Las esperanzas del presidente argentino de controlar el poder legislativo en las próximas elecciones de medio término parecen diluirse ante la aparición de audios y videos que revelan un entramado de coimas burdo, liderado por El Jefe, su hermana, y el clan Menem, “más casta que eso no hay en Argentina” según expertos y analistas políticos locales. Pero el revés en las urnas no es una auténtica preocupación, ya que son varios los descalabros y desgobiernos generados por sus políticas que no vinieron a exterminar el Estado sino a saquearlo, y a aumentar ad-infinitum las brechas salariales y de ingresos en el país. El modelo de timba financiera y carry trade del lombrosiano ministro Toto Caputo está dando sus últimos estertores, y ello no ayuda a que los libertarios tengan el desempeño que le indican todas las encuestadoras contratadas para ensalzarlo y mentir descaradamente con números que no reflejan el estado de desastre en que dejó al Estado nacional y a la mayoría de sus habitantes.
La agencia Reuters, y otras por el estilo, que se cansaron de publicar informes de Bloomberg o de empresas y patanes de Wall Street que dicen que Milei ha hecho un milagro domando la inflación o reduciendo la pobreza, ahora está advirtiendo que eran todas macanas e ilusiones, y que la verdad más pura es que todo está por desembocar en un 2001 recargado, donde el “que se vayan todos” puede concluir efectivamente con algún linchamiento público o la promesa de Lilita Carrió respecto de los Kirchner, de que “van a terminar como los Ceaucescu” (o Mussolini, para los más nostálgicos, colgados de los huevos o guillotinados, para el caso del Jefe, que sólo tiene ovarios), ahora se va a aplicar a los Milei.
Y es que para los periodistas de agencias europeas o estadounidenses votar en contra de la emergencia pediátrica, continuar basureando a los profesionales del hospital Garrahan, tampoco va a ayudar a Milei en sus proyectos de dominar todos los poderes del estado a su antojo, como un virrey redivivo. El hospital se ha transformado en un símbolo de resistencia a los constantes ajustes e insultos de las autoridades gubernamentales a los médicos y residentes que hacen huelga por sus sueldos de hambre. Siempre tuvo prestigio como institución salvadora de vidas de niños y niñas, y en el imaginario de los argentinos era un lugar honorable hasta que llegó Milei y rebajó el ministerio degradando y asfixiando los presupuestos de todo el sistema de salud pública, hasta convertirlo en una cueva de granujas farmacéuticos y aseguradores de pensiones que lucran con el otorgamiento de licencias a discapacitados. Mientras, la atención empeora y los viejos se ven ante la disyuntiva de morir por falta de alimento o de medicamentos, ya que las dos cosas juntas no pueden solventar.
Los testimonios del personal médico y trabajadores que han debido renunciar al hospital para poder asegurar su sustento se reproducen en todos los medios, relevando con pruebas contundentes una pérdida del poder adquisitivo de sus salarios de 60% desde que Milei entró en funciones. También cuentan cómo se han deteriorado todos los servicios del hospital. Por eso el Congreso declaró la emergencia pediátrica pero el ejecutivo ya prometió que la vetará porque afectaría su superávit fiscal más fraudulento que las declaraciones juradas de todo su gabinete.
A pesar de los obscenos desfalcos de su círculo íntimo, de la ostentosa inhabilidad moral de todo su séquito, de las patentes burlas y campañas de odio que a diario arma Milei desde la redes sociales como su principal método de gobierno en su “batalla cultural” gramsciana que depende del visto bueno de las mafias de Macri y Magnetto, asumido todo este escenario, aún Milei podrá seguir gobernando con “decretos de necesidad y urgencia” absolutamente inconstitucionales y con la vista gorda de la asquerosa Corte Suprema, cuyo gran aporte al gobierno mileísta fue decidir la prisión de la principal dirigente opositora, Cristina Fernández, en un caso de lawfare paradigmático. Y es más que probable que en las elecciones haga un fraude a “cielo abierto” como hizo el empresario bananero que gobierna Ecuador. El capitalismo del desastre –necro y narco- que ahora tiene a Trump en su timón principal, no lo va a retar si lo hace, sino más bien le dará una palmada a su mascota esquizofrénica rellena de clonazepam.
El libertario capitalista que está de acuerdo con la libre compraventa de órganos y seres humanos (en particular si son niños), es capaz de inmolarse y salir a provocar a los vecinos del gran Buenos Aires, gritándoles “negros de mierda”, además de robar el dinero de sus impuestos, siempre que estén detrás fusiladores de su custodia o agentes del Mosad bien equipados. A esto se anima el hincha de Chacarita que en su juventud cantó en la cancha de Atlanta: “Miren miren que locura, miren miren qué emoción, hoy vinimo a Villa Crespo a matar judíos para hacer jabón….” Ciertamente, aún no se había enterado que era Moisés y primo del genocida Netanyahu. Cuando le arrojaron piedras los vecinos de Lomas de Zamora seguramente sintió una emoción parecida, y los tenía al lado al narco Espert y al barrabrava Pareja amenazando con gestos ampulosos a quienes se avecinaban a su caravana con cara de pocos amigos. Y lamentablemente, Barrionuevo parece más muerto que vivo, para enderezar a esta barra brava de Chaca que se ha vendido al sionismo y está destruyendo todo viso de estado de derecho o protección social en un país completamente descuajeringado y sumido en una crisis de depravación moral insondable.
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