La página digital «Foro por la Vida» informó este viernes del sensible fallecimiento de Patricio Rice, ex sacerdote y reconocido defensor de los derechos humanos en Argentina. El pastor Arturo Blatezky, del Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos (MEDH) dio la noticia que recorrió el continente, trayendo tristeza pero a la vez fuerza y convicción para […]
La página digital «Foro por la Vida» informó este viernes del sensible fallecimiento de Patricio Rice, ex sacerdote y reconocido defensor de los derechos humanos en Argentina.
El pastor Arturo Blatezky, del Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos (MEDH) dio la noticia que recorrió el continente, trayendo tristeza pero a la vez fuerza y convicción para continuar la defensa de los derechos humanos a las organizaciones que conforman la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Detenidos Desaparecidos (FEDEFAM).
«No es éste el momento de muchas palabras, pero no podemos dejar de recordar que Patricio, como casi toda su Fraternidad de los Hermanos del Evangelio Carlos de Foucauld, sufrió la desaparición y tortura en el tiempo del terrorismo de estado por su compromiso solidario con nuestro pueblo pobre, que él había convertido en su propio pueblo», dice Blatezky.
Patrick Michael Rice nació en Irlanda en 1945, en el seno de una familia rural. Cursó estudios de Filosofía y Teología. En 1970 decide emigrar a nuestro país y tramitar la ciudadanía argentina. Se ordena como sacerdote católico en la congregación del Verbo Divino y en 1972 ingresa a la Fraternidad Hermanos del Evangelio Carlos de Foucauld. Sus primeros trabajos los realiza en la Provincia de Santa Fe (en diferentes ciudades).
Luego de realizar su trabajo pastoral y social en diferentes ciudades de esa provincia, se radicó en la ciudad de Buenos Aires a continuar su tarea. Vivió en el barrio de la Boca (ya como integrante de la Fraternidad Foucauld) y más tarde en la villa Nº 3 de Villa Soldati. También trabajó como carpintero de obra en distintas empresas de la construcción. En esta villa de emergencia comienza un gran trabajo social con los vecinos: desde la organización, el cooperativismo y la misión católica.
Como sacerdote trabajó junto al padre Carlos Bustos en una capilla de la villa, junto a un equipo de laicos, entre los que se encontraba Fátima Cabrera (catequista de 17 años) con quien estableció una relación que duraría años.
El 11 de octubre de 1976 la escalada del horror alcanzó a ambos, ya que fueron secuestrados por la Dictadura Militar; sobrevivieron milagrosamente, ya que la mayoría de sus compañeros de aquellos años fueron asesinados o se encuentran desaparecidos desde entonces.
Desde el MEDH expresan el agradecimiento a Dios por haberles permitido compartir con él tiempos de tanto dolor y sufrimiento, «pero que sabemos fueron y son también hoy dolores de parto de un nuevo mundo, un nuevo cielo y nueva tierra en que reine la justicia».
Rice integraba la Federación Latinoamericana de Detenidos y Desaparecidos, lugar desde donde sostuvo un fuerte y sostenido compromiso con la búsqueda de la verdad y la justicia.