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Ese hombre

Fuentes: Rebelión

Las fichas del tablero político no son blancas y negras como en el ajedrez. Los matices y el gatopardismo hacen del escenario preelectoral algo muy complejo de analizar. Este artículo no lo pretende, sino que tratará de revisar el papel de los medios en cuanto a su rol político y en el proceso comunicativo con […]

Las fichas del tablero político no son blancas y negras como en el ajedrez. Los matices y el gatopardismo hacen del escenario preelectoral algo muy complejo de analizar. Este artículo no lo pretende, sino que tratará de revisar el papel de los medios en cuanto a su rol político y en el proceso comunicativo con un ejemplo concreto: el caso Reuteman.

Decir sin decir, referirse a alguien o algo sin nombrarlo, es un recurso literario que se utiliza para llamar la atención sobre eso que no se pronuncia. Esa palabra se hace desear, brilla por su ausencia, como quien dice. El cuento «Esa Mujer» de Rodolfo Walsh es un claro ejemplo de la utilización de ese recurso y de como puede llegar a desesperar la omisión de solo tres letras (Eva). Para que funcione correctamente esta estrategia discursiva es necesario contextualizar la situación: es el contexto lo que le da sentido a eso que se omite, gracias a él el receptor tiene los detalles para cerrar el mensaje.

Esta habilidad, esta estrategia, se le adjudica constantemente al senador Carlos Reuteman. Como en su momento dijo que no se postularía a presidente porque «vio algo», hoy en día reaparece en los medios sin «ninguna» intencionalidad electoral explícita. Aparece y desaparece, dice y no dice, el único hecho concreto que emanó de su persona fue la renuncia al bloque del FpV. Ahora, ¿cuál es la razón por la que se mantiene en la cresta de la ola?. Aquí es donde aparece el rol de los medios, contextualizando los mensajes del ex piloto. Los medios de comunicación terminan por decir lo que Reuteman no dice.

Los individuos buscan en la TV, en la radio o en los diarios la posibilidad de saciar una necesidad informativa que escapa a sus posibilidades. Es decir, en el tiempo en el que un hombre o mujer no trabaja («Tiempo libre» de Theodor Adorno) trata de informarse sobre cuestiones de su interés o que piensa que hacen a la vida de su sociedad. Los mass media satisfacen esa necesidad pero entregando un producto totalmente, procesado y cerrado, que integra la agenda mediática (obviamente los temas que la integran son a elección y representación de sus intereses económicos).

La pregunta sobre la exposición de la persona del Lole en los medios es posible contestarla solo teniendo en cuenta lo anteriormente aclarado. El senador ex FpV integra la agenda setting porque representa los intereses económicos de los medios, como no así los representantes de la mesa de enlace. La alianza campo-medios fue solo posible en el marco del conflicto «retenciones», porque la oligarquía terrateniente no es la que respalda económicamente los medios, sino que son los capitales transnacionales y sus representantes locales. Siempre y cuando los representantes de la Mesa de Enlace les sirvieron para debilitar al Gobierno los utilizaron, pero ¿qué mejor, ahora que apareció Reuteman? Un personaje que habla con autoridad sobre el tema por ser patrón de estancia y que a la vez representa al neoliberalismo.

Todo a pedir de boca. Todo listo para retroceder unos diez años. Y la tibia actitud de la Presidenta para con estos intereses no ayuda en nada: «El desafío es volver a ejercitar el pensamiento audaz, no convencional, no sometido a las reglas que vemos diariamente en los medios de comunicación, en donde se repite, casi monocordemente, un guión o un libreto que nunca se sabe quién lo elabora, pero que todos tenemos fuertes sospechas de a qué intereses responden» dijo en una charla en la Biblioteca Nacional recientemente. ¿»Tenemos fuertes sospechas»?. De Narvaez, Vila, Manzano, Hadad, Magneto, Herrera de Noble.

Los medios masivos de comunicación integran un proyecto político, no solo con la distribución y repetición de un modelo de sociedad porque también inciden en lo concreto. Hoy intenta posicionar al Lole para presidente. Y con él vuelve el fantasma de Menem y de los 90. Las políticas neoliberales, las privatizaciones, la pobreza, el hambre, la marginalidad, el desempleo, el privilegio para unos pocos, la pizza con champang.

En algo tiene razón Cristina Fernandez en sus declaraciones: ante este proyecto retardatario tenemos que imponer el pensamiento audaz, solo así se podrá lograr la desnarcotización que producen los medios, y dejaremos de confundir el hecho de saber con el de hacer algo porque nuestra sociedad cambie.

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