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Diez millones de chicos y chicas comen menos carne, verduras y lácteos según Unicef

Fuentes: Rebelión

Alrededor de 10 millones de niñas, niños y adolescentes en Argentina comen menos carne, verduras y lácteos en comparación a lo consumido el año pasado por la falta de dinero de sus familias, según una encuesta difundida este miércoles por Unicef. Por la misma razón, más de un millón de chicas y chicos se saltea alguna de las cuatro comidas básicas del día: desayuno, almuerzo, merienda o cena.

El agravamiento de la situación de alimentación de las infancias quedó reflejado en la “Octava encuesta a hogares con niñas, niños y adolescentes”, una medición de alcance nacional que Unicef Argentina realiza de manera ininterrumpida desde 2020. El sondeo indica que la mitad de dichas familias no alcanza a cubrir gastos básicos de alimentación, salud y educación.

Según la encuesta, el consumo de carnes se redujo un 76 %; de verduras y frutas un 58% y de lácteos un 57 % en relación al año pasado, mientras que aumentó la ingesta de fideos y harinas un 24%. Es decir, se reduce significativamente el consumo de alimentos centrales para la nutrición de niñas, niños y adolescentes y aumentan aquellos más baratos y menos nutritivos.

El estudio sostiene, además, que más de un millón de niñas y niños deja de comer alguna comida (desayuno, almuerzo, merienda o cena) por falta de dinero. En siete de cada diez hogares donde esto sucede, la persona a cargo se encuentra ocupada y, dentro de ellas, más de un 60%, de manera informal.

A su vez, tres de cada diez familias tuvieron que recurrir a algún préstamo o pedir fiado para comprar comida y más de la mitad de los hogares -donde viven casi 7 millones de chicas y chicos- debieron dejar de comprar algún alimento por falta de dinero.

“Frente a la insuficiencia de ingresos, las familias se endeudan, dejan de comprar alimentos nutritivos o medicamentos, lo cual empeora significativamente la calidad de vida de sus integrantes”, advirtió Luisa Brumana, representante de Unicef Argentina, en un comunicado difundido este miércoles.

En ese sentido, la organización que promueve la protección de los derechos de las infancias alertó que, según el estudio realizado, los ingresos de 9 de cada 10 familias no alcanzan para comprar la misma cantidad de productos básicos que en 2023, mientras que el 82% no logra solventar gastos específicos de chicas y chicos, como útiles escolares, transporte, vestimenta y calzado.

Los cuidados de la salud también tuvieron un fuerte retroceso por la crisis socioeconómica: en un 23% de los hogares se dejaron de comprar medicamentos; en un 32%, se redujeron los controles médicos y odontológicos; y en un 41%, se utilizan ahorros para gastos corrientes.

Además, en los sectores medios, un 9% de las familias tuvo que desafiliarse de la prepaga o cambiar a los niños y niñas de escuela, y aumentó el uso de la tarjeta de crédito para la compra de alimentos.

“Estas restricciones tienen lugar en un contexto en el que más de la mitad de los hogares accede a alguna política de transferencias de ingresos. En este sentido, el 93% de las personas encuestadas cree que los programas de protección social que brinda el Estado son necesarios, pero en el 68% de los hogares que reciben estas prestaciones, el dinero les alcanza para menos de la mitad de los gastos”, sostuvo Unicef.

Al respecto, Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo de Derechos de Unicef Argentina, sostuvo que las dificultades que dejó al descubierto la encuesta “se produce en un contexto donde las partidas presupuestarias de la Administración Nacional dirigidas a la niñez y adolescencia muestran una caída del 25% en términos reales en los primeros 5 meses de 2024 con relación al mismo período de 2023”.

Unicef indicó que, si bien en ese periodo se incrementó la AUH en el 15% en términos reales respecto del devengado en igual lapso de 2023, el resto de las partidas que componen el presupuesto transversal de niñez muestran, en líneas generales, caídas interanuales, en algunos casos significativas.

“Esto hace necesario, una vez más, hacer un llamado a priorizar los recursos destinados a la infancia. Los incrementos del Apoyo alimentario del Plan 1.000 días del 41,5% y de la Prestación Alimentar del 8,6% recientemente otorgados, van en la dirección adecuada para proteger ingresos en contextos de vulnerabilidad”, concluyó Waisgrais.

Menos consumo de pan, leche y carne

Tres componentes fundamentales de la dieta argentina (carne vacuna, leche y pan) registran fuertes bajas en el consumo en el país. El Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario (Rosgan) precisó que el consumo de carne bovina, durante el primer cuatrimestre del año, fue de 42 kilogramos per cápita. Son 4,5 kilos menos que el registrado en el último cuatrimestre de 2023 (48,5). El consumo de leche fluida cayó un 19,6 % en el primer trimestre del año y el de leche en polvo un 30,4 %, en comparación con el mismo período del año pasado. Desde los sectores panaderos advierten una merma del 45 % en la venta de pan. Según el Centro de Investigación y Formación de la Central de Trabajadores de la Argentina (Cifra-CTA), publicado en abril, el poder adquisitivo del salario mínimo cayó un 34,1 % desde que asumió Javier Milei.

Según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de Argentina, la producción de carne en los primeros cuatro meses del año aportó 988.000 toneladas, lo que arrojó una baja del 7,7 % interanual. Sobre esta oferta total, 324.000 toneladas se exportaron y 664.000 toneladas quedaron para el consumo interno, 17,5 % inferior al registrado en el primer cuatrimestre del año pasado. «El consumo aparente de carne vacuna por habitante arrojaría unos 42,4 kilos por año en el primer cuatrimestre de 2024, resultando 18,5 % menor al registrado en igual lapso de 2023, el más bajo de las últimas tres décadas», indicaron desde Rosgan.

