-M.H.: Estamos en la estación terminal de lanchas de Tigre, nos encontramos con una protesta de usuarios que creo no es la primera. -C.: Mi nombre es Cecilia, vivo en la isla. Efectivamente no es la primera, hicimos un corte de río hace aproximadamente 3 semanas, gracias a esa presión el aumento a las tarifas […]
-M.H.: Estamos en la estación terminal de lanchas de Tigre, nos encontramos con una protesta de usuarios que creo no es la primera.
-C.: Mi nombre es Cecilia, vivo en la isla. Efectivamente no es la primera, hicimos un corte de río hace aproximadamente 3 semanas, gracias a esa presión el aumento a las tarifas que originalmente había sido en un 100% se redujo a un 40% para los residentes. Esto no sucedió en la tarifa turística que se mantiene con un 100% de aumento. Hay que pensar en que los turistas, si bien tienen diferentes tipos de poder adquisitivo, también son los familiares de la gente que vive en la isla y pagan precios abusivos. De todos modos, pensamos que el 40% sigue siendo un tarifazo, no un aumento. Las condiciones en las que está la economía para el trabajador isleño hace que sea muy difícil afrontar ese aumento.
Por otro lado, no reivindicamos solo el cambio en la tarifa, sino que se mejoren las lanchas, hay muchas lanchas con dificultades técnicas, poco mantenimiento, condiciones de contrato indignas de sus empleados, hay marineros que tienen 12, 13, 14 años de antigüedad, que trabajan en negro, que no tienen ningún tipo de condición de trabajo saludable ni de derechos laborales. Además, hay circuitos que no se están respetando, cerraron un circuito que era importante para que lleguen familias a un lugar más lejano. La última lancha que tenemos es a las 21:00, con lo cual la gente que estudia y trabaja de noche no puede llegar a su casa si no llega a ese horario. Son reivindicaciones que tenemos hace fácil 10 años y hay muy poca respuesta, casi nula de parte del Ministerio de Transporte.
Pensamos que el transporte tiene que ser un derecho, un servicio que garantice las condiciones de vida y de trabajo de la gente que vive acá y no un negocio.
-M.H.: Sobre todo cuando es un monopolio.
-C.: Exacto. Eso es algo que exigimos revisar también. Por todas esas cuestiones es que estamos haciendo un corte de boleterías. Vamos a seguir con un festival, esperamos que se tome desde los medios y la sociedad en general nos apoye. Muchos dicen que deberíamos cortar Edenor y Metrogas, y sí, es cierto que es parte de un ajuste general a los trabajadores a través de los tarifazos. A nosotros nos toca más directamente este tarifazo pero sabemos que no es el único y que hay otros que también están afectando a la vida en las islas, pero es un problema general y estamos en contra de naturalizar que aumenten de esta forma las tarifas.
-M.H.: En la isla una de las cosas que he observado son los cortes de luz reiterados.
-C.: Sí. No hay inversión. Ha crecido la población y el consumo y no hay inversión en las redes de distribución, entonces se corta permanentemente la luz. Nosotros somos dependientes de la energía porque sin la luz no tenemos agua.
-M.H.: Y otro tema es el precio de las garrafas de gas.
-C.: El precio de las garrafas es desastroso.
-M.H.: Siendo habitué de las islas, observo que el precio del transporte en la isla ha afectado al turismo, hay menos movimiento en los recreos, en las cabañas. Hay que pensar que nada más en la primera sección, viene un matrimonio con dos chicos y solo de viaje hasta el Museo Sarmiento, a 25 minutos de acá, tiene que invertir 560 pesos en ir y venir.
-C.: Y ni hablar si se quiere ir un poco más lejos, a otros lugares. Este precio del que estamos hablando es recorriendo 3 kilómetros, un poco más de distancia pasa a ser el doble. Eso por un lado el turismo, por otro, alguien que vive en la isla y cumple años y quiere invitar a su familia tiene que invertir 2.000 pesos solo para el pasaje para que lleguen a visitarte.
-M.H.: ¿Tienen fecha para el festival?
-C.: No. Hoy tenemos una asamblea para organizarlo.
-M.H.: ¿Alguna otra medida además?
-C.: Estamos haciendo un petitorio para presentar al Ministerio de Transporte. Hemos hecho ya un petitorio de los isleños pero queremos que firmen también los no residentes para poder llevar adelante la lucha por la baja de la tarifa para el no residente, porque consideramos que es un abuso.
-M.H.: ¿Querés agregar algo más?
-C.: No. Gracias por tomar el tema.
Ocupas con glamour
-M.H.: Al contrario, siempre nos ha preocupado el tema de los humedales y tratamos de difundir este tipo de reclamos.
-C.: En relación a eso, tenemos muy buenas noticias de parte de la jueza Arroyo Salgado que frenó los emprendimientos inmobiliarios. Pero hay que estar muy atentos, porque estos mega emprendimientos destruyen el humedal que tiene una función ecológica muy importante que es purificar el aire y el agua, es como una esponja que absorbe todos los contaminantes del agua que ya sabemos por qué está contaminada.
Por otro lado, cumplen la función de absorber los grandes caudales de las inundaciones, de drenarlas para que se desagoten fácilmente hacia el Río de la Plata. Los barrios cerrados al rellenar el terreno, funcionan como un tapón, entonces por eso un montón de otros barrios y zonas bajas permanecen inundados mucho tiempo.
Esto se relaciona con el tema del transporte, porque si el isleño no puede seguir viviendo en las islas, no puede trabajar, no puede moverse, le suben las tarifas, dejar las islas implica que avancen otro tipo de intereses que no van a proteger el ambiente y desde ese punto de vista hay que considerar al isleño como alguien que está viviendo su vida y a la vez protegiendo el humedal.
Cada uno tiene su estilo de vida, pero es muy creciente la conciencia del isleño de la conservación del humedal. Inclusive la gente que pensaba que tal o cual emprendimiento inmobiliario le iba a dar trabajo, hoy los cuestionan porque conoce las consecuencias.
-M.H.: He visto los barrios cercanos a los mega emprendimientos inmobiliarios inundados.
-C.: Por ejemplo, el barrio Las Tunas que está al lado de Nordelta, cuando llueve un poco ya tienen un metro de agua y no drena. Es cierto que hay condiciones climáticas extraordinarias pero eso sería menos grave si el agua drenara y no existieran los paredones que frenan el paso del agua.
Además, las infraestructuras que hace el municipio y que abastecen a esos barrios cerrados, no las distribuyen por los otros barrios, por ejemplo, todos esos barrios que son de «ocupas con glamour» porque son tierras «ganadas» al humedal, que luego escrituran pero en condiciones de negocio inmobiliario muy turbio e ilegítimo, acceden al agua corriente y los barrios de al lado no. Hay una distribución desigual de los derechos muy clara en el Partido de Tigre que nos hace ver cómo todo está integrado a favorecer los grandes negocios y no a vivir en condiciones de igualdad.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.