Este martes 17 el conflicto en el Puerto sumó un nuevo episodio de tensión y violencia luego de un operativo policial que se llevó adelante en la zona de Circunvalación y 27 de Febrero para desactivar la medida de fuerza de trabajadores despedidos, que terminó con gases lacrimógenos, corridas y personas atendidas por personal médico.
Minutos antes de las 6 de la mañana, un grupo de estibadores reincorporados quiso ingresar a la terminal para retomar tareas. El grupo de despedidos quiso evitar el ingreso y fue reprimido por personal policial que se encontraba en el lugar.
Más tarde subieron a Circunvalación y quisieron continuar la medida de fuerza con un corte de la circulación vehicular. Ante esta decisión, la policía avanzó con gases lacrimógenos para despejar la zona y varias personas debieron ser atendidas por personal médico.
Con el correr de las horas la situación se fue normalizando y tanto Circunvalación como el ingreso a la terminal portuaria quedaron liberados. La policía se quedó custodiando el ingreso y los manifestantes permanecían sobre 27 de Febrero, debajo de Circunvalación.
El secretario general del Sindicato Unidos Trabajadores Portuarios (Supa), Cesar Aybar, respaldó a los trabajadores que retomaron tareas y volvió a tomar distancia del grupo de manifestantes. Por otra parte, confirmó que la terminal ya opera con normalidad y que la prioridad es mover los contenedores con insumos para Pymes de la región.
El lunes, el personal policial se hizo presente desde temprano para garantizar el ingreso del personal. A diferencia de lo sucedido este martes, los reincorporados no pudieron ingresar por el corte, y los manifestantes denunciaron por primera vez represión por parte de las fuerzas de seguridad.
Hace diez días el Supa y TPR, con la mediación del ministerio de Trabajo de la Nación, firmaron un acuerdo para reincorporar a 20 de los 25 operarios que habían sido cesanteados. En tanto, para los cinco que quedaron afuera del puerto se acordó el pago de la indemnización que marca la ley y la cobertura de obra social por seis meses.
Sin embargo, ese acuerdo, que fue rubricado por la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, fue rechazado de plano por un sector del Supa, crítico de la actual conducción del gremio. Y desde ese momento se produjeron piquetes en la puerta de entrada.
Solidaridad portuaria
Este martes se hicieron presentes trabajadores del Puerto de Buenos Aires. Recordemos que en la Terminal 5 vienen luchando hace dos años en defensa de todos los puestos de trabajo.
La semana pasada difundieron un comunicado solidario firmado por el Cuerpo de delegados de la TP5. Allí plantean la solidaridad con la lucha, el repudio a la militarización del Puerto y convocan a la unidad. Este martes difundieron otro comunicado “de repudio y solidaridad ante la represión”, que había terminado el lunes con tres detenidos. Además, convocan a solidarizarse a “organizaciones políticas, sociales y sindicales” y exigen “un paro general de repudio a las centrales sindicales”. Al mismo tiempo, se hicieron presentes trabajadores de la Terminal 5 para acompañar a sus compañeros rosarinos. Estuvieron en los piquetes y uno de ellos, Gastón, habló en una asamblea contando que “nosotros hace dos años estamos peleando y también nos reprimieron y pedimos la solidaridad para no pelear solos”. Propuso llamar “a todas las organizaciones obreras a que vengan acá. Hay organizaciones como Aceiteros, del Neumático, cientos de organizaciones que apoyan a los trabajadores”.
Represión policial y tres detenidos
Este lunes el ingreso al Puerto permanecía bloqueado por un grupo de portuarios apoyados por organizaciones de izquierda que siguen reclamando la incorporación de cinco trabajadores que quedaron fuera del acuerdo firmado entre el Sindicato Unido de Portuarios Argentinos (Supa) Y TPR.
Con el correr de la mañana se fueron sumando efectivos policiales con el objetivo de desactivar la protesta y despejar el ingreso para que el personal portuario y administrativo pueda reincorporarse. A más de una semana del acuerdo firmado para resolver el conflicto, los veinte trabajadores reincorporados, no pudieron volver a sus tareas.
Este lunes personal policial despejó el ingreso y limpió toda la zona donde había quemas y cubiertas.
La semana pasada, el ministro de Trabajo de Santa Fe, Juan Manuel Pusineri, afirmó que el conflicto en el puerto de Rosario “está resuelto”, destacó que “se hizo un convenio de trabajo donde se da marcha atrás con los 20 despidos”, y marcó que “los 5 trabajadores que fueron despedidos con causa deberán plantear su desacuerdo vía judicial”. Sin embargo, el grupo de empleados que fueron despedidos continuó con el bloqueo a la empresa. El jueves pasado al mediodía ingresaron al puerto bloqueando desde adentro los portones de Terminal Puerto Rosario (TPR).
