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Conformación del narcoparamilitarismo en México (VI)

El auge del narcotráfico en México: lucha por la tierra y paramilitarismo

Fuentes: Rebelión

El Pillaje, no la guerra, es el ideal del comunismo. Ello ha quedado demostrado en Rusia, en Alemania y en América [los Estados Unidos]. Como adversario, el anarquista no teme por su propia vida, porque su credo es un fanatismo que no admite el respeto para ningún otro credo. Obviamente se trata del credo de […]

El Pillaje, no la guerra, es el ideal del comunismo. Ello ha quedado demostrado en Rusia, en Alemania y en América [los Estados Unidos].

Como adversario, el anarquista no teme por su propia vida, porque su credo es un fanatismo que no admite el respeto para ningún otro credo. Obviamente se trata del credo de una mente criminal cualquiera que razona siempre a partir de motivaciones imposibles de entender para el pensamiento limpio.

El crimen es el factor degenerado de la sociedad. Bajo aquellas dos certezas básicas, primero la de que los «rojos» eran extranjeros criminales, y luego la de que corresponde al gobierno norteamericano la prevención de la delincuencia, se decidió que no podían trazarse sutiles distinciones entre los ideales teóricos de los radicales y sus violaciones reales a nuestras leyes nacionales.

Un asesino puede poseer un brillante intelecto, puede ser capaz de justificar sus asesinatos y depredaciones con magnifica oratoria, pero cualquier teoría que justifique el crimen es indeseable en América [los Estados Unidos]. No es éste el lugar para que el delincuente prospere, ni prosperará éste mientras los derechos del ciudadano común puedan ejercerse para impedirlos.

Attorney General Palmer: Para exorcizar al demonio rojo.

Introducción

El desarrollo del narcotráfico en México, para ser comprendido a cabalidad, y que muchos de los datos no pasen como mera anécdota o casos curiosos. Tiene que ser vinculado, como ya indicamos en artículos anteriores, con las primeras incursiones realizadas por la CIA y otras agencias estadounidenses como el Servicio de Información de los Estados Unidos (USIS) en nuestro país.

Toda vez que estas se dieron dentro de los esfuerzos estadounidenses por conformar un amplio frente anticomunista y anticubano, así como han estado implicadas con la desestabilización histórica realizada sobre los países de América Latina y muchas otras partes del mundo como ya hemos indicado1.

Esfuerzos que, a su vez, han tenido relación con el trasiego de drogas (y siguen teniendo relación) el cual en un principio fue perpetrado de manera organizada por Meyer Lansky, Lucky Luciano y la CIA. Quienes, en conjunto, organizaron desde La Habana, la negociación y venta de drogas a traficantes provenientes de Estados Unidos, Canadá y México.

Relación que daría forma a los ejércitos de apoyo (proxy armies) estadounidenses, a partir de ser financiados por traficantes de droga locales2. Mismos que llegaran a constituirse como grupos paramilitares en la lucha anticomunista y hoy son lanzados contra la insurgencia en general, así como para desestabilizar distintos países, pero especialmente los pertenecientes al tercer mundo3.

El contexto de lucha política que sentó las bases del narcotráfico en el país

En todo México, en 1936, una de las demandas más urgentes de los campesinos sería el reordenamiento de la propiedad de la tierra. Pero tal problema tendría características muy particulares, a partir de la región de que se tratara4.

Así, una modalidad de la reforma agraria, que se presentaría en muchos de los estados de la República, sería la restitución de las tierras arrebatadas por los hacendados a las comunidades. Mientras que otra modalidad sería la dotación de tierras a los campesinos que no las tenían, pero ello no podía llevarse a cabo sin afectar los grandes propietarios, aunque fuesen legalmente adquiridas las tierras.

Pese a ello, la dotación de las tierras se realizaría de dos maneras: se formaron ejidos en los que la propiedad de la tierra era colectiva, mientras que, por otro lado, se establecieron colonias agrícolas en las que los colonos recibían la tierra en propiedad privada.

En el caso de Sinaloa5, ahí había tierras que le habían sido usurpadas a las comunidades de los indios mayos, pero sólo en el valle del Fuerte, porque en el resto del estado ya no existían comunidades indígenas. Pero, lo más importante es que también había latifundios, que producían y eran propiedad de compañías o particulares estadunidenses.

Además de ello, mucha gente aspiraba a ser dotada de tierras, siendo que había un gran excedente de tierras no cultivadas por carecer de infraestructura para el riego o por falta de mercado para sus productos.

Ante tal situación, durante el sexenio del general Lázaro Cárdenas (1934-1940) se daría la etapa más activa de la reforma agraria en Sinaloa, lo cual respondería a la necesidad de reordenar la propiedad de la tierra, pero también a un plan político, económico y social por parte del gobierno federal.

Dado que, Cárdenas buscaba la desaparición de los latifundistas como grupo social y político, así como también quería cambiar el modelo de producción de los empresarios agrícolas, pues deseaba que, en lugar de que estos cultivaran productos para la exportación, produjeran lo que el país necesitaba6.

Toda vez que, en el periodo revolucionario se había acentuado el cultivo de productos para la exportación, así como se incrementó la relación con la economía estadunidense, pues hacia allá se enviaba las hortalizas sinaloenses y de allí se importaban insumos y capitales para la agricultura.

Y una vez terminada la revolución, el desarrollo de la agroindustria, del comercio y del crédito se mantuvieron en la misma línea que en el periodo anterior. Optando los sinaloenses por seguir este camino ya abierto y que prometía avances dadas las grandes reservas de tierras y aguas aún no explotadas7.

La lucha por la tierra y la formación de las guardias blancas

Lucha por la tierra que se había intensificado, en Sinaloa, desde 1926, ante el avance de la Reforma Agraria impulsada por el Jefe Máximo Plutarco Elías Calles. Daria origen al Contramovimiento Agrarista Sinaloense, movimiento no oficial que sería pactado por los latifundistas del estado del Noroeste quienes pretendían oponerse a esa reforma así fuera por la fuerza de las armas. Y siendo que, el pueblo en Sinaloa, seguía siendo manejado por los ricos hacendados mezcaleros, cañeros y ganaderos de las villas sureñas.

