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Entrevista a Gustavo Castañeda y Amada Puentes, víctimas de la desaparición forzada de su hijo a manos de la Policía de Monterrey

«El Movimiento por la Paz obligó a las autoridades a castigar a los culpables de las desapariciones»

Fuentes: Clarín de Chile/Rebelión

México DF.- En entrevista con Clarín.cl Gustavo Castañeda y Amada Puentes denuncian la desaparición de su hijo Gustavo Castañeda Puentes a manos de la Policía de Monterrey: «Fuimos a levantar un acta por la desaparición forzada de nuestro hijo ante la Policía Ministerial, sin embargo el funcionario tomó la denuncia en una hoja suelta -no […]

México DF.- En entrevista con Clarín.cl Gustavo Castañeda y Amada Puentes denuncian la desaparición de su hijo Gustavo Castañeda Puentes a manos de la Policía de Monterrey: «Fuimos a levantar un acta por la desaparición forzada de nuestro hijo ante la Policía Ministerial, sin embargo el funcionario tomó la denuncia en una hoja suelta -no en el formato oficial- y nos ‘advirtió’ que si firmábamos la queja todos se enterarían por una ‘involuntaria filtración’, enfatizando que los policías tenían con qué defenderse -colocando su mano en el arma de fuego-, nos amenazaron y desde entonces los policías nos siguieron a todas partes, en lugar de investigar la desaparición de nuestro hijo; mientras recabamos la información los policías continuaron vigilándonos». La detención ilegal ocurrió el 25 de febrero de 2009, los policías implicados manejaban las patrullas 534, 538 y 540 de la municipalidad de Monterrey.

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que encabeza el poeta Javier Sicilia, ha continuado con el seguimiento de este caso, junto con la desaparición forzada de otras 8 personas en Monterrey, en cualquier momento saldrán 4 órdenes de aprehensión en contra de policías, dejando el precedente para la resolución de otros casos similares; en palabras de Gustavo Castañeda y Amada Puentes: «Con la ayuda de la Caravana de Paz las autoridades de Monterrey están poniendo atención en el caso de la desaparición forzada de mi hijo, ahora sí están trabajando, lo que no hicieron en un principio (…) A raíz de la Caravana por la Paz hemos asistido a dos reuniones con el Procurador de Justicia del Estado de Nuevo León y en octubre habrá una tercera cita, por fin estamos viendo los avances en la investigación y nos prometieron que pronto saldrán las órdenes de aprehensión en contra de los policías que detuvieron y desaparecieron a mi hijo».

MC.- ¿Por qué acompañaron la «Caravana al Sur» a diferencia de su ausencia en la «Caravana del Consuelo»?

AP.- Las condiciones económicas nos impidieron acompañar a la Caravana del Consuelo hasta Ciudad Juárez, ahora decidimos abandonar temporalmente nuestros trabajos para dedicarnos a la búsqueda de nuestro hijo Gustavo, junto al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que encabeza el poeta Javier Sicilia.

 MC.- ¿Valió la pena el sacrificio?

GC.- Claro que sí vale la pena, porque con la ayuda de la Caravana de Paz las autoridades de Monterrey están poniendo atención en el caso de la desaparición forzada de mi hijo, ahora sí están trabajando, lo que no hicieron en un principio.

 MC.- ¿A cuántas reuniones asistieron con el Procurador de Justicia de Nuevo León?

AP.- A raíz de la Caravana por la Paz hemos asistido a dos reuniones con el Procurador de Justicia del Estado de Nuevo León y en octubre habrá una tercera cita, por fin estamos viendo los avances en la investigación y nos prometieron que pronto saldrán las órdenes de aprehensión en contra de los policías que detuvieron y desaparecieron a mi hijo.

 MC.- Ustedes iniciaron la investigación, porque el departamento de Asuntos Internos se declaró «incompetente», ¿cuáles son los resultados preliminares de su búsqueda?

GC.- Cuando nos enteramos que detuvieron a nuestro hijo junto a Melchor Flores, salimos a buscarlos a la delegación de la Policía de Monterrey, pero nos dijeron que ahí no se reportó ninguna detención, que tampoco habían realizado operativos en la zona; nosotros les dijimos el número de patrullas -534, 538 y 540- que detuvieron a mi hijo, entonces fuimos a levantar un acta por la desaparición forzada de nuestro hijo ante la Policía Ministerial, sin embargo el funcionario tomó la denuncia en una hoja suelta -no en el formato oficial- y nos «advirtió» que si firmábamos la queja todos se enterarían por una «involuntaria filtración», enfatizando que los policías tenían con qué defenderse -colocando su mano en el arma de fuego-, nos amenazaron y desde entonces los policías nos siguieron a todas partes, en lugar de investigar la desaparición de nuestro hijo; mientras recabamos la información los policías continuaron vigilándonos, el 3 de marzo salió en las noticias que tres cadáveres estaban quemados a la salida de Monterrey, me fui a identificarlos, gracias a Dios no era nuestro hijo, el gobernador decía que esos cuerpos los «sembraron» porque «en Nuevo León no había reportes de desaparecidos» (sic), la declaración del gobernador Medina fue la gota que derramó el vaso, le dije a mi esposa: «no voy a soportar ir a la morgue para identificar otros cuerpos», fuimos a la Comisión Estatal de Derechos Humanos y para mi buena suerte había varios periodistas locales, hice la denuncia pública, ahí comenzó el vía crucis.

 MC.- En mayo de 2010, policías arraigados por varios delitos admitieron la detención de su hijo y de Melchor Flores, ¿qué confesaron los policías implicados en la desaparición de su hijo?

