-Podríamos comenzar diciendo que el Estado desde el ministerio público fiscal continúa criminalizando y vulnerando a Higui. ¿Esta apreciación es correcta?
-Yo entiendo que sí. Higui salió absuelta del homicidio que se le imputaba por defenderse de una violación de un grupo de varones. Ella se defendió y cayó uno, de todos los que la atacaron, que murió. La acusaron de homicidio. La fiscal que estuvo en el juicio sigue acusándola de homicidio y apeló.
Nos llama muchísimo la atención porque en el debate quedó claro cómo fueron los hechos y ella no pudo probar que fue un homicidio. Y apeló. Yo quiero decir que dos jueces entendieron que se probó la legítima defensa y uno dijo que no fue probado que hubo homicidio. O sea que por el beneficio de la duda absolvió. Pero dos entendieron que está probada la legítima defensa. A nosotros nos llama la atención porque quedó muy claro que fue legítima defensa. Tienen que tener en cuenta esto, nosotras no teníamos que probar que había legítima defensa sino que la fiscal tenía que probar que Higui había matado con intención a esta persona y eso no lo pudo probar.
Esto de que esté probada la legítima defensa es un plus para nosotros. Si bien nosotros íbamos por eso, con que no pueda probar la fiscal que Higui había matado con intención y todo eso estaba absuelta igual.
Esto es claro una persecución porque nosotros estuvimos en el debate, hay un montón de cosas que sucedieron en el debate como que había un solo testigo del hecho y en la manera que dijo que habían sucedido las cosas eran totalmente imposibles de negar, porque Higui tendría que haber medido más de 1,80 m, porque dijo que Higui había pasado por encima de su hombro y había dado dos puntazos a su amigo mientras que su amigo estaba a un metro de distancia por detrás de él. No sé si entiende. Estaba su amigo, él en el medio e Higui atrás. Dice que su amigo estaba a un metro y que Higui pasa por arriba de su hombro con el brazo y que le pega dos puntazos, dos cuchillazos. Que su amigo después de que le pega las dos cuchilladas le pega una piña. La defensa no quiso preguntarle nada a esta persona porque era uno de los atacantes, sabíamos que iba a mentir. Pero los jueces le preguntaron cómo había sucedido lo de la piña. Lo relató distinto de como lo había relatado antes. Había dado una declaración distinta, pero el tema es que Higui mide 1,50 m, no puede pasar por encima del hombro de una persona que mide 1,70 m y pegar una cuchillada de la manera que después la médica dijo que le había pegado al muerto.
Imaginate que una persona de 1,50 de alto como Higui, si quiere pasar por arriba del hombro de uno de 1,70 m no tiene el alcance de brazos para llegar a un metro de distancia después de esa persona. No la podría alcanzar nunca.
-Gabriela, ¿esta apelación que hace la fiscal, puede llevar a la reapertura del caso?
-El hecho es así, ya hicieron la admisibilidad que tenía que tener. Está la Cámara de Casación. Nos dieron traslado a nosotros. El fiscal de Cámara apoyó esta presentación de la fiscal que era formalmente admisible. Ahí te preguntan si querés una audiencia o presentar un memorial. Nosotros dijimos que queríamos la audiencia. Así que vamos a ir a una audiencia para sostener nuestra posición.
Acá se tiene que discutir el derecho, el fallo de los jueces. Tiene que ser tan contundente para dar vuelta a los 3 jueces, no es nada más de la defensa. Acá está el fallo de los jueces, que la verdad está muy bien explicado. La fiscal tiene que dar vuelta esos tres votos. Tiene que ser fuerte su argumento. Yo la verdad no creo que pueda ser así, porque quiere discutir una prueba que ya se discutió. Esto que dice ella tendría que haber argumentado más en el debate. Una vez que acusó ella tiene la posibilidad de apelar y la está utilizando.
Esta apelación también es parte de una persecución. También te das cuenta de la calidad… me parece a mí que es mala gente. El fiscal tiene que ser una persona totalmente objetiva, no tiene que manejarse por cuestiones misóginas. Me parece que está pifiando en ese sentido.
-Gabriela te agradezco mucho esta comunicación. Nos aclara mucho porque realmente fue una noticia que nos impactó. Creímos cerrado el caso y esta apelación nos tomó un poco de sorpresa. Esto último que nos estás diciendo nos da más tranquilidad respecto de qué puede pasar a futuro.
-Lo que pasa es que con respecto a las cuestiones de género nos encontramos con esto. Aunque a veces no tiene que ver con el género porque esta fiscal es una mujer y los jueces fueron tres varones. Pero nos encontramos con esto, como que hay lugar para cualquier cosa. Te toca un facho o una facha y te tocan estas cosas. Hay que tener una visión de cómo fueron los hechos, el derecho penal en lo que dicen las normas tiene en cuenta generalmente a varones, cuando habla de homicidio y de la legítima defensa en igualdad de armas. Higui tenía un cuchillo y eso es lo que se puede discutir. Pero una mujer frente a un varón no puede pelear y mucho menos una mujer contra cuatro varones. Fue una suerte que Higui tuviera un cuchillo, sino hubiera sido un femicidio más.
Pero seguir esta discusión la verdad que da cuenta de qué clase de fiscales podemos llegar a tener y eso da mucha pena. Porque una vez que pasó el debate y fue tan claro que hubo policías que es insólito. Viste que cuando los policías dicen ‘acá está el cuerpo, de esta manera estuvo Higui y no podía levantar los brazos’, la que describió que tenía la ropa rasgada en las partes íntimas fue una policía, que estaba toda golpeada, que no podía levantar los brazos, fue una policía. Esos golpes la fiscal nunca dijo de dónde procedieron si no fue de la golpiza que recibió Higui.
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