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Encuentros Nacionales de Mujeres en Argentina: 33 años de lucha

Fuentes: Nueva Sociedad

El Encuentro Plurinacional de Mujeres es un hecho político único con una contundencia de tales dimensiones que ya no se puede ocultar ni dejar de ver. Un evento que se fortalece ante el avance neoliberal en la región que impone un modelo económico de exclusión que recae con más violencia sobre los cuerpos de las […]

El Encuentro Plurinacional de Mujeres es un hecho político único con una contundencia de tales dimensiones que ya no se puede ocultar ni dejar de ver. Un evento que se fortalece ante el avance neoliberal en la región que impone un modelo económico de exclusión que recae con más violencia sobre los cuerpos de las mujeres, lesbianas, travestis y trans.

La reflexión se escucha como mantra cada vez que concluye un nuevo Encuentro Nacional de Mujeres. Advierte que «algo cambia en cada una que participa». En 33 años de historia, el movimiento de mujeres de Argentina forjó los Encuentros Nacionales como un espacio propio. Un tiempo para debatir, articular, compartir desde las propias experiencias, desde la propia voz. Un lugar donde demandar derechos, combatir las desigualdades estructurales y desarrollar políticas de inclusión.

Las mujeres se juntan desde 1986. No hay otra experiencia similar en el mundo. Ni tan amplia, ni tan autogestionada, ni tan autoconvocada. No hay una organización que los sostenga, organice o financie. Todo es producto de la organización colectiva que cada año se renueva según la ciudad en que se desarrolle. Si bien la experiencia se transmite, no es un mismo grupo el que asume el desafío de organizar un evento tan masivo.

Durante tres días de un fin de semana largo, miles de mujeres dejan sus tareas habituales para discutirlo todo. Dedican mucho tiempo a la reflexión colectiva porque buscan llegar a síntesis que expresen opiniones consensuadas. Para ello se reúnen en talleres están agrupados por temáticas que funcionan como ejes de debate. Este año llegaron a ser 73 los tópicos que se pusieron a discusión, 50 más que en los primeros años del Encuentro. Cada participante elige en cuál intervenir. No se trata de clases magistrales ni de conferencias de expertas. Más bien, funcionan como grupos de reflexión, como una ronda de opiniones donde cada cual aporta desde sus perspectivas propias. Como se trabaja de manera simultánea y para poder compartir lo debatido en cada taller, se elaboran conclusiones que son una síntesis de todo lo dicho. Son documentos que pueden traducirse en acciones de incidencia política o se utilizan como insumos de discusión y formación para los distintos ámbitos en que las mujeres participan cotidianamente.

Esas conclusiones son la memoria del movimiento, porque se realizan desde el primero que se organizó en la Ciudad de Buenos Aires a mediados de la década de 1980. Se trata de una práctica que se mantiene de manera ininterrumpida. En esos textos se van narrando los tiempos políticos y los desafíos que la sociedad enfrenta en cada época. Se deja registro de las consignas que circulan y de las demandas de justicia. Allí quedan plasmados los nombres de muchas de las víctimas de la violencia. En definitiva, las memorias dan cuenta de las reflexiones y resistencias populares en los distintos momentos y frente a los gobiernos que buscan, muchas veces, imponer planes de ajuste y hambre. Expresan los gritos contra la impunidad y la violencia. Se trata de un texto en el que siempre aflora la coyuntura política nacional e internacional.

Este gran movimiento fue creciendo año tras año, encuentro tras encuentro. Si en sus comienzos se contaba con una presencia de entre 1000 y 5000 participantes, el Encuentro ya ha llegado a las 70000 asistentes. Un crecimiento exponencial que en poco más de tres décadas ya recorrió 16 de las 24 provincias argentinas. Todo este camino transitado se ve expresado en la ampliación de la participación de las mujeres en los espacios de toma de decisión (la aprobación de la paridad de género en las listas legislativas como medida de acceso igualitario a la representación política en el Parlamento acaecida en 2017), en la visibilización de las lesbianas, travestis y trans como colectivo diferenciado de las mujeres heterosexuales y cisgenero, en la popularización de la demanda por los derechos sexuales y la legalización del aborto, en la masificación de los alcances de la agenda feminista (desarrollada, sobre todo, a partir de la primera concentración masiva contra la violencia de género bajo la consigna #NiUnaMenos), entre otros muchos temas.

Ahora, es Plurinacional

En la ciudad de Trelewhttp://nuso.org/articulo/encuentros-nacionales-de-mujeres-33-anos-de-lucha/