Pese a que escaló la protesta –que es respaldada por organizaciones sociales– el gobierno provincial aseguró que está en condiciones de garantizar la seguridad para el ingreso y el egreso de los trabajadores. Incluso, altos funcionarios del ministerio de Seguridad y de la jefatura de Policía se presentaron en el lugar. Pero desde el gremio de estibadores (Supa) su titular, César Aybar, dijo que no estaban dadas las condiciones para ingresar y aseguró que los trabajadores sufrieron amenazas de muerte para impedir su ingreso al predio. En el sindicato sostienen que la provincia es la que debe actuar y “garantizar la seguridad” de los portuarios.
La semana pasada, tras un mes de conflicto, se logró un acuerdo paritario entre TPR y el Supa. Se firmó el acta –que incluyó el aumento pedido más un bono de Navidad, el pago de salarios caídos y las veinte reincorporaciones– bajo tutela del ministerio de Trabajo de la Nación. “El conflicto ya está solucionado. La empresa y el gremio pactaron condiciones”, insistió Pussineri.
Pero la actividad no se retomó. Los 5 estibadores que la empresa se negó a reincorporar reunieron apoyo de organizaciones de izquierda y desde entonces mantuvieron bloqueado el ingreso al puerto. El paro del puerto mantenía 1.000 contenedores inmovilizados y complicaba toda la actividad logística y operativa de las empresas que operan en los muelles locales, según denunció la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe).
Mujeres y familias al frente
Este lunes comenzó con un operativo represivo de la Policía de Santa Fe. Golpeó a trabajadores y desalojó el portón. También tiró gases y golpeó a las compañeras de los portuarios. Se llevaron tres detenidos. Sus nombres: Marcelo Sebastián Martínez, Diego Daniel Caminos y Carlos Daniel Gramajo. Sin embargo, no logró quebrar el piquete. Los trabajadores comenzaron a convocar a otras organizaciones al piquete ubicado en Avenida 27 de Febrero.
En la tarde esposas, compañeras, hermanas e hijas de los portuarios en lucha se plantaron frente al portón. Desde ahí cantaron por la reincorporación de los trabajadores y rechazando el desalojo.
Desde allí están convocando a organizaciones de mujeres, feministas, así como a todos y todas quienes rechacen los despidos y la represión a quienes reclaman por sus puestos de trabajo.
Organismos de DD.HH. impulsan petitorio
Se dio a conocer el jueves pasado la siguiente Declaración:
Ante
las condiciones que ha tomado el conflicto laboral que
mantienen los trabajadores del Puerto Rosario, los organismos,
organizaciones y personas abajo firmantes, dejamos claramente expuesta
la solidaridad activa para con ellos. Porque creemos firmemente en que
el trabajo es uno de los derechos elementales de toda
persona, consagrado en nuestra Constitución Nacional.
Este conflicto, de varias aristas ha dejado en claro que trata de una
oposición férrea a cualquier intento de modificación de las condiciones
laborales que las Empresas Vicentin y Ultramar imponen como una reforma
laboral de hecho. Dejando en claro, también,
la impunidad y prepotencia con la que se manejan. Y no sólo en contra
de los trabajadores, los actos de corrupción de Vicentín, que son de
conocimiento público, nos exime de mayores comentarios.
Esto se complementa con las “omisiones” del Gobierno Santafesino
respecto a los controles privados de los puertos y el tránsito y tráfico
que circula por nuestro río, llevándose nuestras riquezas.
En el día de hoy, la presencia de cordones policiales, intimidando a
quienes defienden su fuente de trabajo en forma pacífica, agrava y tensa
aún más la situación. Nunca la represión es la salida para la
resolución de conflictos. Es con el diálogo y fundamentalmente
es con el respeto a los derechos conseguidos por los trabajadores como
se llegan a acuerdos. Debiera el gobierno, a través de los ministerios
correspondientes, intervenir y asegurar a los sectores más vulnerables,
el acceso al trabajo y el libre ejercicio
de sus derechos.
Es por ello, que exigimos a quienes son responsables de la resolución de este conflicto, empresarios y gobierno:
LA INCORPORACIÓN DE TODOS LOS DESPEDIDOS
CONTROL ESTATAL DE LOS PUERTOS QUE GARANTICEN LA SOBERANÍA SOBRE NUESTRO RIO PARANÁ.
