El pasado sábado 2 de octubre en horas de la madrugada personal de Gendarmería y de la policía santacruceña desalojó la nueva toma de la playa de tanques de TERMAP en Caleta Olivia y reprimieron a los manifestantes que se encontraban cortando la Ruta nacional número 3, en el acceso a la norteña ciudad de […]
El pasado sábado 2 de octubre en horas de la madrugada personal de Gendarmería y de la policía santacruceña desalojó la nueva toma de la playa de tanques de TERMAP en Caleta Olivia y reprimieron a los manifestantes que se encontraban cortando la Ruta nacional número 3, en el acceso a la norteña ciudad de Santa Cruz.
El saldo de la avanzada represora del gobierno de Sergio Acevedo y Néstor Kirchner fueron 80 compañeros encarcelados de los cuales, al domingo 3 de octubre, permanecían 36 detenidos en diferentes seccionales policiales de Caleta Olivia y hasta algunos fueron trasladados a los cuarteles de Gendarmería en Comodoro Rivadavia.
El recuento cronológico de los hechos indica que todo se inició cuando los trabajadores desocupados, que a finales de agosto habían tomado la playa de tanques de TERMAP, decidieron retomar el reclamo porque las petroleras y el gobierno santacruceño no habían cumplido con los acuerdos realizados.
Los piqueteros que obtuvieron fuentes de trabajo dignas no recibieron los pagos correspondientes al primer mes de capacitación, ni tampoco fueron incorporados a las operadoras de la región. Fue por eso que, el lunes 27 de septiembre, un grupo de 50 desocupados decidieron volver a protestar frente a la playa de tanques.
Al día siguiente una avanzada piquetera trasvasó los férreos controles de seguridad de TERMAP -que incluyen alambrados de púas como los utilizados en los campos de concentración nazis y efectivos de seguridad privada y pública apostados cada dos metros- y unos 10 manifestantes llegaron hasta el tanque 2016; el resto había quedado en las puertas de la paya de tanques y decidieron cortar la Ruta 3.
A lo largo de casi todo el miércoles y el jueves estuvo funcionando el sistema de seguridad contra incendios que incluye el lanzamiento constante de un fortísimo chorro de agua que golpeo incesantemente a los piqueteros que estaban dentro y fuera de TERMAP.
En aquella ocasión la violencia llegó hasta los trabajadores de prensa que se encontraban cubriendo las alternativas de la protesta. La intencionalidad de la agresión a los periodistas quedó de manifiesto cuando uno de los custodios que accionaba el chorro de agua les gritó a los periodistas que «para ustedes también hay».
En la madrugada del sábado hicieron nuevamente su aparición los gendarmes «privados», ya que el cuerpo especializado en represión que arribó de General Hacha (La Pampa) es solventado económicamente por las petroleras multinacionales, que dispersaron brutalmente a los piqueteros.
El saldo fueron casi un centenar de trabajadores desocupados encarcelados en distintos puntos de la región norte de Santa Cruz y algunos otros que fueron trasladados hasta el destacamento de Gendarmería ubicado en Comodoro Rivadavia, porque a ellos se los acusaba de haber cortado la ruta y así se reflotó el tan mentado artículo 194 del Código Penal.
Al concluir el fin de semana sólo quedaban detenidos una veintena de compañeros que habían sido encarcelados en la localidad de Cañadón Seco. Ellos se suman a los seis presos que ya llevan un mes de encarcelamiento.
Como si todo esto fuera poco una de las compañeras detenidas denunció a través de la diputada nacional Patricia Walsh que fue encapuchada y amenazada de violación por personal de la seccional cuarta de Caleta Olivia.
Existen algunos datos estadísticos de la industria petrolera que opera en la Cuenca del Golfo San Jorge (sur de Chubut y norte de Santa Cruz) que son absolutamente contundentes.
Si se compara la producción petrolera de los últimos dos años se puede verificar que la cantidad de crudo extraído se incrementó desde enero de 2002 hasta junio de 2004 en un 18% en Chubut y en un Santa Cruz se redujo en un 15% debido fundamentalmente a un cambio del patrón extractivo de la cuenca pero también las diferentes protestas protagonizadas en la zona.
Ahora si lo que se mide es el valor que han tenido esos niveles de producción se debe afirmar que, en el mismo período antes mencionado, el valor de la producción petrolera chubutense creció en un 352% y en un 303% en el norte santacruceño.
Existen algunos números de gran cantidad de dígitos que muestran la contundencia de estas cifras. En año 2002 el valor de la producción petrolera santacruceña significó 3.082.844.733pesos y la chubutense fue de 3.148.994.327 pesos. En el 2003 ascendió a 3.593.738.313 y a 3.915.283.824 pesos respectivamente. En el primer semestre de 2004 los guarismos ascendieron a 1.795.685.253 pesos en Santa Cruz y a 2.259.683.906 en Chubut, lo que de mantenerse en la segunda mitad del año podría llevar esos guarismos totalizadores del 2004 a niveles similares en la zona santacruceña y a 4.519.367.812 pesos en la región chubutense.
Estas ganancias netas tan abultadas se deben a varios factores. Por un lado se debe mencionar que el sur chubutense es la región del país donde se han focalizado los mayores esfuerzos productivos de las multinacionales, en particular Repsol-YPF y Panamerican Energy.
Por otro lado existen dos variables que facilitaron el abultamiento de los bolsillos de las petroleras, una está relacionada ruptura de la paridad entre el peso y el dólar a principios del 2002 y la está estrechamente vinculada al imparable aumento del precio internacional del petróleo que ya se estableció en los 50 dólares por barril.
Ante la contundencia de las cifras mencionadas sería casi irrisorio calcular cuánto representan los puestos de trabajo pedidos por trabajadores desocupados de Caleta Olivia.
Lo cierto es que los gobiernos de Kirchner y Acevedo han profundizado su escalada represiva en un claro accionar a favor de las petroleras multinacionales sin importarle en lo más mínimo las necesidades laborales, alimentarias y sociales que tienen el pueblo de la región.
En Caleta Olivia se está se están experimentando los límites de la represión a los movimientos sociales. La respuesta gubernamental en Caleta es una amenaza para todo el movimiento piquetero nacional y para los trabajadores en general.
Del rechazo, el repudio y la movilización en contra de lo que está sucediendo en Caleta Olivia depende que la oleada represiva se extienda a todo el país. La unidad y la lucha serán vitales para derrotar a la «horda K».
* Integrante del programa radial autogestionario El cielo por asalto de Comodoro Rivadavia, miembro del grupo Economistas de Izquierda (EDI), miembro del Consejo Editorial de la revista Marxismo Vivo e investigador del Centro Regional de Estudios Económicos de la Patagonia Central (CREEPaCe). Dirección electrónica: [email protected]