«En estas 48 horas la fiscalía debe detener a los policías que dejaron que mataran a Mariano (Ferreyra) y también a toda la patota sindical de la Unión Ferroviaria. Los tienen que detener e investigar si no ni siquiera vamos a tener un autor material en este asesinato, donde hay muchos que van a querer […]
«En estas 48 horas la fiscalía debe detener a los policías que dejaron que mataran a Mariano (Ferreyra) y también a toda la patota sindical de la Unión Ferroviaria. Los tienen que detener e investigar si no ni siquiera vamos a tener un autor material en este asesinato, donde hay muchos que van a querer borrar todas las pruebas» exigió Sandra Rodríguez ayer frente a más de cuatro mil trabajadores que marcharon en la capital neuquina repudiando la muerte del joven estudiante militante del Partido Obrero. Una larga columna de más de siete cuadras de largo marchó por las calles céntricas de esta ciudad exigiendo nuevamente por justicia en la misma provincia donde exactamente hace tres años y medio asesinaron al compañero de vida de Sandra, el maestro Carlos Alberto Fuentealba.
Trabajadores ceramistas de la fábrica expropiada Zanon, estudiantes de la Universidad Nacional del Comahue y decenas de maestros de Neuquén capital, Plottier, Centenario y la rionegrina Cipolletti dieron una contundente respuesta al llamado a paro general convocado por la CTA Regional Neuquén. La marcha tuvo como punto de encuentro el Monumento a San Martín, llegando luego hasta las mismas puertas de la Casa de Gobierno provincial, donde se desarrolló un acto en repudio a la muerte del joven Ferreyra en Buenos Aires.
Luego de ese mismo acto que fue multitudinario, la misma Sandra Rodríguez de Fuentealba dijo a Rebelión que «quiero enviarle desde aquí toda mi solidaridad y apoyo a la compañera docente, la mamá de Mariano (Ferreyra), brindándole todo mi apoyo para sostener este momento tan difícil. A ella y también a Elsa Rodríguez, por quien hacemos fuerza desde Neuquén». «En este caso, como en el de mi compañero Carlos, hay que dilucidar bien claramente quienes fueron el o los autores materiales de este asesinato y por supuesto aclarar y conocer todas las responsabilidades políticas. De los que estuvieron presentes y los que están más arriba también» siguió diciendo Sandra R., agregando que «en el caso Fuentealba seguimos peleando a más de tres años y medio porque aún las responsabilidades políticas están impunes y eso también tiene que servir como ejemplo para este asesinato de Mariano Ferreyra». «Nosotros siempre lo dijimos: si la impunidad de ayer en Arroyito continúa, lo que pasó en Avellaneda y Barracas iba a volver a suceder. Si los responsables políticos de estos hechos estuvieran presos y condenados en un justo tiempo, no ocurrirían estas cosas tan lamentables para todos los trabajadores… El límite, lo dijimos muchas veces, es la vida. La vida de un maestro, de un estudiante, de un trabajador. Y en esa vereda siempre van a contar conmigo los que están dispuestos a luchar» culminó la trabajadora docente neuquina.
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