M.H.: Nos acompaña una compañera de militancia de muchos años, del movimiento estudiantil, en el sindicato bancario, delegada general del Banco Mayo. Alguna vez alguien me dijo que ocupó el tesoro del Banco Mayo porque lo quiso cubrir a Beraja. Pero a mí eso no me interesa, me interesa que los trabajadores de Banco Mayo […]
M.H.: Nos acompaña una compañera de militancia de muchos años, del movimiento estudiantil, en el sindicato bancario, delegada general del Banco Mayo. Alguna vez alguien me dijo que ocupó el tesoro del Banco Mayo porque lo quiso cubrir a Beraja. Pero a mí eso no me interesa, me interesa que los trabajadores de Banco Mayo que quisieron, pudieron reubicarse laboralmente. Fue un caso poco común porque fue citada por el Presidente Menem, ella le preguntó si le avisaba a Zanola que era el titular del gremio bancario por aquellos años y él le contestó que no, que quería hablar con ella. Y cuando se concreta la reunión en Olivos, en 1998, Zanola quiere intervenir en la conversación, estaban Menem y Bauzá, y el Presidente le dice: no quiero hablar con Ud., quiero hablar con la señora. Hoy está acá con nosotros, Susana Zaldúa. No para hablar de esos temas, que son parte de su trayectoria, sino de otros que tienen que ver con La Plata y los ´70.
Se cumplieron 44 años de lo que se conoce como «La masacre de La Plata», 4 y 5 de septiembre. El asesinato de 8 jóvenes militantes del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), entre los cuales estaba su hermana.
Pero antes hubo una jornada por la «Noche de los lápices» en La Plata y me gustaría que nos comentaras de qué se trató.
S.Z.: Primero quiero aclarar que sí, tomamos el Banco Mayo con el tesoro incluido, porque queríamos evitar que la dirección del Banco retirara dinero. Estaban el tesorero y el auditor general, hicimos un conteo de lo que había en ese momento y aceptamos pagar a algunos trabajadores independientes que tenían pendiente cobrar. Pero aparte de eso no se tocó un centavo. Tuvimos un intento del Banco Central de hacernos una denuncia, afirmando que nos habíamos quedado con la llave del tesoro.
M.H.: El personaje que hizo ese comentario, hoy es secretario de Prensa de la Asociación Bancaria.
S.Z.: Con el cual hemos tenido siempre enfrentamientos.
M.H.: Estamos hablando de Eduardo Berrozpe. Hace poco charlando con compañeros del Encuentro Militante Cachito Fuckman decían que ahora son todos comandantes. A mí me pasó eso, porque cuando escribimos con Gerardo Bavio El Peronismo que no fue, Gerardo estando en Tucumán me pregunta si lo conozco a Berrozpe y yo respondí «Sí, el comandante» y él me dijo «Qué comandante, si era sargento».
S.Z.: La segunda aclaración que quiero hacer es que lamentablemente los trabajadores del Banco de Mayo que mantuvimos 45 días el Banco tomado, sufrimos una derrota porque no logramos reubicar a todos los compañeros. En principio toda la Comisión Interna quedó afuera porque mientras hubiera trabajadores despedidos, nosotros no íbamos a aceptar ningún trabajo; además de decenas y decenas de compañeros que quedaron sin trabajo, no todos pudieron reubicarse. Por eso si bien logramos que muchos compañeros lo hicieran, una gran parte de ellos no y para nosotros eso fue un fracaso.
M.H.: Una historia que merece ser escrita algún día. Porque si bien Susana señala que muchos compañeros no pudieron mantener sus puestos de trabajo, yo creo que es un caso único en lo que respecta a los cierres de bancos que se dieron en la Argentina, porque la gran mayoría de los trabajadores pudieron reinsertarse en el sistema financiero. Una lucha muy importante.
Pero volvamos a La Plata.
S.Z.: Gimnasia Esgrima de La Plata nombró socias a las tres madres con las que todos los jueves damos la vuelta en Plaza de Mayo: Mirta Baravalle, Elia Espen y Nora Cortiñas. Nora no pudo ir a esta actividad porque tenía otras cuestiones y viajaron Mirta y Elia. Fue un acto muy lindo preparado por Gimnasia Esgrima de La Plata. A eso me llevan las Madres, al estadio de Gimnasia siendo yo del Pincha. Pero por las Madres hice la excepción, las acompaño a todas las actividades y me pareció mezquino no hacerlo en esta oportunidad, más allá de que lo hiciera Gimnasia.
