Buenos Aires, 29 de marzo. El presidente argentino, Néstor Kirchner, recibió hoy un llamado de su colega estadunidense, George W. Bush, quien además de felicitarlo por la «buena» economía de Argentina planteó su preocupación por Bolivia y Venezuela, algo que adelantó en su reciente viaje por este país, Brasil y Guatemala el secretario de Defensa […]
Buenos Aires, 29 de marzo. El presidente argentino, Néstor Kirchner, recibió hoy un llamado de su colega estadunidense, George W. Bush, quien además de felicitarlo por la «buena» economía de Argentina planteó su preocupación por Bolivia y Venezuela, algo que adelantó en su reciente viaje por este país, Brasil y Guatemala el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld.
Según informes de voceros gubernamentales y medios de comunicación locales, Kirchner le habría manifestado a Bush que continuará el diálogo con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
La acción de Bush se produjo mientras el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, se pronunció por que se le permita a Caracas defender su soberanía durante una cumbre realizada hoy en ciudad Guayana, Venezuela, y pocos días después que Brasilia asumió una política firme de respaldo al gobierno de Chávez, ante las «preocupaciones» de Rumsfeld por la compra de armas de este país a Rusia.
Según se dijo aquí, Kirchner prometió a Bush «seguir dialogando con el gobierno democrático de Venezuela».
También Bush, en obvia acción de acercamiento, habría dicho a Kirchner que si la economía continúa por el camino en que está ahora los capitales extranjeros llegarán al país. Pero las cuestiones clave giraron en torno a la política internacional y Bush habría elogiado el papel argentino en la región agradeciendo lo actuado por Buenos Aires ante dos situaciones críticas, como lo son Haití y Bolivia.
Precisamente, el tema Haití es un caso muy complejo ya que diversas organizaciones humanitarias y políticas no concuerdan con el envío de tropas al país caribeño para el «mantenimiento de la paz», porque consideran que Naciones Unidas está «encubriendo» una «ocupación militar» en ese país y vulnera el principio de no intervención.
En esa misma sintonía, Kirchner, al entregar subsidios a organizaciones no gubernamentales (ONG), dijo que Argentina continúa recibiendo presiones de grupos externos, a los que mencionó como «corporativos», y también analizó que estas actitudes son el verdadero freno a los trabajos duros de recuperación de la economía nacional.
«La gran tarea que llevamos adelante con aciertos y errores encuentran los mayores frenos en grupos corporativos tradicionales que siempre velan por sus intereses por sobre los del país», afirmó.
Asimismo, saludó el trabajo solidario de las ONG, «construyendo soluciones desde los lugares más chiquitos de la sociedad hasta donde hay problemas muy grandes».
Se está «en camino hacia una Argentina distinta», dijo, al asegurar que «vamos a ir tomando las decisiones que tenemos que tomar en el contexto de la convivencia, del amor y del afecto en base a los renunciamientos globales que necesita la sociedad argentina para salir adelante».
Agradeció asimismo el apoyo de los que sufrieron las consecuencias de la «Argentina que nos han dejado» y quienes saben «que muchas veces trataron de ser usadas e instrumentadas por grupos corporativos que lo único que les interesa es defender los intereses de su corporación y no los de la gente».