El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) argentino informó que la inflación de diciembre fue del 25,5 por ciento, casi el doble respecto al mes de noviembre, y seguramente será inferior a los guarismos que se registrarán en enero.
Durante todo el 2023, la variación que registró el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de 211,4 por ciento. las mayores subas se dieron en el rubro de Bienes y servicios varios (32,7 por ciento), seguido de cerca por Salud (32,6 por ciento). Atrás vienen Transporte (31,7 por ciento) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (30,7 por ciento).
Mientras, el gobierno del ultraderechista Javier Milei llegó a un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir en los próximos días cerca de 4.700 millones de dólares que serán utilizados para pagarle una serie de vencimientos al mismo organismo.
En los hechos, acordaron retomar el acuerdo que había dejado el gobierno anterior con el objetivo de evitarse un nuevo escollo parlamentario. No hubo necesidad de presión por parte de los representantes del FMI: las metas de ajuste y reformas estructurales fueron servidas en bandeja directamente por la administración libertaria. El FMI solo tuvo que apretar el botón de la motosierra, símbolo de campaña de Milei.
Los pagos por intereses se seguirán realizando con reservas del Banco Central que se encuentran en estado crítico, en terreno negativo. El retorno del acuerdo vuelve a someter al país a las revisiones trimestrales y cumplir con las exigencias del organismo internacional.
El comunicado del FMI señala que «Si bien el camino hacia la estabilidad será desafiante y las condiciones empeorarán antes de mejorar, las acciones iniciales lograron evitar una intensificación de la crisis.» Y añade: «En las etapas iniciales, la eliminación de los controles de precios heredados y la corrección del desajuste cambiario tendrán un impacto inflacionario y profundizarán la contracción de la actividad que ya está en marcha.»
Milei dice que no hay plata, pero no dudan en pagarle al Fondo una deuda fraudulenta. El préstamo original fue firmado por el expresidente Mauricio Macri (gobierno en el que Caputo fue titular del Banco Central y ministro de Finanzas), el peronismo lo convalidó mediante la renegociación del exministro Martín Guzmán y el nuevo gobierno redobla el sometimiento. El desembolso de los 4.700 millones de dólares es parte de retomar el plan de Facilidades Extendidas que estaba suspendido.
Desde el gobierno señalan que esperan que estas políticas conduzcan a una acumulación de reservas netas de 10.000 millones de dólares para finales de 2024, incluidos 2.700 millones de dólares acumulados durante las últimas semanas de 2023.
Las claves del anuncio oficial incluyen nuevas metas de déficit fiscal y de acumulación de reservas, que el ministro definió como «mayores compromisos para recuperar la credibilidad». Uno de los objetivos centrales era conseguir un waiver (perdón) del Directorio del FMI por el incumplimiento de los objetivos correspondientes a la séptima revisión trimestral.
El acuerdo cerrado por Guzmán y aprobado en el Congreso, incluía revisiones trimestrales con duras metas fiscales y de acumulación de reservas que debían ser acatadas para recibir los desembolsos del organismo.
El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, aseguraron que el acuerdo con el Fondo Monetario alcanzará hasta mayo, cuando los funcionarios argentinos volverán a cruzarse con los técnicos del organismo multilateral. O sea, tres meses de gracia hasta la llegada de los dólares de la cosecha gruesa. Las cerealeras, por su parte, jugarán su juego: presionarán por una nueva devaluación.
El ajuste para este año será más drástico del informado inicialmente por las autoridades. El compromiso con el FMI es alcanzar un superávit del 2% del PBI, con los recursos de la llamada ley ómnibus. De no aprobarse, Caputo prometió un mayor ajuste “que generará sufrimiento a los argentinos”. Lo dijo sin eufemismos.
Al FMI solo le interesa el ajuste fiscal y las reformas estructurales. Por eso manifestaron su aval a la quita de subsidios, el fin de la obra pública y el recorte de la asistencia social vía “la eliminación de intermediarios”.
El gobierno de la ultraderecha ganó tiempo hasta abril. Para esa fecha, ya deberían ingresar los dólares de la cosecha de la soja, aunque las cerealeras ya se plantaron por la posible suba de retenciones.
Lo cierto es que el aval político del Fondo fue total, como si sus funcionarios hubieran escrito letra por letra el programa de ajuste libertario, al ponderar el fin de la obra pública, los recortes en las transferencias hacia las provincias, y la quita de subsidios. El único reparo sería que Milei logre pasar por el Congreso lo que el organismo denominó reformas estructurales.
Una decisión del gobierno fue eliminar el déficit fiscal sin ampliar la deuda, sino reforzando el ajuste del gasto, un plan que ya está en marcha, recortando las jubilaciones, congelando los salarios y no aumentando los presupuestos para salud, vivienda y educación.El dato de inflación de diciembre, estará cercano al 30 por ciento.
Interés de EE.UU.
Cabe destacar que el comunicado del Fondo dejó entrever un interés geopolítico de los Estados Unidos en relación a los recursos naturales del país. El 13 de diciembre pasado, tres días después de asumir el nuevo gobierno, Caputo–Bausili recibieron en la Casa Rosada a una delegación del Consejo de Seguridad de los Estados Unidos, interesados en las potencialidades económicas del país.
En esa oportunidad, la embajada estadounidense en Buenos Aires destacó que “Se discutió la manera en que Estados Unidos y Argentina pueden fortalecer sus lazos de cooperación, en especial lo vinculado a las energías verdes”. Y el FMI señaló que “existe cierto compromiso para impulsar el vasto potencial energético y minero de Argentina, incluso aumentando la competencia y simplificando la burocracia”.
Añadió que las recientes iniciativas legislativas representan un paso importante en esta dirección, para el cual se está buscando apoyo político”. BlackRock y Elon Musk, junto a otros fondos de inversión, aguardan para lanzarse sobre las reservas de litio, los yacimientos petrolíferos y gasíferos de Vaca Muerta y la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
El acuerdo llega en medio de una gran incertidumbre por el rumbo de las medidas económicas que se debaten en el Congreso, donde a Milei le cuesta mucho lograr alguna mayoría. Esta semana la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los paralelos comenzó a crecer, principalmente porque ante el aumento de la inflación y las tasas de interés negativas, el dólar volvió a tomar fuerza como moneda de resguardo de valor.
*Economista y docente argentino, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)