Nota de Rebelión: Debido a un error técnico publicamos ayer la segunda parte de esta entrevista («A Axel Kicillof le tocó ser el Gómez Morales de Cristina») cuando en buena lógica debía haber sido la que presentamos hoy. Pedimos disculpas por ello. Mario Hernandez (MH): Como prometimos, con Marcelo Ramal, legislador de la Ciudad de […]
Nota de Rebelión: Debido a un error técnico publicamos ayer la segunda parte de esta entrevista («A Axel Kicillof le tocó ser el Gómez Morales de Cristina») cuando en buena lógica debía haber sido la que presentamos hoy. Pedimos disculpas por ello.
Mario Hernandez (MH): Como prometimos, con Marcelo Ramal, legislador de la Ciudad de Buenos Aires por el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), del Partido Obrero (PO) y Claudio Katz de Economistas de Izquierda (EDI), en una mesa para conversar de economía política.
Nos han comunicado que este programa, «¿Sin salida?», ha recibido el premio a la mejor producción periodista en FM, una distinción que otorga una vez por año a los medios integrantes del Registro de Medios de la Ciudad de Buenos Aires la Legislatura porteña. El año pasado fuimos premiados por «Fe de erratas» que se emite los miércoles de 9:00 a 10:00 por esta misma emisora.
Días atrás me obsequiaron Los desafíos de una transición histórica, un pequeño folleto con las intervenciones de Jorge Altamira en la apertura y cierre del Congreso de PO realizado en abril. Precisamente, dimos comienzo a este ciclo de charlas con la izquierda con la invitación al máximo referente de ese partido.
Por otro lado, leo un artículo escrito por Claudio Katz el pasado 25 de mayo, «Nuevos escenarios, nuevas posibilidades», donde también habla de los varios síntomas de esta posible transición. Me gustaría aclarar a qué se refiere el PO cuando habla de transición y qué significa este concepto para Claudio Katz.
Marcelo Ramal (MR): Transición es el pasaje de una etapa o período que concluye a otro que comienza con sus propias características y problemas. Lo de transición tiene un doble sentido, por un lado, el agotamiento del kirchnerismo como tentativa de reconstrucción de un Estado, de una clase social, que sustancialmente después del 2003-4 se abocó a una tentativa muy tortuosa de rescate de los grandes intereses sociales que habían predominado en la década anterior. El kirchnerismo rescató esencialmente las privatizaciones, puso a salvo lo sustancial de la deuda externa llevando a la crisis que tenemos hoy bajo distintas manifestaciones.
Evidentemente, hoy estamos frente a una transición que recorre interiormente al propio gobierno en la medida que el gobierno del desendeudamiento ha salido afanosamente a reabrir un nuevo ciclo de re-endeudamiento internacional. Solo para marcar una característica de esta transición.
Luego hay un sentido más estratégico, más histórico del concepto de transición que tiene que ver con lo siguiente: este final de ciclo, este agotamiento que estamos viendo hoy, de alguna manera confluye con un agotamiento del nacionalismo de tipo capitalista, del peronismo como referencia popular en un sentido relativamente completo y ese agotamiento no solo se verifica negativamente sino que se expresa positivamente en el desarrollo de la izquierda como alternativa política, como polo político. En esto, insisto en la importancia de la votación alcanzada por el FIT en el 2013.
Tenemos una cuestión evidente o inmediata que tiene que ver con el agotamiento del kirchnerismo y lo que se viene, y en un sentido más histórico, el final de una etapa mucho más prolongada del vínculo privilegiado del movimiento de masas con el peronismo, en los últimos años bajo la forma del kirchnerismo, que hoy busca otra identidad política.
Claudio Katz (CK): Creo que es una idea similar. El primer aspecto más o menos evidente es que estamos en el fin de un ciclo político que concluye definitivamente. El fracaso de la reelección de Cristina Kirchner el año pasado, puso punto final a esto y entramos en ese típico proceso argentino donde el declive de un gobierno peronista abre un vendaval con muchísimas alternativas a futuro.
