Mario Hernandez (MH): ¿Qué reflexión te merece el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra en manos de la patota sindical que tiene sentado en el banquillo de los acusados al secretario general de la Unión Ferroviaria (UF) José Pedraza? Guillermo Almeyra (GA): Es un hito que se juzgue a burócratas que han utilizado patotas, […]
Mario Hernandez (MH): ¿Qué reflexión te merece el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra en manos de la patota sindical que tiene sentado en el banquillo de los acusados al secretario general de la Unión Ferroviaria (UF) José Pedraza?
Guillermo Almeyra (GA): Es un hito que se juzgue a burócratas que han utilizado patotas, como siempre lo han hecho durante toda la historia de la burocracia sindical, para preservar cotos privados como la tercerización en alianza con sectores de la policía y el gobierno.
El juicio es fundamental, pero hay que destacar que se debe a la presión de las movilizaciones de los sectores juveniles que han estado permanentemente exigiendo justicia por Mariano, entonces se han visto obligados a juzgar nada menos que al secretario general del sindicato ferroviario, uno de los responsables de la liquidación de los ferrocarriles y los despidos de decenas de miles de trabajadores ferroviarios.
MH: Pensaba en los 23 años que tenía Mariano. Desde hace algún tiempo es notoria la presencia de la juventud en las luchas sociales y políticas. Hace un par de programas atrás analizábamos al #Yosoy132 de México, pero ese movimiento es solo una expresión de lo que han significado las luchas juveniles en el último año y medio.
GA: México es un país de jóvenes, la Argentina no. La pirámide demográfica mexicana muestra una enorme mayoría de jóvenes. La participación juvenil es normal, corresponde a la mayoría del país. En Argentina representa la incorporación de gente que está luchando por un lugar en la sociedad y por un futuro mejor en un país donde el promedio de edad es muy superior al mexicano.
Lo mismo está pasando en Europa. Los que se movilizan son los jóvenes en países donde hay un crecimiento negativo de la población como Italia o España. También en Francia.
MH: Además los jóvenes han dado origen al proceso que se vive en el norte de Africa.
GA: Que en México o los países árabes la mayoría movilizada sea la juventud es en cierta manera normal. Hasta hace poco no lo hacían porque estaban ganados por el consumismo, por la pasividad, incluso por las esperanzas que el neoliberalismo les iba a ofrecer un supuesto futuro, etc. Han rasgado ese velo y han comenzado a moverse, pero repito, son la mayoría en la población de esos países. Donde no lo son es todavía más importante porque indica que toda la población está movilizada.
Aunque no han recibido la influencia de la memoria de los padres, porque muchos son hijos de desocupados, debido a la parálisis enorme del aparato productivo y a una sangría producida por miles de muertos e emigrados, aprenden de la historia y toman posición.
MH: Pienso en Mariano, en Darío Santillán con 21 años, en Maximiliano Kosteki como mártires de las luchas contra la tercerización laboral y la desocupación. Una juventud que toma en sus manos estas grandes reivindicaciones sociales y políticas de nuestro tiempo.
GA: Con generosidad, con nobleza, porque Mariano no era un tercerizado. Darío y Maximiliano también asumen como propia la causa de los desocupados y la llevan adelante con todas sus fuerzas. Esto es fundamental para el futuro del país.
La incorporación de Venezuela en el Mercosur es muy importante pero no estemos comprando cosas antes de vender la leche
MH: Quiero cambiar de tema. Se ha hablado mucho de la incorporación de Venezuela al Mercosur. Se mencionó que cerraría la ecuación de este siglo XXI: energía, minerales, alimentos, ciencia y tecnología. Se habló de un Producto Bruto de U$S 3.3 billones, más del 82% del Producto Bruto Total de Sudamérica, incluso la presidenta Cristina Fernández ha señalado que el Mercosur se constituye en la 5º economía mundial.
GA: La incorporación de Venezuela abre enormes potencialidades pero no hay que olvidar que antes que maduren van a pasar probablemente años.
Segundo, existen contradicciones entre los distintos sectores que conforman el Mercosur. Los industriales brasileños tienen sus propios intereses que no coinciden con los argentinos, uruguayos y venezolanos.
Tercero, no ha disminuido en lo más mínimo la extranjerización de las finanzas. Todos los bancos están en manos de empresarios extranjeros, tanto las exportaciones agrícolas como las industriales están en manos de grandes transnacionales, es decir, los autos supuestamente argentinos que se exportan son Fiat, Ford, Volkswagen. Lo mismo pasa con los brasileros.
Del dicho al hecho pasa un trecho bastante grande. Hablamos de gran potencia pero estamos lejos de haberlo obtenido. Hemos dado pasos muy importantes, sentado las bases para ello, pero de ahí a concretarlo todavía no. No se ha hecho el Banco del Sur, tampoco los oleoductos para gas y petróleo, hay que hacer inversiones, etc.
Toda la situación de nuestros países sigue siendo, desgraciadamente, dependiente de la crisis mundial.
Estamos en un proceso sumamente positivo, pero en los comienzos, son los primeros pasos de un camino muy importante, pero todavía no se ha concretado nada en serio desde el punto de vista que no eliminamos las contradicciones entre países. Argentina tiene problemas comerciales permanentes con los otros miembros que a su vez tienen problemas con nuestro país.
Venezuela le va a dar un importante aporte energético. Tiene know-how y capitales para desarrollar el sector de combustibles. Le ha ofrecido inmediatamente a Argentina explotar yacimientos fáciles y maduros en el Orinoco. Eso le va a permitir a YPF -que vale la pena recordar no es estatal, sino controlada por una mayoría accionaria del Estado, es una empresa mixta que también incluye a Repsol y a un montón de otras empresas- oportunidades para capitalizarse y compensar la disminución de producción en nuestro país.
El proceso es muy importante, pero no hagamos la cuenta de la lechera, no estemos comprando las cosas antes de vender la leche.
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