Según la Bolsa de Rosario también disminuyeron los indicadores del sector porcino. La producción de cerdos acumula 174.000 toneladas, retrocediendo un 2,4 % interanual. En cuanto al consumo —especificaron— el mismo suma 177.000 toneladas en el primer trimestre, cayendo un 4 % interanual y por debajo de los años 2022 y 2023 en el mismo período. El consumo per cápita retrocede así en un kilo por habitante en relación al año pasado, ubicándose en 15,2 kilos por habitante por año.

Un estudio del Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca (Creebaa) explica que Argentina tiene un consumo de proteínas animales «similar a los países desarrollados» (72,4 kg Argentina y 69,6 kg promedio en los países de la OCDE) y su distribución está altamente volcada al consumo de carne vacuna. Sin embargo, en los últimos años se percibió una caída en el consumo de esta, señala el informe.

El relevamiento vincula las causas de esta reducción del consumo de carne de vaca con la pérdida del poder adquisitivo en los sectores populares. Para formular esta explicación se tomó como referencia el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), obtenido del Ministerio de Trabajo y el precio promedio de la carne vacuna en base a información recolectada por el Creebba. Concluyeron que hubo una clara caída en el poder adquisitivo de los argentinos a lo largo de la última década. Al inicio de la serie (enero 2013), la relación entre el SMVM y el precio promedio de la carne era un 43,8 por ciento mayor al mes de noviembre de 2023.

“Durante 2023, a pesar de observarse una mejora del poder adquisitivo durante los primeros meses, el aumento sostenido del precio de la carne causó una contracción de mayor magnitud durante los meses siguientes, alcanzando los 39 kilos en septiembre de dicho año (el valor más bajo desde marzo 2022)”, advirtieron.

Por su parte, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPVC) detalló que los precios de los distintos cortes de carne vacuna han registrado una variación del 4,5 % en abril 2024, con respecto al mes anterior. La variación interanual se ubica en un 279 %, según el IPVC. Los informes mensuales de precios de la carne bovina confeccionados por la entidad muestran un acumulado en la suba de precios equivalente al 19,4 % entre enero y abril.
Las ventas de leche presentaron, en enero de este año, una caída del consumo de 4,6 % en litros equivalentes respecto al mes anterior, por encima de la caída estacional. La comparación interanual evidencia que las leches refrigeradas se compraron un 11 % menos, la leche en polvo entera un 30 % y la leche en polvo descremada un 28 % menos.

La caída fue notoria en todos los productos lácteos. «Los productos de mayor valor agregado y unitario como quesos de pasta muy blanda, quesos rallados, leches saborizadas, yogures, flanes y postres presentaron una gran caída asociada a las subas de precios y al retraso en el poder adquisitivo del sector medio de la población que demanda en mayor cuantía estos productos», explicaron desde el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), creado por empresas de la cadena lechera y entidades del agro como Crea, Coninagro y Sociedad Rural.

Al completar el primer trimestre del año, la caída de las ventas alcanzó un 18,7 % en toneladas de producto en comparación con el mismo periodo de 2023, mientras que fue del 15.3 % en litros equivalentes, según el informe del Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino. En cuanto a la leche fluida el consumo acumuló una caída del 19,6 %, mientras que las leches en polvo un 30,4 %, en toneladas y en comparación con los primeros tres meses de 2023. Según el informe, también se registró una caída en quesos, que representan el 60 % del consumo de lácteos, del 10,4 %, medido en toneladas.

El Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino, encabezado por el ex ministro de Agricultura, Julián Domínguez, indicó que la caída también se registró en la producción: un 14 % interanual en comparación con el primer trimestre de 2023, en promedio la más baja de los últimos cinco años. En cifras totales, la producción del primer trimestre de 2024 fue de 2.224 millones de litros contra los 2.582 millones de litros de 2023.

A los alimentos que dejaron de consumirse, se suma también el pan. El presidente del Centro Industrial de Panaderos de Merlo, Martín Pinto, estimó que “tenemos en todas las panaderías de la Argentina una caída del 45 % en las ventas. La gente no consume”.

El dirigente reconoció el fuerte incremento de precios en ese rubro en los últimos meses, luego de la eliminación del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino, creado en marzo de 2022 para subsidiar la harina y fijar un valor de referencia para el mercado interno. “Fue un logro importante del gobierno anterior porque sacó a la harina de la órbita del dólar”, destacó Pinto.

El mecanismo fue creado tras el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania —dos países líderes en el mercado mundial de trigo— que había generado un alza global de los precios del cereal. Y tuvo por objetivo «estabilizar el costo de la tonelada de trigo comprada por los molinos argentinos» para «mantener una estabilidad en la participación de la bolsa de harina como componente del costo de los productos derivados de ella».

En abril de este año, a través de la Resolución 142/2024, el ministro de Economía, Luis Caputo, dispuso su liquidación al considerar que «las condiciones que motivaron la creación del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino no se encuentran presentes en el momento actual». La decisión acompañó la liquidación de otros fondos fiduciarios, bajo el argumento de achicar los gastos del Estado, entre ellos, el Fondo de Integración Socio Urbana o el Fondo Nacional de Incentivo Docente. En el caso del trigo habilitó la dolarización del precio del cereal y el incremento del precio del pan y los derivados.

