Mario Hernandez (MH): Estamos con Eduardo Murúa referente de IMPA recuperada en 1998. Una de las pioneras y también en desarrollar un Centro cultural. Eduardo Murúa (EM): En abrir el espacio al conjunto de nuestro pueblo. No solo hicimos una empresa productiva sino también un centro cultural y después el bachillerato. MH: Hoy con 250 […]
Mario Hernandez (MH): Estamos con Eduardo Murúa referente de IMPA recuperada en 1998. Una de las pioneras y también en desarrollar un Centro cultural.
Eduardo Murúa (EM): En abrir el espacio al conjunto de nuestro pueblo. No solo hicimos una empresa productiva sino también un centro cultural y después el bachillerato.
MH: Hoy con 250 alumnos y el año pasado comenzaron las actividades de la Universidad de los Trabajadores.
EM: El año pasado hicimos varios seminarios y en abril comienzan los profesorados de Historia, Matemáticas y Lengua. El 16 de enero tenemos una reunión para definir una nueva carrera que es atípica pero tiene que ver con las nuevas formas de economía popular y social, en la preparación de compañeros para la gestión de estas nuevas empresas sociales. Arrancamos en abril/mayo. Los profesores ya están.
MH: La Universidad funciona en Rawson 106. Este año tuvieron una actividad intensa. Recuerdo haber ido a una jornada de Medicina Comunitaria que se organizó por primera vez en nuestro país con participación de compañeros latinoamericanos a través del Centro Cultural «La Puerta» que coordina Héctor Fenoglio. Cerraron el año con un ciclo de cine. Funcionó la Cátedra «Che» Guevara de Néstor Kohan. Participaron Osvaldo Bayer, Atilio Borón.
EM: También varios dirigentes sindicales como Piumato de judiciales y Ferraresi de empleados de farmacia.
MH: Siempre recuerdo la inauguración a mediados de 2010 que me impactó por la amplitud ideológica. La apertura se hizo cantando el Himno Nacional, la Marcha Peronista y La Internacional. Parece que estas iniciativas no son del agrado de Mauricio Macri. Hoy tenía cara de pocos amigos en la ceremonia de transferencia del subte. Ya está anunciando un ajuste de tarifa importante.
EM: Eso lo negoció con el gobierno nacional.
MH: Le pasaron el subte para que el tarifazo lo haga él y pague el costo político.
EM: Lo aclaro para no echarle todas las culpas. A mí me preocupa todo esto porque Macri no tiene la mayoría legislativa y ahora vetó varias leyes, entre ellas la que beneficiaba a las empresas expropiadas, la de los «trapitos», la que protegía el patrimonio edilicio, etc.
MH: En este último caso intervino una jueza y lo obligó a dar marcha atrás con las demoliciones de las viviendas construidas antes de 1941.
EM: Es antipolítico lo que voy a decir pero todos los legisladores «progresistas» le votaron el presupuesto, con el aumento del ABL y 20 días antes se repartieron todos los puestos ejecutivos de la administración pública de la Ciudad. Por lo menos, ya que iban a negociar con el macrismo, hubieran incluido estas leyes que favorecen a los pobres y Macri se dio el lujo de vetar.
Tenemos una Ley de expropiación en el Congreso desde 2002 y nunca la trataron
MH: Nos estamos refiriendo puntualmente a la Ley 4008 que el 17 de noviembre pasado había prorrogado por 6 años la vigencia de normas que dejaban en manos del Ejecutivo de la Ciudad la expropiación definitiva de las plantas donde funcionan emprendimientos de gestión obrera. Hablamos de 29 empresas recuperadas y más de 2000 empleos directos. Cuando mencionamos a IMPA hablamos de 1998 y la mayoría de estas empresas fueron recuperadas en 2001-2. ¿Por qué se ha tardado tanto en expropiarlas definitivamente?
EM: Porque no hay voluntad política de ningún sector del Estado. El Estado capitalista por su propia lógica, a pesar del discurso a favor del trabajo de casi todo el abanico político, ninguno ha resuelto esta situación.
Nosotros tenemos una Ley en el Congreso Nacional desde 2002 impulsada por el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER) y presentada por el diputado (MC) Francisco Gutiérrez, actual intendente de Quilmes, para que se sancione una ley especial de expropiación de unidades productivas y nunca la trataron en ninguna comisión a pesar que tenía el aval de 51 legisladores.
Lo mismo pasa en la Legislatura porteña a pesar de haber sacado las expropiaciones. Te hablo tanto de Ibarra como de Macri, nunca el Estado porteño terminó con el tema de las expropiaciones pagando las indemnizaciones como debía hacerlo.
Estamos en veremos, aunque para tranquilizar a los trabajadores este veto no anula la Ley de expropiación que sigue vigente. Entonces, la pelea es legal y este veto no nos afecta tanto como algunos quisieron hacer aparecer.
La ley de 2002 tratamos de reflotarla. Personalmente estuve reunido con el entonces presidente, Néstor Kirchner, y él nos dijo que si Aníbal Fernández, su jefe de gabinete, estaba de acuerdo podíamos avanzar con la ley. Desde ese momento, 12 de diciembre de 2004, nunca hubo ninguna posibilidad de sentarse a discutirla con el Estado nacional.
