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El huracán Chávez pasó por Buenos Aires

Fuentes: La Arena

Hiper activo, el presidente venezolano pasó raudamente dos días por Buenos Aires, tras participar de las deliberaciones del Foro Social Mundial en Brasil. Ya está otra vez en Caracas, donde su gobierno tiene una situación política más aliviada que en 2003 y 2004, tras ganar ampliamente el referendo de agosto pasado. Hugo Chávez firmó acuerdos […]

Hiper activo, el presidente venezolano pasó raudamente dos días por Buenos Aires, tras participar de las deliberaciones del Foro Social Mundial en Brasil. Ya está otra vez en Caracas, donde su gobierno tiene una situación política más aliviada que en 2003 y 2004, tras ganar ampliamente el referendo de agosto pasado. Hugo Chávez firmó acuerdos comerciales y culturales que trasuntan su intención bolivariana, amén de significar un comercio de mutuo beneficio para Venezuela y Argentina.

DE AQUÍ PARA ALLÁ

Hasta que aplastó electoralmente a la oposición alimentada desde Washington y el establisment de Caracas, Chávez tuvo que concentrarse en el día a día de los asuntos domésticos de su gobierno.

El 15 de agosto fue la fecha bisagra. El resultado del referendo revocatorio le fue ampliamente favorable y no sólo despejó de incógnitas la finalización normal de su mandato en 2006 sino que dejó sentadas bases políticas como para ganar un nuevo mandato hasta 2012. Semejante horizonte dejó de cama a la oposición oligárquica nucleada en la «Coordinadora Democrática».

Una prueba contundente de cómo quedaron las cosas lo dio la reciente conmemoración de los 47 años del fin de la dictadura de Marcos Pérez Giménez. Chávez reunió a una multitud, ante la que habló con el tono antiimperialista de costumbre, con estiletazos a su colega colombiano Alvaro Uribe por violar la soberanía venezolana al secuestrar en Caracas al canciller de las FARC, Rodrigo Granda. En cambio los líderes opositores apenas movilizaron unas pocas decenas de personas, según el conteo de las agencias internacionales siempre listas para agregar ceros a los números de participantes de las movidas anti Chávez.

Más seguro de que su administración tiene pilares sociales de apoyo sólidos y mayoritarios, el jefe de Estado venezolano prestó más atención a las relaciones económicas y políticas con el mundo durante la segunda mitad de 2004 y lo que va de 2005.

En noviembre último estuvo en España, Libia, Irán y Rusia, entre otros destinos, anudando relaciones a nivel de gobiernos pero también de organizaciones sociales. En diciembre visitó Cuba y China, firmando importantes convenios comerciales y políticos. Con su amigo Fidel Castro suscribió los documentos liminares del ALBA (Alternativa Bolivariana de las Américas). Se trata de un proyecto opuesto por el vértice al ALCA promovido por la Casa Blanca desde 1989, cuando moraba allí el padre del actual presidente norteamericano.

Como parte de esos viajes, diplomacia y negocios, Chávez estuvo en nuestro país, tras recalar en el Foro Social Mundial de Porto Alegre y participar en debates agrarios con el Movimiento de los Sin Tierra.

ACUERDOS EN BUENOS AIRES

Aunque arribó a Buenos Aires el lunes de esta semana, el mandatario concentró todas sus actividades políticas el martes y a última hora emprendió la vuelta a Caracas. En pocos días recibirá allí al colombiano Uribe para dar tratamiento bilateral a la crisis generada por el secuestro de Granda, tal como había estimado LA ARENA.

Mientras estuvo en suelo argentino, Chávez realizó la mayor parte de las actividades en presencia de Néstor Kirchner, excepto la asistencia al embarque de mil vaquillonas Holando-Argentina rumbo a Venezuela, donde estuvo acompañado del gobernador bonaerense Felipe Solá. Las vaquitas irán a mejorar la calidad de los rodeos del otro país. Su embarque fue parte del trueque acordado en el invierno pasado, cuando aquí hubo estrechez de abastecimiento gasífero -generado por Repsol y otras multinacionales- y se pactó la entrega de fuel oil y gasoil llegados en barcos desde Caracas a cambio de alimentos argentinos.

Esa operación fue objetada por la derecha económica y mediática local invocando los altos precios de los combustibles fletados por el chavismo. En realidad esos críticos -con el diario La Nación como nave insignia- cuestionaban el trasfondo político del entendimiento. Para esos medios, Chávez es un dictador igual que Fidel Castro y el mandatario argentino debería poner prudente distancia con él, en vez de pergeñar emprendimientos conjuntos.

En este punto Kirchner no ha cedido al lobby operado por el Departamento de Estado norteamericano. Recibió por tercera vez a su colega venezolano (descontando la primera visita que éste realizó hace seis años) y firmó varios convenios importantes.

