“[…] que prefería la carne de Antonio / a veinte veces la suma que le debe”. (III.ii)
William Shakespeare, El mercader de Venecia
El Gobierno anunció este viernes el acuerdo abordado junto al FMI de cara a afrontar la deuda del préstamo inédito de 44.000 millones de dólares que el organismo le brindó al país cuando era gobernado por Mauricio Macri.
De acuerdo a lo anunciado tanto por el presidente Alberto Fernández como por el ministro de Economía, Martín Guzmán, el país se compromete a una baja gradual del déficit, llegando a 0 recién en 2026 y se afirmó que no se impondrán saltos devaluatorios, privatizaciones ni reformas laborales.
Claudio Lozano, presidente de Unidad Popular y director del Banco Nación, sostuvo que “lamentablemente, la decisión tomada por el gobierno nacional y que exige la ratificación del Parlamento Argentino, implica legitimar el crédito tomado por el macrismo pese al hecho objetivo de que el mismo ha violado todos los procedimientos administrativos, jurídicos y constitucionales existentes para endeudar al Estado”.
“A la vez el gobierno nacional ha desistido de denunciar ante los Foros Políticos y judiciales a nivel mundial las múltiples irregularidades en que incurrió el FMI. En suma, con todos los argumentos a favor el Gobierno desistió de promover la nulidad del crédito Macri-FMI, tanto a nivel local como internacional. Jamás produce buenos resultados validar la impunidad”, continuó.
Para Lozano, “hemos logrado un default diferido y no una solución al endeudamiento”, al tiempo que “hay una monumental cesión de soberanía y metas sumamente precisas para la coyuntura inmediata 2021-2024”.
En este sentido, “el acuerdo compromete un ajuste fiscal para los últimos dos años del mandato de Alberto Fernández de 8.920 millones de dólares (al tipo de cambio del presupuesto 2022) y de 4.200 millones de dólares respecto al presupuesto que el propio Guzmán presentara en el Parlamento y que no fuera aprobado”.
Por último, consideró: “En suma, estamos asumiendo un acuerdo que limita nuestra soberanía en el manejo de la coyuntura y que compromete la política fiscal y monetaria y que al limitar la mejora en los ingresos y aumentar las tasas de interés tiende a desacelerar la tasa de crecimiento de la economía porque limita la expansión del mercado interno y la política de crédito, y a quitarle herramientas al gobierno para intervenir sobre la situación de desigualdad social, el hambre y la pobreza”.
Alejandro López Mieres, del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas planteó que «se supone que se firme un acuerdo de dos años y medio en el cual el Fondo Monetario va a ir desembolsando los montos de los vencimientos que Argentina tiene con el mismo Fondo Monetario hasta septiembre del 2024. Por supuesto con revisiones trimestrales, por supuesto con el Fondo Monetario dentro de la Argentina se supone que a partir de ese momento se gatilla un crédito de facilidades a 10 años con 4 años y medio de gracia. Si esto es así, Argentina empezaría a pagar al Fondo Monetario en el año 2029. Mirando desde este punto es una excelente noticia. Lo que no está dicho es cuáles van a hacer las condiciones de ese crédito de facilidades ese enganche a futuro. Eso no está en las declaraciones y no sabemos si va a estar en la letra chica del acuerdo y me parece que es sobre eso que hay que poner la lupa«.
Las mismas dudas fueron planteadas por Claudio Katz, de Economistas de Izquierda, quien agregó que «hay cuatro compromisos que adoptó el gobierno. Está primero el compromiso fiscal que es bajar el déficit. El gobierno dice que esto se va a lograr simplemente con crecimiento y con aumento de la tributación, pero esto hay que verlo. Después hay un segundo compromiso de reducción del financiamiento del déficit con emisión y ahí por lo que parecería hay que ver la letra chica, pero en principio eso se va a lograr con una tasa de interés real positiva. Esto implica crear un gran negocio de bicicleta financiera en el mercado local. El tercer compromiso es bajar la tasa de inflación y dijo que ahora el Fondo Monetario acepta argumentos multicausales sobre la tasa de inflación. Eso es pura retórica porque lo que el Fondo va a inspeccionar cada tres meses es si la tasa de inflación está bajando con un ajuste monetario. Y el cuarto compromiso es ese de que no habrá una megadevaluación. Dicen que sin devaluación van a recomponer las reservas en 5.000 millones de dólares en el curso de este año. Cómo lo van a hacer es un misterio, porque el año pasado tuvimos un superávit comercial de 14.000 millones de dólares y las reservas están en cero«.
