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Entrevista a Christian Castillo y Fernando Rosso, a propósito de la revista "Ideas de Izquierda"

«Esperamos dar un impulso a la recreación de un pensamiento marxista en Argentina»

Fuentes: Punto de Desequilibrio

-APU: ¿Cómo surge la idea de la revista? -Fernando Rosso: La idea surgió luego de la emergencia del Frente de Izquierda, que se terminó de constatar en octubre del año pasado con los resultados que obtuvo el FIT en las elecciones. Además de las peleas en las calles que caracterizan a la izquierda, en el […]


-APU: ¿Cómo surge la idea de la revista?

-Fernando Rosso: La idea surgió luego de la emergencia del Frente de Izquierda, que se terminó de constatar en octubre del año pasado con los resultados que obtuvo el FIT en las elecciones. Además de las peleas en las calles que caracterizan a la izquierda, en el movimiento obrero, en el movimiento estudiantil, en la juventud, luego del resultado electoral, que tuvo más resonancia, había que dar una discusión en el frente ideológico más ampliamente. El nombre que surgió, Ideas de izquierda, es un poco porque «ideas» circulaban muchas o había muchas ideas que se decían de izquierda pero estaban muy bastardeadas. Pero «ideas de izquierda» en Argentina no había en este último tiempo. Había mucho discurso, mucho relato pero discusiones profundas sobre los problemas nacionales verdaderamente no había.

De ahí es que uno de los ejes que recorre la revista es tratar de los temas estructurales de un modo más profundo, como la cuestión del campo, del petróleo, la cuestión del transporte para tratar de ir al hueso en cuáles son los problemas estructurales y cuáles serían las salidas estratégicas que se deberían tomar para intentar resolverlos. Por otro lado, otro de los aspectos que queríamos tomar, que estuvimos desarrollando y queremos profundizar, es tratar de introducir y polemizar con las discusiones que recorren a la izquierda internacional, que es lo que ha caracterizado a las revistas en Argentina, históricamente las que tuvieron alguna trascendencia. Los debates filosóficos, los debates sobre la crisis mundial, la situación del movimiento obrero o la geopolítica internacional. Hemos entrevistado a distintas personalidades, tratando, con los límites que tiene la revista, de traer la opinión en su momento de Ricardo Antunes con la situación convulsiva que hubo en Brasil, del mismo Chomsky hablando sobre la política internacional norteamericana. De Terry Eagleton, que es uno de los principales intelectuales marxistas que hay a nivel internacional, hablando sobre literatura y el estado actual de la teoría literaria y del marxismo. Eso es hasta ahora los primeros 7 números y el octavo que acaba de salir. Además, los análisis nacionales, tratar de profundizar en las propuestas que plantea el Frente de Izquierda, de desarrollarlas desde un nivel un poco más ideológico-político.

-Christian Castillo: El proyecto de una revista de ese tipo se había empezado a discutir en la Asamblea de intelectuales y artistas de apoyo al Frente de Izquierda de los Trabajadores, pero finalmente no pudo salir de la propia asamblea. Así que con compañeros que participaron activamente de esa experiencia como Eduardo Eduardu Grüner, Hernán Camarero, Alejandro Schneider, los compañeros del PTS tomamos la iniciativa para sacar esta publicación. Que creo es muy importante para confrontar, si se quiere, las dos tradiciones de la intelectualidad dominante dentro de lo que se llama en términos genéricos el progresismo. Por un lado, el sector social liberal en que podemos poner a Beatriz Sarlo como referencia; y un sector nac& pop si se quiere, con Carta Abierta y Horacio González como referente.

De alguna forma nosotros queremos hacer una crítica de esas dos tradiciones que desde nuestro punto de vista, muchas veces debaten desde un ángulo relativamente localista o relativamente provinciano, porque algunos de los grandes debates internacionales y donde desde la tradición marxista hay una producción muy importante en la actualidad en el terreno internacional, no es que están en desacuerdo, sino que ni siquiera los conocen. No sé si tuvieron la posibilidad de ver la charla que hacen Sarlo y González con Fontevechia, el largo reportaje que le hacen y son referencias donde los grandes temas de la política internacional, el análisis de la crisis capitalista no están presentes. No sé que opinan sobre las diversas teorías que hay y en particular, en el campo del marxismo que han tratado de elaborar y explicar una crisis de largo aliento, la más importante del siglo XXI y con referencia a algunas de las tres más importantes desde que existe este sistema social, lo digo, por mencionar un aspecto. Nosotros queremos favorecer la visibilidad desde un conjunto de elaboraciones, reflexiones que se vienen haciendo desde el campo de la izquierda anticapitalista, socialista, clasista en nuestro país pero que no tiene la influencia ideológica que por ahí, gozan otras tradiciones. Quizás la visibilidad política del FIT sea un punto interesante para hacer audibles puntos de vista que de algún modo, en los últimos años estuvieron relegados.

