiares y tiempo para intercambiar regalos. Representando una verdadera fiesta para los que pueden lograr tales eventos, mientras que otros se hunden en una depresión tan profunda que inclusive los lleva al suicidio.

Potenciadas por la publicidad, Navidad y Año Nuevo, son festividades que, los programas de TV y el ambiente en esos días, relacionan con la «felicidad». Si la «felicidad» no se obtiene, se presenta la tristeza y la depresión. Y ante tal situación, el mes de diciembre es el mes cuando se presentan más casos de depresión, que conllevan al suicidio, aumentando éste en un 40%. Ya que estas «fiestas» recuerdan los problemas económicos, la muerte, lejanía o abandono de seres queridos, las rupturas amorosas y los problemas familiares. Además de que en estas fechas también las personas evalúan sí pudieron «triunfar» o no.

Triunfo que implica dentro del capitalismo, que una familia se pueda reunir en la tradicional cena de Navidad, todos con lindos abrigos, todos felices, compartiendo la variedad de platillos exquisitos, e intercambiando ostentosos regalos. Pero esto es un panorama que el 46.2 por ciento de la población mexicana en condiciones de pobreza, equivalente a 52 millones de mexicanos, no tienen posibilidades de experimentar. De manera que en estas fechas las carencias tanto personales como económicas se hacen más visibles, acentuándose la depresión en esta época por la evaluación de los logros y fracasos del año. Así como por el hecho de que se expresa el amor y el cariño a los seres queridos, haciendo gastos innecesarios.

Así, la falta de recursos económicos es un factor importante para deprimirse en Navidad. El hecho de no poder comprar regalos o de no poder hacer una cena ayudará a la persona a refugiarse en sus pensamientos y a autocriticarse por su mal hacer. En este sentido, el investigador del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Blas Jasso Hinojosa, indicó que la Navidad y el Año Nuevo son momentos donde hay más probabilidades de estados depresivos. Debido a que en Navidad hay expectativas muy elevadas enfocadas a tener cosas materiales [3].

Pero aun cuando, la realidad de los trabajadores, de acuerdo con la OCDE es de estrés laboral y tensión, que se ha venido incrementado en la última década, debido al actual clima económico, más y más personas están preocupadas por su seguridad laboral. Así, el organismo ha planteado que para ayudar a los enfermos de depresión se necesita un nuevo enfoque, pero sobre todo trabajo.

Situación que en México, conforme se ha presentado una mayor inseguridad laboral y por ende depresión, los suicidios han ido en aumento, pasando de 307 en el 2007, a 371 en el 2009. De acuerdo con el INEGI de las 371 personas que se quitaron la vida en 2009, 298 fueron hombres y 73 mujeres. Siendo las víctimas en su mayoría, solteras y con niveles de educación de secundaria o preparatoria, sin empleo y en un rango de edad de entre 15 y 24 años [4].

Asimismo, las estadísticas oficiales indican que la incidencia de suicidios ha sido constante durante todo el presente año, con un promedio de 33 a 37 casos al mes. Indicando el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que de 2000 a 2010 se detectó en México un incremento de hasta 42% en los suicidios. Revelando que los factores más comunes para realizar dicha acción han sido, los problemas económicos, la depresión, problemas familiares, conyugales y el bullying.

Mientras que Maria Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, señalo que en 2012 hubo 5 mil 544 suicidios, entre los grupos de edades entre los 15 y los 24 años de edad, representando así la tercera causa de muerte en el país. Ubicándose las tasas más altas de suicidios del país en los estados del sur-sureste como; Tabasco, Quintana Roo, Yucatán y Campeche. Aunque también se registraron suicidios en estados como; Aguas Calientes, Colima, Jalisco, Sonora y Chihuahua. Ubicándose los incrementos más altos de suicidios en Aguas Calientes, Distrito Federal y Jalisco [5].

Pero es de destacar que los suicidios aumentan en la temporada navideña, a este respecto Manuel González Oscoy, catedrático de la Facultad de Psicología de la UNAM, indicó que diversos estudios han demostrado que en la temporada navideña los casos de depresión y suicidios aumentan hasta un 40%. Y conforme a estas observaciones, en lo que va de este último mes se han registrado una ola de suicidios en al menos siete entidades del país. Ocurriendo al menos 18 suicidios en total en los estados de Puebla, Campeche, Jalisco, Aguascalientes, Chihuahua y Yucatán, de acuerdo con una fuente de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) [6].

Manuel González Oscoy indica que, en estas fechas se presentan dos tipos de depresión, la estacional y en segundo término la navideña. La primera, también llamada trastorno afectivo estacional, es una alteración psicofisiológica, porque involucra la parte orgánica y psíquica. Ésta se presenta en invierno, principalmente en países donde disminuye sensiblemente la luz solar, lo que provoca un estado depresivo porque, la parte del hipotálamo encargada de regular los ritmos biológicos y percibir cambios en la luz capta más oscuridad que irradiación solar. Estado de ánimo y nivel de energía de las personas con ese padecimiento que se normalizan cuando la primavera regresa y los días son más largos. Este trastorno puede afectar a adultos, adolescentes y niños, y lo sufre 6% de la población mundial.