Me parece que en el plano económico también estamos presenciando el comienzo de un giro muy significativo. Concluyen 10 años de una experiencia económica kirchnerista con un giro hacia el ajuste, con todas las tensiones clásicas de un momento de ajuste de la economía argentina: altísima inflación, déficit público, maxidevaluación. Cristina quería traspasarle el ajuste a su sucesor, ese era su plan, pero no lo pudo hacer, quedó arrinconada a fin de año con la presión devaluatoria y terminó aceptando su curso. Ahora estamos viviendo un típico ajuste donde los primeros afectados son los trabajadores. Vamos a ver cómo terminan las paritarias y en cuánto termina la inflación, pero hay un recorte del salario real, otro muy serio de los ingresos de los jubilados y el gobierno no da a conocer los índices de pobreza e indigencia porque demostrarían que al cabo de una década lo que tenemos son niveles promedio semejantes al pasado aunque con ciertos cambios: mayor asistencialismo y más empleo.
Se acabó el sostén de los grupos dominantes a este modelo
Vamos a vivir un año económico de transición, de cambio, en primer lugar porque es un giro acentuado en medio de una fuerte recesión económica, hay gente que se sorprende de que estemos en una recesión tan profunda, con despidos en la industria automotriz, y es el efecto inexorable de la devaluación y veremos si hay una transición suave o fuerte. Creo que esto es lo que vamos a poder observar en los próximos meses.
La transición suave se va a dar si el gobierno consigue efectivamente los dólares que ha salido a buscar al exterior en una política donde se puso fin al desendeudamiento y comenzó un re-endeudamiento explícito con los acuerdos del Ciadi y ahora con el Club de París, el guiño del FMI a los índices de precios y la negociación con los fondos buitres. Vamos a tener una transición en recesión y estanflación, ese sería el escenario suave. Una transición más traumática si el gobierno no logra obtener esos dólares.
Desde el punto de vista de las clases dominantes la transición es que aquí hay un giro estructural. Se acabó este modelo, se acabó el sostén a este modelo y todos los grupos dominantes están de acuerdo hacia dónde tienen que orientarse en el futuro. Hay un documento muy importante de las cámaras empresarias. Por primera vez todos votaron en común fijando cuáles son las pautas a futuro. Hay un acompañamiento de la oposición al acuerdo con el Club de París, al acuerdo con los fondos buitres, hay un modelo que es el fin de un esquema que en algún momento intentó apuntar al consumo y la demanda, hacia una política capitalista más explícita donde los que ya están ganando tienen que hacerlo de forma mucho más nítida. En eso está el gobierno y toda la oposición K y anti-K. Por lo tanto, vamos a un cambio muy importante y, como dijo Marcelo, coincido con él, es un cambio por arriba y por abajo.
El cambio por abajo está dado por la fuerte resistencia social. Hay dos momentos claves este año: la huelga docente y el paro general que nos indican cuál es la correlación de fuerzas real que hay en Argentina y, por supuesto, el hecho más auspicioso de un comienzo de un giro político, ideológico, favorable a la izquierda que es un elemento muy vital en el proceso político como lo demostró la reacción destemplada de la burocracia sindical del sector automotriz contra cualquier presencia sindical de la izquierda. Tenemos cambio por arriba y por abajo, es un momento sumamente interesante para nuestro país.
Primero hagan el ajuste y después van a tener el auxilio del capital financiero
MH: ¿Hablamos de ajuste o Rodrigazo?
MR: Desde el verano se viene viviendo una suerte de dilema o disyuntiva en la política del gobierno. Fijate que la gran devaluación viene después del primer viaje de Kicillof para arreglar con el Club de París y fue el resultado del fracaso de ese viaje o por lo menos de un viaje sin respuestas.
Acá creo que por primera vez se planteó en esa reunión el dilema que todavía recorre la política oficial. En ese viaje Kicillof fue a pedirle financiamiento al capital financiero para llegar al 2015 y para poner en marcha el ajuste, es decir, un colchón de dólares para poder hacer el ajuste, no digo en forma indolora, pero no demasiado cruenta. Ahí por primera vez se hizo este planteo que se sigue sosteniendo hoy: primero hagan el ajuste y después van a tener el auxilio del capital financiero. Entonces se desencadenó la devaluación.