El informe «Una mirada sobre la evolución del consumo alimentario a nivel mundial y en Argentina en las últimas seis décadas» (de Daniel Díaz, Andrea Goldberg, Rosa Fernández, Laura Barbieri y Andrea Graciano) ofrece una perspectiva histórica sobre el consumo en el país desde 1961 a 2021. En él se evidencia cómo durante las crisis (de 1989 y de 2001) se registraron las mayores caídas en la compra de alimentos. Pero también señala que tanto la leche, como la carne y el trigo son la base de la dieta de los argentinos.

En el período estudiado, el consumo aparente per cápita de alimentos creció en el mundo un 42 por ciento, mientras que en Argentina aumentó un cuatro por ciento. El informe señala que el país experimentó “oscilaciones que coinciden con los distintos procesos socioeconómicos” acaecidos durante seis décadas, pero siempre superó el consumo aparente de alimentos per cápita mundial (a inicios de la década del ’60 en casi un 50 % y finalizando la segunda década del nuevo siglo por una diferencia de sólo un 7 %).

El estudio compara: «En el mundo, el grupo de alimentos más preponderante dentro del CAPC (Consumo de Alimentos Per Cápita), es el de los cereales que, junto con las hortalizas frutas y feculentas representan dos tercios del volumen total. La leche, carne, pescado y huevos alcanzan un veinte por ciento, seguidos por los azúcares, aceites y grasas con un cuatro y 3 % respectivamente. Pero en Argentina, los grupos carne, pescado, huevos y leche —sumados al trigo— alcanzan los dos tercios del CAPC total, mientras que el tercio restante aglutina a los demás grupos de alimentos (frutas, hortalizas, feculentas, azúcares, aceites, frutos secos, etc.)».

En cuanto a los cereales, que aportan hidratos de carbono, a nivel mundial la presencia del trigo es del 42 al 45 %, seguido por el arroz entre el 32 y 36 % y el maíz entre el 8 y 12 %. En Argentina, el trigo se consume en un porcentaje del 84 % en relación a otros cereales.

Una familia necesitó más de $850.000 en mayo para no ser pobre

El jueves el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó el informe sobre la Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimentaria, que miden la línea de pobreza e indigencia respectivamente. Para mayo, una familia compuesta por dos adultos y dos menores, sin incluir el costo de la vivienda, precisó $851.351 para no ser pobre y $386.978 para no ser indigente.

Mientras en promedio los precios aumentaron a nivel nacional un 276,4% interanual, los productos que integran la canasta básica y alimentaria crecieron 290,7%. Con respecto al mes anterior hay una desaceleración en los precios respecto a la recesión y la brutal caída del consumo. El crecimiento de la CBA fue de 3,7% y la CBT 2,8%.

Tomando como parámetros algunos datos oficiales actuales, el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), que por ley de contrato de trabajo debería asegurar “alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”, es actualmente de $234.315,12. Es decir, se encuentra por debajo de la línea de indigencia y alcanza a cubrir apenas el 27,5% de la canasta de pobreza.

También comparando con la jubilación mínima, que actualmente se encuentra en $276.931,10 (con bono incluido), al igual que el SMVM se encuentra debajo de la línea de indigencia y sólo alcanza a cubrir el 32,5% de la canasta básica.

Incluso comparando con el RIPTE que, falseando la realidad, salió a festejar el gobierno como “crecimiento del salario”, el mismo se ubicó en $819.501,72 en forma bruta en abril. Aunque con un mes de desfase, el mismo no llega a cubrir la canasta básica de abril, de $828.158.

La canasta básica total se utiliza para medir el umbral de pobreza por ingresos, estableciendo que aquellos individuos o familias que perciban ingresos inferiores son considerados pobres. Mientras que la canasta básica alimentaria establece el límite de la indigencia, son aquellos individuos y familias que no llegan a completar las 4 comidas diarias, pasan hambre.

Si contemplamos que las canastas del Indec no incluyen un gasto tan importante como el alquiler podemos deducir que el costo de vida real es aún mayor. Una medición alternativa de consumos mínimos (para una familia de 4 integrantes) realizada por la Junta Interna del Indec, para saber cuánto tendría que ser un salario como mínimo, en abril se ubicó en $1.263.953.

El FMI aprobó desembolso de U$S 800 millones

El Directorio Ejecutivo del FMI concluyó la octava revisión del acuerdo de deuda y aprobó el desembolso de U$S 800 millones para Argentina. En su comunicado expresa que la decisión es para “apoyar los esfuerzos de las autoridades por afianzar el proceso de desinflación, reconstruir las reservas fiscales y externas y apuntalar la recuperación.” Un visto bueno del organismo tras que el gobierno obtuviera la aprobación en el Senado de la Ley Bases. El “apoyo político” había sido uno de los requerimientos del FMI a Milei.

Mediante un comunicado acotado a última hora del jueves, el organismo indicó que “el programa sigue firmemente encaminado, habiéndose cumplido con margen todos los criterios cuantitativos de rendimiento para finales de marzo de 2024.”

Sin embargo, advirtieron que “para mantener el progreso es necesario mejorar la calidad del ajuste fiscal”. También reclamaron “un marco mejorado de política monetaria y cambiaria, y aplicar reformas para desbloquear el crecimiento, el empleo formal y la inversión.”