Dentro de tal contramovimiento, los terratenientes contrataron y armaron a varios grupos de hombres para convertirlos en sus «ajustadores«, quienes velarían por la seguridad de sus tierras ante la invasión de los campesinos en los latifundios que se sentían protegidos por la Reforma Agraria. Surgiendo así, bandas armadas como «Los Pineda«, «Los López» y «Los Dorados«8.

Y dentro de esas bandas destacaría, la de los Dorados, así como su líder Rodolfo Valdez, mejor conocido como «El Gitano«9. Siendo que éste, pertenecía a la vieja familia de los Valdez Valdez, del poblado de Gárate de Concordia, y quienes eran trabajadores de las plantaciones cañeras de Don José Gárate, desde hacía muchos años. Resultando entonces que, Rodolfo, desde muy pequeño, era mandadero, así como peón del viejo hacendado.

Y, ante la llegada de la Reforma Agraria al estado de Sinaloa, Rodolfo se unió a la causa de los antiagraristas, quienes defendían sus latifundios de los movimientos regionales encabezados por políticos de Culiacán y Mazatlán.

De tal suerte, en 1927, fecha en la que comienza el Movimiento Agrarista de la mano de Jacobo Gutierrez, El Gitano, quien tenía veintitrés años, reunió primero a un grupo de una docena de amigos suyos, sobre quienes pronto se erigió en líder y representante.

Dichos personajes, quienes casi todos serían vecinos del mismo poblado de Concordia, entre los que se contaron Agustín Salcido «El Indio«, Juan Samaniego «El Kelly» y Ramón Barrientos «El Chino«, se autonombrarían los dorados, sin embargo, los hacendados que los contrataron les llamaron «Guardias Blancas«, mientras que la gente del pueblo les llamaba «Los del monte«, pues sería la serranía su principal campo de acción desde donde operaban e impunemente era donde se refugiaban cada vez que golpeaban a algún líder agrarista10.

Y uno de sus principales golpes dados contra el agrarismo, ocurría en agosto de 1928, cuando asesinaron a Jacobo Gutierrez, personaje que sería tomado como ícono de la lucha por los agraristas. De manera que, después de su asesinato, el gobierno declarara la guerra a las Guardias Blancas.

Hechos que llevarían a que, para 1930, los agraristas comenzaron a armarse contra las Guardias Blancas al no poder contar con el apoyo político ya que, la política de entonces en el estado, iba contra lo designado por el máximo mandatario del país, Pascual Ortiz.

Y, no obstante, por esas fechas comenzaba a sentirse el peso del cardenismo, corriente encabezada por el General Lázaro Cárdenas del Río, quien estaba más dispuesto a hacer cumplir las promesas revolucionarias respecto al reparto de tierras.

Al terminar el conflicto, el General Ángel Flores, tras ser designado gobernador del estado, resolvió darle la espalda a la Reforma Agraria, e ir contra los intereses del cardenismo, apoyando a los terratenientes sinaloenses en su afán por defender la propiedad privada.

Y al ver los agraristas que no se les detenía a las guardias blancas, respaldarían las acciones realizadas por Ramón Lizárraga «El Borrego«, quien comenzó a actuar contra los antiagraristas con igual o aún mayor violencia con la que actuaban estos.

Por ejemplo, después de que, en septiembre del mismo año, El Gitano ejecutará en Mazatlán a José Esparza, quien movilizaba a campesinos de La Yuca y El Verde para obtener ejidos. La respuesta de El Borrego fue el secuestro, tortura y asesinato de uno de los hijos de Aurelio Haas.

Hechos que al final llevarían a que, el propio Lizárraga fuera emboscado en su domicilio y asesinado mientras dormía. Por lo que el agrarismo se vería debilitado por un par de años, hasta parecer llegar a su fin las demandas de tierras, a partir del terror infundido sobre los ejidatarios11.

Latifundistas y traficantes de drogas detrás del asesinato del gobernador de Sinaloa, Rodolfo Tostado Loaiza

Sin embargo, tras el asesinato de Ramón Lizárraga, aparecería la figura de Rodolfo Tostado Loaiza12, quien llegaría a ser gobernador de Sinaloa (1930-1944), y quien, a diferencia de Saturnino Cedillo en San Luis Potosí y su aliado Román Yucupicio, gobernador de Sonora (1937-1939), se identificaría con la reforma agraria cardenista. Así como sería enemigo de los tecnócratas, los cuales, a finales de los 30’s cobraban fuerza de nuevo bajo la bandera del General Ávila Camacho.

Mientras que, por otra parte, Loaiza estaba muy bien relacionado con sindicalistas obreros, periodistas y dirigentes ejidatarios de los estados de Sonora y Chihuahua, además de que, defendía a los ejidatarios sinaloenses.

De forma que, Loaiza auspiciaría desde el gobierno estatal y desde los ayuntamientos la invasión armada de tierras, especialmente en el sur de Sinaloa. Lo cual lo llevaría a ser el principal opositor de Alfonso Tirado13, así como de la horda de familias de hacendados que le respaldaban.

Así como, algunas de sus primeras medidas al sumergirse en la política sinaloense serían la de cerrar las mezcaleras y las haciendas que se dedicaban a su elaboración pues, según él «es embrutecimiento con lo que se le paga al labrador, para convertirlo en un borracho inmoral que se gasta el dinero en licor y que descuida a su familia«, y puso especial énfasis en la educación y la autosuficiencia de las familias sinaloenses.

Y todo lo cual, finalmente llevaría a que Tirado, en 1938, fuera asesinado en Culiacán, en la cantina del Hotel Rosales, por el Teniente Alfonso Leyzaola «La Onza«, quien era hombre de confianza de Rodolfo Tostado.

Acciones que continuarían y se ampliarían para 1940, cuando Loaiza se convirtió en Gobernador de Sinaloa, siendo que, desde dicho puesto intento llevar a cabo el reparto agrario, así como la conformación del campesinado en los ejidos, acciones que eran combatidas por Los del Monte.

Motivos por los que, Loaiza perseguiría sin descanso a Pedro Ibarra, Manuel Sandoval «El Culichi«, Manuel Sarabia y Rodolfo Valdez, quienes eran los principales dirigentes de los grupos paramilitares armados por los latifundistas.

Siguiéndose de ahí, que a Pedro Ibarra lo detendría en Badiraguato, zona que a principios de 1940 ya comenzaba a ser un lugar para la siembra de estupefacientes, y lo convenció de abandonar la causa latifundista.

