El corte en el Alto Carrizal, en los Nevados del Famatina, Provincia de la Rioja y el levantamiento de los molinetes en el subterráneo porteño, junto a la firma de un petitorio que ya lleva más de 120.000 firmas, son el resultado de las acciones de un poder político; plutocracia, diría el colega Andrés Sarlengo, […]
El corte en el Alto Carrizal, en los Nevados del Famatina, Provincia de la Rioja y el levantamiento de los molinetes en el subterráneo porteño, junto a la firma de un petitorio que ya lleva más de 120.000 firmas, son el resultado de las acciones de un poder político; plutocracia, diría el colega Andrés Sarlengo, que pretende avasallar los derechos del pueblo.
Lleva 14 días, el pueblo riojano y una semana, parte del porteño una resistencia que fue tomada como fundante para exigir que se los respete. El comienzo de las operaciones de exploración de la empresa canadiense Osisko Mining Corporation y el incremento del pasaje detonaron una respuesta popular pese a los anuncios de represión, por un lado y por otro, al insinuar nuevos aumentos tarifarios y sostener que «constituyen una quita de subsidios», eufemismo para ocultar el mecanismo para evitar el debate en una Audiencia Pública como ordena la Ley Nº 6 de la Ciudad, junto a la represión a las y los manteros en la calle Florida, y el veto sistemático de aquellas normas sancionadas por la Legislatura con un alto contenido social.
Sin dudas, no hay licencia social pese a los votos obtenidos en las recientes elecciones. Ni en La Rioja, ni en la Reina del Plata. El Gobernador Beder Herrera, quien tiene que trasladarse en un automóvil con vidrios polarizados ante los reclamos populares, insiste en despejar el camino a cualquier precio, manifestando así su desprecio por el derecho al medioambiente sano que establece el Art. 41 de la Constitución Nacional y esbozando su intención de etiquetar como terroristas a quienes están cerrando el camino a la minera, tras la citación a declaración indagatoria que se efectuara a 10 vecinos famatinenses. Por otro lado, el Jefe de Gobierno porteño, junto a su Ministro de Hacienda, con una interpretación antojadiza de una Audiencia Pública celebrada en 1998, pretende transferir el costo de su «esfuercito», como lo definió la Presidenta de la Nación, a los usuarios en lugar de analizar la estructura de costos y llevar su propuesta a la instancia prevista en la normativa vigente. Al mismo tiempo, su Policía Metropolitana, más las consabidas patotas integradas por barrabravas de Boca Juniors y Nueva Chicago, reprimen a quienes pretenden llevar su sustento a sus casas y veta leyes tales como la adhesión a la Ley Nacional Nº 22.431, recordando el pasaje gratuito para las personas con discapacidad; el semáforo para ciegos y la jubilación para los músicos.
Conflictos relevantes para este verano. Dejamos el 2011 con una ley antiterrorista y hoy advertimos el sustancial incremento de la protesta social. Poco a poco, van surgiendo nuevos focos. Esquel, en Chubut, en su lucha contra la minería a cielo abierto; Formosa, en la Comunidad La Primavera, donde el Pueblo Qom sigue luchando por la tierra y el agua que le corresponde, al igual que el cese de las agresiones hacia su líder Félix Díaz y su familia; Santiago del Estero, en donde aún está fresco el asesinato del militante Cristian Ferreyra y con una feroz lucha contra el desmonte por parte del MOCASE – VC; el asesinato del joven Garrido en El Bolsón, en la Provincia de Río Negro, a manos de fuerzas policiales y los asesinatos de los militantes del Movimiento 26 de Junio, integrantes del Frente Popular Darío Santillán, en el Barrio Moreno de la ciudad de Rosario, y de Noemí Condori, militante del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) van conformando un panorama complejo que no tiene respuestas del poder político. Al menos, no las tiene con respecto a los reclamos pero tiene preparada una ley destinada a criminalizar a todas y a todos aquellos que osen protestar.
Pero el protestódromo seguirá. Y ello esmerilará la soberbia de la clase política que piensa continuar sentada sobre los votos. Pero el pueblo lo tiene claro: resistir es la consigna.
La represión viene marchando. Un gobierno provincial kirchnerista que se apresta a regar de sangre a los Nevados de Famatina, para continuar sus buenos negocios. El mismo Manual de Procedimientos Administrativos, prescripto por la minera canadiense, establece que podrán realizarse «pagos sin comprobante» cuando se trate de cuestiones relacionadas al poder político provincial. Dicha información estaba en la carpeta que olvidaron los funcionarios mineros, donde también se encontraba la «lista negra» de los habitantes de la localidad riojana, tras huir de la furia popular. El gobierno neoliberal porteño continuará con su política de cercenamiento de derechos, en el marco neoliberal iniciado durante la dictadura cívico -militar- eclesiástico de 1976 y continuado por el menemismo durante el retorno a la democracia.
Ocurre que el capitalismo mata. Por hambre o por represión. Necesita los mecanismos de la democracia burguesa para la dominación, para perpetuar los privilegios de esos pocos que siguen soñando con el regreso del fascismo del ‘ 76 y que llenan de comentarios hirientes y discriminatorios contra las grandes mayorías populares en Clarín y La Nación. No existe «capitalismo en serio» como lo definiera Cristina Fernández de Kirchner en la reunión del G – 20. Es capitalismo a secas.
Con el ejército de reserva o la precarización laboral, mata. Y cuando ello provoca respuestas de las masas, reprime y mata. Entre Famatina y Buenos Aires no hay diferencias. El pueblo está de pié, defendiendo sus derechos, mientras el poder político y el gobierno de los «Derechos Humanos» solamente procuran satisfacer al capital y sin dudas, resistir es la consigna…
Fuente: http://www.argenpress.info/2012/01/entre-famatina-y-buenos-aires-cuando.html