Nada nuevo. El juez de los «fondos buitre» abre su plumaje generosamente y declara en «desacato» al gobierno argentino. Nada nuevo. Es el capitalismo y su soberbia disciplinadora que manda al mundo un mensaje modelo Tea Party plagado por la irracionalidad financiera y las peores amenazas anti-democráticas. Ya los corifeos del desastre se convulsionan entre […]
Nada nuevo. El juez de los «fondos buitre» abre su plumaje generosamente y declara en «desacato» al gobierno argentino. Nada nuevo. Es el capitalismo y su soberbia disciplinadora que manda al mundo un mensaje modelo Tea Party plagado por la irracionalidad financiera y las peores amenazas anti-democráticas. Ya los corifeos del desastre se convulsionan entre orgasmos golpistas y camuflajes periodísticos. La usura tiene designios insondables. Quieren la «Vaca Muerta». Esto no es un problema sólo argentino.
Sordo a todas las normas y acuerdos internacionales, los mil y un capítulos del Derecho Internacional referidos a las atribuciones de un juez menor, Griesa actor principal en teatro del absurdo neoliberal hace evidente que las jaurías burguesas decidieron derrocar a un gobierno por la vía del golpe financiero. En su delirio, los fanatismos del servilismo dicen que es un asunto «comercial» y tratan de convencernos de que la toma de empréstitos es un negocio igual al de los «fondos buitre». Tratan de convencernos de que hay que pagar a toda costa, a cualquier costo, pagar con fanatismo y sin chistar, pagar todo lo que se les antoje sumar y multiplicar a las bestias insaciables de la usura trasnacional. El capitalismo al desnudo.
Se trata de una pachanga con palabrería judicial desquiciada ante el delirio de cobrar sumas monstruosas. Se trata de una borrachera de ambiciones que se retroalimenta y se potencia cada vez que Griesa saca de su chistera senil ilusionismos legaloides. Se trata de una obscenidad enfebrecida con aroma de dólares y acicateada por la codicia más rampante donde un pueblo entero es sentenciado a pagos perpetuos.
Los «fondos buitre» han hecho del verbo «pagar» un dogma con fanatismos inéditos encadenados a tradiciones ancestrales. Ya no importa el calibre de las aberraciones que implique, según ellos hay que pagar porque lo dicen los «jueces». No sólo los «jueces» serviles al capitalismo sino los «jueces» jerarcas de la moral burguesa y de la necedad jurídica que gritan, a los cuatro vientos, que hay que «honrar la deuda». No importa si caminamos al abismo de la peor crisis de miseria y despojo que hubiésemos imaginado… sueñan con «pagos» próximos fijados hasta la eternidad.
Griesa autoritario dictó una payasada fascista para halagara «buitres» vividores que han sido capaces de hacerse pasar por «inteligentes» montándose en el dinero y trabajo de otros. El talento circense de Griesa alcanza para ensalivarse con glorias espurias ejemplo de la inoperancia más supina y sus habilidades para mantenerse en la cumbre de «su poder» que depende, casi exclusivamente, de las alianzas que han ideado para cobrar, a como dé lugar, un absurdo preñado de estupidez y usura. Su reino es una mafia «judicial» donde se incuban las fuerzas nazifascistas más actualizadas. Algunos piensan usarlo como discurso de campaña política.
Griesa se las ingenió para ensayar y probar el «espectáculo» de sus manías autoritarias e imperiales que tomaran estado público. Armó un club de adeptos mafiosos que son el alma del negocio. El objetivo es buscar y reclutar «simpatías de ultra-derecha», «especialistas»… pagadores seriales con dinero de los pueblos y arropados por los servicios del abogado de las cortes yanquis así como por otros muchos cómplices, también nazis. Aunque se disfracen como democráticos.
Se estima que Griesa ya es responsable de pisotear la dignidad de muchísimas personas, de abusar de la autoridad, de saquear los bienes de otros, de mancillar los derechos. La derecha argentina busca alianzas por todos los mass media oligarcas del planeta, entre lisonjas de iluminados y evasión de responsabilidades. Griesa canta victoria, otra vez, mientras acaricia la muerte de la democracia ganada por un pueblo digno.
Griesa trajo al negocio del saqueo un ejemplo de dedicación fanática con lujo de valores burgueses furibundos y la determinación para dirigirlos a cobrar rabiosamente el futuro mismo del pueblo argentino. ¡Es una monstruosidad! Griesa asume la responsabilidad de hacer su contribución para insertar en el poder toda la ignominia de una clase política que anhela asumir el gobierno como quien dirige el destino de la empresa multinacional fabricada en los mass media. El desastre que quiere producir Griesa, en nombre de los «fondos buitre», tiende a crecer en el tiempo y amenaza a la Argentina y a todos los pueblos. No importa las tropelías hechas, ni las que falta por hacer, en el devenir degenerado de una canallada intoxicada de avaricia y corrupción.
Ese dictamen de «desacato» no puede reducirse a un problema exclusivo de Argetina, esto es una afrenta mundial que quiere sentar un precedente criminal nuevo No es sólo problema con Griesa y sus secuaces lo profundo es ver el alcance criminal del capitalismo que se apresta a dar un «hachazo invisible, un golpe helado» contra un pueblo que no se quedará callado. Todos estamos en desacato. Unidad mundial contra los» Fondos Buitre».
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