El Senado argentino aprobó ayer por amplia mayoría la expropiación del 51 por ciento de las acciones de la petrolera YPF, dispuesta por un proyecto de ley enviado este lunes para su examen por la presidenta Cristina Fernández. La iniciativa del Ejecutivo, que declara de interés público el autoabastecimiento de hidrocarburos, recibió media sanción de […]
El Senado argentino aprobó ayer por amplia mayoría la expropiación del 51 por ciento de las acciones de la petrolera YPF, dispuesta por un proyecto de ley enviado este lunes para su examen por la presidenta Cristina Fernández.
La iniciativa del Ejecutivo, que declara de interés público el autoabastecimiento de hidrocarburos, recibió media sanción de la Cámara Alta con el respaldo de 63 legisladores, tres votos en contra y cuatro abstenciones, en una sesión que comenzó a las 10:30 de la mañana del miércoles y se prolongó hasta la madrugada del jueves.
Además del gobernante Frente para la Victoria (FpV), votaron en general a favor del texto los senadores de Nuevo Encuentro, la Unión Cívica Radical (UCR) y el Frente Amplio Progresista (FAP), mientras en contra lo hicieron tres representantes del llamado peronismo disidente.
Más de medio centenar de oradores expresaron sus posiciones en el plenario, en una jornada especial que se prolongó por más de 15 horas ininterrumpidas, e iniciada con la presentación de la iniciativa, a cargo del senador informante Marcelo Fuentes, del FpV.
El proyecto no conforma un acto caprichoso ni aislado, sino es «fundamentalmente un corolario lógico, derivado consecuente y necesidad imperiosa de concretar en materia energética la reversión fundamental de paradigmas que caracterizaron los tiempos con preeminencia neoliberal», sostuvo Fuentes.
La intervención del legislador oficialista puso en marcha una prolongada sucesión de discursos, en su gran mayoría favorables a la propuesta del Ejecutivo y en su casi totalidad reconociendo que se trataba de una sesión histórica.
Hubo también coincidencia de muchos senadores al señalar que la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF en manos de Repsol marca sólo el inicio del camino hacia la recuperación de la soberanía energética, que debe necesariamente definir la postura a seguir frente al resto de las petroleras.
YPF, puntualizó más de un orador, regula apenas un 30 por ciento del mercado de hidrocarburos del país, lo cual evidencia la necesidad de «revisar todas las concesiones energéticas hechas en los últimos años», apreció el radical Mario Cimadevilla.
Aquí -subrayó- habría que ir por todo, incluyendo las concesiones hechas en las ramas hidroeléctricas y de energía eólica, opinó.
La distribución del 49 por ciento de las acciones que serán expropiadas a Repsol; la necesidad de promover una nueva Ley de Hidrocarburos y de establecer un nuevo marco regulatorio para la actividad energética, fueron otros de los aspectos más reiterados en el debate. Ya con la media sanción del Senado, el proyecto impulsado por la mandataria argentina fue enviado esta misma madrugada a la Cámara de Diputados para que comience a ser tratado hoy por un plenario de las comisiones de Energía, Presupuesto y Asuntos Constitucionales.