Reacción y contra reacción pilares básicos del accionar político donde más de un año de gobierno de la formula Cambiemos genero efectos no esperados por ellos mismos a partir de una política perfectamente delineada al compás de los bríos del neoliberalismo. El retroceso en materia de ingresos y una dureza pocas veces vista en un […]
Reacción y contra reacción pilares básicos del accionar político donde más de un año de gobierno de la formula Cambiemos genero efectos no esperados por ellos mismos a partir de una política perfectamente delineada al compás de los bríos del neoliberalismo.
El retroceso en materia de ingresos y una dureza pocas veces vista en un periodo democrático por parte de un gobierno negador de la verdadera realidad y no la que dibuja un INDEC a medida o la encuesto logia tan adicta al Jefe de Gabinete se en columna en un proceso político cuya dimensión no se ha alcanzado aún.
Desde las marchas de comienzos de marzo hasta el cenit docente cuyo eje marcara al resto de los reclamos salariales del conjunto de los trabajadores la ciudadanía ha dicho nuevamente presente ante sus derechos vulnerados.
Quizás como un gesta altiva herencia histórica de un pueblo que no se resigna el proceso de re acción ha comenzado y la resolución de los conflictos generados por la acción distan de estar resueltos por estar en presencia no de errores o equivocaciones sino de una política certera.
Los movimientos sociales incluidos los sindicatos son el condimento predilecto de la contienda mientras que los partidos políticos como el justicialismo acompaña secundariamente el fenómeno de masas ante un esquema partidario transicional entre el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner y un cumulo de dirigentes que pugnan entre si todos bajo un esquema de idealizada unidad.
A pasos de una nueva elección legislativa se alzan voces reactivas por la disolución de las mismas ante el presagio de una resultado adverso pero que tiene el condimento bi céfalo de una doble oposición peronista una más acomodada a la visión oficial y otra más alejada que arrastra bríos y sombras de la gesta anterior.
Como captar a un significativo caudal electoral no solo propio sino ajeno para asi augurar un triunfo que posibilite posicionarse al 2019?
Dicen los entendidos que sin el peronismo no se puede pero solo con el peronismo no alcanza entonces debemos entender que los atributos de las décadas pasadas pueden no ser prevalecientes para los tiempos que corren.
En significación los actuales procesos políticos europeos distan de asimilar al populismo como una opción posible de gobierno y desde Holanda pasando por Francia y la próxima Alemania las opciones políticas de las clases medias se hallan ubicadas en el espectro centro y liberal.
La Argentina es un poco más complejo por el fuerte componente de población que aún se haya bajo el umbral de la pobreza y una clase media contradictoria de sus intereses y anhelos que intenta acomodar su situación en función de los gobiernos no importa el color del mismo.
Pero hay un importante ratio conquistable en ese sentido que puede confluir en un proyecto político que enhebre las distintas aristas sociales del país.
Necesitamos al enhebrador capaz de construir ese consenso necesario bajo un proyecto superador tanto al actual como a los del pasado dando lugar a una Economía Social de Mercado con eje en un mercado interno industrialista con capacidad y competitividad exportadora.
Pensar un esquema económico que diste de esta apreciación cambiaria con endeudamiento fiscal para generar recursos genuinos y de esta manera riqueza en el país para ser luego distribuida con los mecanismos de la estatalidad.
Todos juegan sus fichas y dormirse en los laureles es el peor antídoto ante este anticuerpo por lo tanto no se debe perder tiempo en diatribas personalistas o politiquerías baratas que lo único que alimentan es la anti política y el desengaño amigos de la reacción.
Avancemos ante un paso del cangrejo que no avanza ni retrocede.
Ezequiel Beer. Geógrafo UBA. Analista Político
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