Después de la advertencia realizada el jueves pasado por la vocera del organismo Julie Kozack sobre el desempeño económico, el organismo volvió a remarcar la necesidad de “ampliar el apoyo político”, “proseguir los esfuerzos para apoyar a los más vulnerables” y “garantizar la agilidad en la formulación de las políticas.”

Desde el ministerio de Economía de Nación festejaron la aprobación del desembolso de 600 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG), equivalentes a alrededor de USD790 millones e indicaron que el monto supera la próxima amortización al FMI (julio de 2024) de aproximadamente USD645 millones.

“El pago previsto para julio es el último pago de amortización al FMI contemplado dentro del marco del programa actual que vence en noviembre 2024. A partir de ese pago y durante los próximos 2 años (hasta septiembre de 2026) Argentina no enfrenta más vencimientos de amortización de principal con el FMI.”

Según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso, el cronograma de vencimientos de pagos en títulos públicos, al FMI y otros organismos multilaterales y bilaterales dan cuenta que la crisis de deuda volverá a escena más temprano que tarde: en 2025, vencen U$S13.500 millones; en 2026, U$S14.400 millones; en 2027, U$S18.800 millones; de 2028 en adelante y hasta 2032, los pagos superan los U$S20.000 millones anuales.

Bajo el régimen del FMI la pobreza dio un nuevo salto y sumó 11 millones de personas, con récords en la tasa de indigencia. Las políticas planteadas por Milei y el FMI sólo pueden llevar a un agravamiento de la crisis social y la pérdida de derechos conquistados.

En mayo 4,2% de inflación

La inflación volvió a moderarse en mayo en Argentina y se ubicó en 4,2%, la más baja para un mes en dos años y medio, aunque economistas advierten que esta cifra positiva responde principalmente a la caída del consumo.

La subida de precios en 12 meses, además, sigue rozando el 280%, uno de los niveles más altos del mundo.

El 4,2% del índice de precios al consumo de mayo, publicado el jueves por el Instituto Nacional de Estadística (Indec), es el dato más bajo desde enero de 2022, cuando había alcanzado 3,9%.

Después de la explosión inflacionaria del 25,5% en diciembre impulsada por la fuerte devaluación del peso tras el cambio de gobierno ese mes, la cifra se moderó a 20,6% en enero, 13,2% en febrero, 11% en marzo y 8,8% en abril.

De todas formas, a pesar de cinco meses en caída, la inflación en la tercera economía más grande de América Latina alcanzó el 71,9% en los primeros cinco meses de 2024 y 276,4% en doce meses.  

En mayo, los rubros que impulsaron el índice fueron principalmente comunicación, con un aumento del 8,2% y educación con 7,6%.

El consumo y la actividad se desploman bajo el efecto escalonado de la devaluación de diciembre y los recortes presupuestarios que están instalando una recesión, con una contracción del 5,3% en la economía en el primer trimestre sobre igual período del año pasado, y del 16,2% en las ventas minoristas de las pequeñas empresas desde enero.

«La caída sensible del consumo explica la reducción de la tasa de inflación desde diciembre para acá, en buena medida», señaló el economista Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).  

«Las consultoras percibimos que el proceso de reducción de la tasa de inflación no continuaría en junio. El relevamiento de expectativa de mercado da cuenta de que el nivel del orden del 5% se mantendría incluso hasta finales de año», afirmó.

El gobierno, en el inicio de la semana, señaló que ya hay una recuperación, o casi, con un aumento del 16% del salario real en el sector privado en abril: la recuperación del poder adquisitivo es «la más significativa desde 2009», pregonó la Presidencia.

La cifra se relativiza, sin embargo, en un país donde el empleo informal representa más del 45% de la población económicamente activa, según los últimos números oficiales de finales de 2023, incluso antes del impacto de las medidas de austeridad de Milei.

Negando una recuperación, la oposición y los movimientos sociales denuncian una crisis, con la pobreza aumentando a un ritmo acelerado desde finales de 2023: al 55,5% de la población en el primer trimestre de 2024, frente al 44,7% del año pasado, según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica (ODSA-UCA).

La industria cae un 16,6% y la construcción un 37,2%

El miércoles 5 el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó el informe mensual de la actividad industrial y la construcción. Los datos muestran en abril una caída interanual del 16,6% para la industria. Si bien muestran una desaceleración con respecto a marzo, este derrumbe es el segundo mayor desde el año 2020, con la pandemia de COVID-19. Por su parte, la construcción cayó un 37,2% con respecto a abril del año pasado.

La caída de la actividad industrial fue impulsada mayormente por la baja de la producción de alimentos y bebidas, un 9,3% interanual. Si bien este descenso está por debajo del nivel general, el rubro explica casi un cuarto del Índice de Producción Industrial (IPI). Donde se destaca el descenso de la producción de bebidas (27%) y preparación de frutas, hortalizas y legumbres (21,8%). Según consulta a los industriales de la alimentación, la baja de la producción está dada por una caída de la demanda interna, es decir, la población está reduciendo su consumo de alimentos.

Otros de los rubros con mayores caídas fueron los “equipos y aparatos de informática, televisión y comunicaciones, y componentes electrónicos”, un 55,7%. Y también “muebles y colchones, y otras industrias manufactureras” un 35%.

Según un informe de la Confederación de Sindicatos Industriales (CSIRA), tres de cada cuatro empresas relevadas despidieron trabajadores desde principios de año (73,9%). De estas, el 52% despidió hasta 5% de su personal, en tanto que el 18% recortó entre un 5% y un 15% de su personal, solo en 26% casos no se destruyeron puestos de trabajo. Además, hubo ofrecimiento de retiros voluntarios en más de la mitad de los casos (56,5%) y el 61% de las empresas redujo los turnos de producción, lo que se vio reflejado en una reducción de horas extras en el 90% de los casos.

