La visita a Milagro Sala, por parte de dos dirigentes no enrolados en el kirchnerismo, lejos de constituírse en un simple acto humanitario o de solidaridad ante una dirigente social encarcelada, tiene un profundo significado político del cuál es posible extraer algunas conclusiones a futuro. Tratándose de dos figuras que tanto desde lo personal (Alberto […]
La visita a Milagro Sala, por parte de dos dirigentes no enrolados en el kirchnerismo, lejos de constituírse en un simple acto humanitario o de solidaridad ante una dirigente social encarcelada, tiene un profundo significado político del cuál es posible extraer algunas conclusiones a futuro. Tratándose de dos figuras que tanto desde lo personal (Alberto Rodríguez Saa) o desde el espacio político que integra (en el caso de Alberto Fernández), se plantean como alternativa al gobierno Cambiemos, la cercanìa a Sala, figura reivindicada hasta su divinizaciòn por parte del espacio kirchnerista, a la par que demonizada hasta la satanización por medios y voceros ligados al gobierno, ofrece señales políticas direccionadas en dos sentidos distintos pero confluyentes: hacia el interior del peronismo, confirma la ausencia de liderazgo del mismo, lo que habilita una serie de gestos audaces, como el de estrecharse a una dirigente claramente identificada con el cristinismo, en busca de ganar espacio para una disputa interna que hoy no ofrece ganadores claros, y para el afuera, estableciendo cual es el modelo de organización social, que un futuro gobierno peronista está dispuesto a sostener y fomentar.
Para cualquier alternativa sistémica, entendiendo por sistémico la aceptación del marco liberal burgués, que se proponga para suceder al macrismo, sea en los plazos electorales, o antes en caso de profundización de la crisis y pérdida de gobernabilidad, es fundamental dotarse de los elementos que les garanticen control de la calle y disciplinamiento social. De ahí la importancia de Sala y el modelo organizativo que ella desarrolla. El gobierno post Cambiemos, de tener un signo peronista, cualquiera sea en las circunstancias en que se dé, no sólo contará con las ilusiones de revertir un proceso de pérdida de derechos y retroceso social como el desarrollado por el macrismo, sino también las demandas de urgente respuesta a una situación social que todo indica habrá de empeorar para los sectores populares.
De ahì la lucidez e importancia de la jugada de los Albertos, no se acercan a cualquier dirigente social perseguido, se acercan a una figura que desde el modelo organizativo desplegado, garantiza la absoluta regimentación estatal de los movimientos sociales. Si en el caso del movimiento Evita, su conducta dialoguista y pro gobernabilidad hacia el actual gobierno, no deja dudas de cual habría de ser su rol ante un futuro peronismo gobernante, elemento que se reafirma al conocerse la cercanía con el massismo, la visita a Sala permite avizorar el operativo de sumar a La Tupac, para el objetivo de disciplinamiento que asegure la gobernabilidad post Cambiemos.
Ante una situación internacional de creciente proteccionismo comercial, que aleja las posibilidades de repetición de los términos de intercambio, los mas favorables para América Latina en un siglo, que constituyeron el marco que posibilitó el primer kirchnerismo, y una crisis de acumulación a nivel local, que solo tiene la posibilidad de ser resuelta a un altísimo costo social, cualquier salida en los marcos del capitalismo dependiente, como la encabezada por los Albertos, o el kirchnerismo, va a ser a costa de mas sacrificios y ataques a los sectores populares.
Cuando aún reverberan los ecos del argentinazo, y el grito de que se vayan todos vuelve a oírse, como recientemente en la toma de la comisaría de Flores, y en cada situación en que el Estado agrede la movilización popular, es imperiosos para los trabajadores y el conjunto de los explotados discutir una salida política que enfrente al macrismo gobernante, y evite la capitalización del desgaste del mismo por fuerzas políticas que solo aseguran un regreso caricaturizado de la década kirchnerista.
En la revitalización de los movimientos sociales, en la fortaleza del movimiento estudiantil, en las comisiones y direcciones sindicales antiburocráticas está dada la posibilidad que los sectores populares encuentren la respuesta para evitar que otra vez a clase dominante encuentre su milagro, el milagro de asegurar mediante la acción de los oprimidos, los intereses de los opresores.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.