En tanto que respecto al suicidio que gira en torno a las fiestas por la navidad y el año nuevo, se ha observado un aumento en la aparición de trastornos depresivos por factores económicos, familiares, anímicos y emocionales, los cuales se vuelven más fuertes y cobran mayor relevancia. Fenómeno que se ha observado tiene mayor incidencia en los centros de reclusión, porque los festejos se relacionan con la familia, la compañía y con las pérdidas que han ocurrido, de acuerdo con Oscoy [7].

Por su parte la psicóloga Elydia Barbosa considera que, algunos de los factores que llevan a padecer la tristeza navideña son recuerdos de seres queridos que han muerto o que están lejos del hogar, influencia de la publicidad propia de la época, falta de recursos económicos, balance negativo del año, entre otros.

A este respecto, en Querétaro se han reportado cada año alrededor de 100 suicidios, ya sea por ahorcamiento, uso de arma de fuego o punzocortante, salto al vacío o consumo desmedido de medicamentos, encontrándose las principales causas en la depresión, problemas económicos, sentimentales o familiares, alcoholismo y drogadicción. Ocurriendo la mayoría de casos en la entidad en personas de 16 a 40 años, con mayor prevalencia en el sexo masculino [8].

En el mismo tenor, de acuerdo con Investigadores de la Universidad Autónoma de México, el quince por ciento de las personas que sufren de depresión grave tienden al suicidio principalmente durante la temporada navideña, donde se registra el 30 por ciento aproximadamente del total de hechos de este tipo al año, siendo los meses de noviembre, diciembre y enero en los que se presenta el mayor número de suicidios en el país.

Coincidiendo la Organización Mundial de la Salud (OMS) en que durante la temporada navideña se detona la depresión entre los jóvenes, misma que antecede a la muerte planeada, revelando que las mujeres son quienes mayores intentos suicidas tienen, no obstante, son los hombres los que finalmente logran su cometido. La mayoría de los hombres que optan por quitarse la vida, según la OMS, lo hacen dentro de sus hogares utilizando diversos métodos, como ahorcamiento, la sofocación, el envenenamiento, o mediante un arma de fuego. Mientras que las mujeres emplean otras técnicas como sobredosis, sofocación de gases, heridas en las muñecas u otras vías que no siempre funcionan. Por lo regular las mujeres que así lo deciden tienen entre 15 y 24 años de edad, son solteras, cursan la preparatoria o la secundaria y no tienen empleo [9].

En el mismos sentido, en 2006, autoridades del Instituto Estatal de Salud Mental, por medio de Martha Palencia Núñez, entonces subdirectora de dicho Instituto, manifestó que es común se presente la depresión navideña, propiciada por múltiples factores como el fallecimiento de un ser querido, la distancia física como emocional de un familiar y la ruptura de parejas. Otras circunstancias que hacen que se presente una depresión de este tipo, según dijo, son las expectativas insatisfactorias o no alcanzadas, así como los problemas económicos. Por lo que, el Instituto Estatal de Salud Mental denomino a diciembre como el Mes de las emociones.

Aseverando Palencia Núñez que, la televisión influye en el comportamiento suicida, ya que se demostró que aumenta este fenómeno después de que se informa sobre casos de suicidios, teniendo un gran impacto en adolescentes, jóvenes y familiares de las víctimas. Asegurando que los medios y la sociedad promueven familia y compras, pero cuando se carece de dinero o no se tiene familia estos mensajes son penosos y causan tristeza, por lo que se tiende a comprar, beber, comer, y en el peor de los casos suicidarse [10].

Interpretación sobre el suicidio navideño, un tanto diferente se da en Puerto Rico, de acuerdo con la directora de la línea Primera Ayuda Sicosocial (PAS), doctora Monserrate Allende, quien señalo que en Navidad hay muchos casos de personas que sufren depresión, pero es en la época posterior a las festividades navideñas cuando más suicidios se reportan.

En muchos casos, según Allende, cuando llega la época navideña, las personas intentan dejar a un lado temporeramente sus dificultades. Pero cuando terminan las fiestas, tiene que enfrentar nuevamente su «situación», lo que lleva a algunas personas a pensar en el suicidio. Para ella es común que en Navidad aumente la depresión, pero disminuye el comportamiento suicida. Y es después de las octavitas, en febrero, cuando comienza un aumento en el comportamiento suicida. Ya que en medio de la festividad, de la integración familiar, se deja a un lado la situación depresiva, pero de repente vuelve de nuevo la soledad, el problema matrimonial, etc.

Así, la línea PAS, adscrita a la Administración de Servicios de Salud Mental y contra la Adicción (ASSMCA) recibió 300,000 llamadas en 2013, de las cuales 100,000 de ellas fueron por manifestaciones suicidas, indicó Aidse Maldonado, portavoz de la dependencia pública. Reportándose en el mes de diciembre, según la Policía, 20 suicidios. Corroborándose el primero suicidio del año 2014 el 2 de enero en San Juan y el viernes 3 se informó de tres casos más en Vieques, Aguada y San Lorenzo.