AM.- Ellos confesaron que sabían quiénes tenían secuestrados a nuestros hijos, porque los policías entregaron a los jóvenes al crimen organizado, fuimos con el Procurador de Justicia le dimos la noticia y él dijo que: «los medios son amarillistas, siempre exageran, lo que en realidad quisieron decir los policías, es que habían escuchado el rumor de los implicados y sus apodos», negó que los policías señalados se mantuvieran en la corporación, sostuvo que todavía no encontraban a los uniformados que conducían las patrullas 534, 538 y 540, porque se dieron a la fuga.

MC.- ¿Con qué pruebas pueden demostrar que las patrullas 534, 538 y 540 detuvieron y desaparecieron su hijo?

GC.- Tenemos testigos y un video, «Gabino» miró cuando salieron los jóvenes del departamento y cómo las tres mencionadas patrullas los siguieron, durante los 2 días previos a la detención las tres patrullas se estacionaron enfrente del departamento, los «venadearon» -es una técnica de los cazadores-, también otras personas vieron la detención del operativo policíaco del 25 de febrero de 2009. Cuando levantamos la denuncia ante Eduardo Sánchez -comandante de la unidad antisecuestros- ya sabía del caso, un día después de presentar la denuncia nos dijeron anónimamente: «tu hijo todavía estaba en el sótano de la policía regia cuando hablaste con el Comandante Sánchez, los torturaron, a pesar de que eran inocentes».

MC.- ¿Los testigos tendrán el valor de ir a declarar?

GC.- El testigo anónimo no, se trata de un policía ministerial que está harto de los crímenes del Comandante Eduardo Sánchez; por otra parte, en el Ejército culpan al Oficial C-4 Ovalle. Regresando al testigo «Gabino», él sí declaró haber visto a las Patrullas 534, 538 y 540 en la zona del departamento durante tres días consecutivos, fue la primera pieza del rompecabezas, sin ese dato nunca hubiéramos iniciado la investigación, porque en todo momento la policía negó el operativo.

MC.- Doña Amada, sus palabras en Monterrey fueron muy fuertes: «el gobierno es parte de la delincuencia organizada», el tiempo le dio la razón, en el atentado contra el Casino Royale hay policías involucrados con los Zetas, ¿se arrepiente de acusar a la policía de Monterrey?

AM.- Voy a seguir sosteniendo mi denuncia, tenemos pruebas fehacientes de la participación de policías en la detención de mi hijo, sabemos quiénes y a qué hora detuvieron a mi hijo. Sigo sosteniendo que las autoridades están involucradas, los policías no están solos, gente de «arriba» los protege, porque inicialmente ocultaron a los policías, nos dijeron que renunciaron a la corporación, pero a estas altura comprobamos que nunca se fueron, todavía están trabajando como policías metropolitanos con total impunidad.

MC.- Después del atentado al Casino Royale, ¿está generalizado el desprecio por las autoridades y policías municipales de Monterrey?

GC.- Por fin los ciudadanos de Monterrey despertaron, prácticamente todos recriminamos al gobierno, al hermano del alcalde de Monterrey, a sus policías y al Ejército; para nosotros no fue una noticia nueva, ya sabíamos de la corrupción de la policía, teníamos antecedentes del nivel de complicidad con el crimen organizado, incluso al Comandante Eduardo Sánchez lo «premiaron» con la Dirección de la Policía de Tránsito de San Nicolás de los Garza, cuando yo le dije a Héctor Santos -Director de la Agencia Estatal de Investigaciones- «entréguenos a nuestros hijos» y él respondió: «si se los entrego, qué dirá la gente, me pedirán que libere a las otras personas detenidas ilegalmente», inmediatamente Eduardo Sánchez interrumpió a su jefe: «ya no hables, no seas pendejo», es muy raro que un subalterno mande a callar a su superior.

MC.- ¿En qué consistió la guerra psicológica del gobierno para distanciar a los familiares de los detenidos desaparecidos de Monterrey?

AM.- Nos dijeron que el hijo de Melchor Flores –El Vaquero Galáctico– había aparecido y que ya estaba con su familia en el Distrito Federal de México y como no recibimos noticias directas de don Melchor, cometimos el error de creerle al gobierno; por otra parte, a don Melchor le decían que mi esposo despotricaba contra El Vaquero Galáctico, porque ya había aparecido nuestro hijo Gustavo en Monterrey, cuando por fin hablamos de frente nos dimos cuenta de las mentiras del gobierno, ninguno de nuestros hijos había aparecido, desde entonces estamos más unidos con las familias de los desaparecidos y con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.

MC.- Don Gustavo, ¿cómo cambió su dinámica cotidiana desde que ingresó al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad?

GC.- Todos los días leemos las noticias para buscar a las familias con desaparecidos, también nos comunicamos con las víctimas de la guerra de Felipe Calderón en Monterrey; queremos aprender más sobre los Derechos Humanos para poder defenderlos.

MC.- Finalmente, doña Amada -en el autobús 6- escuché la canción de cuna con la que arrullaba a su hijo, ¿qué sintió al saber que es la misma canción con la que doña María Herrera dormía a sus hijos?

AM.- Fue un momento muy emotivo, ambas lloramos al descubrir que les cantábamos la misma canción de cuna, doña María Herrera vive lejos de Monterrey, en Michoacán, era prácticamente imposible que compartiéramos la misma canción de cuna, ella tiene 4 hijos desaparecidos, comprendo su dolor de madre; recuerdo que mi hijo todavía me pedía que le cantara, él siempre me hacía sonreír, me decía lo mucho que me amaba, me abrazaba todo el tiempo, era un hijo muy cariñoso, lo extraño demasiado, exijo que me lo devuelvan sano y salvo.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.