El gobierno fue a pedir financiamiento para luego manejar el ajuste y le dijeron hagan al revés. Hoy todavía tenemos la pregunta, incluso después de Repsol y del Club de París, si el capital financiero internacional considera que el ajuste todavía no ha sido llevado adelante.
Y acá viene la cuestión de las huelgas, porque el resultado del proceso de las paritarias, que todavía no concluyeron, uno podría decir que con una inflación proyectada del 35, 40% va a haber una reducción del salario, pero las paritarias, como resultado de la huelga docente y de otros movimientos posteriores, han ido más lejos de lo que pretendía el gobierno y la burguesía.
Hay una exigencia de un mayor ajuste, de que se liberen las tarifas para que el presupuesto público deje de sostener los subsidios, hay una exigencia de la burguesía industrial de resarcir los resultados de las paritarias con una devaluación mayor y entonces la cuestión del ajuste, en alguna medida, todavía continúa pendiente. Vemos a un gobierno que está buscando hacer los deberes por todos los medios posibles con estos arreglos de la deuda y un capital financiero que de alguna manera corre la cancha y está exigiendo las medidas de ajuste que todavía el gobierno no ha llevado a fondo.
También creo muy significativo, para hacer una evaluación completa del cuadro político, que esta carta y esta visita de los dirigentes de la oposición a EE. UU, al Partido Demócrata, al Departamento de Estado, para avalar la línea oficial de discusión con los fondos buitres, el respaldo al pago de la deuda, está marcando que el re-endeudamiento es una suerte de política de Estado. Lo gracioso es que esta oposición culpa al gobierno de querer dejarle a futuro una mayor hipoteca cuando ella misma está jugando esta carta.
Lo otro que me parece importante señalar es que indudablemente se ha puesto en marcha un ajuste, particularmente a partir de la gran devaluación del verano, pero ese ajuste y devaluación no dejaron la economía en un nuevo equilibrio sino que agravaron todos los desequilibrios pre-existentes.
Por un lado, la carga de la deuda externa sobre la economía nacional ha aumentado, hay una relación contradictoria entre las tarifas y la devaluación que se va a volver explosiva y esto no se menciona mucho. Fijate que muchas veces hablamos de tarifazo y devaluación como si fueran dos medidas convergentes y son contradictorias y, por lo tanto, explosivas. Cuanto más aumentan las tarifas, mayor es la exigencia de la burguesía industrial o exportadora de una devaluación para reducir sus costos. Cuanto mayor es la devaluación, mayor es la exigencia de las empresas de servicios públicos para que el aumento de las tarifas compense en dólares la devaluación de sus ingresos. Este es uno de los tantos elementos explosivos que guarda el cuadro económico actual y, por lo tanto, creo que es importante marcar que no hay mucho equilibrio después de las últimas medidas y se siguen creando contradicciones gravísimas en la economía.
A veces el gobierno dice alegremente, pero también economistas de la oposición como González Fraga, que el otro día dijo que lo único que importa es la deuda en dólares y con privados, lo demás se pulveriza de cualquier manera. La deuda que tiene el Tesoro con el Banco Central se expresa y se carga de distintas maneras sobre la economía nacional, la absorción de moneda por parte del BCRA a través de letras se está transformando en una bola de nieve. El gobierno tiene que renovar las que emitió en el pasado para absorber moneda cuando además tiene que emitir nuevas letras que absorban las nuevas emisiones. Por supuesto, esto lograría ser reducido como deuda por medio de una inflación todavía mayor y de una desvalorización mayor de la moneda, pero están claras las consecuencias sociales que esto tendría.
