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Entrevista a la legisladora y docente Laura Marrone (FIT/IS)

«Hay una intención de acompasar la reforma laboral con la reforma educativa»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Hubo un rechazo importante a las evaluaciones externas y estandarizadas del Operativo Aprender. Ademys consigna cerca del 50%, dice «en el área primaria hay escuelas donde el rechazo docente y de las familias fue completo con un 100% de ausentismo en distritos como el 5º donde el rechazo llegó al 75%. Asimismo como sucedió […]

M.H.: Hubo un rechazo importante a las evaluaciones externas y estandarizadas del Operativo Aprender. Ademys consigna cerca del 50%, dice «en el área primaria hay escuelas donde el rechazo docente y de las familias fue completo con un 100% de ausentismo en distritos como el 5º donde el rechazo llegó al 75%. Asimismo como sucedió en 2016 los estudiantes de las escuelas medias han rechazado masivamente el Operativo Aprender mediante el ausentismo o tachando y escribiendo leyendas en los formularios. En el área artística el rechazo se ubica en el 90%». Estas cifras contrastan con las que da el gobierno nacional que dice que ha sido un éxito extraordinario. Quiero que una palabra autorizada como la tuya, aclare qué pasó el pasado 7 de noviembre con el Operativo Aprender.

L.M.: El Ministerio dice que hubo un 94% de participación. Ellos confunden la llegada de las cajas a las escuelas, que fue de un 94% porque hubo escuelas que estaban cerradas por problemas climáticos, de mala distribución del correo y eso lo entienden como «participar». Dentro de las escuelas a las que les llegaron las cajas, nosotros consignamos, por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires un informe riguroso escuela por escuela, distrito por distrito. El problema es que tenés un grado donde hay 25 alumnos y se presentan y rinden 4 alumnos, el Ministerio lo considera como participante al grado entero. Entonces, la realidad es que en la Ciudad de Buenos Aires hubo aproximadamente un 50% que no hizo la evaluación.

En el resto de las provincias es más dispar y no tenemos tanta precisión, sabemos que hubo distritos de la Provincia de Buenos Aires que pararon, por lo tanto, la prueba no se realizó, en La Matanza, Tigre, Suteba Ensenada, entre otros; hubo lugares a donde se llamó a las familias a no participar como el caso de Bahía Blanca, provincias donde hubo paro como Neuquén y Santa Cruz y seguramente hay otras.

Es importante es que la audiencia comprenda por qué estamos en esta batalla a capa y espada contra las evaluaciones externas cuando somos completamente defensores de que haya evaluaciones, pero no externas, porque no apuntan a mejorar la calidad educativa sino a culpabilizar a la docencia y a los pibes.

No hay que confundir, esto no solo busca castigar al docente diciendo que hay malos resultados, sino que empieza a discriminar los egresos de la escuela secundaria en función de los estudios superiores, si van a ir o no a estudios superiores.

La batalla es muy profunda porque esta enlazada con la «Secundaria del Futuro», de la que hemos hablado en varias oportunidades y que los chicos de las escuelas secundarias en el mes de septiembre resistieron con tanta valentía.

Hay una intención de acompasar la reforma laboral con la reforma educativa, de la cual la evaluación es parte, es un diseño que sostiene como propósito a largo plazo que esas evaluaciones sirvan para indicar al chico de primaria a qué tipo de secundaria va a ir y al chico de la secundaria si va a seguir o no estudios superiores.

Y para los docentes la responsabilidad del resultado afectando sus condiciones salariales, de estabilidad y de recursos para las escuelas. Es una directiva que se ha establecido en los organismos internacionales, en los foros mundiales de educación, el último fue en Corea donde se insistió con la propuesta de los fondos de financiamiento atados a los resultados, lo cual es sumamente perverso porque todos sabemos que los resultados de la educación no dependen exclusivamente de causas internas al sistema educativo, sino que están fuertemente condicionadas por la situación socioeconómica del país.

Hace unos días estuve en un programa de televisión de C5N y el periodista me dice «¿no hace falta este tipo de cosas para tener una idea de lo que pasa en las escuelas?» Yo le decía que las evaluaciones diagnóstico no necesitan ser censales, la estadística permite hacer muestreo. La censal, y más como pretende hacerlo este Plan Maestro, que es el plan global que se presenta en el Congreso de la Nación, que es de carácter nominal, es decir con identificación de la persona, apunta a decir lo que se dijo en ese foro, la distribución de los recursos de acuerdo a los resultados. Este periodista me decía «pero dígame, «¿por qué la situación de la educación es tan grave?» y yo le decía que tiene que ver con la situación económica, en los ´60 Argentina tenía 5% de pobreza y eso se expresaba en una escuela pública sumamente homogénea, la escuela privada era una escuela marginal y mal vista. En mi época decir que te habías recibido en una privada era para sospechas de regalo del título. Lo que cambió es que tenemos 47% de pobreza y eso repercute en el sistema educativo de modo directo, tenemos 3 millones de hogares que tampoco tienen resuelto el tema de la vivienda.