Ocurriendo en Puerto Rico de 20 a 24 suicidios mensuales, llegando a un aproximado de 300, de los cuales el 25% son de ancianos. Según las estadísticas de las autoridades, en el 2013 hubo 248 suicidios confirmados hasta 25 de diciembre de 2014. En el 2012 hubo 278 y en 2011 unas 297 personas se quitaron la vida [11].

Nada que ver con la opulencia de los pocos.

No obstante las muestras de que el aumento del suicidio en navidad tiene que ver con la dinámica de consumo capitalista, y las frustraciones que genera en un amplio grupo de personas pobres, muy lejos de tales interpretaciones, para psicoterapeutas como Cecilia Rentería, la explicación sobre el incremento en los suicidios por estas fechas, se relación hoy en día, con las redes sociales, debido a que para ella estas se han convertido en un detonante moderno para alentar al suicidio, principalmente en jóvenes entre los 12 y los 20 años de edad.

Postura con la cual coincide el doctor especialista en conducta humana, Raúl Ortega Barrios, egresado de la Universidad Autónoma de Puebla. Siendo que para él, el uso de las redes sociales sin control, expresada en la difusión de páginas que alienta al suicidio, es ya un grave problema social.

Postura a la cual se le suman, las de psiquiatras para los cuales las razones de un deseo por la muerte, se deben a fallas genéticas, heredadas que propician que el cerebro no metabolice algunos neuro receptores (sic). Similares a las fallas genéticas, que ocurren cuando se presenta la diabetes.

Y conforme a tales interpretaciones, la Cámara de Diputados, «reconoce» el impacto de las redes sociales en la salud emocional de las personas. De suerte que, el diputado del Partido Nueva Alianza, Roberto Jiménez del Ángel, se ha manifestado a favor de una política pública en coparticipación de los tres órdenes de gobierno «para atender la salud mental en México», ya que a esta sólo se le destina el 2 por ciento de los recursos del sector salud, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos el 10 por ciento.

En el mismo sentido, se ha manifestado el diputado del Partido Verde Ecologista de México, José Refugio Sandoval Rodríguez, integrante de la Comisión de Salud, quien ya ha presentado una iniciativa de ley, a fin de establecer acciones oficiales para la prevención del suicidio, principalmente en menores de edad.

Sin embargo, tales diputados e investigadores pasan por alto hechos que en nuestro país pueden coadyuvar a los suicidios, por ejemplo que los 500 diputados federales tienen un sueldo mensual de 148 mil 325 pesos, mientras que 7 millones 854 mil trabajadores mexicanos apenas percibieron 2 mil 264 pesos con 24 centavos al mes durante 2016. Cantidad de trabajadores a las cuales este año se les sumaron 1 millón 237 mil mexicanos al grupo que gana el salario mínimo.

Pero además, los diputados federales de acuerdo a la partida oficial con el número 4390-6, se han entregado cada año 75 millones de pesos a título personal. Cantidad de dinero a la cual se le debe sumar las erogaciones que se les entregan mes a mes, por 28 mil 772 pesos para atención ciudadana, además de su dieta que equivale a 78 mil 817 pesos. Más todavía, su presupuesto contempla también la partida 4390-4, que tan sólo en el cuatrimestre de septiembre a diciembre de 2015, sumó 16 millones 357 mil 180 pesos, catalogados como subvención para honorarios de grupos parlamentarios.

A dichas partidas, también se le suma la 4390-5, llamada subvención de apoyo para el personal de grupos parlamentarios, que en el mismo cuatrimestre de 2015 llegó a 6 millones 135 mil 690 pesos. Recursos todos los cuales obtienen los legisladores de México, por «trabajar» dos veces por semana, de 11 de la mañana a 3 de la tarde, por siete meses y medio al año. Todo lo cual ocurre en nuestro país, que tiene más de 50% de su población en pobreza por un lado, mientras que por el otro, un 10% de la población más rica se apropia casi del 70% de la riqueza nacional [12].

Notas

[1] Rebelión. Para el norte Navidad; para el sur, bombas, hambre, pobreza y genocidio. Por: Jorge Alejandro Suárez Rangel. 14/12/2016.

[2] Ibíd.

[3] www.sinembargo.mx/15-12-2011/95834

[4] bienestar.salud180.com ‘ Inicio ‘ Emociones ‘ Entorno

[5] archivo.eluniversal.com.mx/…/diciembre-temporada-de-alza-en-suicidios-221594.ht…

[6] Reporte Indigo. Viernes 16 de diciembre 2016.

[7] www2.esmas.com/salud/122347/aumentan-depresion-y-suicidios-navidad/

[8] www.excelsior.com.mx/nacional/2015/12/08/1062148

[9] www.cambiodemichoacan.com.mx/nota-165185

[10] https://www.elsiglodetorreon.com.mx/…/251158.aumentan-suicidios-durante-la-navid…

[11] www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/alertansobresuicidiosennavidad-1682428/

[12] Proceso. Número 2093.11 de diciembre de 2016.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.