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Carta de un arrestado tras los sucesos del 17 de mayo en donde se protestaba por un acto a favor del estado de Israel

El día del periodista en el penal de Marcos Paz

Fuentes: Rebelión

Este 7 de junio, día del periodista, me encuentra a mi, graduado de tal en la universidad de La Plata, preso junto a otros luchadores populares en el penal de Marcos Paz, por defender la verdad. Preso por repudiar la apología del terrorismo de estado y el racismo que constituyó el acto «Buenos Aires celebra […]

Este 7 de junio, día del periodista, me encuentra a mi, graduado de tal en la universidad de La Plata, preso junto a otros luchadores populares en el penal de Marcos Paz, por defender la verdad. Preso por repudiar la apología del terrorismo de estado y el racismo que constituyó el acto «Buenos Aires celebra Israel» convocado en la vía publica el 17 de mayo pasado. De lo que sucedió allí ese día.

El aparato de comunicación de masas del régimen ha reproducido, como no podía ser de otra forma, las fabulosas mentiras de los sionistas. Para ello, este aparato contó con la colaboración de varios de «mis colegas», a los que en realidad no deberíamos llamar periodistas ya que son cotorras que no hacen mas que repetir el libreto de quienes les pagan. En sintonía con el juez Bonadío, que es el que lleva a cabo ese eufemismo titulado «instrucción de la causa», han difundido como verdades las fantasías de los terroristas sionistas y como mentiras nuestras verdades.

De esta manera, si nos hicimos presentes en esa infame «celebración» para difundir nuestra opinión a través de carteles y volantes, en la versión de la prensa, salimos del subte encapuchados a pegarle a la concurrencia. Si fuimos agredidos por personal no identificado antes de que pudiéramos distribuir nuestro mensaje, en la versión de la prensa los agredimos somos nosotros. Si en el volante que incautaron resulta imposible encontrar ni una gota de «antisemitismo», todo lo contrario: la defensa de la cultura del pueblo que sea del ataque de los genocidas, en la versión de la prensa, somos «antisemitas».

Entre las muchas pruebas objetivas que demuestran la infame manipulación de los sionistas y de sus escribas lacayos, se el ocultamiento de los registros audiovisuales de lo que sucedió ese día 17 de mayo, porque dichos registros dejarían enevidencia su inventado y falso relato. En este sentido, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires explicó que sus cámaras en la vía publica en el lugar de el acto «se descompusieron» 48 horas antes del 17 de mayo. Fue casualidad. Y entre las imágenes de las filmadoras con las que los sionistas registraron su evento, oh casualidad, no han hecho publica ni entregado al juez ninguna que registra el momento en que fuimos agredidos. Justamente, en el programa «Amia para todos» emitido el domingo siguiente, 24 de mayo, por Canal 7 de TV, los sionistas hicieron su cobertura del acto repitiendo siempre su cobarde versión del «ataque antisemita» pero, increíblemente, de las imágenes de esa funesta «celebración» justo faltaban….si, lector, adivinó, las imágenes que podían demostrar, sin lugar a dudas, que esta versión de lo sucedido se corresponde con la realidad.

Fue notable, en este caso, que en la edición de dicho programa se censura lo sucedido, porque demostrarían que mienten. Por lo demás, lamentablemente, no estaban presentes, en el lugar otros medios de TV o gráficos que pudieran aportar registros objetivos. Otra muestra indiscutible y objetiva de como mienten es la nota de Lucio Fernández Moores aparecida en el diario Clarín del 20 de mayo pasado. Fernández Moores escribe que en la declaración indagatoria yo dije que fuimos «atacados por personas que participaban del acto» (las comillas las puso el para hacerme decir lo que no dije). Aquí la mentira es menos grosera y, por ello, es mas abyecta porque yo declaré que «fuimos agredidos por personal no identificado», lo que resulta absolutamente distinto políticamente (los periodistas en serio, no cachivaches como este, pueden verificar en las actas de mi declaración). No es lo mismo hablar de «personas»que biológicamente somos todas iguales, que de «personal» no identificado, que políticamente es muy diferente. «Personas » puede ser un niño, un anciano un joven… «personal no identificado» es referirse a profesionales de la violencia. ¿Se puede creer que Lucio cambió palabras, que expresan conceptos diferentes, con inocencia?

Mas adelante, en su articulo, sigue mintiendo al afirmar que lo que yo declaré «se contradice con todas las pruebas que hay en la causa». ¿Qué pruebas? Además de que lo se denomina «la causa» eso es más que un compendio de arbitrariedades manifiestas, aun si Bonadío se hubiera ajustado a derecho ya que las pruebas no son tales hasta que se demuestre lo contrario. Para lucio Fernández Moores, a la nada que constituye una clarísima persecución política la llama «pruebas». Sigue repitiendo el mercenario, pero lo que mas cambia la situación es la existencia de una cruz esvástica (el símbolo nazi) en los panfletos que querían repartir el domingo en el acto. O no leyó el panfleto y solo escribe lo que le dictan, no se sabe quienes, o leyó y entonces es plenamente conciente que el dibujo que tiene el volante califica como nazis, de manera inequívoca, a los sionistas y a su estado racista de Israel. Además, nada informa Lucio de que en el volante figuran tres direcciones web de organizaciones de judíos antisionistas.

(www.tikusa.org,www.ennuestrosnombreno.blogspot.comy www.jewishagainstsionis.org) ¿Cómo se compadece todo esto con la falsa acusaciones de antisemitas? Lucio escribe para el que le paga. No tiene dignidad.

Lucio Fernández Moores es uno mas de los tantos que integran la casta de escribas que trabajan de mentirle al pueblo y la nota en la que miente sobre quienes repudiamos el racismo sionista es una mas de la tantas que nos difaman de la prensa del régimen. Joaquín Morales Sola’, Mariano Grondona, Magdalena Ruiz, Horacio Verbinski, Eduardo Van Der Koy, por citar algunos de los mas conocidos, son aquellos «periodistas» estrellas que comercian con la información a cambio de prestigio aristocrático y, por supuesto, los suculentos morlacos que cobran por su arte de manipuladores. ¿Cuántos miles, o millones, de vidas costarán el próximo taque del imperialismo sionista a Irán? ¿No son también asesinos los mentirosos diplomados que dan cobertura política a la agresión militar en ciernes?

En este día del periodista, con los demás luchadores populares presos en Marcos Paz, homenajeamos a Mariano Moreno el periodista y revolucionario de mayo, a Rodolfo Walsh, el periodista y revolucionario de los ’70 y a los numerosos verdaderos trabajadores de prensa que cotidianamente, con su esfuerzo y su conducta honrada, informando con honestidad al pueblo, contribuyen a la construcción de la conciencia nacional y social de los argentinos para emanciparnos de quienes nos dominan y ofrendar a nuestros hijos el ejemplo que se merecen.
 
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Leonardo Del Grosso se encuentra detenido junto a otros seis luchadores populares en el penal de Marcos Paz junto con otros cinco presos en el penal de Ezeiza y con Roberto Martino que también padece la persecución política son criminalizados por la justicia del régimen por manifestarse contra el estado de Israel)