M.H.: O sea que con Finlandia no nos podemos comparar.

L.M.: No, para nada. Finlandia tiene un 5% de pobreza, 5% de educación privada, docentes que son de los trabajadores mejores pagos del país, jornadas que permiten al docente tener espacios para la elaboración colectiva, para la reflexión pedagógica, la capacitación docente; porque la jornada laboral docente no se restringe a la hora de clase, que es lo que nos pasa a nosotros, sino que tiene una parte de la jornada de varias horas donde el docente se puede sentar con sus pares a organizar la tarea. Eso es vital para que una institución escolar tenga desarrollo, para que evalúe los métodos que está siguiendo, la bibliografía que eligió, los tipos de evaluaciones que le va a presentar a los chicos, el grado de desarrollo que ha tenido su propuesta a lo largo del año. Todo eso requiere tiempo que debería estar comprendido en la jornada laboral y en nuestro caso no está, nosotros somos una máquina de ir a dar la clase e irnos, porque tenemos que ir a otra escuela o seguir dando clase en otro curso, no está pensado nuestro trabajo como un trabajo de reflexión y elaboración, no nos permite desarrollarnos porque la jornada laboral no lo contempla y eso es calidad educativa.

Entonces cuando me dicen que hicieron el convenio con Finlandia me río para no llorar, porque me doy cuenta de que es toda una cortina de humo para hacerle creer a la población que hay un interés por mejorar la educación y acá el único interés es empezar a restringir el acceso a la Universidad, a los estudios superiores, para rentabilizar las inversiones y que no se dispersen, como ellos dicen, porque entran muchos y salen pocos.

Este es el mandato del PRO y acompañando la reforma laboral que significa que la propia escuela empiece a preparar para la flexibilidad laboral, la ampliación de la base impositiva con los trabajadores que están en negro hoy que pasan a ser monotributistas.

M.H.: Si fuera como lo manifiesta el gobierno se reflejaría en el presupuesto. ¿Cómo está ese tema?

L.M.: La semana pasada tuvimos en la Legislatura las reuniones con cada Ministerio donde se presentan las propuestas presupuestarias y de trabajo para el año siguiente, en el caso de la ministra Acuña, su presupuesto es ligeramente inferior en proporción al del año anterior, sigue bajando, tenemos un 18% cuando hace diez años teníamos 27%.

Mientras que la cantidad de dinero que en 2018 se va a destinar a los salarios de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires equivale a los salarios de educación con la diferencia que la dotación de docentes es el doble que la de policías. Es decir que la policía tiene más o menos 25 mil agentes y va a tener alrededor de 25 mil millones de pesos. La docencia tiene más de 50 mil y tiene 25 mil millones para el año que viene. O sea que en esta Ciudad de Buenos Aires los policías ganan muchísimo más que la maestra o el profesor.

El propio Ministro de Seguridad dijo la semana pasada que un policía ingresa al sistema con 30.000 pesos y la docencia está ingresando con 23/24.000 para doble jornada, a costa de su rendimiento porque te puedo asegurar que en la doble jornada no podés preparar material didáctico, no tenés tiempo para corregir.

Antes la maestra estaba las cuatro horas y después se iba a su casa en el turno siguiente, en el que no tenía que trabajar porque le alcanzaba el salario y preparaba los materiales, llevaba las carpetas de los nenes, hacía los dibujitos y todo eso que ya no hacemos porque no tenemos tiempo o sí pero a cuenta de nuestro tiempo libre.

Y en el área de secundarios que se supone que iban a invertir más para hacer la «Secundaria del futuro», la verdad es que no hay más inversión y en inicial que es una de las cosas más urgentes para que se desarrollen nuevos Jardines para satisfacer la demanda de vacantes que es el sector más vulnerado en este momento porque seguimos con un promedio de 11.000 vacantes que faltan de las cuales más de 10.000 son de nivel inicial.

En ese sector el presupuesto baja en proporción. Aumenta enormemente la parte de educación digital, con una mayoría de personal precarizado sin estabilidad laboral, con un subsidio a la educación privada de 6.500 millones de pesos; estamos hablando de casi el 20% de los fondos de nuestro presupuesto.

Esa es la situación de una Ciudad que es la más rica, que tiene ingresos por habitante muy altos y que en realidad hoy la policía tiene apenas 2 o 3 puntos menos que salud y educación pero con un criterio claro, fortalecer la represión porque mientras hay tanta propuesta para dejar gente sin trabajo y reducir salarios hay que contener el descontento con represión. Es muy claro.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.