-APU: ¿Piensan en algún lector ideal de la revista?

-FR: No, si se quiere hay un millón de potenciales de lectores: los que votaron al Frente de Izquierda. Donde hubo mucho voto del movimiento obrero, que es una cosa que intentamos desmentir en uno de los números de la revista, discutiendo con ciertos intelectuales o blogueros peronistas que planteaban que el voto de FIT era un voto de gente de clase media. Ese voto tenía un componente obrero, que es una parte de la influencia que tiene la izquierda en el movimiento obrero. Pero también hay un público universitario y en última instancia es una apuesta a la nueva intelectualidad marxista o que trate de repensar el marxismo. La referencia intelectual actual, y se ve en el propio reportaje a Sarlo y González, discute mucho politiquería. Sarlo es una intelectual que tiene nivel, pero en el último tiempo se ha dedicado mucho más a opinar de la pequeña política local, incluso, el último libro es mucho sobre la politiquería inmediata más que de los grandes problemas. Diferente a los proyectos que tuvieron en su momento, como Punto de vista o El ojo mocho, que sigue saliendo pero no tiene la misma relevancia que tuvo en los ´90, leí el último número y es demasiado oficialista y por lo tanto menos crítica. Y Punto de vista no sale más. Hay revistas en el mundo académico muy especializadas pero que no intentan ligar el debate político con el debate ideológico, las discusiones internacionales con los problemas nacionales, eso está ausente y es lo que intentamos hacer y queremos desarrollar.

-APU: En algún punto es un riesgo el de una revista mensual con mucho contenido teórico. ¿Analizan que hay una necesidad social de mayor discusión política?

-CC: Creemos que estamos llenando un vacío, que obviamente hay necesidades de ideas que se plantean superar el horizonte del capitalismo y luchar por otro sistema social. El pensamiento marxista continúa teniendo una vitalidad que la intelectualidad en parte no quiere ver, no quiere escuchar. Queremos mostrar también que lo nuestro no son consignas, sino que cada una de las demandas que planteamos tienen una fundamentación teórica, introduciendo un tercer punto de vista para dejar atrás un tiempo de una corriente de pensadores que su horizonte, su límite es la democracia capitalista y más allá de eso no hay horizonte posible. No hay un cuestionamiento a las bases sociales, a la explotación del hombre por el hombre sobre la cual se sostiene este sistema. En este terreno el progresismo es profundamente conservador porque apuesta o a la burguesía nacional como sujeto que puede llevar adelante alguna transformación o, directamente, a la casta de políticos profesionales que desde el control de los instrumentos del gobierno, pueden poner un límite, forzar u obligar a esas burguesías a ser distintas de lo que son.

Creemos que frente a esas ilusiones la nuestra es una apuesta por que la clase obrera se transforme en sujeto político y pueda verdaderamente liderar las transformaciones estructurales sin las cuales no vamos a producir ningún cambio sustantivo. Después de una nueva década de intentar con el proyecto siempre imposible de una burguesía nacional que nos saque de la dependencia y el atraso, comprobamos que esta situación se mantiene, se sostiene y en ese sentido, nuestra revista es también un diálogo con los sectores que por izquierda se ilusionaron con el kirchnerismo. Cuando hay un giro hacia la derecha de todo el establishment político y la sucesión de Cristina se ve con Scioli por el oficialismo y Massa o algún personaje por el estilo. Esa es la apuesta, un sentido común claramente de derecha y el propio gobierno con los discursos, con el ajuste, con los nuevos sentidos comunes que trasmite.

Está bueno apostar a que los jóvenes, los trabajadores, que por ahí se ilusionaron en algún momento con el gobierno, no caigan en algunas de las variantes de derecha sino que saquen sus conclusiones hasta el final de que una lucha contra las corporaciones que hicieron el genocidio, que dominan el país, las grandes patronales agrarias, etc. para ser consecuente, tiene que tener a la clase obrera como sujeto. Por eso, no es casual que una revista de este tipo la impulsamos desde una izquierda que no estuvo con el gobierno ni con las patronales agrarias. Una izquierda que siempre se mantuvo independiente de todos los sectores capitalistas. Creo que ese es el sector al cual apuntamos, también, obviamente a una capa de trabajadores más politizada que le interesa más discutir estos temas. Tratando de combinar un cierto nivel de reflexión profunda con un cierto nivel de popularización de esos temas.

