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El camino de la sociedad civil ante la ignominia de las instituciones mexicanas

Fuentes: Rebelión

Queda claro que las instituciones que deberían generar los aspectos fundamentales de la democracia, o de lo que debería de ser la democracia, no existen. Por lo menos en México, estamos lejos de ese resplandeciente sueño. El Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha declarado, después de una «ardua investigación» donde declara […]

Queda claro que las instituciones que deberían generar los aspectos fundamentales de la democracia, o de lo que debería de ser la democracia, no existen. Por lo menos en México, estamos lejos de ese resplandeciente sueño. El Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha declarado, después de una «ardua investigación» donde declara infundadas las pruebas presentadas por el Movimiento Progresista encabezado por Andrés Manuel López Obrador.[1]

No es tampoco una sorpresa la decisión del TEPJF, puesto que la elección mexicana tenida rasgos muy nítidos de ser orquestada por empresas que deseaban el regreso de la «dictadura perfecta» como lo han calificado algunos diarios en Europa, pero sí era la oportunidad del TEPJF de demostrar que el proceso democrático en México estaba avanzando con pasos certeros. Lastimosamente comprobamos que la política mexicana es una versión caricaturesca donde el final siempre es risorio. ¿Cómo pudo el TEPJF no ver lo que miles de mexicanos mostraban como pruebas en la compra y coacción del voto? ¿De qué manera respetar las instituciones cuando el caso Soriana o las tarjetas Monex demostraban una triangularidad económica que beneficiaba al hoy a Enrique Peña Nieto? ¿Por qué mientras en otros países del mundo se muestra la putrefacción electoral que se vivió el 2 de julio los magistrados del TEPJF no analizan a detalle cada una de las pruebas que remiten al fraude electoral? ¿Será que la esquizofrenia política aún no se ha percatado de su alteración que no concuerda con la de la sociedad?

El Movimiento #Yosoy132 se había declarado en alerta ante el inminente fallo a favor de Peña Nieto como próximo presidente de México. Hoy, su fase de alerta ha llegado. Habrán que tomar decisiones certeras para seguir caminando hacia adelante, con miras hacia una construcción y resistencia como la que más de la mitad del país está entonando en todos sus lugares de origen. Parece que no han entendido el concepto claro y fundamental con el que el #Yosoy132 empezó: la democratización de toda la vida política que rige en este país. Por ahora los medios de comunicación siguen con su representación febril de aparato enajenador social. La clase política dictatorial resurge de lo más recóndito del Tártaro para alimentarse de la vida social mexicana. Su deseo de poder los lleva, en su carácter de opresor, a crear infamias ante todos los actores sociales que luchan por la transformación del país. El #Yosoy132 no quedará limpio de las blasfemias decretadas por esa clase política.

Uno de lo magistrados de aquel «excepcional TEPJF, cuyo nombre es Manuel González Oropeza mencionaba, sobre la queja sobre la elección que «la coalición pareciera concebir al ciudadano como un autómata, que al recibir la dádiva o al escuchar la opinión de los medios, va a votar automáticamente por el candidato o la coalición que lo sedujo. Creo que la madurez de la ciudadanía es mucho mayor que eso.» [2] Queda clara la deficiencia de memoria del magistrado González Oropeza si no es capaz de observar y analizar como la operación del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha sido, es y será la utilización de medios, para la automatización del pensamiento de la ciudadanía. Habría que revisar los spot generados por Televisa, en los que mostraba a un candidato (Peña Nieto) como la imagen viva del símbolo de hombre moderno, lleno de virtudes y comprometido por México. Habrá que recordar al señor González Oropeza que fueron con dádivas como se oculto el caso Atenco que demostraba la tiranía, el despotismo del entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto. No sería inconveniente recordar al sublime magistrado González Oropeza que la madurez ciudadana se ha efectuado a partir de las luchas de emancipación del pueblo mexicano contra ¡los intereses que ellos mismos protegen!

El TEPJF ha declarada la fecha y hora del deceso de lo que denominaban «democracia representativa.» También, de manera inconsciente, han transformado a una sociedad pasiva, en una sociedad en resistencia, una sociedad en desobediencia civil porque no han sabido respetar el deseo del pueblo de una modificación en el aparato político mexicano. De hoy en adelante tendrán que hacerse responsables de lo que una sociedad enardecida por la ignominia política elaborará como plan de acción autónomo, libre de actuar en comunidad para un beneficio común. Esa antinomia de legalidad que preservan los magistrados parece que ha llegado a su fin.

Es momento de que la sociedad, en todas sus formaciones, interactúe en una estrecha relación dialéctica de manera que las acciones se encuentren encaminadas a la información que los medios de comunicación omiten por los intereses particulares que les atañen con el nuevo presidente. Debemos de llevar más allá de las fronteras académicas el gusto por la literatura, por la activación física y mental de las partes social aún irredentas. El conocimiento, la resistencia por todos los medios necesarios para evitar que la hoy cometida por el TEPJF en colusión con el PRI, no quede borrada de la memoria. Memoria inexistente dentro de política cuya construcción del futuro se centra en las dádivas que recibirá de aquellos que hoy llegan al poder. La clase intelectual, refiriéndome claro está a los actores participantes en la lucha social y no aquellos con una hora de transmisión emitida por Televisa o Tv Azteca, se coloca dentro de la sociedad que proclama veracidad en todos los procesos, que desea congruencia con la realizad pública y no con el rumor incipiente ficticio de unos cuantos. Hoy somos una sola voz, un solo cuerpo que deberá caminar hacia los poderes fácticos y recordarles que nuestra presencia es innegable y pronto, muy pronto habrá de transformarse la realidad que tenemos, por que no la merecemos, no la deseamos. Seremos seres condicionados pero nunca determinados. Como nunca las palabras de Ernesto Guevara resuenan en esta hora postrera: «En la tierra hace falta personas que trabajen más y critiquen menos, que construyan más y destruyan menos, que prometan menos y resuelvan más, que esperen recibir menos y dar más, que digan mejor ahora que mañana.»

Queda claro que ante la inoperancia de las instituciones encargadas de velar por los derechos ciudadanos ha llevado a que la sociedad civil tome las riendas de su propio destino. Juntos, en comunión es como habremos de enfrentar este nuevo reto en la historia mexicana. Hemos sobrepasado futuros inciertos frente al PRI en épocas pasadas. El miedo de sus artimañas está bien fundamentado. Empero, ahora existen una conciencia social más grande que en antaño, somos más y cada día más organizados. Los molinos de viento parecen monstruosidades, y lo son. Solo que diferentes; éstos no se habían enfrentado ante más de la mitad de un país en hartazgo y terminarán por expirar más rápido que el crédito que hoy les otorga el TEPJF. Terminarán por repetir la frase de Aixa, la madre del califa de Granada, cuando al perderla le dijo «No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre.»

Notas:

1 http://www.sinembargo.mx/31-08-2012/351997

2 http://aristeguinoticias.com/3108/post-elecciones/las-frases-de-los-magistrados-para-declarar-infundada-la-queja-de-la-izquierda/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.