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A dos años de la Masacre de Avellaneda

Dos años de impunidad política: el estado sigue encubriendo

Fuentes: M.T.D. Anibal Verón

COMUNICADO DE PRENSA 23 de Junio de 2004 A continuación reproducimos el documento final acordado por las distintas fuerzas que organizamos el acto del 26 de Junio 26 de junio de 2002 – 26 de junio de 2004 JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES MATERIALES. POLITICOS E IDEOLÓGICOS DE LA MASACRE DE AVELLANEDA A dos […]

COMUNICADO DE PRENSA
23 de Junio de 2004

A continuación reproducimos el documento final acordado por las distintas fuerzas que organizamos el acto del 26 de Junio

26 de junio de 2002 – 26 de junio de 2004
JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES MATERIALES. POLITICOS E IDEOLÓGICOS DE LA MASACRE DE AVELLANEDA

A dos años de la masacre de Avellaneda seguimos exigiendo castigo a los responsables políticos y materiales que en aquellos días decretaron la represión a un sector del pueblo organizado que se resistía a pagar con más hambre los costos de la devaluación.

Recordamos a los compañeros caídos como si estuvieran vivos, y reivindicamos su práctica: a Darío como un auténtico revolucionario: primero a la hora de la solidaridad, primero a la hora del trabajo, primero a la hora del estudio, y primero a la hora de la lucha. A Maxi como a un joven lleno de solidaridad, de arte y de pasión, propia de los espíritus inquietos que están en la búsqueda. Como decía su mamá, nuestra compañera Mabel Ruiz, fallecida luchando por justicia: «el ángel al que le cortaron las alas, que no lo dejaron ser».

Hace dos años el gobierno de Eduardo Duhalde ordenaba y ejecutaba, a través de sus servicios de inteligencia y las fuerzas represivas del estado la represión. Presionado por el Imperialismo Yanqui que pujaba por un futuro acuerdo con el FMI, los organismos internacionales y sus socios locales que le exigían mayor represión sobre el ascendente movimiento de asambleas populares, fábricas ocupadas y piqueteros, el gobierno de Duhalde con su gabinete a pleno tradujo esa exigencia en persecución y asesinato de luchadores populares.

Desde entonces la lucha contra la impunidad, por el juicio y castigo a los responsables políticos e ideológicos, se encontró con trabas y complicidades que se prolongan en el actual gobierno de Kirchner. En aquellas jornadas reclamábamos aumento general de salarios y del monto de los planes sociales, planes para todos los desocupados, el desporcesamiento de los luchadores populares, salud y educación para todos. Es por eso que entregaron sus vidas nuestros compañeros.

Hoy no nos olvidamos de ellos, ya que están presentes en la lucha por el castigo a los culpables políticos y materiales de sus asesinatos, y en las que hoy seguimos llevando adelante por las mismas reivindicaciones que siguen vigentes y son más urgentes que entonces.

Porque la situación económica y social del pueblo en estos dos años que han pasado se ha agravado de forma extraordinaria.  El gobierno de Kirchner  cedió a la extorsión de los monopolios internacionales y sus socios locales en lugar de dar respuesta a las demandas sociales. La devaluación monetaria, la profundización del plan económico dictado por el fondo monetario que implica un pago puntual mucho mayor de la fraudulenta deuda externa, al que se cumplía dos años atrás; la recomposición de las ganancias de los bancos, la duplicación de la dieta de los funcionarios, el tarifazo, la judicialización de la protesta social y la criminalización de la pobreza dan muestra de la grave situación que estamos atravesando los trabajadores y el pueblo.

La modificada ley de flexibilización laboral  acordada con la complicidad de las burocracias sindicales que mantiene su escencia histórica de opresión y explotación a los trabajadores, también encubre el salvajismo de las empresas privatizadas y los funcionarios cómplices. Esta ecuación funcionó en el caso de los compañeros mineros de Río Turbio, quienes no murieron por accidente sino víctimas de esa flexibilidad laboral y de la desinversión de los monopolios privatizadores.