Para el estudio se tomaron en cuenta 61.728 empresas de 18 sectores de la actividad industrial, con un total de trabajadores que llega a 1.097.693 (de los cuales 56,7% esta sindicalizado). Según manifiesta el informe el 95,7% de las compañías relevadas manifestó encontrarse en una peor situación que el año pasado.

En cuanto a la construcción la caída acumula un 32% en el primer cuatrimestre del año indica el informe de INDEC. Según una encuesta de perspectivas del organismo a empresarios del sector, el 92,5% de los que realizan principalmente obras privadas prevé que el nivel de actividad del sector no cambiará o empeorará durante los próximos tres meses. Mientras que las empresas dedicadas fundamentalmente a la obra pública,
57,0% opina que el nivel de actividad disminuirá durante el período mayo-julio de 2024, mientras que 36,0% cree que no cambiará y 7,0% que aumentará.

Sobre los insumos a la producción se destaca el desplome de demanda de asfalto (60,6%), hierro redondo y aceros para la construcción (57,5%) y Mosaicos graníticos y calcáreos (54,4%). Los encuestados argumentan la caída mayormente en base a la caída de la actividad económica y la inestabilidad en los precios.

Sobre los puestos de trabajo registrados del sector, el informe de INDEC indica que en marzo cayeron un 15,7% con respecto al mismo mes del año pasado. En el acumulado enero-marzo de 2024, este indicador presentó una baja de 13,0% con respecto al mismo período del año anterior. El informe no contempla a los trabajadores no registrados, en una rama que cuenta con casi la mitad de los trabajadores en la informalidad, con mayor flexibilidad para despedir.

Si a este panorama económico le sumamos la reforma laboral y las privatizaciones incluidas en la Ley Bases, el aumento del desempleo podría acelerarse.

«Esta crisis es mucho peor que la de 2001»

“Esta crisis es mucho peor que la de 2001”, afirmó el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción¨(Camarco), Gustavo Weiss, en relación con la actualidad del sector desde que asumió el presidente Javier Milei.

«No imaginábamos que la decisión del Gobierno de Javier Milei iba a ser paralizar por completo la obra pública nacional«, agregó Weiss.

Según el presidente la Camarco, «hubo motosierra total en la construcción, Milei cortó de cuajo la obra pública. Ni bien asumió este Gobierno tuvimos reuniones con el ex ministro Guillermo Ferraro, después con Luis Caputo y seguimos teniendo reuniones, pero nos dicen que la prioridad es el ajuste fiscal y que no había dinero para la obra pública».

«Tenemos una deuda muy importante de trabajos ejecutados en septiembre, octubre y noviembredel año pasado, con la administración anterior de Sergio Massa, con facturas que vencieron en diciembre, enero y febrero que están impagas», añadió Weiss.

En cuanto al panorama general del sector, «el problema no es solo que ahora hay obras que no se continúan, sino que además nos deben mucho dinero de obra ejecutada y no pagada.Lamentablemente es deuda que no se indexa por inflación. Algunos ya han judicializado este tema y otros van a hacer lo mismo. La foto de hoy es que con Milei las obras no se hacen».

Además, advirtió que por esta situación ya se perdieron 100.000 puestos de trabajo directos, mientras que el Gobierno «tiene ejecutada unainversión en obras del orden de los US$ 6.000 millones, que ya están pagas, pero que no están terminadas y no sirven para nada porque no están habilitadas al público».

Comentó que en la Patagonia «hay dos represas muy importantes paradas. Hay muchísimas obras de Vialidad Nacional inconclusas. Y hay hospitales que están al 95% y no se terminan».

Weiss dijo que en las conversaciones iniciales con el Poder Ejecutivo «la idea era poder terminar rápidamente las obras que estaban en un 80% de ejecución, pero eso no ocurrió en la práctica. Las obras se deterioran rápidamente y muy probablemente cuando se quiera terminar haya que reparar parte de lo ejecutado». 

En ese sentido, aseguró: «este Gobierno no tiene un criterio. Cuando uno habla con los secretarios y el ministro entiende que el sentido común viene atrás de las necesidades de ajustar el gasto. Eso hace que no se analice la realidad que estamos atravesando».

Por ese motivo, estimó que este año “ya está perdido. No creo que haya ninguna reactivación, más allá de que haya alguna obra que pueda comenzar. En 2025, cuando se reinicien las obras, hay que sentarse y ver en qué condiciones están, los precios y las deudas. Si el dinero está disponible, después hay un proceso que demora meses para reactivar la obra”.

En este marco, el dirigente sostuvo que «la última experiencia similar violenta que recuerde es la de 2001. Pero la diferencia es que en ese momento veníamos con niveles de actividad muy bajos. Fue una caída muy profunda, pero involucraba a menor cantidad de gente y menos empresas».

«Por eso creo que esta crisis es mucho peor que la de 2001. En ese momento nos caímos desde un primer piso, pero ahora nos caímos desde un piso 10″, graficó.

No todos perdieron en el primer medio año de Milei: bancos y energéticas, los ganadores

Por Alejandro Rebossio

Javier Milei se define como el primer presidente liberal libertario de la historia humana, pero no es el primer gobernante de esta ideología. Primero fue Liz Truss, que duró 45 días como primera ministra de Reino Unido, la gestión más corta que se recuerda en ese país por el descalabro económico que provocó una reducción de impuestos a los que más ganaban. Milei lleva seis meses, con la inflación y la actividad económica en baja, con muchos perdedores, pero también con ganadores, incluidos bancos y exportadores beneficiados por la devaluación de diciembre.