Además de ratificar el contrato -que llamaremos «fuel oil-gas oil por vaquillonas»- el visitante encargó la construcción de cuatro barcos petroleros en los Astilleros Río Santiago. Allí se había reparado uno el año pasado.

También se avanzó en el objetivo de formar Telesur (Televisión del Sur), una cadena para toda la región. Para el inspirador de la iniciativa, esta será una forma concreta de que se conozcan nuestros pueblos y se rompa el monopolio informativo de las grandes agencias como CNN regenteadas por intereses estadounidenses. Tanto hostigaron al líder bolivariano los cuatro canales privados de televisión de su país, en particular Globovisión y Venevisión, la antena del Grupo Cisneros, que aquél se decidió a fundar Telesur. La idea recibió ayer la felicitación de alguien que conoce de la materia, Fernando Pino Solanas, quien graficaba que en este momento la televisión argentina no informa sobre Brasil (ni viceversa) pese a la envergadura comercial del socio del Mercosur.

CONTRA EL FMI

En su mensaje pronunciado junto a Kirchner en la Casa Rosada, el viajero ratificó que Petróleos de Venezuela (PVDSA) se unirá a Enarsa (Energía Argentina SA) en diversos proyectos, entre ellos la exploración en la plataforma continental argentina.

Es un secreto a voces que la petrolera estatal -presidida hasta hace poco por el canciller Alí Rodríguez- tiene el proyecto de adquirir los activos de Shell en Argentina. Actualmente la diferencia giraría en torno al precio del traspaso, que la anglo-holandesa querría fijar en mil millones de dólares y los sudamericanos juzgan como excesivo.

Por lo pronto, Chávez inauguró en Avenida del Libertador, en Núñez, una estación de servicio de PVDSA como parte de una futura red mucho más abarcadora. Si compra la sucursal de Shell tendría unas 900 estaciones, entre propias y vinculadas por contrato y marca.

Que PVDSA y Enarsa unan fuerzas en el mercado energético local y latinoamericano, es en principio una buena noticia. La nota de preocupación para la soberanía nacional de los dos países socios la dio la presencia en la inauguración de la mencionada estación de servicio de Santiago Soldati. Se trata del dueño de Sociedad General de Combustibles (SGC) y artífice de las privatizaciones menemo-cavallistas en ese rubro y en otros como el ferroviario con el Tren de la Costa.

Chávez y Kirchner han aceptado la participación de empresarios como Soldati en las inversiones de ambos Estados, lo que supone un craso error y el no aprendizaje de la penosa experiencia de los ´90. Como Tecpetrol (Techint) y Repsol también tienen inversiones en Venezuela, no sería extraño que estos pulpos también saquen su tajada energética.

Los documentos rubricados el martes en la Casa Rosada dejaron al trasluz las coincidencias y diferencias políticas. Entre estas últimas, la saliente fue el distinto modo de pararse ante el FMI y las grandes potencias. El visitante cuestionó a la entidad presidida por Rodrigo Rato como responsable de la gran deuda externa de los países del Tercer Mundo, acusándola de «violar las constituciones de los países en vías de desarrollo, con el fin de generar riquezas para una minoría corrompida».

Se dirá que el patagónico también suele tener algunos arranques antifondomonetaristas. Pero su colega caraqueño no se limitó a formular críticas sino que propuso a los países endeudados «la conformación de un club de deudores porque hay naciones cuyos presupuestos se van casi todos hacia el pago de esa deuda que, más que externa, es eterna, ya la hemos saldado varias veces y sigue ahí».

Como se sabe, el presidente argentino ha forzado un superávit fiscal primario del 4 por ciento del Producto Bruto Interno (más de 5 mil millones de dólares) para atender a los vencimientos de la fraudulenta deuda externa. Este ajuste, punto más o punto menos, fue la condición impuesta por el Fondo y las potencias agrupadas en el «Grupo de los 7».

Y lo que es peor, Kirchner nunca aceptó el planteo político de un club de deudores, auspiciado ahora desde el Palacio de Miraflores como en 1983-1985 lo hizo el presidente cubano. El patagónico negoció aislado con los acreedores públicos y privados, verdaderos ladrones que querían asaltar a las naciones deudoras de «una en una».

De regreso a Caracas, Chávez seguirá atareado con las relaciones exteriores. En los próximos días recibirá a Uribe para discutir la crisis colombo-venezolana alimentada por la administración Bush. Condoleezza Rice, en su audiencia de confirmación en el Senado como nueva secretaria de Estado, calificó al bolivariano de «una fuerza negativa en la región, que está causando dificultades a sus vecinos». Si «Condolencia» lo dice, habrá que pensar exactamente lo contrario para arrimarse a la verdad.