Fue un acto muy emotivo, una actividad muy importante en la que incluso participó gente de la Asociación de ex detenidos, con bastante concurrencia de hinchas y las Madres recibieron un homenaje muy lindo. Terminado el homenaje acompañamos a los pibes que marcharon por la Noche de los lápices, una marcha importante pero hubo una división, un sector quedó en Obras Públicas y otros compañeros de los Centros de estudiantes y partidos de izquierda terminaron haciendo su marcha frente a Bellas Artes. Las Madres acompañaron a estos últimos precisamente por su carácter independiente. Las Madres no aceptan incorporarse con sectores de partidos políticos haciendo campaña electoral.
Los estudiantes ya habían casi terminado el acto y volvieron para dialogar un largo rato con las Madres. Se dirigieron a ellos Elia y Mirta y terminaron con el viejo grito de las Madres: «30.000 compañeros detenidos desaparecidos presentes». Fue algo muy emotivo e importante.
M.H.: 44 años de la masacre de La Plata. 8 jóvenes militantes del PST fueron cobardemente torturados y fusilados en un paraje costero cerca de la ciudad de La Plata, entre ellas tu hermana. ¿Qué podés comentar sobre ese hecho?
S.Z.: En realidad la masacre de La Plata en primer lugar fue un golpe muy duro para nuestro partido, que venía también de varios compañeros asesinados por las bandas fascistas de la Triple A, como el caso de los compañeros de Pacheco y otros compañeros que fueron asesinados previamente a esa masacre. Este fue un golpe súper duro, una masacre que se da en el marco de una zona liberada de La Plata, que en ese momento gobernaba Calabró, después de haber destituido a Bidegain que era un gobernador ligado a la Tendencia. Había asumido Calabró, un hombre ligado al sindicalismo, al área más reaccionaria del peronismo y La Plata era una ciudad que venía siendo muy golpeada por la CNU, que es una corriente del peronismo que surge a fines de los ´60 en la Facultad de Humanidades, dirigida por un profesor de Letras de la facultad y en esa materia que él daba se comienzan a reunir sectores de clase media de La Plata, y conforman lo que luego se llamó Concentración Nacional Universitaria (CNU).
Nosotros habíamos vivido ya en La Plata en ese tiempo el accionar de estos grupos, sobre todo en algunas facultades como la de Arquitectura, donde hubo una famosa huelga que duró varios meses y estos grupos junto a la policía intentaron quebrarla. Pero hasta ese momento se habían manifestado solo con acciones patoteriles, o con golpes pero ya asumido el gobierno de Perón y durante el gobierno de Isabel estas bandas pasaron de golpes a acciones mucho más violentas y asesinatos.
En La Plata en 1974, con Perón vivo, asesinaron a 3 dirigentes sindicales, Marcot, Perini y Chávez que eran reconocidos dirigentes de la Resistencia peronista y a partir de ahí se da una seguidilla de asesinatos de dirigentes estudiantiles de distintas corrientes políticas, no solo del peronismo revolucionario sino también del Partido Comunista, del PCR y ataques a distintos locales partidarios y organismos sindicales.
La masacre de La Plata se da en el marco de una situación conflictiva, huelgas en los estatales, había una Coordinadora de gremios estatales que se oponía a la dirección de los sindicatos burocráticos y había una fábrica tomada que era Petroquímica Sudamericana. El partido antecesor del PST había tenido una importante trayectoria, durante varios períodos habíamos sido Comisión gremial interna y en ese momento en la fábrica Petroquímica Sudamericana teníamos militantes del partido y paritarios. Esa fábrica estaba tomada por condiciones salariales y de trabajo. Además había conflictos en otras fábricas. Junto con eso, La Plata era una zona liberada en manos del fascismo.
La masacre de La Plata se da en el marco de que en la gobernación de Buenos Aires no había ningún miembro, ni el gobernador ni los funcionarios más importantes, la gobernación estaba en manos de una secretaria. Digo esto porque enterado de los asesinatos el partido se dirige a la Casa de gobierno para hacer la denuncia y para que se investigara el hecho y no encuentra a nadie.