Uno de los modos de identificar a los vencedores del primer semestre libertario argentino consiste en observar cuáles son las empresas que más se valorizaron. En la sociedad Invertir en Bolsa tomaron como referencia la evolución de las acciones de las compañías que cotizan en la Bolsa porteña desde el 20 de octubre pasado, es decir, el viernes previo a la primera vuelta electoral en la que se definió que Milei enfrentaría a Sergio Massa en el balotaje y los mercados comenzaron a especular con su victoria final, y esta semana, en que los activos financieros argentinos cayeron por las tensiones políticas y otros factores. Así quedaron los resultados de las que más se apreciaron:

1.       Banco Macro, la entidad de Jorge Brito, cuya acción en pesos subió 346,9%. Los bancos en general se beneficiaron por la devaluación inicial de la gestión libertaria, dado que contaban con bonos que se actualizaban por la evolución del dólar oficial.

2.       Grupo Supervielle, el conglomerado financiero de Patricio Supervielle, con un 306,7%.

3.       Grupo Financiero Galicia, que pertenece a los Escasany, Braun y Ayerza, con un 269,2%.

4.       BBVA Argentina, la filial del banco español, con 255,7%.

5.       Transportadora Gas del Norte (TGN), con 192%. Es propiedad de Techint, el grupo de Paolo Rocca del que provienen varios altos funcionarios, y de Corporación América, de Eduardo Eurnekian, el ex empleador de Milei. TGN es una de las empresas beneficiadas por la recomposición de las tarifas de servicios públicos, además de por una de las pocas obras públicas que se mantienen en pie, la reversión del gasoducto Norte, que trae el menguante gas boliviano y de la cuenca del noroeste y a futuro distribuirá en esta región el fluido de Vaca Muerta.

6.       Sociedad Comercial del Plata (SCP), con 168,1%. La encabeza Ignacio Noel y entre sus principales activos figuran acciones de las petroleras Dapsa y CGC (donde la mayoría accionaria está en manos de Eurnekian), Canteras Cerro Negro, el molino harinero Morixe, la productora de papas fritas congeladas Lamb Weston, el tren Ferroexpreso Pampeano y un proyecto inmobiliario en las islas del Delta del Tigre.

7.       Transener, con 168%. Es la mayor transportista eléctrica del país, propiedad de Pampa Energía, el holding de Marcelo Mindlin.

8.       Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA), la empresa dueña de la plaza bursátil porteña que preside Ernesto Allaria y que cuenta entre sus directores a Gabriel Martino y Claudio Zuchovicki. Se benefició con el entusiasmo de los inversores financieros por el giro argentino con Milei.

9.       YPF, con 110,1%. La petrolera 51% estatal y 49% privada vio cómo sus exportaciones mejoraron en rentabilidad con la devaluación y además pudo aplicar aumentos de precios internos tanto en la nafta y el gasoil como en el gas. Es una de las interesadas en que el Congreso apruebe el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) para construir con la malaya Petronas una planta de exportación de gas natural licuado (GNL).

10.   Banco de Valores, con 107,4%. Es el principal accionista de BYMA y está presidido por Juan Nápoli, que fuera candidato a senador por La Libertad Avanza en 2023.

En otra sociedad de bolsa, Cocos Capital, tomaron en cuenta la evolución de las acciones desde el 19 de noviembre, día en que Milei venció a Massa, y los resultados son similares. En la Bolsa local, las firmas que más se apreciaron en dólares al contado con liquidación fueron:

1.       Supervielle, un 361%.

2.       Macro, un 312%.

3.       Galicia, un 266%.

4.       BBVA, un 246%.

5.       TGN, un 235%.

Si se consideran las acciones argentinas en Wall Street, los llamados ADR (american deposit receipt), que cotizan en dólares, las líderes fueron:

1.       Supervielle, un 204%.

2.       Macro, un 187%.

3.       Galicia, un 157%.

4.       BBVA, un 121%

5.       YPF, un 90,3%.

Es decir, los nombres se repiten. Lo mismo sucede cuando Invertir en Bolsa identifica las empresas cotizantes en Buenos Aires que más beneficios obtuvieron en sus resultados en el cuarto trimestre de 2023, muy influido por el diciembre inicial de Milei y su devaluación, y el primer cuarto de 2024. Allí a la cabeza aparecen el Macro, el Galicia y el Supervielle. Y si se observa sólo el primer trimestre de este año, para separarlo por completo de la gestión anterior, YPF, Vista Oil & Gas (la petrolera de Miguel Galuccio) y Transportadora Gas del Sur (TGS), del grupo Pampa Energía, “arrancaron muy bien”, señalan en Invertir en Bolsa.

Ana y Javier Rameri, del Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPPyP), observan que los ganadores fueron los beneficiados por la devaluación, pero también por las desregulaciones de precios y los aumentos de tarifas, aquellos que pudieron encarecer sus productos y servicios por encima del nivel de inflación pese a la recesión. En ese contexto, identifican sectores y sus respectivas empresas líderes:

·         Oleaginoso-cerealero: la neerlandesa Viterra –que está en proceso de fusión con la norteamericana Bunge–, su compatriota Louis Dreyfus, la estadounidense Cargill, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), Aceitera General Deheza (AGD, de Roberto Urquía) y Molinos Agro (de la familia Perez Companc).

