La premura de una crisis aun no resuelta y un final todavía abierto en relación al vencimiento del mandato de Alberto Fernández y Cristina Fernández dio como primer paso la declinación de Mauricio Macri a competir nuevamente como candidato presidencial ante una interna propia –y todavía abierta– entre sus dos alfiles donde el primer efecto del conflicto es su capitalización por el apodado «Flautista de Hamelin» Javier Milei.
Solo se ha podido avanzar un acuerdo sobre el capital político del PRO en CABA bajo un posible candidato único pero el exministro kirchnerista Martin Lousteau desde el Radicalismo desafía ese poder generándose un final abierto de cara a la elección local.
Posteriormente y por presiones tanto externas como internas el Presidente de la Nación también desistió de avanzar hacia su re elección siendo sabidas sus pocas probabilidades de triunfo acopladas a las ambiciones del Ministro de Economía Inflacionario Sergio Massa que aun manifiesta querer dar pelea por una candidatura única del Frente de Todos.
Dos jóvenes políticos –quizás desde lugares sutilmente distintos– se anotaron a disputar una PASO que a la vista de los acontecimientos tiene todo el color de que se producirán desde una ascendencia cristinista como el Ministro del Interior Eduardo Wado De Pedro y desde una postura más critica la emergencia de Juan Grabois como un extremo izquierdista del Frente de Todos.
Casi un mes atrás el actual Embajador Argentino en Brasil Daniel Scioli manifestó públicamente de querer participar en las elecciones PASO también en función de su trayectoria de mas de 20 años que enmarca distintas responsabilidades institucionales considerando ese tiempo más que perentorio para tener la sociedad argentina un conocimiento real de su persona y compromiso siempre desde el mismo espacio enfrentando distintos desafíos de gestión bajo la particularidad de no haber sido Presidente por un insignificante margen electoral que al día de la fecha engrosa su capital político al haber mantenido aquellos mismos principios programáticos, denunciar previamente lo que finalmente sucedió en el país y más aun darle una renovación conceptual gracias a su paso diplomático.
Hoy se produjo la ultima definicion al desistir definitivamente la Vice Presidenta de participar electoralmente dejando abierto una incógnita sobre el destino de sus adherentes o si el mismo puede ser encapsulado solo por uno de los participantes de las próximas elecciones internas. La traslación del voto no es algo sencillo de determinar.
La imprevisibilidad de calibrar la performance de Javier Milei que capitaliza votos desde Juntos Por El Cambio, Frente de Todos y la Gestión Gubernamental donde su votante vuelca desde inconformidad hasta factores psíquicos hace de difícil proyección su desempeño es por ello que aquellos candidatos que quieran desafiarlo deberían pensar en la transmisión casi personal de tranquilidad, seguridad y certeza de sus propuestas ante un tejido –repito– sociopolíticamente quebrado sin vistas de una perspectiva de mejora.
En ese sentido el factor personal será mas fundamental que el político tratando de generar empatía y un nuevo contrato social.
Pero sin dudas la evolución día a día de las variables económicas será más relevantes del planteo de escenarios políticos siendo quizás dichos primeros factores los que puedan inclinar la balanza a cualquiera de los lados.
La Argentina cada 20 años –aproximadamente– sufre un quiebre en las finanzas de su Estado por diversos motivos es por ello que la resolución o el transito sobre esta crisis puede ser quizás el determinante de un éxito político futuro.
Ezequiel Beer. Geógrafo UBA y analista político.
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