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Huelga de los trabajadores de «El País» e infamias informativas en el diario de don Imperio-Cebrián

Fuentes: Rebelión

En el momento en que escribo estás líneas desconozco si el diario global-imperial puede adquirirse en la mañana de hoy, 7 de noviembre, en los quioscos y si su edición digital ha quedado afectada. No estaría mal, nada mal, que precisamente el 7 de noviembre la huelga de los trabajadores y trabajadoras del diario prisiano […]

En el momento en que escribo estás líneas desconozco si el diario global-imperial puede adquirirse en la mañana de hoy, 7 de noviembre, en los quioscos y si su edición digital ha quedado afectada. No estaría mal, nada mal, que precisamente el 7 de noviembre la huelga de los trabajadores y trabajadoras del diario prisiano tuviera este hermoso resultado.

Los motivos de la protesta de los trabajadores del «diario matutino global en español» son conocidos: reestructuración de plantilla, un ERE que afecta a 149 trabajadores, más recorte salarial por tramos de un 13%. Las propuestas de los negociadores empresariales podían leerse en la edición del martes del diario [1], así como las contrapropuestas sindicales (estas, vale la pena recordarlo, desde la óptica y el redactado empresarial).

A los motivos anteriores para apoyar esta huelga de trabajadores, se suma otro más relacionado con la (des)información, la manipulación, la infamia, y también con la dignidad y la rabia.

La nota referenciada publicada en el diario global-imperial finalizaba, no de forma casual desde luego, con las siguientes palabras: «En concreto, el diario ha perdido más de 200 millones de euros de ingresos respecto a los datos de 2007, mientras que su plantilla se ha mantenido estable. El coste medio por empleado en El País es de 88.000 euros [la cursiva es mía].

No entro en los 200 millones (desconozco si es real la cifra, pero nada dice de los beneficios supermillonarios de otras épocas ni de las inversiones alocados y ultracodiciosas de la dirección) ni tampoco en la supuesta estabilidad de la plantilla (cuya veracidad desconozco en todos sus nudos), pero que una información de este tipo, a punto de irrumpir una huelga obrera pletórica de razones, señale ese supuesto salario medio -«coste medio por empleado» en la jerga global-imperial- en un medio en el que el ejecutivo mejor pagado, don Cebrián -no es el único por otra parte con «sueldo» de alta alcurnia ejecutiva- gana anualmente unas 400 veces más -¡unos 30 mil euros diarios, cinco millones de las antiguas pesetas!- que el trabajador menos favorecido del diario es para ponerse a llorar de rabia y sentir complacido como la indignación más profunda transita veloz todo el recorrido de la circulación pulmonar de la que nos habló hace algunos siglos Miguel Servet (o Michael Servetus o Miguel Serveto y Conesa, alias «Revés», como se prefiera).

¡A la huelga pues! ¡Con el apoyo de todos y todas las trabajadoras de España (por cierto, una palabra-concepto con la que tanto se llenan la boca (y los bolsillos) los directivos de ese País tan semejante al otro en sus vértices y mandos principales) ¡Calentando, probando motores para la gran huelga del 14 de noviembre!

Notas:

[1] El País , 6 de noviembre de 2012, p. 43.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.