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¿Qué nos pasa hoy a los comunistas de Argentina?

El colapso del Partido Comunista

Fuentes: Rebelión

La convocatoria de las elecciones del 3 de junio en la Ciudad de Buenos Aires y las próximas del 28 de octubre nacionales han desatado una grave crisis en las filas del Partido Comunista. Esta crisis política conlleva una crisis de conciencia y de ética revolucionaria; que se manifiesta en : Falta de debate interno […]


La convocatoria de las elecciones del 3 de junio en la Ciudad de Buenos Aires y las próximas del 28 de octubre nacionales han desatado una grave crisis en las filas del Partido Comunista. Esta crisis política conlleva una crisis de conciencia y de ética revolucionaria; que se manifiesta en :

  1. Falta de debate interno
  2. Falta de confianza en la militancia, al no respetar la voluntad mayoritaria de los militantes de Capital expresada en la votación del Comité Capital (19-24/03/07)
  3. Censura previa de las ideas, al no permitirse la publicación de artículos divergentes a la fórmula Filmus-Heller en nuestro periódico «Nuestra Propuesta», que debería ser el órgano del Partido, es decir de todos, y no solo del Comité Central.

A esta crisis se llega como consecuencia de haberse abandonado la política de construcción de una Alternativa al sistema, alternativa que haciendo pié en los sectores trabajadores (ocupados, desocupados y excluidos) y en alianza con sectores medios y populares vaya construyendo una salida real al actual neoliberalismo y a los gobiernos que le son funcionales (Resolución del XXIII Congreso). Alternativa que debería tomar como punto de partida los siguientes objetivos:

a) DEMOCRACIA PARTICIPATIVA

b) REDISTRIBUCION DE LA RIQUEZA

c) DEFENSA DE NUESTROS RECURSOS NATURALES

A nuestro criterio este colapso del Partido va marcando dos tendencias:

a) Una, entrismo, considera que dentro del kirchnerismo, dada su política latinoamericanista y considerando que existen contradicciones, creen factible frenar al neoliberalismo y acumular hacia los sectores populares

b) Otra que entiende que en alianza con las fuerzas de izquierda y con la fuerza de los sectores medios y populares puede enfrentarse al neoliberalismo, -del cual el kirchnerismo es funcional-, generando una masa crítica de los sectores populares, afianzando así una economía en beneficio de los mismos y abriendo una perspectiva real hacia América Latina.

Entendemos que el kirchnerismo surge como consecuencia de la crisis económica y de representación del 2001 sellando un pacto de doble juego con la burguesía: una patria grande de negocios y bonanza para sectores hegemónicos, amplia comercialización por una próspera América Latina, guiños, intercambio y sonrisas con los Jefes de Estado, pero una política interna con alto grado de impunidad y corrupción, de ajuste con saqueo de riquezas naturales, extracción sin límites de nuestras reservas naturales, entrega de la riqueza no renovable de nuestro petróleo más la futura desertificación que sufriremos por el abuso de las extensas plantaciones del intenso cultivo sojero. Vale recordar lo manifestado por Kirchner en la bolsa de Nueva York diciendo hemos vuelto al lugar del cual nunca debimos irnos y a Cristina K, en esa misma gira, que dice: al comunismo se lo derrotó con el consumismo.

Los comunistas que no entregamos nuestras banderas ideológicas y no queremos entregar el Partido Comunista, porque pertenece fundamentalmente a la clase obrera y a las masas populares, lo cual no se contradice con la integración de militantes de otra extracción social ni con las políticas de alianzas, llamamos a la militancia comunista, incluso a los que se han apartado de sus filas en distintas circunstancias, a utilizar todos los medios a nuestro alcance para implementar las democráticas resoluciones del XVI y subsiguientes Congresos, incluido el XXIII Congreso, en todas las instancias partidarias. Desde abajo hacia arriba y viceversa pero de cualquier forma combatiendo las tendencias oportunistas que se desentienden de las ideas esenciales del marxismo, del leninismo, y el legado de Che, Rosa Luxemburgo, Mariátegui, Gramsci, Agosti y demás constructores del pensamiento comunista verdaderamente revolucionario.