Mientras que, en El Roble, Manuel Sarabia asesinó a Tomás Santos, y Loaiza respondió entrando a las haciendas y deteniendo a sus dueños haciéndolos firmar bajo coacción y con uso de la fuerza la repartición de tierras. Y Manuel Sandoval abandonaría la lucha tras ofrecérsele un puesto militar14.

El único que no cesaría en su lucha contra los agraristas sería El Gitano, quien por entonces ya tendría relación, por medio de Pedro Ibarra, con algunos sembradores de amapola de la Sierra de Badiraguato.

Y aunque Loaiza se empeñó en la persecución sobre El Gitano, éste último conseguiría escapar gracias a que se podía refugiar en las haciendas rurales o en el monte cuando estas no le funcionaban, donde era protegido por la gente de Avilés Pérez. Quien era el principal sembrador de amapola y mariguana de la sierra sinaloense.

De manera que, para intentar acorralar al Gitano en sus escondites, Loaiza designó al militar michoacano Salustio Coto [según las fuentes, en algunas aparece como «Cota», «Coto» o «Lima Colotla»]15.

Lucha para la cual, en 1943, El Gitano y sus guardias blancas saldrían de las haciendas de Concordia con un buen presto de armas y unos caballos prestados del rancho de Gárate. Viajando de ahí hasta Mazatlán. Y una vez establecidos ahí, se dedicarían a crear emboscadas contra los soldados que patrullaban por calles como Vicente Riva Palacio, matándolos a tiros a pleno día para llamar la atención del Coronel Coto.

Treta en la cual caería el Coronel Coto, para ser acribillado a balazos a orillas de la carretera, en la zona localmente conocida como carraca16.

Atentado que sería condenado por el Gobernador Loaiza prometiendo a la ciudadanía la captura y ajusticiamiento de Los Del Monte antes de que su gubernatura concluyera.

Pero Loaiza no sabía que, mediante el general Pablo Macías Valenzuela, ex secretario de la Defensa, desde la presidencia ya se había ordenado darle un giro al conflicto, igual que ocurría ya con toda la política nacional, la cual se reorientaba a favorecer nuevamente al empresariado nacional y extranjero, así como a los latifundistas.

Así, el general Pablo Macías Valenzuela, fue quien le transmitió a El Gitano las instrucciones para asesinar el 21 de febrero de 1944, al Gobernador Rodolfo Loaiza17, acto que ocurriría tras acudir Loaiza a un evento de notables en el Patio Andaluz del Hotel Belmar18, en una sala de eventos de la ciudad de Mazatlán. Resultando entonces que, las 9 de la noche, sería alcanzado por un grupo de siete u ocho hombres que inmediatamente sacaron de entre sus ropas armas de fuego y dispararon contra el gobernador y su escolta.

Quedando Loaiza tendido boca abajo con un agujero de bala en la nuca, asesinado por Rodolfo Valdez «El Gitano«19, quien pudo cometer el atentado, gracias al apoyo de empresarios, latifundistas y narcotraficantes20.

La CIA y Lucky Luciano consolidan y dinamizan el narcotráfico en México, tras asesinar a Loaiza

Dentro del entramado de la lucha por la tierra en nuestro país, no se pude desvincular el fortalecimiento del narcotráfico que ocurrió gracias al apoyo de la CIA y Lucky Luciano. Y lo cual tendría desde el Pentágono, como intención de fondo la desestabilización de México para posicionar los intereses cercanos a su empresariado y demás sectores que se estaban viendo afectados por las políticas cardenistas, consideradas como comunistas por los Estados Unidos.

Y para ello, se aprovecharían los datos recogidos por Meyer Lansky, quien mediante Alfred Cleveland Blumenthal, desde 1931 supo que las tierras en México eran propicias para la siembra de marihuana y amapola. Motivos por los que, desde entonces nuestro país estaría dentro de los planes del narcotráfico estadounidense.

Planes que cobrarían fuerza, después de que la ocupación japonesa de China y las dos Guerras Mundiales, suspendieran el suministro de heroína china y turca. Situación que se agravaría cuando los Estados Unidos y Japón se declaran la guerra.

A partir de ahí, Lansky viajaría a nuestro país en compañía de varios mafiosos y entablo conversaciones con agricultores de Sinaloa y Durango para establecer sembradíos de amapola y laboratorios clandestinos de heroína en la sierra sinaloense.

Acciones que en realidad seguían los pasos establecidos por el gobierno norteamericano, quien promovió en 1942 el cultivo de opio en la misma región de nuestro país, para cubrir la demanda de morfina establecida por los ejércitos aliados21. Y le permitirían continuar la relación entre Lucky Luciano y la CIA, con el presidente Franklin Delano Roosevelt (1933-1945).

Actos que serían realizados por Bugsy Siegel22, quien para tales fines, en 1942, se encontraría en la ciudad de México acompañado de Virginia Hill23. Quienes, aprovecharían el entramado que se configuraría desde la implementación de la Ley Seca, por parte de los Estados Unidos, siendo que, a partir de ahí, las ciudades mexicanas fronterizas de Ciudad Juárez, Tijuana y Mexicali, experimentaron un auge de cantinas, prostíbulos y casinos.

Todo a partir de que, empresarios estadounidenses que tenían relación con la mafia, invirtieron en dichos estados de la república mexicana. Por lo cual serían conocidos, como los Barones de la Frontera. En el caso de Tijuana, abrieron centros de apuestas que ofrecían espectáculos de variedades, como posteriormente ocurriría en Las Vegas.

Realizando tales empresarios su principal inversión en un hotel casino e hipódromo que en 1928 se había construido en el balneario de aguas termales conocido como Agua Caliente. Lugar que pertenecía a Abelardo L. Rodríguez, quien posteriormente sería gobernador de Baja California y Presidente de México.

Resultando entonces que, tras llegar Siegel a Tijuana, este se desplazaría hasta Sinaloa, Durango y Chihuahua, para conocer a los principales traficantes de entonces: Pedro Avilés y Jaime Herrera Nevarez, así como las regiones donde éstos sembraban la amapola24.

A partir de entonces, se recuperaría la experiencia de Avilés, quien, nacido a principios del siglo XX en la sierra de Durango, desde joven, logro organizar a los sembradores de amapola para que lo surtieran de goma de opio que trasladaba de Culiacán a Mexicali, siendo su centro de operaciones San Luis Río Colorado, Sonora, desde donde controlaba todo el paso fronterizo hasta Tijuana.