Los legisladores dan su apoyo pero cuando llega el momento de hacerla avanzar no hacen nada. Hace poco volvió a insistir con el tema el diputado Ariel Basteiro apoyado por todo el abanico legislativo y tampoco avanzó.
MH: ¿En qué estado está la amenaza judicial que sufriera IMPA el año pasado?
EM: Hicimos el esfuerzo de hacer la apelación a la Corte Suprema de Justicia y estamos esperando su definición. Apelamos nosotros, el gobierno de la CABA y la fiscalía, por eso tenemos expectativas que este fallo va a salir favorable para IMPA pero podría ser extensivo para todas las empresas recuperadas de la CABA.
MH: Sería una especie de caso testigo.
EM: Exactamente.
MH: Se cumplieron 10 años del 19/20 de diciembre de 2001. El movimiento de empresas recuperadas toma un gran empuje a partir de ese momento aunque había antecedentes.
EM: Toma una visibilidad muy importante. Durante 2001 se rompe la cadena de pagos y muchas empresas quebraron. En ese momento recuperamos 80 empresas.
MH: ¿Cuántas empresas recuperadas existen actualmente?
EM: 330 empresas. Entre 1998-2003 había 170 empresas recuperadas, luego se empieza a estancar.
MH: O sea que el proceso ha continuado hasta la actualidad.
EM: Sí, a pesar del crecimiento económico del país se recuperan más de 150 empresas más porque aunque el PBI creció, siguieron cayendo fábricas y algunas fueron recuperadas por sus trabajadores.
MH: ¿De cuántos trabajadores estamos hablando?
EM: De 15/16000 trabajadores. Lo más importante es que si bien en algún momento necesitaron de un movimiento que los ayudara, hoy no es necesario. Este nuevo método de lucha está instalado en el movimiento obrero argentino y cada vez que cierra una fábrica los trabajadores están preparados para quedarse con la empresa. Quizá fue lo mejor que hicimos.
MH: Crear esa conciencia.
El 2001 permitió visualizar el movimiento de recuperación de empresas
EM: Y el 2001 nos ayudó porque permitió visualizar estos conflictos al conjunto de nuestro pueblo. Hoy ya saben cómo recuperar una empresa.
MH: Y también marcaron un camino a nivel latinoamericano. Recuerdo alguna participación tuya en «Aló presidente» junto al comandante Chávez. El movimiento de empresas recuperadas en Argentina ha colaborado con otros países de la región.
EM: A partir del 2002 con el intento de golpe contra Chávez y el posterior lockout patronal, trabajamos con Venezuela para recuperar algunas empresas. Primero fue una empresa grande de papel que todavía está funcionando como empresa recuperada. Después la relación con el presidente Chávez hizo que pudiéramos entrelazar empresas recuperadas de Uruguay, Brasil, Venezuela y Argentina en un encuentro en 2005. Todavía estamos trabajando compartiendo aliento e información. Hicimos llegar una ayuda grande de Venezuela a Brasil y al estado uruguayo para las empresas recuperadas. En Argentina todavía no fue posible.
MH: He tenido acceso a un material publicado en Cuba por la hija de Marta Harnecker con respecto a los cambios anunciados en la economía cubana donde el tema cooperativo tiene un peso específico y se debate. Aclaremos que la mayoría de las empresas recuperadas han adoptado esa forma.
EM: Todos trabajamos en autogestión y adoptamos la formalidad de la cooperativa porque la ley de cooperativas en Argentina permite la democracia interna, que los trabajadores decidan. Tenemos diferencias en cuanto al reparto de la renta. Nosotros planteamos la distribución igualitaria y la ley no lo hace así, pero creemos que es la mejor forma que se adapta a la recuperación de empresas.
Nosotros no participamos nunca dentro del movimiento cooperativo porque siempre quisimos y estuvimos dentro de la lucha del movimiento obrero. Dentro del marco de las cooperativas hay de todo, algunas se adaptan totalmente al sistema. Son de productores y tenemos diferencias. De cualquier manera es un sistema superior al capitalista aunque algunas se adaptan totalmente a éste.
Los cambios en Cuba me preocupan pero son parte de otro debate.
Siempre fuimos muy críticos de la autogestión porque no creemos que sea la salvación. Creemos que los medios de producción más importantes deben estar en manos del Estado y planificados por nuestro pueblo. No creemos en las cooperativas como salida para un nuevo modelo. Tenemos que tener conciencia que los medios de producción más importantes tienen que estar controlados por nuestro pueblo. En el caso de estas 330 empresas pequeñas la autogestión puede servir de alguna forma como una semillita para ver lo nuevo, para instalar conciencia en el pueblo que no hacen falta patrones para producir, que es mentira que hacen falta inversiones extranjeras para generar empleo y que el trabajo es más importante que el capital que sólo es trabajo acumulado. Me parece que cuando los pueblos aprendamos eso tendremos una salida.
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