-FR: Una cosa que intentamos y queremos desarrollar también es unir dos mundos que están bastantes separados: el mundo de la intelectualidad, la cultura, la universidad y el mundo de los obreros. Hubo un sentido común de que había desaparecido el proletariado, el industrial en particular, esas son discusiones que en cierta medida están saldadas por la realidad; pero ahora se desconoce mucho qué pasa en el mundo de los trabajadores. Hay que intentar mostrar eso de una manera, tomando aspectos teórico-ideológicos, viendo qué se retoma de las experiencias históricas. En este sentido, surgió un debate cuando entrevistamos a Daniel James que es autor de Resistencia e integración, un libro clásico sobre el peronismo y la clase trabajadora y se armó una discusión que después fue retomada en otra entrevista por Juan Carlos Torre, sobre la relación entre la lucha sindical y la lucha política, que viene desde los orígenes del movimiento obrero. Qué es, cuál es la relación entre la lucha sindical, la conciencia política e ideológica, el salto a la pelea política. Se conoció como el debate de la «doble conciencia» ¿Cómo se resuelve eso? De alguna u otra manera el FIT interviene de hecho en esa discusión porque también hay muchos trabajadores que han apoyado al Frente y es hecho político. Intentamos mostrar aspectos de un mundo del que muchas veces se habla, sobre todo en la universidad con mucho cliché sobre si existe o no, sobre si es solamente sindicalista el movimiento obrero y no puede dar un salto al terreno político, pero del que se conoce poco.

-APU: Me interesaba preguntarles cómo se piensa la participación en la revista, si se tiene una relación más orgánica con el partido y si piensan la revista como un espacio de militancia.

-CC: Si, evidentemente la revista es de un marxismo militante que se proclama partidario pero abierta, que escriban en primer lugar quienes se referencian en el FIT pero también con un aspecto más amplio a debates con intelectuales o personalidades que en ciertos temas aportan a la discusión, aún sin compartir nuestra perspectiva estratégica más general. Creo que una revista con un carácter claramente posicionado, en ese sentido partisano, combinada con un aspecto abierto a la reflexión, a la discusión, es lo que le da esa peculiaridad y que creo que es más o menos reconocida y me parece que es lo que le permite ir generando debates. Hay otros debates también sobre la relación entre psicoanálisis y marxismo que se ha abierto en una nota de Claudia Cinatti respondida por Eduardo Grüner, un debate que va a continuar donde se combinan compañeros quizás más conocidos a nivel universitario como el propio Eduardo, Hernán Camarero con Juan Dal Maso, Fernando Rosso, Paula Varela, Ariane Díaz que son compañeros con los cuales comparto la militancia en el PTS; que intentamos dar cuenta de un marxismo siempre vital, retomando obviamente la tradición del marxismo clásico.

Nosotros no consideramos en ese sentido que inventamos un punto de vista, sino que tratamos de retomar en nuestras condiciones, nuestro tiempo, un punto de vista que tuvo su máximo momento de esplendor con la Revolución Rusa, con la fundación de la Tercera Internacional y que luego se mantuvo como señala el mismo Perry Anderson a contrapelo del llamado marxismo occidental, tanto en su variante de compañeros de ruta en los partidos estalinistas como en su variante de separación completa con la vida del movimiento obrero tratando de mantener esa relación del pensamiento marxista con el movimiento obrero. Esa tradición que dice Anderson en aquel ya viejo texto para los tiempos que corren, que es lo que nosotros intentamos continuar, no sólo como una tradición nacional y en distintas oportunidades hemos señalado que desde el marxismo está el pensamiento más profundo sobre la tradición nacional en lo que encarnan Milcíades Peña, Liborio Justo y otros autores, sino también como parte de una tradición que ha combatido internacionalmente y que ha aportado a pensar teóricamente los grandes temas que hacen a la transformación revolucionaria de la sociedad. Es en esa tradición en la que nosotros nos inscribimos y que en un sentido queremos dejar atrás una hegemonía en el campo intelectual donde quienes apostaron por una salida en general vinculada a algunas de las variantes de la guerrilla o estalinistas en la década de los 70 y luego de la dictadura abandonaron todo horizonte de la transformación revolucionaria, pasaron a tener la hegemonía dentro del campo intelectual. Pero al ser esencialmente por la negativa y no por un proyecto positivo, eso quedó trunco.

Nuestra apuesta es al surgimiento de una tendencia de la intelectualidad marxista, anticapitalista, socialista que gane un nuevo peso en la vida política y cultural nacional. Esa definición que se da muchas veces de que la izquierda tiene más influencia en la cultura que en la vida política, hoy en gran parte podemos cuestionarla. En los últimos años, la influencia de la izquierda en el sentido duro de la palabra, en el sentido de una izquierda que se proponga superar el capitalismo, su influencia ha decaído profundamente. Más bien ha habido una adaptación profunda de intelectuales que se referenciaban en parte en la izquierda en los sentidos comunes de la propia burguesía, en la aceptación de que es inamovible y que sea el capital el que tenga las riendas de la sociedad, eso es lo que nosotros intentamos poner en cuestión con la revista.