El economista jefe de Fundación de Investigaciones para el Desarrollo, Nicolás Zeolla, advirtió que «es importante ver finalmente cómo esos pasos van a terminar de articularse sobre todo frente a la posibilidad de que si hay alguna de los objetivos que el Fondo Monetario exige y no se cumplen, es como empezar de nuevo. Hay que ir al directorio del Fondo y tenerlo en cuenta. Lo peor del marco en el que nos encontramos que es la presencia del Fondo en el ordenamiento de una de las partes de la política económica argentina. Pero es una situación con la que nos encontramos con la que el gobierno no optó, sino que la está administrando«.
El investigador Alejandro Olmos Gaona explicó que «de aquí a 2 años y medio el Gobierno tiene tranquilidad respecto a las operaciones con el Fondo, que le va a dar plata para que le pague al Fondo y va monitorear la economía argentina. Diría que de alguna manera casi cogobernaría durante los dos años y medio, porque las revisiones trimestrales suponen un control estricto de lo que se haga. Con respecto al déficit 0 en el 2027 que decía el ministro ha quedado totalmente suprimido, lo que significa un claro ajuste. También se habla de que haya tasas de interés positivas lo que significa beneficiar al sector financiero. Y la acumulación de reservas va a ser a través de deuda con plata que va a dar el Fondo entonces insisto: esto es tranquilidad para hoy para los dos años y medio que vienen. Es un alivio coyuntural, pero el problema de la deuda va a seguir«.
Fuerte respaldo de entidades patronales
La Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) expresó su reconocimiento a las gestiones del gobierno nacional respecto a la deuda externa. La entidad consideró en un comunicado que el acuerdo «ayudará a promover el desarrollo de Argentina y fortalecer el crédito público».
Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) -que representa a los bancos de capital internacional con operaciones en el país-, manifestó que «haber alcanzado un entendimiento sobre los puntos claves del futuro acuerdo con el FMI y pagado el vencimiento de este viernes es un importante y fundamental paso adelante para ayudar a recomponer el deterioro de la macroeconomía.
Los industriales metalúrgicos nucleados en Adimra (Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina) manifestaron su “beneplácito y reconocimiento al esfuerzo realizado por el gobierno nacional para arribar a este pre-acuerdo con el FMI”, en un comunicado firmado por el presidente de la asociación, Orlando Castellani.
A su vez, la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba) señaló en un comunicado que «el país tendrá desde ahora mayor previsibilidad». El presidente de la entidad, Fabián Castillo, sostuvo que «las pymes vienen atravesando una situación muy difícil que, en el marco de este acuerdo con el Fondo, debería empezar a revertirse a través de un Estado que pueda enfocarse en el sector productivo argentino». Y agregó que «este principio de acuerdo debería permitirle a la Argentina apuntalar el crecimiento de las empresas que dan empleo e invierten en el país».
Por su parte, la Confederación General Empresaria de la República Argentina (Cgera) respaldó el entendimiento alcanzado entre el gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) al manifestar que «despeja el escenario macroeconómico y genera condiciones para que la industria continúe recuperándose».
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) consideró «positivo» el principio de acuerdo con el FMI y remarcó que constituye «una oportunidad para el crecimiento del sector productivo del país».
La Asociación Empresaria Argentina (AEA) y el Grupo de los 6 (G6) -que nuclea a las principales Cámaras empresarias del país- también expresaron su satisfacción por el acuerdo. El G6 manifestó su apoyo a las gestiones que permitan promover el progreso de Argentina y el cumplimiento de los compromisos asumidos, como herramienta para lograr el desarrollo socioeconómico del país y una inserción internacional inteligente. Desde el Grupo de los 6, resaltaron que la concreción de un acuerdo es fundamental para lograr objetivos como el fortalecimiento del crédito público, el acceso a financiamiento nacional e internacional para el sector privado, la generación de empleo, desarrollo federal y pyme, entre otros.
Acuerdo con el FMI: apoyo de Juntos por el Cambio y la CGT
Referentes de la oposición se pronunciaron a favor del acuerdo alcanzado por el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional, que fue anunciado este viernes por el presidente Alberto Fernández y confirmado más tarde por el organismo de crédito.