·         Alimentos: Cervecería y Maltería Quilmes (del grupo belga AB InBev), Molino Cañuelas (de Aldo Navilli), Arcor (de la familia Pagani), las lácteas Mastellone (con su marca La Serenísima y controlada por Arcor) y Molfino (de la canadiense Saputo) y Molinos Río de la Plata (de los Perez Companc).

·         Hidrocarburos: YPF, Pan American Energy (PAN, propiedad de la británica BP, la china CNOOC y los Bulgheroni), Raízen (de Shell y la brasileña Cosan) y Tecpetrol (de Techint).

·         Minería: Minera Andina Sol (de la canadiense Barrick Gold y la china Shandong Gold, dueña de los yacimientos Veladero y Pascua Lama, en San Juan), Minera del Altiplano (de Arcadium Lithium, con casa central en Irlanda, y propietaria de una mina de litio del Salar del Hombre Muerto, Catamarca), Mansfield Minera (de la canadiense Fortune Silver Mines, con yacimientos en Salta) y Minera Don Nicolás (de su compatriota Cerrado Gold, con operaciones en Santa Cruz).

·         Farmacéuticas: Gador (de las familias Álvarez Saavedra, Fabbri y Roemmers), la alemana Bayer, Bagó (de la familia homónima), la suiza Roche y Elea Phoenix (de Hugo Sigman, su esposa Silvia Gold y Daniel Sielecki, tío de Ian Sielecki, nombrado por Milei como embajador en Francia).

·         Servicios de salud: Swiss Medical (de Claudio Belocopitt), la obra social de empresarios OSDE, Galeno (de Julio Fraomeni) y la cooperativa Sancor Salud.

·         Bancos: el español Santander, el Macro, el BBVA y el Galicia.

Los hermanos Rameri también destacaron algunos datos de los resultados del primer trimestre de 2024 que publicaron algunas de estas empresas:

·         YPF facturó 339% más que un año atrás, por encima del alza del 273% de la inflación en ese periodo, al tiempo que ganó 829% más.

·         PAE vendió 331% más y su beneficio neto subió 375%.

·         Tecpetrol facturó 265% más, es decir que vendió menos en términos reales, pero su utilidad mejoró 2.731%.

·         Arcor, pese a la recesión, facturó 303% más y ganó 941% más.

·         Molinos Río de la Plata elevó sus ventas un 359% y su beneficio, 1.119%.

·         Mastellone mejoró 322% su facturación y pasó de perder $455 millones a ganar $45.031 millones.

·         Molinos Agro, en cambio, vendió 120% más, o sea que cayó su facturación real, pero su utilidad se incrementó 388%.

·         Laboratorios Richmond (de Marcelo Figueiras), facturó 218%, lo que supone un retroceso ajustado por inflación, pero su resultado neto aumentó 9.851%.

·         El Santander facturó 446% más y ganó 752% más.

Pero el economista Pedro Gaite considera difícil puntualizar ganadores en medio de la grave recesión: “Hay una caída fenomenal de la actividad que perjudicó muchísimo a los trabajadores, pero también a la mayoría de las empresas, sobre todo a las pymes más dependientes del mercado interno. A nivel sectorial, sí hay sectores que mejoraron su tasa de ganancia, sobre todo con la devaluación de diciembre, pero ya esa ganancia se licuó en un 80%. Pero los que tenían activos en dólares, con la devaluación se beneficiaron. Los sectores exportadores del agro y la energía tuvieron una ganancia mayor que antes. El sector financiero, de la mano de los precios de los bonos, también tuvo mejores rendimientos, aunque la baja de la tasa de interés no los benefició a los bancos, los licuaron bastante. Pero no hay ganadores claros por la destrucción de riqueza que implicaron estos meses de caída de la actividad”.

Se perdieron 126.000 puestos de trabajo formales en cuatro meses

Las consecuencias del ajuste que está aplicando Javier Milei son cada vez más preocupantes, a la caída de los ingresos y el retroceso de la producción, se le está sumando una sostenida caída del empleo. Alrededor de 126.000 asalariados perdieron sus puestos formales de trabajo entre diciembre y marzo pasados, según el informe de la evolución y situación del trabajo registrado, que utiliza datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Asimismo, los primeros indicadores de abril muestran que los números de empleo continuaron su deterioro. Se estima que la caída del empleo informal, no registrado, habría sido en una proporción mayor.

Del total de puestos perdidos más de 100.000 corresponden al rubro de la construcción y el empleo público. La paralización de la obra pública y el cierre de dependencias del Estado fueron decisiones tomadas por Javier Milei para recortar el gasto público en función de obtener fondos para pagar la fraudulenta deuda externa.

El investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, Luis Campos, aclaró que la crisis del empleo en el sector privado comenzó en septiembre del año pasado, por lo cual ya se acumulan siete meses de caída ininterrumpida: «Volvimos a niveles similares a los de fines de 2015», afirmó. Allí agregó que: “En los últimos cuatro meses el comportamiento del empleo registrado en el sector privado tuvo un patrón muy marcado: desplome en la construcción, caída en la producción de bienes y en los servicios, y crecimiento en el sector primario (agro, pesca y minería). A nivel sectorial, la construcción fue notoriamente el rubro más afectado con un derrumbe del 12,7% en el empleo registrado (-87.609 puestos de trabajo)”.