NO A LA CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA
LUCHAR ES UN DERECHO Y REPRIMIR ES UN DELITO
Rosario, 12 enero 2023
Algunas Firmas
Ronda de Madres de Plaza 25 de Mayo
Apdh Regional Rosario
Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas – Rosario
Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas. Santa Fe
Asociación Anahí – Filial Rosario
Colectivo Nacional de Ex Pres@s Polític@s y Familiares – Rosario
MEDH Regional Rosario
Liga Argentina de DD HH – Rosario
Espacio por la Memoria la Verdad y la Justicia del Cordón Industrial
Area Derechos Humanos- UNR
Museo de la Memoria Rosario
CeProDH
Carlos Ghioldi, Sec. Gremial CTA (T)
Matilde Bruera – Diputada Provincial
COMISIÓN GREMIAL – CENTRO CULTURAL DE LA TOMA
Secretaria de DD HH AMSAFE Provincial
Asociación de Juristas Católicos de Rosario. Presidente Proc. Gustavo Ferraroni
Frente de Todos
Movimiento Evita
UTEP
Militantes Frente de Todos Rosario
Siguen las firmas…
Trabajadores portuarios explican su reclamo
El jueves pasado la Policía del gobernador peronista Omar Perotti amenazó con reprimir a los trabajadores portuarios que reclaman contra los despidos en la Terminal Portuaria Rosario. Esta pelea lleva más de un mes y en reiteradas ocasiones los trabajadores han decidido en asamblea continuarla hasta que sean reincorporados todos los trabajadores que fueron despedidos.
Tras la amenaza policial, los trabajadores hablaron con Telefé Rosario para explicar su conflicto y exigir al sindicato (Supa) que se ponga al frente del mismo. Entre otras cosas señalaron que: * “Nos dicen que hay un acta acuerdo del ministerio de Trabajo donde toman a todos los trabajadores menos a cinco compañeros. Nosotros decimos que queremos entrar todos. Todos adentro todos. El puerto sigue parado, la pérdida es de billones de pesos. Y es todo por cinco trabajadores.
* “Hago un llamamiento al gobernador, al intendente, a los concejales, a nuestro secretario general. Acá está la masa del gremio y él no está. Nosotros lo estamos esperando que venga para conducir esto. Nosotros somos referentes de la gente, nada más. El conductor es él. Por eso le pedimos y le pedimos al gobernador que destrabe esto. Si quieren lo pueden destrabar”.
* “Acá dice que somos cinco o diez personas. ¿Cuántas personas ves acá? Hay que empezar a desmentir cosas. Nosotros somos los primeros que queremos trabajar, los primeros. ¿Piensan que a nosotros nos gusta estar acá, abajo del puente?
* “Hay un acto discriminatorio con esos cinco compañeros. Si vos no defendés a esos cinco compañeros, es el puntapié para que después venga la empresa y miente diciendo ‘mirá me sobran 50’. Si no defendiste cinco, ¿cómo vas a defender a 50 compañeros? Estos muchachos tienen 20 o 23 años de laburo. Ahí hay dos o tres más viejos, que están a punto de jubilarse”.
* “Quiero dejar clara una cosa. Cuando viajamos a Buenos Aires a una de las audiencias al ministerio de Trabajo donde se dictó la conciliación obligatoria, se había decidido de ambas partes que íbamos a laburar. Se hizo una asamblea convocando a todos los muchachos que íbamos a laburar. Cuando nosotros nos presentamos acá, los compañeros que le tocó el turno de entrar a trabajar en la empresa seguían deshabilitados. La empresa violó la conciliación obligatoria. En este conflicto nosotros siempre pusimos el trabajo en primer lugar. Cuando nosotros dijimos vamos a trabajar, nos encontramos con la puerta cerrada para todos los compañeros que no pudieron ingresar”.
Campaña mediática mentirosa
Como en otros conflictos obreros, estamos viendo una campaña mediática contra los trabajadores portuarios de Rosario y la dura pelea que vienen llevando adelante contra los despidos. Algunos medios nacionales y regionales dicen que son 5 violentos que impiden a los trabajadores ingresar. La Nación sacó una nota desde Córdoba (sic) titulada “Terminal Puerto Rosario. Hubo acuerdo entre la empresa y el sindicato, pero la izquierda bloquea el muelle”. Otro medio, Rosario3, llegó a titular: “Despedidos por violentos bloquean el ingreso al puerto, pese que el conflicto laboral se solucionó”.
¿Acaso no se han enterado de las asambleas masivas en las que se resuelven las medidas donde cientos de trabajadores votan a mano alzada defender a los despedidos?
Son los mismos trabajadores, como dijo un médico que fue a solidarizarse, quienes descargaban en plena pandemia los barcos con materiales médicos y otros insumos en ese momento crítico. Incluso dejando su salud y su vida para lograrlo. Ahora les pagan miseria y los echan si reclaman. ¿Eso no es violento?