Juntos por el Cambio sacó un documento en que el calificó como «positivo» el «primer entendimiento con el FMI», dado que se «evita así un costoso default». En el comunicado de la alianza opositora estimaron que se trata de «un primer paso para no seguir sembrando incertidumbre» y que esperarán «la continuidad de las negociaciones que deriven en detalles de un acuerdo definitivo, que luego será evaluado en el Congreso, tal como establece la ley que todos hemos aprobado».
El texto fue elaborado después de una reunión encabezada por las autoridades de los tres partidos que integran Juntos por el Cambio: Patricia Bullrich (PRO), Gerardo Morales (UCR) y Maximiliano Ferraro (CC); más el ex presidente Mauricio Macri; el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta; y el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, entre otros dirigentes.
El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, destacó como «un primer paso positivo» el principio de acuerdo entre el gobierno nacional y el FMI por la renegociación de la deuda al señalar que «es una buena noticia para el país».
En la misma línea se expresó el diputado nacional de Juntos por el Cambio (JxC) Facundo Manes quien calificó como “buena noticia” que el Gobierno haya alcanzado un entendimiento con el Fondo. A través de un posteo en la red social Twitter, Manes dijo que “el siglo XXI exige cooperación, multilateralidad y visión de futuro a los Estados”.
«Resumen FMI. Positivo: Hay acuerdo, refinanciación a 10 años con 4 de gracia y devolución de lo pagado para recomponer reservas (5.000 millones). Negativo: No se explicitó el plan tarifario y de subsidios. Tampoco el programa cambiario. Dudoso: ¿Cómo llegaremos a las metas 2024?», escribió el diputado de Evolución Martín Tetaz en su cuenta de Twitter.
La Confederación General del Trabajo (CGT) consideró un «logro» el acuerdo alcanzado por el Gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque, dicen en un comunicado, «prioriza el desarrollo económico».
En el texto distribuido, la central obrera «manifiesta su beneplácito con los términos sociales y laborales en los cuales se ha alcanzado el acuerdo con el FMI» y destaca que «nuevamente el Peronismo viene a hacerse cargo del irresponsable endeudamiento contraído por gobiernos liberales, sosteniendo al mismo tiempo los derechos de los trabajadores ocupados, desocupados y jubilados».
Por otra parte, la CGT expresó su compromiso a trabajar «con responsabilidad para alcanzar los consensos paritarios» que permitan llevar adelante «el objetivo central de una economía que se desarrolle en forma inclusiva».
El documento, que lleva la firma de los triunviros Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, añade que «esperamos que la certidumbre macroeconómica que se desprende del acuerdo alcanzado movilice las inversiones necesarias para potenciar el crecimiento económico y permitan reducir los niveles de pobreza y desigualdad que hoy resultan intolerables».
Anuncios de Guzmán y Manzur
El ministro de Economía, Martín Guzmán, y el jefe de Gabinete, Juan Manzur presentaron en términos generales el principio de acuerdo al que se llegó con el FMI por la deuda fraudulenta heredada de Macri. Sin embargo, Guzmán indicó que aún resta «trabajar en los memorandos de las políticas económicas y financieras» con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y que ello llevaría «algunas semanas». Es decir, aún falta la letra chica.
Guzmán aseguró que se llegó a un entendimiento con el FMI para que la Argentina pueda «tener un rol moderadamente expansivo», con metas de reducción gradual del déficit primario.
Para 2022, el déficit primario se estableció en 2,5 % del PBI, para el 2023 del 1,9 % y para el 2024 del 0,9 % del Producto Interno Bruto. Sin embargo, no se aclaró si en 2025 cedieron al déficit cero. Así, se avaló la exigencia del FMI de reducir aún más el déficit fiscal, en 2022 el proyecto de Presupuesto 2022 proyectó un déficit de 3,3 % mientras ahora acordaron que sea del 2,5 %.
El ministro señaló que habrá una reducción «gradual y decidida» de la asistencia del Banco Central al Tesoro Nacional así como también se acordó tener una estructura de tasas interés reales positivas y avanzar en la reconstrucción de la deuda pública en moneda local. De esta manera, se aceptó lo que exigía el FMI sobre el aumento de las tasas.