A su vez la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) para el mes de abril arrojó una caída mensual del 0,4 % en el empleo privado registrado y que las suspensiones continuaron incrementándose al alcanzar a 8,3 de cada mil trabajadores, casi el doble de noviembre de 2023.

Crisis en la industria cordobesa

El último relevamiento realizado por la Unión Industrial de Córdoba (UIC) marcó que el derrumbe continúa y la luz al final del túnel todavía no asoma. Eso se explica en que el 45% de los consultados admitió tener un menor nivel de producción en abril que en el primer trimestre, que ya había comenzado con serias dificultades. El proceso recesivo, fruto del ajuste y la crisis económica, se mantiene vigoroso.

Frente al año pasado, el panorama es sombrío: baja en la producción, caída de la rentabilidad, menores inversiones y una situación económica general que se ha deteriorado.

“La industria de Córdoba enfrentó un mes de abril desafiante, con el 45% de los industriales reportando una reducción en el volumen físico de producción en comparación con el promedio mensual del primer trimestre del año. Este debilitamiento productivo refleja una desaceleración significativa en la actividad manufacturera, lo cual puede tener serias implicaciones tanto para la competitividad de las empresas locales como para los ingresos del sector”, expreso el trabajo revelado por el portal Puntal.

En ese marcóo comenzó el recorte de fuentes de trabajo. Si bien siempre se destaca a la industria como un sector que resiste desprenderse de su personal por la inversión en capacitación y perfiles necesarios, el goteo empezó a acentuarse: en abril, una de cada cuatro empresas decidió recortar empleados.

El mismo informe destaca que, sin embargo, a futuro, las que piensan algún tipo de ajuste por el lado del trabajo, lo hace proyectando reducciones y no despidos. De todos modos, en la medida en que la actividad no recupere su ritmo, los riesgos de más desprendimientos continúa.

Según el relevamiento, “aunque el 70% de las industrias no variaron su dotación de personal, la reducción del 24% en la cantidad de empleados refleja un impacto sustancial en el factor laboral, indicando ajustes y posibles dificultades en el ámbito laboral. Particularmente crítica resulta la situación en el caso de las micro, donde casi un tercio tomó decisiones que implicaron reducir la cantidad de colaboradores”, remarcó la Unión Industrial.

En la otra punta, en la demanda, está el principal problema. El deterioro del bolsillo llevó a una fuerte caída del consumo y eso empezó a impactar primero en el comercio y luego se trasladó aguas arriba hacia a la industria.

“El mes de abril fue testigo de una contracción en la dinámica de pedidos locales. El 51% de los entrevistados experimentaron una contracción en su cartera de pedidos, mientras que un 28% logró mantenerse a flote en un mar de incertidumbre económica”, sintetiza el relevamiento.

Las ventas minoristas bajaron 7,3% interanual en mayo

Un nuevo relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) sobre las ventas minoristas pymes expuso una caída del 7,3% anual en mayo frente al mismo mes en 2023, a precios constantes, reflejando nuevamente el impacto de la caída del consumo por la recesión.

El Índice de Ventas Minoristas Pymes expuso la misma caída de 7,3% anual de abril y en total acumula una retracción de 16,2% durante los primeros cincos meses de este año. En este sentido, el indicador tuvo un freno en el recorte del fuerte retroceso que venían mostrando las ventas dado que en enero, febrero y marzo registraron una baja del 28,5%, 25,5%, y 12,6% anual, respectivamente.

«La falta de ventas fue el principal reclamo de la mayoría de los comercios relevados», indicaron desde la entidad gremial-empresaria y enfatizaron que «casi 7 de cada 10 negocios lo mencionó como su principal problema».

Asimismo, indicaron que «otros dos puntos conflictivos fueron los altos costos logísticos y los problemas de cobranza, que en la medida que la recesión avanza, se vuelven más acentuados».

«Hubo mayor estabilidad en los precios al público en mayo, pero con otros costos como energía, combustible, alquileres, salarios, en alza, lo que complicó la rentabilidad del empresario», advirtieron luego en relación al proceso de desaceleración de la inflación de las últimas semanas.

En cuanto al análisis rubro por rubro, cinco de los siete sectores evaluados presentaron disminuciones en comparación con el mismo período del año anterior. Como excepción de textiles e indumentaria y calzado escaparon de la tendencia general, aunque con bases de comparación bajas.

CAME indicó que la mayor retracción anual se detectó en Perfumerías, con una caída de 27,8% a precios constantes, sumando un retroceso de 30,4%, contra los primeros cinco meses del año pasado.

A la par se ubicó Farmacia con un desplome del 20,3% anual en mayo y alcanzando una caída acumulada de 29,1% durante esta primera parte del 2024. Por detrás siguió Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles, cuyas ventas retrocedieron 10,6% anual y acumularon un declive del 16,2% en los primeros cinco meses de 2024 frente al año pasado.

De forma similar, en Alimentos y bebidas bajaron un 9,4% anual en mayo, a precios constantes, y acumularon un descenso del 20,9%. Mientras que en Ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción se registró una caída del 7,8% anual y se acumuló una a retracción de 19,6%.

Por el contrario, textil e indumentaria subieron 14,1% anual en mayo, a precios constantes, consolidando un incremento de 7,6% en cinco meses de 2024, de la misma forma que en calzado y marroquinería las ventas subieron 0,4% en el quinto mes del año, pero acumularon una baja de 9,9%.

Fuentes: Somos Télam, Perfil, La Izquierda Diario, Red Eco Alternativo, Agencia Tierra Viva, InfoGremiales

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