Y tras contactarse Siegel con Pedro Avilés, este último pudo establecer nexos en los Estados Unidos con Max Cossman quien era conocido como El Rey del Opio, y trabajaba para Bugsy Siegel. Entramado dentro del cual, además, con la intención de favorecer el negocio, Siegel destinaria «créditos» a los sembradores mexicanos, pagándoles por adelantado la cosecha.

Pero además de Avilés, la CIA y Lucky Luciano también utilizarían la experiencia del colega y adversario de Pedro Avilés, otro de los grandes capos que hicieron época, don Jaime Herrera Nevarez25, mismo que competía por el dominio de la región serrana que tiempo después sería conocida como el «Triángulo Dorado». Y siendo que a Cossman lo protegería en Guadalajara Andrés Medina Navarro, quien era jefe de la Policía Judicial de esa ciudad.

Situación que llevarían a que, para 1943, el principal grupo de la Mafia que traficaba las drogas desde México estaba constituido por las familias de Nueva York, San Francisco, Los Ángeles y Detroit.

A partir de que, Cossman transportaba la droga hasta la frontera, para revenderla a Charlie LaGaipa quien la distribuía por toda la Unión Americana, operando desde California y Nueva York. Mientras que en Estados Unidos la pandilla era encabezada por Gaetano Lucchese.

Pero, el tráfico realizado por Siegel-Avilés-Jaime Herrera, se vería amenazado, cuando las autoridades norteamericanas capturaron a más de una docena de sus miembros en diversas partes del país, desarticulando las conexiones para el tráfico desde México.

Situación ante la cual, los mafiosos italoamericanos contrataron a nuevos operadores en California, entre los que se encontraron William Lavin, quien desde 1942 compraba las drogas a una red de traficantes mexicanos que estaba encabezada por Enrique Diarte y Francisco Orbe.

A partir de ahí, Diarte se convirtió en un importante traficante con centros de operación en Tijuana y Mexicali, desde donde intentó desplazar a Cossman que operaba en Guadalajara, Jalisco.

Rivalidad que terminaría en 1944, cuando el cuerpo de Diarte fue encontrado a orillas de una carretera de Baja California, con un balazo en el corazón y el cuello cercenado. Y atemorizado, Francisco Orbe comenzaría a trabajar para el grupo de Siegel.

Dificultades para Siegel, a las cuales además se les sumaria en México la lucha que entablaría el gobernador de Sinaloa Rodolfo Tostado Loaiza, contra la siembra de amapola. Luego de que la policía local quemara sembradíos controlados26.

Hechos que en Sinaloa se llegarían a sumar al grave conflicto que ya se vivía ante la lucha por el reparto de tierras, del cual hemos hablado más arriba, y que culminarían con el asesinato Tostado Loaiza, a manos de El Gitano. Quien además de trabajar para Don José Gárate y recibir la orden para asesinar a Loaiza de Pablo Macías Valenzuela, también trabajaba para Siegel.

Bibliografía

B. Turkus Burton. Feder Sid. Crimen S.A. Un documento clave sobre el gangsterismo. Bruguera, 3a edición, 1970.

Mejía Prieto Jorge. México y el narcotráfico. Editorial Universo México, 1988.

Hemerografía.

Santos Cenobio Rafael. Pugnas, conflictos y disputas políticas en el sur de Sinaloa durante el cardenismo. PDF.

Notas:

1 Desarrollamos más sobre el tema en la entrega anterior: Rebelión. Los vínculos entre la Dirección Federal de Seguridad y la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Conformación del narcoparamilitarismo en México (II). Ramón César González Ortiz. 24-04-2018

2 Rebelión. Conformación del narcoparamilitarismo en México (III). La CIA y el tráfico de drogas en el mundo. El preámbulo de sus vínculos con los narcotraficantes mexicanos y la conformación del narcoparamilitarismo. Ramón César González Ortiz. 28-08-2018

3 Si bien el modelo parece que proviene de China, donde en 1925, después de la muerte de Sun Yat-set asumió el poder Chang Kai-shek en una vasta región de China. Y desde ahí, Chang llamó a su lado a tres jefes de la sociedad secreta china: Huang, Tu Yueh-shen y Chan Hsiao-lin, quienes estaban fichados como narcotraficantes en distintos países.

Además, Chang, entregó la economía China a empresas extranjeras, norteamericanas preferentemente. Situación ante la cual, los trabajadores de Shangai iniciaron un movimiento de huelga de protesta.

Ante lo cual, Chang dio armas y drogas a decenas de miles de matones de las bandas criminales, lanzándolos sobre Shangai mientras él se lavaba las manos, asegurando que la masacre era un pleito privado entre narcotraficantes y viciosos.

El baño de sangre duró varios meses y fue conocido como la tercera guerra del opio. Mejía Prieto Jorge. México y el narcotráfico. Editorial Universo México, 1988. Pp. 66-67.

4 Los gobiernos revolucionarios elaboraron una amplia legislación para efectuar la reforma agraria. Al respecto destacara el artículo 27 de la Constitución de 1917, que dio fundamento a la reordenación de la propiedad de la tierra, pero también hubo otras leyes que también influyeron en el reparto agrario.

La primera sería la que el presidente Venustiano Carranza emitió en Veracruz el 6 de enero de 1915, que anulaba las enajenaciones de tierras, aguas y montes pertenecientes a los pueblos, hechas a partir del año 1856, y también ordenaba restituir y dotar de tierras a los pueblos.

Esta misma ley creó la Comisión Nacional Agraria, organismo oficial encargado de su aplicación. La comisión emitió la circular del 11 de octubre de 1922, que definió la institución del ejido con propiedad colectiva e inalienable de la tierra; y que rigió hasta 1992, cuando se transformó el ejido y se abrió la posibilidad de privatizar la propiedad de las tierras.