Las “tasas de interés reales positivas” pueden desacelerar la actividad económica ya que encarecen el crédito productivo y para el consumo. Además, es un incentivo para impulsar otro festival de la “bicicleta financiera”, como el que disfrutaron los fondos especulativos durante el macrismo aunque para ello tendrían que flexibilizar los controles cambiarios.
Guzmán afirmó que se acordó con el FMI avanzar en un enfoque integral de la inflación, tomando en cuenta que se trata de «un fenómeno multicausal».
El Fondo monitoreará de cerca el ajuste. Así, el ministro reconoció que “cada tres meses va a haber revisiones y va a haber desembolsos para, por una parte hacer los pagos del gobierno anterior, y el remanente para acumular reservas”.
El ministro de Economía precisó que el acuerdo que se firmará será de facilidades extendidas y no un stand by, como el suscripto en 2018. Según Guzmán “no hay ninguna reforma laboral ni privatización de empresas públicas”. Sin embargo, este tipo de acuerdo es el más duro del menú del FMI en términos de condicionalidades. Por lo general, incluye contrarreformas laborales, previsionales y tributarias. Una manera encubierta por el que se avanza con la reforma laboral es la quita de derechos por convenio, como en el caso de Toyota. También el Gobierno avanzó con el ajuste sobre las jubilaciones. Un reciente relevamiento del Observatorio del Derecho Social de la CTA – Autónoma, coordinado por el investigador Luis Campos, estimó que si se comparan los datos correspondientes a 2021 con el año anterior, jubilados y jubiladas perdieron un 6 % promedio en sus ingresos, medido en términos reales. Desde 2015 a esta parte, las jubilaciones perdieron, en promedio, un 23 %, también medido en términos reales.
Organizaciones de izquierda convocan a un plenario el lunes para discutir una gran movilización contra el acuerdo con el FMI
El próximo lunes a las 18:00 habrá una reunión abierta en Parque Lezama, para preparar una masiva movilización contra el acuerdo. El encuentro es impulsado por el Frente de Izquierda Unidad y todo el espacio «Fuera FMI» que viene de protagonizar una masiva movilización el 11 de diciembre que copó la Plaza de Mayo y otros puntos del país con un planteo de rechazo al ajuste y el acuerdo con el FMI.
Esta semana, antes del acuerdo, el Frente de Izquierda Unidad había publicado una declaración con su planteo de fondo, en el que, entre otras cosas, se decía que «decimos claramente que no hay que pagar la deuda externa y desconocer el acuerdo Macri-FMI, volcando esos enormes fondos a salarios, jubilaciones, trabajo, salud y educación. Ni un dólar más al FMI, los bonistas y fondos buitres. Desde el FIT Unidad llamamos al pueblo trabajador y sus organizaciones a rechazar estos pagos previstos en enero, febrero, marzo y todo el año. La única deuda a pagar es con la clase trabajadora y los sectores populares”, señaló entre otros conceptos.
Miles de manifestantes marcharon el jueves desde el Obelisco a Plaza de Mayo
Más de 700 organizaciones sociales, políticas, sindicales, organismos de Derechos Humanos y referentes populares nucleados en la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda movilizaron desde el Obelisco porteño a la sede del Ministerio de Economía el jueves 27 en reclamo de la suspensión de los pagos y para repudiar cualquier tipo de acuerdo espureo del gobierno con el FMI.
Organizada por la Autoconvocatoria x la suspensión del pago e investigación de la deuda, articulación multisectorial que cada vez reúne más organizaciones sociales, sindicales y políticas, la movilización volvió a dejar en claro -a través de los discursos de varixs oradorxs y del documento consensuado- que una buena parte del pueblo argentino no está dispuesto a seguir hipotecando su futuro porque políticos o funcionarios inescrupulosos hayan aprovechado esos préstamos inconsultos para aumentar sus propias fortunas.
Desde la Autoconvocatoria se señaló que este será un año «caliente» en cuanto al aumento de las protestas hasta que el gobierno tome conciencia que con una economía fundida y una deuda odiosa los únicos que pagan esos descalabros son los trabajadores y trabajadoras, lxs desocupadxs y las próximas generaciones.
Fuentes: Tiempo Argentino, Canal Abierto, Resumen Latinoamericano, La Izquierda Diario, Red Eco Alternativo, Página 12.
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