La Plata era una zona tan liberada que nuestros compañeros fueron interceptados cuando se dirigían a Petroquímica Sudamericana, secuestrados, tenemos algunos elementos que indican que pasaron por Robos y Hurtos de la policía, pero lo concreto es que sus cadáveres aparecen en una zona de Berisso con decenas de disparos. Mi hermana Adriana tenía 76 disparos.
Enterados de esta situación vamos al local central del partido para empezar la difusión del asesinato de nuestros compañeros y a recorrer los distintos Ministerios y fábricas de la zona. Sale un grupo de compañeros del local y son interceptados en pleno centro de La Plata en 8 y 54, a 4 cuadras de la Casa de gobierno. Y a las horas también son asesinados. Por eso decimos que son 8 los compañeros asesinados en la Masacre de La Plata.
Enterados en algunos organismos estatales, como el caso de Obras Públicas, donde trabajaban mi hermana Adriana Zaldúa, Hugo Frigerio y Oscar Lucatti, paran durante 96 horas en repudio a los asesinatos, para demostrar la efervescencia que había en los estatales y todas las fábricas también repudiaron el hecho. Fue un golpe muy muy duro. Pero sólo se explica por la liberación de la zona hecha por el Gobierno.
M.H.: Vos te referís al CNU y veo que tenés el libro La CNU el terrorismo de Estado antes del golpe de Elizalde Leal y Cecchini. Una segunda edición donde cambian la tapa, porque en la primera edición que presentaron en Mar del Plata estaba el grupo constitutivo, entre ellos este profesor que mencionabas y José I. Rucci, secretario General de la CGT de la época. Como mencioné en la presentación de esa primera edición a la que tuve la oportunidad de concurrir en el Teatro Municipal de Mar del Plata, el «pequeño enano fascista». ¿Por qué se atribuye la masacre de La Plata a la Triple A?
S.Z.: Nosotros cada vez que hacemos la denuncia decimos CNU y Triple A. Te aclaro que la CNU estaba compuesta por civiles pero también intervenían policías. Todos los elementos indican que fueron ellos, pero no tenemos pruebas contundentes que digan que fue la CNU. Hugo Frigerio era un dirigente conocido de Obras Públicas y había sido declarado persona no grata por la CGT local dirigida por Diéguez, vinculado obviamente a estos grupos.
Adriana Zaldúa era estudiante de Arquitectura y en esa facultad había habido una lucha muy grande contra el fascismo. El fascismo había entrado armado a la Facultad, irrumpiendo en asambleas y Adriana había tenido una actividad muy importante en el rechazo y en la expulsión de los fachos. Junto con eso, había habido ataques al local de la juventud del partido que estaba en pleno centro de La Plata y también algunas amenazas a compañeros que trabajaban en distintos organismos estatales y fábricas por miembros de la CNU.
Nosotros decimos CNU y Triple A, porque en varios asesinatos en los que intervino la CNU también lo hizo la Triple A. Por ejemplo, en el caso de Chávez, Marcot y Pierini está claro que fueron miembros de la Triple A con algún integrante de la CNU platense. Y en otros casos de asesinatos perpetrados por estas bandas en La Plata fueron fuerzas conjuntas, CNU y fuerzas policiales y otros elementos de organismos de las FF AA.
Ha habido una negativa del poder político de enjuiciar a miembros de la CNU
M.H.: ¿Qué repercusión ha tenido en la justicia este caso?
S.Z.: Todos los asesinatos de la CNU fueron ignorados por la justicia durante años. Todos los querellantes de las causas de la CNU hace años que venimos planteando la necesidad de que se investiguen los casos. En nuestro caso con alguna dificultad por la falta de testigos, pero en el libro que mencionaste hay cerca de 60 casos de asesinatos con pruebas de quiénes fueron sus asesinos, con nombre y apellido. Esto lo tiene la justicia, están denunciados y hay familiares de asesinados por la Tripla A y la CNU que han hecho la denuncia y, sin embargo, no han ido a juicio, porque ha habido una negativa del poder político de enjuiciar a miembros de estas bandas.
