M.H.: Dejo abierto para que desarrolles los temas que creas más relevantes para nuestros jubilados en este último programa. M.D.: Si tuviéramos que hacer un repaso de lo dicho estos dos últimos años, tendríamos que decir que desde un principio planteamos que la cuestión previsional estaba en el ojo de la tormenta. Que los planes […]
M.H.: Dejo abierto para que desarrolles los temas que creas más relevantes para nuestros jubilados en este último programa.
M.D.: Si tuviéramos que hacer un repaso de lo dicho estos dos últimos años, tendríamos que decir que desde un principio planteamos que la cuestión previsional estaba en el ojo de la tormenta. Que los planes del gobierno actual, también del anterior y del capitalismo en su conjunto, es hacer tabla rasa con antiguas conquistas del movimiento obrero y particularmente las previsionales. Esto lo venimos diciendo hace dos años y hemos anticipado casi al detalle las medidas que iba a implementar este gobierno.
La reparación histórica, que nosotros anticipamos que sería una estafa y así fue, y que terminó siendo rebautizada «la estafa histórica». La reforma previsional que impuso este gobierno mediante a una tremenda represión el 14 y 18 de diciembre del 2017. Reforma previsional que significó en lo inmediato robarnos a los jubilados 100.000 millones de pesos de la masa de haberes que nunca más recuperamos.
Hace unos días se dio a conocer una noticia terrible, una jubilada que se tiró a las vías del subte. El motorman logró frenar la formación. Cuando asistieron a la jubilada dijo que lo hizo porque no podía pagar sus remedios.
M.H.: El tema de los remedios es muy delicado. Mucha gente que necesita tomar una pastilla diaria para la presión lo está haciendo cada dos días.
M.D.: El tema es extremadamente grave pero en particular para los jubilados. Este caso que menciono lo pone de relieve. La situación de extrema precariedad de vida de una masa muy grande de jubilados, desbordan los comedores y los merenderos. Realmente la situación es una masacre social que golpea a los más débiles e indefensos. En un extremo los jubilados y en el otro extremo los niños; hay un 49% de niños pobres.
El drama social de nuestro país tiene pocos antecedentes históricos protagonizado por este gobierno de miserables; «el mejor equipo de los últimos 50 años» ha sido un fiasco total y lo único que merece es que se lo eche a patadas.
Lo que hemos venido diciendo en el curso de estos dos años no es ningún secreto, es una información muy compartida, lo que hay que preguntarse es si hemos visto, salvo en el período de la dictadura, semejante postración de los dirigentes de las centrales sindicales frente a situaciones de estas características. Tanto Daer como Acuña, el triunvirato ha devenido en binomio, han planteado que no es el momento de hacer paros, menos en el momento en que ellos han negociado que el gobierno devuelva el dinero de nuestras retenciones sobre las Obras sociales. Es decir, que a cambio de un plato de lentejas para la caja negra que maneja la burocracia en las Obras sociales, entregan sin ningún tipo de tapujo al conjunto del sector obrero y en particular a los jubilados.
¿Cómo se modifica este proceso? Evidentemente hay que romper con esta política. Hago una exhortación a los y las oyentes, porque este no es un problema exclusivamente de los jubilados, que estamos ante una situación de extrema gravedad. Cómo romper con el sometimiento de las centrales sindicales a lo que dictamina el FMI, las grandes patronales, los fugadores seriales de capitales, no hay forma de plantear las cosas de otra manera que no sea romper con esta política y desarrollar un plan de lucha.
Desde el Plenario Sindical Combativo, donde los Jubilados Clasistas participamos, venimos reclamando un paro de 36 horas con movilización callejera y sacar millones de trabajadores a la calle. Lo que están esperando es que se rompa el dique contención que plantea la burocracia sindical frente a esta situación que es de extrema gravedad. Hay que insistir con este planteo una y otra vez. Tanto va el cántaro a la fuente que al fin se rompe, si no lo largan ellos, la movilización les va a pasar por encima. Cuando ellos decidan largarlo va a ser porque necesiten abrir una válvula de escape ante semejante presión social. Pero ya va a ser tarde.
Lo del 30 de abril, la movilización de Moyano y compañía no forma parte de un plan de lucha, el propio Moyano lo plantea de esta forma. Es una mascarada, él plantea que hay que poner las fichas en octubre, no en un plan de lucha que termine con esta política. La inflación de marzo fue 4.7% y 11.8% el acumulado del trimestre. Es decir que los jubilados que recibimos un aumento de 11.7% para el semestre ya nos quedamos muy abajo.
M.H.: A pesar de la teoría de Lilita que aseguraba que los jubilados siempre iban a estar por encima. Había apoyado la Ley de la modificación del cálculo de la movilidad porque incluía esto.
M.D.: Esa farsante no merece detenerse en ella. El tema es explosivo, la inflación acumulada de marzo a marzo ronda el 54.7%. Es una situación que no solo no logran controlar sino que las medidas que lanzan lo único que hacen es alimentar el proceso inflacionario en un escenario de recesión, así que tenemos inflación con recesión. El peor de los escenarios con despidos a mansalva en todos lados. Escuché decir a un comentarista que este es un capitalismo sin consumidores.