La tercera disposición legal de la reforma agraria sería la Ley de Colonización promulgada por el presidente Plutarco Elías Calles en 1923, cuyo objetivo era la formación de colonias agrícolas de pequeños propietarios mexicanos. La ley también fijó los límites de la pequeña propiedad, a saber, hasta 150 hectáreas en tierras de riego, 250 hectáreas en tierras de temporal y hasta 500 hectáreas en tierras de agostadero, y dispuso que el gobierno federal ayudara con créditos baratos a los agricultores que quisieran establecer una colonia. Extraído de: La reforma agraria en Sinaloa – bibliotecadigital.ilce.edu.mx

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5 La historia de la reforma agraria en Sinaloa se divide en tres etapas: la primera abarca de 1915 a 1934, que son las fechas del inicio de la reforma agraria y el comienzo de la presidencia de Lázaro Cárdenas. La segunda es la de Cárdenas y corresponde a los seis años de su mandato, es decir, de 1934 a 1940. La tercera va de 1940 a 1992, cuando el presidente Carlos Salinas dio por concluida la reforma agraria en todo el país.

Ocurriendo así, a partir de que, tras la revolución, la elite política sinaloense cambió de los terratenientes porfirianos a los victoriosos militares de alta graduación, y las novedades llegaron por medios militares, es decir, con gran violencia, pero no contra los antiguos detentadores del poder -en su mayoría salieron ilesos- si no en contra de los militares surgidos de la misma lucha.

Además de que, de Sinaloa salieron militares de primera magnitud que actuaron a la vera de los jefes sonorenses, quienes ocuparon la primera plana; pero a la hora de la lucha política, Ángel Flores fue opositor de Calles y Francisco Serrano disputó a Obregón la presidencia, y ambos pagaron con la vida su osadía.

El primer periodo comprende los 20 años de resistencia a la reforma agraria. Siendo que, en julio de 1915 el gobernador Manuel Rodríguez Gutiérrez trató de ejecutar la ley del 6 de enero, en Tepuche, municipio de Culiacán, pero que fue frenado por los latifundistas.

Latifundistas que contaron con el apoyo de los gobernadores Ramón F. Iturbe y Ángel Flores quienes se resistieron a la aplicación de la ley del 6 de enero de 1915. Y, por el contrario, fueron partidarios de la gran propiedad, a la vez que se negaron a restituirle sus tierras a los indios mayos, no obstante, se les había prometido hacerlo a cambio de su participación en la guerra.

De manera que, el mismo año tuvo lugar la rebelión de los indios mayos por la restitución de sus tierras, pero el gobierno federal optó por la solución militar y aplastó a los alzados. El gobernador Macario Gaxiola (1929-1932) fue más sensible a las demandas populares y favoreció la reforma agraria por medio de dotaciones de ejidos y la formación de colonias agrícolas.

Durante su gubernatura el general Macario Gaxiola impulsó la reforma agraria, el trabajo político que desarrolló en Sinaloa la Confederación Revolucionaria de Obreros Mexicanos (CROM) entre los trabajadores de los ingenios, pues logró organizarlos y darles suficiente fuerza política para alternar con otras organizaciones estatales.

Ante las Ligas Agrarias municipales que organizó el gobernador Gaxiola y el avance de la CROM entre los trabajadores agrícolas de los ingenios, algunos latifundistas optaron por vender parte de sus propiedades y formar colonias agrícolas, e incluso contaron con crédito del gobierno federal. En estos primeros 20 años de reforma agraria en Sinaloa se repartieron 122 367 hectáreas, es decir, un promedio de 6 118 hectáreas por año, cifra muy baja en relación con los otros periodos. Extraído de: : La reforma agraria en Sinaloa – bibliotecadigital.ilce.edu.mx

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6 Lázaro Cárdenas lograría el reparto de los mayores latifundios en los valles de los ríos Fuertes, Sinaloa y Culiacán, pero no alcanzó los otros objetivos que se propuso. Para llevar a cabo la reforma, se apoyó en el vigoroso movimiento de los trabajadores de los ingenios azucareros, quienes fueron los beneficiarios de la expropiación de los latifundios cañeros; sin embargo, muchos de estos ejidatarios quedaron ligados a sus antiguos patrones, pues debían producir caña de azúcar para el ingenio.

En el periodo cardenista se repartieron en Sinaloa 622 135 hectáreas, es decir, 103 700 hectáreas anuales, promedio muy superior a cualquier otro en el estado. Extraído de: : La reforma agraria en Sinaloa – bibliotecadigital.ilce.edu.mx

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7 La reforma agraria en Sinaloa – bibliotecadigital.ilce.edu.mx

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8 La mayoría de estas bandas estaban compuestas por jóvenes pueblerinos, algunos de ellos capataces de las haciendas que los contrataban y otros simples campesinos ociosos. Armados con equipos exclusivos del Ejército Federal, rifles Mauser, carabinas Winchester 30-30, pistolas Remington y Colt, vestían ropas típicas de rancheros, sombreros texanos, botas de cuero, camisas de paño o de lino, paliacates y franelas, ostentozos y descuidados, sin la mínima vergüenza. Les gustaba hacer alarde de sus fechorías y presumían de sus abusos contra la ciudadanía. [Fé de erratas: Manuel Sandoval «El Culichi» no abandonó la lucha, ni aceptó nunca un puesto militar. Siguió encabezando gavillas hasta un tiempo indefinido. Fuente: http://www.oem.com.mx/elsoldesinaloa/notas/n1869533.htm]

9 Era un joven de veinticuatro años, vecino de Aguacaliente de Gárate, en el municipio de Concordia, lideraba una banda bien organizada y bien armada financiada por varios terratenientes concordienses, cosaltecos y mazatlecos.

Vestía pantalones de vaquero, botas altas, camisas holgadas y desabotonadas en el pecho, sombrero vaquero y gafas para el sol, su cara poblada por un denso bigote oscuro, como su crespo y crecido cabello, y un paliacate sobre su cabeza o encima del hombro con el que se limpiaba el sudor y el polvo. Le decían «El Gitano» por su postura desfachada y los colgajos que acumulaba en su cuello y sus mangas, adquiridos de los indígenas tepehuanos y huicholes del sur de Sinaloa. [Fé de erratas: Manuel Sandoval «El Culichi» no abandonó la lucha, ni aceptó nunca un puesto militar. Siguió encabezando gavillas hasta un tiempo indefinido. Fuente: http://www.oem.com.mx/elsoldesinaloa/notas/n1869533.htm]

10 [Fé de erratas: Manuel Sandoval «El Culichi» no abandonó la lucha, ni aceptó nunca un puesto militar. Siguió encabezando gavillas hasta un tiempo indefinido. Fuente: http://www.oem.com.mx/elsoldesinaloa/notas/n1869533.htm]

