Junto con el acto de la CGT en el Monumento al Trabajo que reunió más de 100.000 trabajadores, la concentración en Plaza de Mayo de la Marcha Federal fue la más importante manifestación de protesta contra el ajuste del gobierno: alrededor de 100.000 asistentes entre trabajadores y movimientos sociales. Es que la convocatoria fue creciendo […]
Junto con el acto de la CGT en el Monumento al Trabajo que reunió más de 100.000 trabajadores, la concentración en Plaza de Mayo de la Marcha Federal fue la más importante manifestación de protesta contra el ajuste del gobierno: alrededor de 100.000 asistentes entre trabajadores y movimientos sociales. Es que la convocatoria fue creciendo a lo largo de las semanas, sumando adhesiones más allá incluso de las CTA: terminó forzando a que Pablo Moyano, dirigente de los Camioneros, tuviera que movilizar. Miles de docentes de todo el país organizados en la CTERA, delegaciones de estatales, bancarios, telefónicos, la UOM Matanza, del sutbe, y distintos movimientos sociales y partidos políticos se hicieron presentes. Es que la necesidad de la unidad de acción en la lucha se ha vuelto una premisa fundamental de la política de los trabajadores en esta nueva situación signada por un brutal ataque a las condiciones de vida. De hecho, la progresividad de la movilización se puso en evidencia por el resultado político que dejó: le metió una fuerte presión a la reciente CGT de ir hacia un Paro General contra al ajuste. Presión que no recibía la burocracia sindical de la CGT desde que Macri veto la Ley Anti-despidos.
De ahí, que más allá de la dirección burocrática de Yasky y Micheli, nuestro partido, el Nuevo MAS, se hizo presente en la movilización de forma crítica, señalando los límites de una convocatoria sin continuidad y con programa que incluía a las PYMES. Es que para los revolucionarios es de principios el apoyo incondicional a las luchas de los trabajadores a pesar de la dirección que tengan. Esto significa que por más limitada que pueda ser la medida e inclusive dirigida por un sector pro-patronal, es un deber de quienes queremos contribuir a la organización independiente, a la lucha y a la defensa de los trabajadores, ser parte de cada una de sus luchas. Así lo hicimos cada vez que Moyano convocó a los paros generales y las movilizaciones contra el ajuste del gobierno de Cristina Kirchner, lo hicimos cuando fue la movilización al Monumento al Trabajo por la CGT, y lo hicimos en la Marcha Federal bajo un programa que compartimos: «contra el tarifazo, los despidos y el ajuste».
El Frente de Izquierda en contra de la unidad de acción
Lamentablemente la necesidad de unirse en la lucha para enfrentar el ajuste de Macri no es la política de todas las organizaciones de izquierda. Una vez más desde estas páginas tenemos que señalar el rol sectario y divisionista del Frente de Izquierda que caracterizó a la Marcha Federal como una «marcha de los ajustadores». Caracterización delirante frente a más de 100.000 trabajadores y movimientos sociales que marcharon cantando como pocas veces se ve la consigna de «Paro General» y con todo tipo de pancartas contra el ajuste, por reapertura de paritarias, contra los tarifazos, etc. Una vez más al FIT el árbol le tapó el bosque.
Porque el hecho de que hayan participado de la marcha ex funcionarios del kirchnerismo no puede ser la excusa para marginarse de semejante demostración de fuerza de los trabajadores. No puede ponerse como el eje central de la política de la izquierda la necesidad de la «delimitación con el kirchnerismo», haciendo que esto se transforme en una política para no movilizarse con miles de trabajadores. Es decir: la crítica a una política patronal (como la que tiene el peronismo) no puede ser la causa de no movilizarse contra el ajuste, los tarifazos y los despidos que promueve el gobierno de Macri. Y parece increíble que organizaciones que se dicen de izquierda se reúsen a movilizarse con miles de trabajadores por el hecho de que su dirección no sea socialista.
Por otra parte queremos denunciar la maniobra burocrática e inconsulta del Partido Obrero, Izquierda Socialista y el PTS que rompieron el mandato votado en el Plenario Provincial de Delegados Docentes de las seccionales Multicolor. Porque a pesar de sus declaraciones públicas, tanto el PO como IS habían votado en el Plenario realizado en Capital Federal participar en la Marcha Federal con una «columna independiente». Desde la Lista Gris votamos esa moción pero advertimos que de que no se tratara de una maniobra para hacer una marcha aparte, cosa que terminó sucediendo. Así, en lugar de hacer una «columna independiente» el FIT terminó forzando a las seccionales Multicolor del SUTEBA a una «marcha aparte», evitando que la misma llegue a Plaza de Mayo. Para consumar esta maniobra primero montaron un acto aislado en el Obelisco y luego desviaron la columna de tal modo que no llegue a la concentración principal y acto que se estaba realizando en Plaza de Mayo. Al ver esta maniobra divisionista y que desconocía lo resuelto en el Plenario Provincial, los docentes de la Lista Gris Carlos Fuentealba y compañeros independientes decidimos retirarnos y marchar a Plaza de Mayo, tal como votamos en la Multicolor.
Una política para derrotar el ajuste de Macri
La necesidad de derrotar el ajuste de Macri y las patronales es del conjunto de los trabajadores. Por eso ordenamos nuestra política a partir de la defensa de esos intereses. Y como parte de las enseñanzas más importantes que clase trabajadora ha sacado de su historia es que los ataques se defienden buscando la máxima unidad de acción. No dividiéndose según las distintas diferenciaciones políticas que existen en su interior. En todo caso, la lucha por conquistar la dirección política del movimiento debe hacerse sobre la base de la unidad de acción en la lucha. Pero todo indica que el Frente de Izquierda pretende operar una delimitación política exclusivamente en la contienda electoral y no en la lucha de clases concreta.
Es hora, si la izquierda revolucionaria quiere pasar a ser una verdadera alternativa no sólo sindical sino política para los trabajadores, debe dejar el sectarismo autoproclamatorio de lado y jugarse a ser parte de las luchas reales de los trabajadores tal cual se presenten: esa es la única manera real y efectiva de pelear por un nuevo movimiento obrero clasista e con independencia política de todas las variables patronales. El Nuevo MAS está juagado entero en esta batalla política.
Eric «Tano» Simonetti, delegado docente y dirigente de la Lista Gris Carlos Fuentealba (Nuevo MAS).
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