En este contexto se profundizan las luchas en las cuales confluimos acentuando la unidad de trabajadores ocupados y desocupados expresada en la lucha por el aumento general de salarios junto a los trabajadores estatales y por la jornada de seis horas junto a los trabajadores del subte; la lucha por la universalización de los planes; las luchas antiimperialistas manifestadas en el rechazo a las invasiones de Irak y Haití oponiéndonos al envío de tropas argentinas.  La lucha por la re estatización bajo control de los trabajadores contra las privatizadas que ocultan el gas, que manipulan el precio de la garrafa, que no realizaron las inversiones en electricidad, como no las hicieron con los trenes ni para la seguridad de los trabajadores. La lucha de pueblos originarios y comunidades campesinas resistiendo desalojos y en defensa de sus derechos ancestrales.  La exigencia de carcel común, perpetua y efectiva a todos los represores de ayer y de hoy, autores intelectuales, responsables políticos y cómplices. Todas estas luchas son muestra de la vigencia de las reivindicaciones enarboladas el 26 de junio de 2002 y de que la organización y la lucha popular es el principal camino para conquistar los derechos que nos merecemos los trabajadores y el pueblo. Reivindicando la metodología de cortar rutas, un método masivo que ya no es patrimonio de los trabajadores desocupados sino de cualquier sector del pueblo que sale a reclamar. Esto es lo que le molesta al sistema y es por ello que fusilaron a nuestros compañeros.

A dos años de la masacre el presidente Kirchner no ha cumplido con su palabra empeñada frente a los familiares, organismos de derechos humanos, y organizaciones populares de «investigar hasta las últimas consecuencias, sin importar quién caiga». Además observamos que los políticos implicados en la represión continúan ejerciendo cargos legislativos, judiciales, ejecutivos y hasta de representación internacional con total impunidad, como Duhalde a cargo de la presidencia del Mercosur, o el caso de Fanchiotti, que siguió cobrando su sueldo de comisario aún estando en la cárcel, y recién ahora, cerca de estas fechas, se lo expulsa de la fuerza.

Estos hechos de impunidad ejercidos por las clases dominantes desde el Estado y sus instituciones, con mayor  o menor virulencia, han sido una constante de la historia argentina. En esta democracia capitalista, la impunidad continúa con alzamientos militares, judicialización y represión de la protesta social. Así murieron Victor Choque y Teresa Rodríguez en el sur del país, Anibal Verón en Salta, Javier Barrionuevo en Estaban Echeverría, Petete, Almirón, Graciela Acosta, Cristian Ibañez y Marcelo Cuellar, los muertos del 19 y 20 de 2001, y la bomba en Plaza de Mayo del 20 de diciembre de 2003. También son parte de los derechos humanos los cientos de jóvenes torturados de nuestro país, los fusilados por el gatillo fácil como el reciente caso de Lisandro fusilado en Palermo, y las víctimas de la «inseguridad» donde se llega siempre a la misma conclusión: la impunidad de las fuerzas de seguridad avaladas por sectores políticos, jueces y fiscales corruptos.

Al cumplirse dos años de la masacre del 26 de junio, se cumplen también dos años de impunidad de los responsables políticos de la represión y la muerte que se llevaron a Darío y a Maxi. Por eso estamos en la calle en una jornada nacional de lucha contra los reponsables políticos y marteriales: el imperialismo, el Gobierno de Duhalde y las fuerzas de represión. Y para denunciar al gobierno de Kirchner que no ha cumplido con su promesa de investigar hasta las últimas consecuencias.

A dos años de la Masacre de Avellaneda, junto a las decenas de heridos y familiares de las víctimas, el conjunto de las organizaciones populares exigimos:

– Juicio y castigo a los responsables de la masacre del 26, condena a todos aquellos que ocupaban cargos de responsabilidad política al momento de los hechos: estamos hablando de quienes eran presidente de la Nación Eduardo Duhalde; gobernador de la Provincia de Bs As Felipe Solá; Jefe de Gabinete Alfredo Atanassof; Ministro del Interior Jorge Matzkin; Secretario de Seguridad Juan José Alvarez; Ministro de Justicia Jorge Vanossi; Secretario de Inteligencia Carlos Soria; vice jefe de la SIDE Oscar Rodriguez; Ministro de Seguiridad de la Provincia de Bs. As. Luis Genoud.

– Apertura de los archivos de la SIDE para profundizar la investigación, prometida por el presidente Kirchner en octubre del 2003, promesa jamás cumplida

– Anulación de la causa por atentado a la democracia que pesa sobre quienes protagonizamos la lucha del Puente Pueyrredón

– Amnistía o desprocesamiento a los miles de luchadores populares perseguidos por la justicia.

También reafirmamos que mientras se mantenga la impunidad de los asesinos que dieron la orden de reprimir y matar, mientras caminen tranquilos por la calle y continúen ocupando cargos públicos, mientras gobierno, jueces y fiscales no hagan nada contra los asesinos que dispararon y los asesinos que planificaron, vamos a seguir luchando, denunciando y exigiendo justicia.

Por Trabajo, Dignidad y Cambio Social
M.T.D. ANIBAL VERON