Muchos de los mencionados en el libro y en un juicio de La Plata, fueron funcionarios del gobierno del ex Intendente Alac, que fue también ministro del Interior del gobierno kirchnerista. Estuvieron en el Senado. Muchos trabajaron como asesores peronistas en el Senado. De modo que hay una complicidad política y judicial para que estos crímenes no se juzguen. Recién en 2016 fueron juzgados crímenes en Mar del Plata, le dieron perpetua al ex fiscal Gustavo Demarchi, a Duquet y algunas otras condenas. Quedando pendiente un montón de casos y también de miembros de la CNU marplatense que trabajaban en forma conjunta con la gente de la CNU de La Plata.
M.H.: La CNU actúa en las ciudades de La Plata y Mar del Plata.
S.Z.: Hay elementos que muestran que también estaba en Bahía Blanca.
M.H.: Un grupo que luego la propia dictadura encarcela.
S.Z.: Si, pero porque se pasan de rosca. Cuando estuvieron detenidos todo el mundo sabía que gozaban de privilegios y que se ufanaban en la cárcel de haber cometido asesinatos, incluso mostraban algunas alhajas que habían robado a sus víctimas.
M.H.: Estuve en un acto que se hizo en La Plata hace un par de años referido a este hecho, estaba el «Negro» Suárez, de la Gremial de abogados, y señaló que estos hechos no se juzgan porque son peronistas.
S.Z.: Durante el gobierno kirchnerista no se juzgaron ninguno de los crímenes de la Triple A. Es más, el gobierno de Néstor y Cristina nunca los mencionó. Solamente en el último discurso hubo una frase de Cristina planteando que dentro de la organización del peronismo había habido compañeros que habían cometido asesinatos. Pero solo fue una mención. No se investigó en ningún momento de los 12 años de gobierno. Ni se escuchó el reclamo de los familiares. Ellos mismos se reivindicaban kirchneristas. En la intervención final de «Pipi» Pomares, por ejemplo.
M.H.: Que era una especie de jefe de Personal en la Legislatura de La Plata.
S.Z.: Él dice que fue asesor de un senador que se llama Carlos Musse y que se reivindicaba del FPV. Cosa que causó mucha bronca en los compañeros que vienen del peronismo. Volviendo al problema del CNU, hubo dos juicios, el de Mar del Plata y el de La Plata, el segundo fue totalmente acotado. Cecchini y Elizalde tienen y dieron elementos a la justicia de que hay testimonios de por lo menos 57 asesinatos con la presencia de estas figuras, no solo de «Pipi» Pomares y el «Indio» Castillo, sino una serie de miembros de la CNU que no fueron siquiera citados a declarar.
En el caso de Pomares lo dejaron en libertad inexplicablemente habiendo elementos contundentes que prueban que en los 5 casos que se investigan había participado. Y, sin embargo, la justicia lo deja en libertad. De cualquier manera, los querellantes y sus abogados, Guadalupe Godoy, la gente de Justicia Ya, Pía Garralda, María Luz Morón y otros querellantes de APDH como Marta Vedia y otros organismos fueron a Casación y plantearon rever la absolución de «Pipi» Pomares porque estaba comprobada su participación en los hechos.
Casación plantea que los elementos tomados en el tribunal para dejarlo en libertad deben ser reconsiderados porque el tribunal rechaza el reconocimiento fotográfico que lo involucra directamente a Pomares y a otros miembros de la CNU y Casación determina que esas pruebas son elementos probatorios, por lo tanto, tiene que haber una nueva sentencia.
Estamos esperando no sólo que se revea la absolución de Pomares que ya tiene orden de no salir del país porque creemos que tiene que volver a la cárcel y tener perpetua por los crímenes cometidos, sino que intentamos también que se abran los nuevos juicios porque hay muchos pendientes. No en nuestro caso porque tenemos dificultades por la falta de testigos, pero tenemos un montón de casos que tienen elementos para probar que fueron ellos los que asesinaron a sus familiares.