11 [Fé de erratas: Manuel Sandoval «El Culichi» no abandonó la lucha, ni aceptó nunca un puesto militar. Siguió encabezando gavillas hasta un tiempo indefinido. Fuente: http://www.oem.com.mx/elsoldesinaloa/notas/n1869533.htm]

12 Rodolfo T. Loaiza nació el 18 de diciembre de 1894 en San Javier, municipio de San Ignacio, en el sur del estado. Muy joven lo sorprendió la Revolución maderista, a la que se sumó en enero de 1911 bajo el mando de los jefes Justo Tirado y Juan Carrasco, quienes operaban en el sur de Sinaloa. Como militar participó en las facciones huertista, carrancista y obregonista.17 En 1924 el mayor Loaiza se sumó a la campaña emprendida por su mentor, el general Guillermo Nelson, quien compitió por la gubernatura del estado contra Alejandro R. Vega, aliado de Ángel Flores. Nelson fue derrotado, así que, en 1927, llevándose a Loaiza como jefe de su Estado Mayor, se trasladó a Tampico, Tamaulipas, donde se hizo cargo de la jefatura de la 9ª Zona de Operaciones. Ahí, Loaiza desactivó una conjura contra el gobernador Emilio Portes Gil. Éste, agradecido, al ocupar la presidencia provisional de la República designó a Loaiza primero como subjefe y luego como jefe del Estado Mayor.18 Desde esa posición Loaiza supo trabar relaciones con personajes de la política nacional como Cárdenas, quien era presidente del PNR en 1930, y en 1931 secretario de Gobernación. Al mismo tiempo, muchos de los seguidores de Nelson se identificaban con el coronel Loaiza. Esto quedó demostrado en 1930, cuando sin ningún problema se convirtió en senador por Sinaloa.

En 1932 compitió dentro del PNR como precandidato a la gubernatura contra el profesor Manuel Páez, amigo cercano de Calles. La candidatura de Loaiza estuvo patrocinada por el Partido Revolucionario Único de Sinaloa (PUS), que era presidido por el licenciado Rosendo R. Rodríguez; Francisco Rivera ocupaba la vicepresidencia, Alfredo O. González era secretario, Daniel D. Cañedo, Alejandro R. McDougall y Pedro A. Ureña se desempeñaban como vocales. Finalmente, Páez, por sus relaciones con Calles, se impuso sobre Loaiza. Éste perdió, pero siguió robusteciendo su estructura política y social en Sinaloa.20 Agrupó a una serie de actores y organizaciones: la CROM depurada de Lombardo, los coroneles Alfredo Delgado y Gabriel Leyva, el mayor Alfredo O. González, los trabajadores del puerto y campesinos del río Presidio.

A pesar de la derrota, entre 1933 y 1934 Loaiza lanzó su campaña como candidato a diputado federal; al mismo tiempo hizo propaganda política a favor de la candidatura de Cárdenas. En su recorrido por las comunidades rurales del sur de Sinaloa exaltaba la figura y el proyecto político de Guillermo Nelson, quien planteaba el reparto agrario, la creación de cooperativas y la educación para los campesinos. Para rematar, en El Roble, municipio de Mazatlán, auspició la fundación del Partido Agrarista Jacobo Gutiérrez, que contó con 200 delegados de las comunidades agrarias de la región del río Presidio.

En los meses de junio y julio de 1935, Loaiza lanzó el ataque frontal contra el poder de Manuel Páez y su camarilla. En el norte del estado trabó alianzas con las filiales de la Federación Local de Obreros y Campesinos del Valle del Fuerte (FLOCVF), que pertenecía a la Federación Regional de Obreros y Campesinos del estado de Sinaloa (FROCES), que protestaron contra el gobernador. También hubo manifestaciones públicas contra Páez en Culiacán, encabezadas por el Comité Estudiantil Socialista Sinaloense, que era presidida por Fernando Pedraza D., pero la apabullante ofensiva provino de las poblaciones del sur de Sinaloa -bastión social del loaicismo- como Mazatlán, El Rosario, Concordia y Escuinapa.

En Mazatlán, el Comité Pro-Salvación de la Administración Pública, dirigido por Pedro L. Navarro, «organizó una manifestación monstruo, para pedir la desaparición de poderes del estado». Compartía esa actitud el Grupo Orientador Socialista Sinaloense, dirigido por Miguel S. Osuna, así como José Verduzco, presidente de la LCASOCJG, quien justificaba la desaparición de poderes en el estado «porque es imposible seguir tolerando las persecuciones y los atropellos que cometen sus esbirros y de la que son víctimas los campesinos y obreros».

Para rematar, Loaiza, junto con los coroneles Gabriel Leyva, Pablo Macías y Alfredo Delgado, amparados bajo Acción Revolucionaria, realizaron pronunciamientos públicos e hicieron llegar denuncias directas a Cárdenas para que depusiera a Páez. La suerte del gobernador estaba echada: el 16 de diciembre de 1935, la Cámara de Senadores declaró desaparecidos los poderes en Sinaloa.

La derrota de Páez trajo consigo el triunfo de una amplia coalición de campesinos, obreros, trabajadores, políticos, estudiantes e intelectuales que se agruparon en torno a la figura del coronel Loaiza. Sin embargo, la coalición pronto se fragmentó en dos fuerzas que se enfrentaron. Loaiza fue el más favorecido; de 1936 a 1944 consolidó su poder político en Sinaloa, dominó la escena local como diputado federal y como gobernador (1941-1944), pero además incidió en la elección de tres gobernadores: Gabriel Leyva -quien pronto se distanció del cacique y como resultado fue destituido- sólo duró de febrero a septiembre de 1936; Guillermo Vidales cerró el periodo de Leyva de septiembre a diciembre de 1936, y Alfredo Delgado fue elegido constitucionalmente de 1937 a 1940.

Finalmente, en 1940, manteniendo en su contra el PRM y al candidato presidencial Manuel Ávila Camacho, se convirtió en gobernador de Sinaloa, pero no terminó su periodo porque fue asesinado en 1944. Extraído de: Santos Cenobio Rafael. Pugnas, conflictos y disputas políticas en el sur de Sinaloa durante el cardenismo. PDF.