M.H.: Cristina decía: «¿Para qué queremos capitalismo si no podemos consumir?»
M.D.: El propio régimen que ellos defienden. Esto no lo dice alguien de izquierda, lo dicen ellos mismos. Se encuentran en una situación, salvo sectores muy minoritarios que se favorecen con esta política, por ejemplo, los sojeros y hasta ahí nomás, porque si bien las exportaciones son récord el precio de la soja viene cayendo, por lo tanto, los beneficios que están obteniendo no son los de años atrás.
Este es el problema del régimen que ellos defienden, el punto es por qué los trabajadores tenemos que pagar el costo de una crisis que ellos mismos han desatado. Por lo tanto, se trata de que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores, el salario y el haber de los jubilados tiene que equiparar el costo de la canasta básica. En este escenario de una inflación tan intolerable la indexación de los salarios y haberes tiene que ser mensual. Y, por supuesto, frenar los despidos, ocupar toda fábrica que cierre o suspenda, ponerla a funcionar bajo dirección de los trabajadores, apertura de libros comerciales. Una política al servicio de los trabajadores porque es evidente que la que ellos están implementando nos conduce a una catástrofe.
M.H.: ¿Cuáles serían las reivindicaciones centrales de los Jubilados Clasistas?
M.D.: Primero y elemental que el haber mínimo sea el equivalente al de la canasta básica del adulto mayor.
M.H.: ¿De qué cifra estamos hablando?
M.D.: 28.000 pesos como mínimo.
M.H.: Yo leí algo así como 32.000 pesos según los estudios de los trabajadores del INDEC.
M.D.: Nosotros seguimos como referencia lo que establece la Defensoría de la Tercera Edad. Hay que sumar el 82% móvil, por supuesto oponernos a la reforma previsional, rechazar todo planteo privatizador, la defensa del Fondo de Garantía y Sustentabilidad, que se utilice efectivamente para lo que está destinado que es ser un elemento compensador en períodos de crisis económica.
Pero resulta que jamás tuvo esa característica. Nunca se utilizó para compensar el deterioro del haber en período de crisis, por el contrario, se utilizó como caja negra, en el gobierno anterior y ahora en este para gastos que no tienen nada que ver con las necesidades de los jubilados.
Por supuesto, cuando hablamos del 82% móvil nos referimos al salario del trabajador en actividad y no al Salario Mínimo Vital y Móvil, porque hoy está establecido por ley que el haber mínimo es el 82% del salario mínimo. Eso lo estableció la reforma previsional. Pero el 82% del mínimo es una miseria absoluta porque parte de un salario mínimo que está muy por debajo de lo necesario.
El otro tema que esta gente plantea, no solo acá sino en todo el mundo, que el régimen previsional no es sustentable, porque vivimos más tiempo ahora. Pero resulta que en nuestro país los aportes patronales son cada vez menores. Con la reforma de Menem-Cavallo se habían quitado 4 puntos de los aportes patronales al régimen previsional que nunca fueron reintegrados. Habría que hacer el cálculo de la masa de dinero qué significan esos 4 puntos en todos estos años, el régimen previsional sería no solo sustentable sino superavitario y se podría pagar efectivamente sin dificultad. ¿A dónde fue a parar todo ese dinero?
M.H.: A los bolsillos de los empresarios.
M.D.: No solo allí, forma parte de la fuga de divisas.
M.H.: Por supuesto, son bolsillos dentro del territorio nacional o fuera del mismo.
M.D.: Se calculan unos 400.000 millones de dólares que están fuera del país de capitalistas argentinos, exactamente el monto de la deuda externa. Buena parte de esa masa infernal de capitales surgió de la merma de los aportes patronales al sistema previsional que aún este gobierno acentúa con la eximición de aportes patronales hasta un determinado monto salarial que perciba el trabajador.
M.H.: Mario tu aporte ha sido muy importante y no solamente en relación al tema de los jubilados. Nosotros nos relacionamos periodísticamente en torno a las inundaciones de la Semana Santa de 2013, específicamente por el barrio de Saavedra, recuerdo que participabas de la asamblea de inundados de ese barrio.
M.D.: Hubo 6 muertos ese 2 de abril de 2013.
M.H.: Así que también hemos seguido esos temas, en medio de todo eso me enteré de tu militancia sindical en los 70 en la Zona norte, en lo que fueran esas grandes movilizaciones obreras en 1975 durante el Rodrigazo. Estamos hablando entonces, con un compañero, Mario Diamonte, con toda una trayectoria que no solamente se vincula a los jubilados sino que viene de mucho antes. Espero que nos encontremos pronto y seguramente luego nos encontraremos en Córdoba dónde vas a estar residiendo.
M.D.: Reitero que estoy muy agradecido por todo este período que hemos estado en contacto. Reiteraremos este contacto desde las sierras cordobesas en el futuro.
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