Estados Unidos aprovechó supuestas desavenencias dentro de la diplomacia española para obstaculizar las relaciones del país ibérico con Cuba, según notas confidenciales de la embajada de Washington en Madrid reveladas por Wikileaks. Evitar el deshielo de los vínculos entre España y la nación caribeña durante los años 2006 y 2007 era el «interés prioritario» de […]
Estados Unidos aprovechó supuestas desavenencias dentro de la diplomacia española para obstaculizar las relaciones del país ibérico con Cuba, según notas confidenciales de la embajada de Washington en Madrid reveladas por Wikileaks.
Evitar el deshielo de los vínculos entre España y la nación caribeña durante los años 2006 y 2007 era el «interés prioritario» de Eduardo Aguirre, por esa época jefe de la legación norteamericana aquí, señala hoy el diario El País en base a documentos filtrados por el citado sitio de Internet.
Tanto Aguirre como sus subordinados se centraron en ese objetivo en cuanto tuvieron los primeros indicios de que el entonces canciller Miguel Ángel Moratinos preparaba un viaje a La Habana, primero de un ministro español de Exteriores en nueve años, subraya el matutino.
En febrero de 2007, la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez (actual ministra de Asuntos Exteriores), reconoció al número dos de la embajada estadounidense en Madrid, Hugo Llorens, que el viaje de Moratinos a Cuba estaba en consideración, aunque sin fecha, indica el periódico capitalino.
Llorens argumentó que la visita del canciller al país caribeño iba a ser inútil y podía interpretarse en Washington como la ruptura de la sintonía con España respecto a Cuba, por lo que urgió a la secretaria de Estado a «consultarlo estrechamente» con la embajada.
Precisamente, diversos cables secretos emitidos por Aguirre a sus superiores en el Departamento de Estado daban cuenta de una «rivalidad» entre Moratinos y Jiménez, que comenzó a manifestarse tras la inserción de esta última en el aparato diplomático, en 2006.
Llorens, además, reiteró a Rafael Dezcallar, director general de Política Exterior, el «mensaje equivocado» que podría enviar la aparición del titular de Exteriores en Cuba , siempre según los documentos destapados por Wikileaks y publicados por El País.
En una nota del 23 de marzo de 2007, los norteamericanos se quejaron por no ser informados sobre una visita a Madrid de un funcionario cubano, malestar que expusieron al director general para Iberoamérica, Javier Sandomingo.
Ese diplomático se mostró «completamente de acuerdo» en la necesidad de una buena comunicación con Estados Unidos y destacó el «énfasis» con que Jiménez había dicho a Moratinos que se debía informar a los aliados (léase a Washington) antes que a la prensa, sostiene el cotidiano.
Sandomingo, cuyos comentarios se presentan como de fuente «estrictamente protegida», les comunicó lo que los estadounidenses perseguían con ahínco: la confirmación del desplazamiento de Moratinos a Cuba, y precisó que se los contaba por encargo de Jiménez.
Un comentario final a este telegrama, firmado por el embajador Aguirre, dejaba claro que había fracasado en el intento de impedir el viaje, y lo calificaba de gesto electoral «a la izquierda» y también en función de la «rivalidad» entre el jefe de la diplomacia española y su secretaria de Estado.
En el propio texto, el jefe de la legación de la potencia norteña presentaba a Jiménez, Sandomingo y Dezcallar como «más escépticos» respecto a la dirigencia cubana, concluye el diario madrileño.
(Con información de Prensa Latina)
Cable del 9 de mayo de 2008, en la que participan «expertos en América Latina», uno de ellos Juan Luis Cebríán, del Grupo Prisa, que se ha convertido en agenciero de la llamada «disidencia cubana». Shannon da la orden de no dividir la posición común europe