13 Entre estos comuneros y empresarios, principalmente de vinaterías, estaría Alfonso (Poncho) Tirado, a quien se señalaba como uno de los financiadores de El Gitano y de su grupo también conocido como Los del monte.

14 [Fé de erratas: Manuel Sandoval «El Culichi» no abandonó la lucha, ni aceptó nunca un puesto militar. Siguió encabezando gavillas hasta un tiempo indefinido. Fuente: http://www.oem.com.mx/elsoldesinaloa/notas/n1869533.htm]

15 El Coronel Coto tenía fama de ser un personaje excesivo con la ciudadanía y despiadado con los forajidos, bandoleros y delincuentes. Había sido teniente de la Novena Zona Militar con un destacamento de Sinaloa de Leyva, una zona de rancheros, mineros, colonias de chinos y sembradores de enervantes. Le tenía una devoción enfermiza a su revólver, un Smith&Wesson .38 Súper con cachas de oro, diamantes incrustados y con el nombre «Reina Juliana» grabado en el cañón. [Fé de erratas: Manuel Sandoval «El Culichi» no abandonó la lucha, ni aceptó nunca un puesto militar. Siguió encabezando gavillas hasta un tiempo indefinido. Fuente: http://www.oem.com.mx/elsoldesinaloa/notas/n1869533.htm]

16 En esa acción además de ser asesisnado el Coronel Coto, también morirán dos tenientes del destacamento y catorce soldados. Mientras que, El Gitano obtuvo un valioso botín de armas, equipo, fama en toda la entidad y, por supuesto, la amada pistola del Coronel Coto, la Reina Juliana. [Fé de erratas: Manuel Sandoval «El Culichi» no abandonó la lucha, ni aceptó nunca un puesto militar. Siguió encabezando gavillas hasta un tiempo indefinido. Fuente: http://www.oem.com.mx/elsoldesinaloa/notas/n1869533.htm]

17 Los Tufos del Narco: El Gitano y el coronel Loaiza …

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18 En los días del carnaval, el Hotel Belmar era el lugar preferido de los hombres de negocios, políticos, turistas, y prestigiados artistas de Hollywood, que gustaban de la abundante pesca del puerto. Aquella noche, en la que poco antes se había coronado a la reina Lucila Medrano, la gente abarrotaba el patio del famoso hotel, donde se celebraba el baile del popular y concurrido evento. Los Tufos del Narco: El Gitano y el coronel Loaiza …

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19 Sinaloa La cama de piedra

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20 Las primeras organizaciones armadas nacidas en Sinaloa fueron creadas por antiguos compañeros de El Gitano. Fue el mismo Rodolfo Valdez el primero en ponerse a la orden de sembradores de amapola y marihuana de la Sierra de Badiraguato para brindarles servicios contra otros competidores.

Rodolfo Valdez se entregó a las autoridades en 1947 y fue condenado a 26 años de prisión. Una vez en la cárcel, confesó casi todos sus crímenes, incluído el del asesinato de Rodolfo Loaiza, que implicaba a poderosas familias, políticos, militares y opositores sinaloenses, destacando entre ellos el nombre del sucesor de Loaiza en la gobernatura.

Poco tiempo duró la prisión, ya que se fugó en 1950, dedicándose de nuevo al asesinato y a la venta de drogas. Finalmente fue apresado por agentes federales en un domicilio de Guadalajara cuando traficaba cocaína, en 1959.

Juan Castro Avilés y Gilberto Pinto Vargas llevaban varios días vigilándolo hasta que iniciaron el operativo en su casa de la privada Chapultepec Country. El Gitano mató a Pinto Vargas con dos tiros, pero Castro Avilés le disparó en un ojo, quedando malherido.

Incluso la hija del traficante, una vez caído su padre, tomó su pistola, la Reina Juliana, y abrió fuego contra el agente federal. Rodolfo Valdez fue detenido y luego juzgado en Culiacán, donde se le dieron 14 años de prisión acumulados a su anterior sentencia. Ahí murió el 15 de agosto de 1963, cuando iba a cumplir 60 años de edad.

Sinaloa La cama de piedra

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21 Mejía Prieto Jorge. México y el narcotráfico. Editorial Universo México, 1988. Pp. 12-13.

22 En 1937 Luciano había nombrado a Siegel (inventor de Las Vegas), responsable de los negocios en la Costa Oeste, donde se manejaban el juego y las drogas en la zona de Los Ángeles. Tenía treinta y dos años cuando el mafioso arribó a esa ciudad, a donde comenzó a frecuentar los restaurantes de moda y organizar ruidosas fiestas, a las que asistían miembros de la aristocracia italiana y celebridades de Hollywood, como Jean Harlow, Clark Gable, George Raft y Cary Grant, entre muchas otras. Además de que, Siegel, erigiría el Hotel Casino Flamingo, como el primer gran casino de Las Vegas y que convertiría a esa ciudad en la capital mundial de los juegos de azar. Extraído de: Los Tufos del Narco: Avilés, Don Jaime y Lucky Luciano …

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No obstante, no debe olvidarse que, Luciano estaba descontento con la forma en que se llevaban sus negocios en Estados Unidos. Por lo que, arregló una reunión con Lansky, Siegel y otros jefes en Cuba. Y en esa reunión él entró en fuertes discusiones con Siegel, lo que llevaría a que Siegel fuese asesinado meses más tarde. Extraído de: Operación Bajo Mundo: la negociación de Estados Unidos con la …

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23 Virginia Hill, se involucró con la mafia cuando apenas tenía 17 años, siendo mesera en un restaurante de Chicago conoció a Al Capone y Lucky Luciano. Y llegó a México en 1948, con 32 años, enviada por Luciano, con la encomienda de establecer contactos con las autoridades mexicanas para poder garantizar el abasto de heroína a Estados Unidos y convertir al puerto de Acapulco en una zona de casinos y prostíbulos, como lo hicieron en la cuba del dictador Fulgencio Batista.

Y al ser asesinado Bugsy se pierden las conexiones con los distribuidores, entonces la mafia manda a Virginia Hill a restablecerlas y hacer lo necesario para abrir un gran casino en la Isla de Roqueta en Acapulco, lugar que se estaba convirtiendo en el nuevo centro turístico del mundo.