-APU: Antes mencionaban otras revistas ¿En qué tradición o con qué revistas históricas se sentirían vinculados y con qué revistas de la actualidad pueden estar en discusión?

-FR: Históricamente yo te daba como ejemplo, no porque seamos parte de la misma tradición, pero la revista Contorno en Argentina se referenciaba e introducía los debates en torno a Sartre y el marxismo europeo, francés etc. La revista Pasado y presente introdujo a Gramsci y todo el marxismo italiano en Argentina y América Latina, aunque no se inscriban en nuestra propia tradición del marxismo. Nosotros adherimos más al marxismo de Lenín, Trotsky o clásico. Pero sí en lo que tenían, por lo menos comparativamente de bueno y las hizo emerger tratando de dialogar con los principales debates que había internacionalmente. En nuestro caso, de alguna manera, es hacer a una escala ampliada una cosa que ya hacíamos. En su momento con la revista Lucha de clases o la revista Estrategia Internacional, fuimos de los primeros en debatir con el autonomismo, con Tony Negri, el momento autonomista que fue muy importante a nivel internacional con el libro Imperio. Inclusive antes que se traduzca al castellano nosotros habíamos elaborado una polémica y después creo que se publicó como libro; con Laclau antes de que se haga famoso por convertirse en teórico oficial y su teoría de la democracia radical. Con el surgimiento del FIT esto se vuelve más amplio, tratar de hacerlo más masivamente con las posibilidades y los límites, como planteaba Christian, que te da una revista en el formato que tiene.

-APU: ¿Hay otras revistas políticas con las que están dialogando?

-FR: De las que yo conozco, no hay mucho, la revista Sudestada, conozco a los compañeros que la hacen, es una revista más bien dedicada a lo cultural y algunas a aspectos políticos. Después hay emprendimientos académicos muy especializados que no tratan de relacionar las discusiones ideológicas con la práctica política. En ese sentido hay cierto vacío desde ese punto de vista.

-CC: El formato tiene un aspecto parecido al de Le Monde diplomatique, que es mensual y los artículos tienen más o menos el mismo tamaño y también tienen ciertas pretensiones de construir un sentido común, aunque en clave socialdemócrata. Le Monde tiene un porcentaje de lo que piensa la editorial en Francia, con lo que piensa acá y varió mucho con el simple cambio de la dirección de Natanson que tiene otra visión pero evidentemente, a veces trata temas que son similares a los temas que tratamos nosotros cuando hace debates sobre temas estructurales de la realidad nacional o política en general. Coincido con Fernando que nuestra ambición es dejar una huella, en el sentido como Pasado y Presente dejó una huella con ideas que instauraron una tradición en Argentina que después sufrió el derrotero de gran parte de toda esa intelectualidad, estamos hablando del pre Controversia, la revista en la cual en el exilio mexicano hicieron el pasaje de la revolución a la democracia.

Esperamos poder dar un impulso a la recreación de un pensamiento marxista en Argentina, de la cual la revista no puede ser más que una parte, una manifestación, una expresión, una avanzada si se quiere. Es nuestra idea generar una nueva generación que discuta los grandes temas nacionales desde una perspectiva internacionalista, aunque creemos que la forma de ser más profundos nacionalmente es teniendo justamente esa perspectiva internacional. A nivel internacional, hoy hay una serie de revistas que expresan la producción marxista, de distinto tipo, que son más teóricas con artículos de otra densidad, más parecida a la que sacamos nosotros acá, Lucha de clases y más académica que la nuestra. En material es más académica aunque tocan muchas veces temas de interés pero que hacen una ebullición de la reflexión en la izquierda que de ninguna manera está expresada en el terreno local. No está esto de un sentido común de que hay una ebullición en el pensamiento de la izquierda mundial sobre la crisis económica, de cómo retomar el comunismo y qué actualidad tiene después del estalinismo y su caída. Qué estrategia política tener, una serie de discusiones que son parte de los debates que esperamos también poder introducir en el terreno local.

Si vos escuchas a los intelectuales consagrados, el comunismo es una palabra olvidada y desde perspectivas muy distintas que las nuestras, debaten sobre el sentido del comunismo hoy. Nosotros creemos que en medio de una crisis capitalista como la que vivimos, que también en gran medida es una crisis civilizatoria, ¿cómo no discutir la perspectiva del comunismo en una sociedad alternativa? Pero para la intelectualidad local le parece que es discutir cosas sin sentido. Creo que ellos están un poco en el pasado y una nueva generación tiene que expresarse siendo verdaderamente contestataria frente al orden existente.

Fuente original: http://puntoddesequilibrio.blogspot.com.ar/2014/04/ideas-de-izquierda-esperamos-dar-un.html