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El Robin Hood de las informaciones

Fuentes: Il Fatto Quotidiano

Traducción Susana Merino

Assange nos proporciona informaciones crudas y desnudas, somos nosotros los que debemos interpretarlas. Con Wikileaks el usuario alcanza la madurez, que esperábamos desde que apareció internet.

Si el medio es el mensaje, cada medio produce contenidos propios no compartibles con otros medios. ¿Son mejores o peores con relación a los contenidos precedentes? Son diferentes y basta. Son nuevos. Cada vez que surge algo nuevo necesita pasar a través de una larga etapa de justificaciones y castigos. Es necesario conformar las propias razones a la luz de una lógica precedente. Tomemos un disco «blu-ray» e insertémoslo en un lector de DVD. No funcionará. Esto no significa que no tenga valor. Es otra cosa y necesita otro lector. Cada vez que aparece algo nuevo tiene que enfrentar los mismos argumentos: «…pero no es compatible con las normas actuales». No es el viejo o mejor dicho no se corresponde con los estándares consagrados y convalidados. Lo nuevo no es de derechas. Pero tampoco es aceptado por la oposición. «No es de izquierdas»

Wikileaks es lo nuevo que esperábamos en internet. Pero la prensa tradicional lo está separando. «No es periodismo» No aplica las reglas del periodismo. No controla las fuentes. No las revela. No es transparente. No justifica la financiación de que dispone. No concede paridad al adversario. Por ejemplo si las actuales revelaciones están relacionadas con el gobierno de los EEUU y sus aliados occidentales, Wilieaks debería publicar material similar de los países emergentes y hostiles como la China. ¿A quién le hace el juego? Falta absolutamente por lo tanto un filtro crítico ¿Qué es lo que significan los documentos divulgados? En realidad no manifiestan nada demasiado nuevo con relación a las investigaciones periodísticas precedentes. Con una diferencia fundamental. Los contenidos periodísticos eran intuiciones, producción del autor de la editorial.

Los documentos de Wikileaks son precisamente eso documentos. Hechos por lo tanto con brutal objetividad. Se ha dicho que son rumores, especulaciones, comentarios subjetivos. Como tales inexactos y nada esenciales. Pero el material puede ser de muy diferente naturaleza, Las filmaciones de la guerra en Irak eran documentos. El conjunto actual de despachos y comunicaciones entre embajadas está más cerca del chismerío pero pueden ser esenciales para comprender lo que piensan unos de otros los gobiernos y especialmente que piensa el gobierno de los EEUU del resto del mundo

En referencia a la realidad italiana no era importante que Berlusconi participara en festicholas o tuviese con Putin una relación que raya en el conflicto de intereses. Estas cosas ya se sabían y se leían en los diarios. Es importante entender que es lo que los EEUU piensa de nosotros, mientras la propaganda del gobierno avalaba el mito de la amistad entre Italia y los EEUU. Ningún comentario y ninguna propaganda puede sustituir a un comunicado de una agencia. El resto es ideología. El documento es la realidad actual, la prueba real, aun cuando no sea objetivo, aun cuando no diga la verdad. No se dice, en este caso como sucedieron las cosas. Se dice lo que realmente pensaban los EEUU de nosotros bajo el hipócrita barniz de la diplomacia. Y en este contexto es eso lo que cuenta. Otro problema es el que se relaciona con la credibilidad del autor.

Assange es un hacker, sin residencia fija, perseguido por la justicia internacional por acusaciones de estupro. ¿Hasta que punto es eso creíble? En realidad tampoco estas preocupaciones son esenciales. Assange no es el autor de los despachos. En el material divulgado no existe una sola línea suya. Podría ser un monstruo, un impostor, un agente secreto de las potencias emergentes. Eso no se puede desmentir. Si tuviéramos que esperar que aparezcan noticias de la China antes de publicar noticias sobre occidente, terminaríamos en silencio y en afasia. Se publica lo que hay. Si hoy hay hígado o si te saltas el almuerzo o si el hígado se cocina con cebollas.

Assange es lo nuevo en la información. Es un hacker no un periodista. Es el ícono de la información en internet, mientras se lo acusa de no respetar las normas del periodismo. La prensa ha producido el periodismo en el ámbito de la información. El periodismo controla sus fuentes, respeta la igualdad de condiciones, busca la transparencia de la noticia. Pero sobre todo es comentario, lectura y distorsión de los hechos y de los materiales. Considera que el lector es un menor de edad al que los hechos deben serle presentados con claridad, después de una rigurosa evaluación crítica. Asange es un ladrón de noticias. Transmite la noticia cruda y desnuda y nos deja la responsabilidad de leerla e interpretarla. Se trata de pares entre mayores. Podríamos decir que el usuario alcanza la madurez con Wikileaks: que tiene una relación directa con materiales secretos o simplemente reservados. Desde que nació internet estábamos esperando a Wikileaks

Internet nace con el mito de la contrainformación. Es una utopía vinculada al advenimiento de las nuevas tecnologías. Todos pueden contribuir con sus propios medios al registro de noticias. A menudo las razones de estado, las versiones oficilaes han sido desmentidas por un film captado con un celular o con una cámara amateur, como sucedió con el G8 de Génova.. Inversamente la red es vista por su público como una fuente inagotable de noticias: grandes y pequeñas, buenas y malas, verdaderas o falsas. Es el mito de la contrainformación: la información ya nunca más administrada desde los centros del poder y la opinión, los hechos están al alcance de la mano de todos. Wikileaks ya era una potencialidad cuando todavía no existía un sitio así Los sitios alternativos han sido durante estos años, desilusionantes, fuentes de chismes o de noticias pero fragmentadas, a reconstituir y reconstruir. Faltaba la onda del hurto, la abundancia de medios y de materiales que solo Wikileaks ha introducido. Tal vez faltaban los recursos materiales para contraponerse a las fuentes de información tradicionales, con importantes recursos en el plano económico. Terminado el período televisivo como servicio publico en Europa, la información sobre el modelo usamericano está siempre en manos de los grandes grupos editoriales que disponen de los medios económicos para administrarla. El resultado es la información parcial, política e ideológicamente orientada, pero dominada sobre todo por la idea de la ganancia y de los derechos de autor

Hoy en día ir al cine es enfrentar una pantalla que invita a la delación del vecino de butaca si infringe los derechos de autor registrando con sus propios medios fragmentos de audio o de video del film que se exhibe. Hoy en día la información está protegida por el derecho de autor y es un producto de autor. Hay un autor, un testigo que lee y comenta las noticias para nosotros, que nos transmite la visión correcta o rectificada, que considera que su público es incapaz de leer y de orientarse por sí mismo.

Esto es el periodismo tal cual lo concebimos. Pero internet es otra cosa, una lista, un repositorio de noticias a las que se puede acceder de manera directa y sin filtros. El sitio Wikileaks es el fruto de un robo, de compartir un botín mediático. El hacker es el Robin Hood de nuestra época. Roba información para convertirla en patrimonio común. En cuanto al financiamiento, la zona oscura de Wikileaks pareciera ser que Assange está financiado por una fundación alemana creada por un famoso hacker ya fallecido. Un hacker financiado por otro hacker para combatir a los enemigos de internet: el derecho de autor, los secretos de Estado, la asimetría en el control de las noticias.

http://www.ilfattoquotidiano.it/2010/12/10/se-il-medium-e-il-messaggio-ogni-medium/81144/

Il Fatto Quotidiano del 10 diciembre 2010