Juan Alberto Cedillo, aclara que «Acapulco era importante porque ahí se estaban reuniendo los millonarios, había grandes inversiones y se estaban construyéndose los grandes hoteles. Hill en 18 meses, se relacionó con altos funcionarios, que operaron para el tráfico de drogas, siendo el más importante Carlos I Serrano, hombre cercanísimo a Alemán y entonces líder del Senado, traficaba heroína usando para ello los recursos del Estado, lo cual está comprobado y está asentado en la documentación que la (agencia) antecesora de la DEA tiene sobre Serrano y también del capitán piloto aviador Luis Amezcua, también persona muy cercana al ex mandatario, lo que le dio oportunidad incluso de transportar droga en el avión presidencial.»

EL BREVE ESPACIO: LA COSA NOSTRA EN MÉXICO

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A finales de 1938 Virginia Hill, de veintidós años, intermediaria, publirrelacionista y ex amante de varios mafiosos, entre ellos Bugsy Siegel y Lucky Luciano, se estableció en Los Ángeles para relacionarse con políticos, procuradores, jefes policiacos y figuras de Hollywood como Erroll Flynn, George Raft y Gary Cooper.

En 1939 Hill y Bugsy se reencontraron y revivieron su tormentosa relación amorosa que habían mantenido en 1937, tras de conocerse en un bar de Nueva York. Fue en ese año cuando Virginia comenzó también a viajar a Baja California, y conoció e hizo su amante al piloto militar Luis Amezcua Torrea, quien deslumbrado por la belleza de la pelirroja y, sobre todo, las grandes sumas de dinero que le entregaba, le presenta al secretario de Gobernación, Alemán Valdés, convirtiéndose así en el principal enlace entre los mafiosos y los políticos, los militares y los policías mexicanos corruptos.

Como amante de Siegel, de Amezcua, y ya también de Alemán Valdés, futuro presidente de México, en la década de los cuarenta Virginia sería fundamental para establecer la red de contactos que facilitaba las operaciones de la Mafia en el tráfico de drogas entre México y Estados Unidos. Extraído de: Los Tufos del Narco: Avilés, Don Jaime y Lucky Luciano …

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24 Por esos años, existieron dos bandas dedicadas al narcotráfico y no eran conocidas como cárteles de la droga, sino como Clicas, la clica del Golfo y la del Pacífico.

El apodo de «El León de la Sierra«, le fue otorgado a Pedro Avilés, al hacer de las montañas del Triángulo Dorado, el centro de operación más importante, y en donde fincó el modelo de la organización criminal con la siembra, el cultivo y la distribución de drogas. Pedro Avilés, iniciaría su «imperio del narcotráfico» en los años 40, siendo el primer puente entre la mafia italo-estadounidense con el tráfico de heroína y marihuana. Durante más de 30 años, sentaría las bases del narcotráfico en el país, y de cuya organización nacerían los capos que más tarde acapararon los titulares de la prensa.

En el libro de Anabel Hernández «Los Señores del Narco», señala que dentro de la jerarquía de mando de Avilés -después de Félix Gallardo-, se encontraban Ernesto Fonseca Carrillo, Manuel Salcido Uzueta «El Cochiloco«, Juan José Quintero Payán, Pablo Acosta Villarreal, Juan José Esparragoza Moreno «El Azul«; y debajo de estos se encontraban: Amado Carrillo, Rafael Caro Quintero, Ismael «El Mayo» Zambada; y hasta el final de la cadena: Héctor Palma Salazar, Joaquín Guzmán Loera, así como los hermanos Arellano Félix y Beltrán Leyva.

Tras la muerte de Avilés Pérez, las «clicas» desaparecerían, y la DEA «inaugurará» la etapa de los Cárteles en México, con la llegada del Cártel de Guadalajara, al mando de Miguel Ángel Félix Gallardo, quien pronto sería apodado «El Jefe de Jefes».

Félix Gallardo estaba dentro del círculo más cercano de Pedro Avilés, siendo un agente de la policía judicial, además de que también se desempeñó como escolta del entonces gobernador de Sinaloa, Leopoldo Sánchez Celis. Extraído de: Pedro Avilés Pérez «El León de la Sierra», el primer jefe del narco en México. Por: Alicia Molina. 14 de noviembre, 2018.

Desde finales de los años 30, Avilés Pérez había comenzado a tejer una relación de conveniencia con la clase política, en ese entonces personificada en militares que habían combatido en la Revolución. Uno de ellos fue el coronel Rodolfo Tostado Loaiza, el gobernador cardenista de Sinaloa, asesinado durante el festejo de la coronación de la reina del carnaval de Mazatlán, en febrero de 1944. Otro fue su sucesor, el general Pablo Macías Valenzuela, quien gobernó el estado entre 1945 a 1950. Extraído de: La Pared. La muerte de «El León de la Sierra», el primer Padrino del narco. 22/08/2013.

25 Los Herrera, hoy muy ricos, labraron su fortuna en México a partir de la explotación forestal y ganadera. Luego cambiaron de «giro», hacia la heroína. La cabeza de la banda en México sería Jaime Herrera Nevárez, quien fuera funcionario policiaco del estado de Durango

Además de ello, Jaime es también resulto ser primo del alcalde de Gómez Palacio Carlos Herrera, así como otro Herrera era miembro de la policía de Hidalgo del Parral.

Y en las nóminas de la familia han figurado funcionarios de prácticamente cada ciudad importante de la región, por lo que han tenido sus laboratorios de elaboración cerca de Culiacán.

En otros datos acerca de los Herrera, se les atribuye concentrar la mayor parte de la producción de heroína de México, negocio en el que han permanecido por más de 20 años, controlando la mayor parte del mercado de Chicago. Además de extenderse su «imperio» hacia Boston, Nueva York, Washington, Miami, San Juan y Los Angeles. E indicándose que sus ganancias anuales eran cercanas a los 12 millones de dólares.

En tanto que, agentes norteamericanos localizaron a 2,300 parientes de esa familia viviendo en Estados Unidos, legal o ilegalmente, por lo que, entre 1974 y 1975 fueron arrestados 57 miembros del «clan», más otros 25 en 1976.
Así también, se ha señalado a Carlos Herrera como figura clave de la organización, y afirmándose que le dio en su momento, al gobernador de Durango un avión, una villa y un estipendio de 500,000 pesos anuales. 12 clanes mexicanos en el tráfico de heroína – Proceso

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26 Benjamín «Bugsy» Siegel History Channel

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