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Entrevista a Jonathan Baldivieso del Observatorio del Derecho a la Ciudad

«La ciudad somos quienes la habitamos»

Fuentes: Rebelión

M.H.: El pasado 24 de noviembre nació el movimiento “La ciudad somos quienes la habitamos”, explicanos en qué consiste.

J.B.: Para explicar la idea de este nuevo espacio político, tenemos que comentar cuál es el contexto en el que estamos en la Ciudad de Buenos Aires. Hace mucho tiempo que venimos con un plan sistemático de despojo y destrucción de la Ciudad, que venimos comentando hace tiempo, venta de tierras públicas, privatización de servicios, sobre construcción de la Ciudad que hace colapsar los servicios solamente para construir viviendas suntuosas, tenemos todos los indicadores ambientales mal, de arbolado público, de espacios verdes, el tema de la Costanera, ahora quieren destruir un humedal. Indicadores sociales, económicos, la crisis habitacional es alarmante.  

Un contexto muy grave en la Ciudad que tiene su reflejo en el país pero que tiene un condimento de especulación inmobiliaria por detrás que hace que estos problemas se exacerben. Por otra parte tenemos lamentablemente la gran mayoría del sector político que no atiende a estos problemas, ya sea porque están en el gobierno o porque no son una oposición profunda a estos temas.  

Y, por otro lado, tenemos una ciudadanía que se viene organizando, que viene demostrando una gran calidad democrática, que tiene iniciativas pero que no son tomadas por la Legislatura o la clase representativa de la ciudadanía. Por ejemplo, hemos elaborado durante más de un año una ley en el marco de espacios verdes, que ningún legislador quiso levantar, hemos presentado proyecto de ley para recuperar la Costanera, para expropiar el predio de IRSA y que la Costanera sea pública, que tampoco tuvo a ningún Legislador que lo levantara como para que tenga estado parlamentario.  

Hemos planteado la campaña para que la Defensoría del pueblo vuelva a manos de las asambleas y que sea la ciudadanía quien elija a su defensor o defensora y no únicamente que sea un acuerdo de los partidos políticos mayoritarios. Tampoco hemos conseguido ningún aval.  

Esto demuestra que hay un gran distanciamiento de la clase representativa de la organización ciudadana, las asambleas y colectivos. Eso nos ha llevado a la conclusión de que el camino que necesitamos en CABA es construir un espacio político que surja desde las asambleas y que no esté organizado bajo el paradigma de la democracia representativa, es decir, que no sea un partido político tradicional que está pensando en la competencia de la gobernabilidad cada dos años, sino que sea una organización ciudadana formada bajo el paradigma de la democracia participativa, que su lucha sea cotidiana, para que sea la ciudadanía, las asambleas, los consejos comunales los que codecidan con el gobierno las políticas urbanas que se implementan en CABA.  

De esa idea nace el movimiento donde se quiere profundizar la reconfiguración de la democracia tal como la pensamos. La democracia representativa ha sido mayormente capturada por el poder económico inmobiliario en CABA, lo que ha llevado al extremo que en plena pandemia de crisis sanitaria solamente se traten negocios inmobiliarios en la Legislatura. Ahora ya estamos a fin de año y advertimos que el gobierno post elecciones votó nuevamente emprendimientos inmobiliarios en Costa Salguero, el emprendimiento inmobiliario en el nuevo Puerto Madero en la Costanera Sur, más de decenas de convenios urbanísticos que son acepciones para torres en toda la ciudad.  

Como no hemos tenido resultados con las fórmulas tradicionales de organización política, porque hemos permitido que el gobierno siga cometiendo estos despojos, apropiaciones y destrucción de la Ciudad, hemos pensado en la necesidad de crear un espacio que esté constantemente resistiendo, pensando una ciudad alternativa, pero no solamente pensando qué ciudad nos merecemos, qué ciudad nos gustaría disfrutar, cómo tenemos que defender la CABA por su historia, su identidad, sino también reflexionando y pensando cuál es la nueva configuración de la democracia que necesitamos para tomar decisiones.  

Actualmente está decidiendo un sector de la clase que gobierna con el poder económico inmobiliario financiero concentrado en la Ciudad de Buenos Aires. Ese es el máximo problema que tiene a nivel del norte de la ciudad, porque es un norte que está sometiendo y sujetando la planificación urbana a los intereses inmobiliarios y justamente en detenimiento de la calidad de vida del ambiente urbano de la comunidad porteña. Por lo tanto, estamos haciendo este lanzamiento de este nuevo movimiento con el nombre de “La ciudad somos quienes la habitamos” justamente porque la ciudad nos pertenece, la ciudad es nuestro bien común y tenemos el derecho y queremos recuperar ese derecho de formar parte y decidir por nuestra ciudad.  

M.H: Es un movimiento que se ha ido desarrollando sobre todo en el último año, la participación numerosa en las audiencias públicas, las bicicleteadas que se organizaron en defensa de la Costanera, y supongo que el lanzamiento de este movimiento ya debe tener algunas primeras adhesiones ¿Podrías comentarnos cuáles? 

J.B: Principalmente este movimiento está impulsado por una serie de colectivos que venimos trabajando hace un tiempo de forma mancomunada entre ellos el Observatorio al Derecho de la Ciudad, la Cátedra de Ingeniería Comunitaria, el Instituto de Pensamiento de Políticas Públicas de Claudio Lozano, el Frente Salvador Herrera que es un movimiento de barrios populares y la Defensoría de laburantes.  

Este conjunto de espacios venimos hace mucho tiempo interviniendo y acompañando asambleas en los conflictos urbanos y son los primeros impulsores de esta iniciativa de armar un espacio para aumentar la sinergia del ciudadano común bajo una identidad nueva y empezar a incorporar personas referentes de las asambleas. Sabemos que las asambleas tienen integraciones partidarias y no partidarias de distinta índole, por lo tanto, es difícil que una asamblea completa se incorpore y se sume a un espacio nuevo por eso tenemos esta apertura que no necesariamente se tienen que sumar asambleas sino que pueden sumarse ciudadanos y ciudadanas a título personal.  

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.