Entonces, efectivamente uno podría marcar dos escenarios de un manejo tortuoso y difícil del gobierno de acá al 2015, que el financiamiento internacional le podría dar algún oxígeno o, por el contrario, que estas contradicciones estallen prematuramente y tengamos además de una crisis económica, una crisis política de fondo. La oposición a través de los casos de Boudou, Báez, etc., está todo el tiempo recordándole al gobierno los deberes del ajuste.
MH: Vamos a hacer un pequeño corte y aprovechar para escuchar a «El Bordo» que hoy participó en Plaza de Mayo del festival por la absolución de los trabajadores de Las Heras organizado por la FUBA y que contó con la presencia de 15.000 jóvenes.
MR: Un pequeño comentario sobre el tema. El próximo jueves la Legislatura va a votar una declaración propuesta por el FIT criticando los procedimientos de la fiscalía en el juicio contra los trabajadores de Las Heras que naturalmente luego vamos a adjuntar al expediente judicial. Hubiéramos preferido un pronunciamiento por la absolución pero, de todos modos, se trata de un pronunciamiento político que va a ayudar a la situación procesal de los compañeros.
MH: Veo que hay un compromiso fuerte de las bandas de rock con las luchas de los trabajadores. Hace un par de semanas «Attaque 77» estuvo tocando en las puertas del Hotel Bauen apoyando la autogestión obrera.
Este año hemos entrado en una recesión profunda
MH: ¿Crisis de la industria automotriz o crisis de la industria?
CK: Crisis de la industria, de toda la industria, sin duda. Cualquier índice que uno mire da cuenta que este año hemos entrado en una recesión profunda con despidos, suspensiones, caída del nivel de ventas, es el efecto evidente de la devaluación, nadie puede sorprenderse de esto y vamos a ver cómo se profundiza o no en los próximos meses.
Creo que vamos a tener un test muy ilustrativo en los próximos días según cómo se resuelva el tema de los fondos buitres en la Corte Suprema norteamericana. Ahí vamos a tener un dato clave de cómo vendrán los próximos meses. Una cosa será si le ponen paños fríos y otra si se fuerza algún tipo de default técnico. Me parece que todo indica que van a tratar de llegar a algún tipo de acuerdo. El FMI no quiere que Argentina caiga en un default técnico, Obama tampoco, todos quieren llegar a un 2015 lo más tranquilo posible. En ese sentido, la posibilidad de un Rodrigazo se ha achicado, no es descartable, pero su margen se ha achicado porque hay una intención de acompañar al gobierno para que haga un poco el ajuste, que lo comience, lo desarrolle y lo completen los que vienen.
Acá hay un plan a mediano plazo y creo que el artífice clave es el Papa que va a visitar en el 2016 la Argentina y tiene en mente un gobierno de concertación nacional, del tipo de la Concertación chilena, donde el plan económico que está discutiendo la burguesía sea implementado por todos. No hay que perder de vista que hay muchos negocios que Argentina va a ofrecer en los próximos años al capital internacional, no solo Vaca Muerta, hay mucho dinero que está esperando para empezar a volver a repetir lo que pasó en los ’90.
Lo que no hay que perder de vista en ningún momento es que estamos en el final de un ciclo que me parece que empezó en el 2008/9. La economía argentina está languideciendo desde hace varios años, incluso diría que el punto final del modelo kirchnerista fue cuando perdieron la confrontación con los agro-sojeros. Toda la experiencia económica kirchnerista fue 2003-8. Ahí fue el intento de algo. Una vez que perdieron la posibilidad de tener alguna reapropiación estatal de la soja, una vez que se diluyó ese escenario, comenzó el lento declive y lo que hemos tenido año tras año desde ese momento fue un poco más de inflación con un poco menos de crecimiento y un estancamiento general. Si a eso le sumamos el hecho de que la burguesía argentina ha ratificado su escasísima disposición a invertir dinero sino le dan concesiones mayúsculas, tenemos el panorama completo.