Los despedidos son 25 y tienen que entrar los 25 dicen los trabajadores y sus familias. Lo que firmaron las patronales y el sindicato es dejar afuera a 5 trabajadores. Y precisamente la lucha sigue porque el reclamo NO se solucionó, al contrario de lo que dicen mentirosamente varios medios, entrevistando a la conducción del sindicato. El reclamo de los portuarios es por que vuelvan a trabajar todos, además del aumento salarial y contra el intento de precarizarlos más.
También es mentira que “la izquierda bloquea el muelle”. En los piquetes en el puerto están los trabajadores y sus familias. Además, hay apoyo solidario de muchas organizaciones sociales, sindicales y políticas. Entre las cuales, por supuesto, se encuentra la izquierda acompañando a los trabajadores.
También hay dirigentes de importantes sindicatos como los Aceiteros o los docentes nucleados en Amsafe y organismos de Derechos Humanos. Hay, además, organizaciones sociales que son solidarias. Está el apoyo, además, de diputados nacionales como Alejandro Vilca (PTS-FITU) y provinciales como Carlos del Frade (FSP).
Todo el tiempo los automovilistas tocan bocina o aportan al fondo de lucha. Camiones de reparto dejan bolsas de hielo o bidones. Trabajadores y comerciantes han enviado comida.
La campaña de los grandes medios busca deslegitimar el reclamo de los trabajadores en función de garantizar los negociados de las patronales de Vicentin y la chilena Ultramar, así como los acuerdos firmados por el sindicato a espaldas de los trabajadores.
El sindicalismo clasista llama a fortalecer los piquetes
«Los cinco que no se reincorporaron llamaron violentamente a sus compañeros, amenazaron de muerte a la Comisión directiva y a un escribano», había asegurado el lunes 9 el titular del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA), César Aybar para describir el conflicto que todavía se sostiene en el Puerto de Rosario.
Es que, a pesar del acuerdo entre el gremio y la concesionaria, un grupo de 5 operarios mantienen las protestas. A ellos se les sumó el sindicalismo clasista que llamó a consolidar «una campaña nacional» para respaldarlos.
«Los actuales bloqueos garantizan la continuidad del movimiento ante la entrega de la dirección del Supa que aceptó el despido de cinco trabajadores y un acuerdo salarial ruinoso, contra la voluntad de las bases», explicaron desde la Coordinadora Sindical Clasista.
«Reforcemos los piquetes portuarios y contribuyamos con el Fondo de Huelga para llevar esta gran lucha a la victoria», añadieron.
Aybar remarcó que el sindicato les gestionó el pago de las indemnizaciones a los 5 despedidos y consideró que «es inadmisible lo que están haciendo».
El entendimiento entre el SUPA y TPR
El SUPA firmó con la empresa que explota los muelles locales, Terminal Puerto Rosario (TPR), el acuerdo alcanzado el viernes 6 por el que se puso fin a un mes de protestas y huelgas.
El entendimiento contempla la reincorporación de 20 de los 25 despedidos, el pago de indemnizaciones al resto, un incremento salarial anual del 90%, el pago de un bono navideño y el reconocimiento del 65% de las jornadas de paro, explicó Aybar a Télam.
Sin embargo, los cinco estibadores que fueron despedidos -originalmente con causa, por presuntos hechos de violencia durante las protestas- no aceptaron el acuerdo indemnizatorio y esa mañana volvieron a bloquear el ingreso a las terminales portuarias rosarinas.
«Hasta se consiguió que tengan una indemnización por despido y un fondo de desempleo«, se quejó Aybar.
Recordó que las cesantías eran «con causa por la violencia que ejercieron durante las protestas, quemando, rompiendo y golpeando a compañeras», y que en las negociaciones con la empresa se acordó que fueran con causa y que perciban las indemnizaciones establecidas por las normas laborales.
Los estibadores despedidos señalaron que el acuerdo del SUPA fue hecho a sus espaldas.
En un mensaje interno que circuló entre los trabajadores del Puerto se informó que «se acaba de firmar el acuerdo» y «ahora el Estado tiene que garantizar el ingreso seguro de los trabajadores. Las autoridades están coordinando el operativo». Por su parte, el titular del SUPA Rosario dijo que «este grupo de gente es violenta».
La Unión Industrial Argentina (UIA) había reclamado al ministerio de Trabajo que declare la «esencialidad» de la actividad del Puerto de Rosario con el fin de movilizar las cargas, tras la paralización de las terminales por casi un mes.
De acuerdo al monitoreo realizado por la entidad fabril, el conflicto «mantiene inmovilizada la carga de más de 1.000 contenedores», lo cual «perturba seriamente la operatoria de comercio exterior».
Fuentes: El Ciudadano (Rosario), La Izquierda Diario, Red Eco Alternativo, Télam, Prensa Obrera
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.