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Fractura social y pobreza, un método de «dividir para dominar»

Fuentes: Rebelión

La fractura social y la pobreza es parte del cambio cultural que impone el neoliberalismo, y en mayor medida el capitalismo reseteado y reiniciado.

 “Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. La experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las cosas”. Rodolfo Walsh

«Unión, unión, y seremos invencibles» Simón Bolívar.

“El arte de vencer se aprende en las derrotas”. Simón Bolívar.

En una conversación que fuera publicado por medios locales, de Formosa-Argentina-, reprodujeron algunos conceptos que expresáramos sobre  la apatía, la indiferencia social, de gran parte del pueblo sobre los asuntos políticos, en especial sobre la democracia, temática  que es investigada, estudiada y cuya reflexión causa preocupación a psicólogos, politólogos, sociólogos y demás actores sociales.

Uno puede leer en estos días en internet gran cantidad de trabajos sobre este fenómeno social que se expresa como comportamiento sectorial que se constata como resignación ante la pobreza y miseria, pareciera que mucha gente simplemente se adapta a esa situación en vez de luchar, y en realidad, no es tan así.

Un ejemplo de opinión sobre esta temática es la del periodista y catedrático Dr. Josep Lozano, autor de muchos artículos, entre los cuales hoy nos referimos desde algunos conceptos: “Fractura social”. Dice Lozano “La Universidad Ramón Llull y Cáritas Diocesana de Barcelona han celebrado una jornada de estudio sobre la fractura social para profundizar sobre las causas, las consecuencias y la evolución de este fenómeno”.(https://diarioresponsable.com/opinion/19572-fractura-social)

Y agrega “La población que sufre las consecuencias de la fractura social experimenta, por el contrario, una profunda sensación de fragilidad vital y aislamiento. No hace falta ser un excluido, un pobre de solemnidad o un marginado; y no hay que haber perdido el piso o el trabajo para compartir esta condición. Se trata, más bien, de una conciencia cada vez más extendida de vivir en precario”

“Y como nos recordaba Nana Barceló, una sociedad fracturada es también aquella que no quiere o no sabe ver los dramas personales de sus ciudadanos”, remata Lozano.

Sin embargo, en lo sustancial nuestra hipótesis sobre tal comportamiento de ciertos sectores, nos lleva a afirmar que la ausencia de formación política, carencia de capacidad de análisis de coyuntura y de organización, producto de tantos años neoliberales que inculcaron individualismo y produjeron en efecto fractura social, pero a pesar de todo eso, sostenemos que la mansedumbre del pueblo no es resignación, sino espera.

La fractura social, a nuestro juicio, es sinónimo de un conciencia falsa sobre la realidad que requiere elementos de la ciencia social que explique el porqué de las cosas, de tal situación.

La respuesta desde la ciencia social y ciencia política explica la irrupción de gobiernos de derecha como el saliente del Brasil y también la claudicante y desfavorable gobernanza al pueblo como el actual gobierno chileno en Latinoamérica, pero también ocurre en Europa, gobiernos neoliberales con fuerte patología fascisteoide, esto es lo que induce al pueblo a callarse y esperar, esperar no es inacción sino que es fuerza contenida que desbordará en mejores vientos políticos.

Claro que en esto de la espera encontramos un componente religioso, y desde ya que sí, los pueblos son creyentes y tienen una fe inquebrantable en que es dable el esperar con anhelo la segunda venida del Salvador Jesucristo.

Cabe, por otra parte, agregar aquella consigna que dice “Sólo el pueblo salvará al pueblo”, pensamos que no se contraponen, al contrario se complementan, porque dice el refrán “A dios rogando y con el mazo dando”.

La fractura social y la pobreza es parte del cambio cultural que impone el neoliberalismo, y en mayor medida el capitalismo reseteado y reiniciado, podemos concluir que la fractura social y la pobreza es un método de dominio global por su forma y su contenido, donde quiera que sea y consecuente con aquello de “Divide et impera”, frase atribuida al emperador romano Julio César, que resume cuanto podamos decir sobre este tenebroso asunto.Un pueblo dividido, fracturado, mal alimentado y con mediocre sistema educativo, deprimido, falto de confianza, desorientado y confundido, es fácil tiranizar, dominar. La fractura social y pobreza están en función  estratégica y bajo el método de «dividir para dominar», o expresado en término más casero «no avivar giles«

En este punto se puede develar con toda claridad del porqué adversan políticamente los sectores dominantes y privilegiados al noble cooperativismo, a la cooperación, porque el cooperativismo es el símbolo de la ayuda mutua y el esfuerzo propio, y sobre todo de aquello “La unión hace la fuerza”, la fuerza bondadosa, por cierto.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.