El otro día salió un informe completamente sorprendente del monto de capitales fugados en el exterior, muchísimo más de lo que uno pensaba. Hay tres escenarios, uno dice que hay U$S 200.000 millones en el exterior, otro U$S 379.000 millones y el tercero U$S 440.000 millones. Entonces, toda la política del kirchnerismo y de los que vengan después será lo que empezó el kirchnerismo con el blanqueo de capitales, dos, tres meses, incluso creo que sigue aunque nadie se dé cuenta si estamos en blanqueo o no. Es el primer blanqueo permanente en la historia argentina. La idea es seguir con el blanqueo hasta que regresen esos capitales. Para atraer esos fondos este gobierno y el próximo van a estar dispuestos a todo tipo de concesiones al capital que van a ser muy duras para los trabajadores y un margen muy decreciente para los justificativos porque la credibilidad que tienen está cayendo día a día. ¿Quién cree que el acuerdo con el Club de París fue distinto a los tradicionales porque no intervino el FMI y las condiciones las fijó la Argentina? Uno escucha una tontería de este tipo que unos años atrás hubiera suscitado cierto interés, pero hoy en día es, obviamente, una payasada. O cuando se dice que la devaluación fue distinta porque no impacta sobre los trabajadores.
El fenómeno por abajo del cual estábamos hablando, del crecimiento de la izquierda, del despertar político, de la crisis con la tradición peronista es porque esos argumentos han perdido sostén y credibilidad.
Matías Eskenazi (ME): Retomando lo que planteaba Claudio Katz que desde el 2009 empezó a languidecer el ciclo K, sin embargo, hay una primavera porque en ese contexto tenemos la reelección de Cristian Fernández con el 54% y la nacionalización de YPF, en realidad la adquisición hostil de un paquete accionario, que es exhibida como uno de los logros máximos del modelo. No obstante, poco tiempo después, el pago a Repsol de U$S 5.300 millones que terminarán siendo U$S 8.500 millones, es el inicio de este nuevo ciclo de re-endeudamiento que ahora sigue con el pago al Club de París de una deuda de U$S 6.000 millones de acuerdo a las cifras que se manejaron entre 2007-11 y ahora son U$S 8.700 millones. La nacionalización de YPF sería una especie de punto de inflexión entre esos dos momentos. ¿Cómo podemos tratar de interpretar esta sucesión de gestos y acuerdos buscando atraer capitales como una forma de sostener la economía argentina cuando la inversión y las cuentas externas han languidecido y eso ha vaciado las arcas del BCRA?
MH: Cortamos y seguimos. Aprovecho para comentar que ayer los compañeros de Conlutas de Brasil estuvieron acompañando junto al FIT a los trabajadores de General Motors. Se hizo un acto en Corrientes y Córdoba, en Rosario, contra las suspensiones y despidos en la industria automotriz y en particular en General Motors. Posiblemente mañana, si no se los impide un compromiso previo en el Congreso Nacional, podremos contar con ellos en «Fe de erratas».
MR: Hablando de ese tema te cuento que el jueves, el día que comienza el Mundial, una delegación de compañeros del FIT vamos a ir al mediodía a la Embajada de Brasil para entregar una carta en solidaridad con las luchas obreras y populares que se están desarrollando en ese país. En apoyo a los trabajadores a los trabajadores de San Pablo, a los sin techo, a los maestros, en una jornada que se va a repetir en muchas embajadas brasileras en todo el mundo haremos llegar nuestro apoyo al pueblo brasilero el mismo día que también habrá demostraciones varias ciudades del Brasil.
MH: También recibimos la misma información el lunes que estuvimos realizando un acto en la puerta de la Cancillería argentina, entregando un documento al canciller Timerman pidiendo el retiro de las tropas argentinas de Haití. Mañana tendremos audios de esa actividad de la que participamos junto a Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, la CTA y varias organizaciones más que nos dimos cita en la Cancillería acompañando la presentación de un documento que al mismo tiempo fue entregado en Montevideo y San Pablo. Allí nos informaban que se iban a hacer actividades el próximo 12 de junio en varias ciudades brasileras coincidiendo con la inauguración del Mundial de fútbol. Retomamos el diálogo con Marcelo Ramal y Claudio Katz en instantes.
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