M.H.: Dialogamos con Susana Zaldúa sobre la masacre de La Plata acaecida hace 44 años, un 4 y 5 de septiembre contra militantes del Partido Socialista de los Trabajadores. Roberto «Laucha» Loscertales, por aquél entonces obrero del astillero Río Santiago, la hermana de Susana, Adriana Zaldúa y Héctor Frigerio, trabajadores del ministerio de Obras Públicas; Ana María Guzner Lorenzo, activista del sector de personal no-docente de la Universidad Nacional de La Plata y la joven odontóloga Lidia Agostini; que se dirigían a la localidad de Olmos para entregar el dinero recaudado en la Universidad para el fondo de huelga de los obreros de Petroquímica Sudamericana. Los cuerpos acribillados aparecieron la mañana siguiente. Ese mismo viernes, 5 de septiembre de 1975 los trabajadores de Obras públicas, lugar donde trabajaba Adriana Zaldúa y Hugo Frigerio iniciaron un paro en repudio de aquellos asesinatos; ese mismo día por la tarde, mientras el conjunto del PST impulsaba distintas acciones de denuncia y movilización, fueron secuestrados otros 3 militantes. Oscar Lucatti, también trabajador y delegado de Obras Públicas, Carlos Povedano y Patricia Claveri a la salida del local partidario, por otro comando armado con armas largas que se movía con total impunidad en un automóvil del cual se conocía la patente y a unos pocos metros de la vivienda de funcionarios que contaban con guardia policial en pleno centro de la ciudad.
Yo no viví personalmente esto porque estaba haciendo el servicio militar, pero no fueron los únicos compañeros de nuestro partido que fueron asesinados. Y creo que no hemos hecho un buen trabajo en relación a lo que significa el recuerdo, yo personalmente sufrí directamente la desaparición de dos compañeros, Zampicchiatti de Quilmes que militaba en la facultad de Psicología, y Margaride Hoyos, «el gallego». Estamos en deuda, no hemos hecho todo lo necesario para reivindicar a nuestros compañeros y de alguna manera me parece que tendríamos que instalar este tema, de los jóvenes y los militantes obreros que pertenecían a nuestro partido, el PST, desaparecidos y asesinados no solamente durante la dictadura, sino antes, durante el gobierno peronista.
S.Z.: Yo coincido con tu reflexión. Creo que es cierto lo que decís, pero me parece que no solo tenemos que plantear el recuerdo sino también la búsqueda de justicia y en eso es importante acompañar a los familiares que están peleando por eso. Por ejemplo, se está llevando adelante el juicio de Campo de Mayo y ahí hay un compañero nuestro, que es Jorge Oshiro, que fue detenido desaparecido. Y hay otros juicios, como el de La Cacha, donde estuvieron compañeros nuestros de La Plata, Marcelino Pérez Roig y su compañera. Me parece que hay que acompañarlos, recordar y seguir exigiendo justicia por ellos.
Hay casos de compañeros que todavía no han ido a juicio pero tenemos que lograrlo, quienes estamos involucrados en esto que es exigir justicia, involucrarnos en los casos de todos los compañeros que son alrededor de 110. En Mar del Plata hay un juicio también, hay compañeros nuestros declarando, son testigos de las desapariciones de los 32 compañeros marplatenses. Y nosotros apelamos a que los viejos compañeros que venimos del PST no solo tengamos memoria sino que avancemos en acompañar y exigir el juicio y castigo a todos los responsables de los asesinatos de nuestros militantes.
En el caso de La Plata es muy importante que la población aporte datos para lograr el esclarecimiento del caso. Porque así como se demoró el comienzo de los juicios por las complicidades políticas y judiciales, en el caso de los crímenes de la CNU, y nuestro caso en particular, nos quieren cerrar la causa por falta de testigos. Seguimos buscando testigos, seguimos buscando elementos que determinen que estos tipos fueron los que asesinaron a nuestros compañeros.
Quiero aclarar que cuando hablé lo de los juicios acotados dije que se hicieron dos juicios uno en La Plata y otro en Mar del Plata, en La Plata de los 57 casos totales solo se discutió sobre 5, y es tan perverso como se planteó la cuestión, se juzgaban los casos de Domínguez del Hipódromo, de Micheli de Propulsora Siderúrgica y los secuestros de Daniel Pastorino y Ursula Barón que fueron dejados en libertad, pero junto con Micheli que era delegado de Propulsora secuestraron a Horacio Urrera y a Carlos Satich pero esos casos no formaron parte de este juicio.
No solo no se investiga sino que se acotaron. Por eso seguimos insistiendo en que los familiares de los compañeros asesinados por la CNU en La Plata tenemos la obligación de seguir exigiendo justicia y que se eleven a juicio los casos pendientes que son casi más de cien.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.