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Yo fui, y sigo siendo, enemigo de Alfonsín

La hipocresía me subleva

Fuentes: Rebelión

Hay dos sentimientos que me invaden, la bronca y el temor de ofender el dolor de los compatriotas que estiman a Raúl Alfonsín. Cuando escucho en los canales de TV. hablar del padre de la democracia, la bronca me invade, siento que me desgarran el alma, los radicales el 16 de diciembre del 82, cuando […]

Hay dos sentimientos que me invaden, la bronca y el temor de ofender el dolor de los compatriotas que estiman a Raúl Alfonsín.

Cuando escucho en los canales de TV. hablar del padre de la democracia, la bronca me invade, siento que me desgarran el alma, los radicales el 16 de diciembre del 82, cuando matan a Dalmiro

Flores a escasos 30 metros de donde yo estaba, eran apenas 300 tipos, que corrieron despavoridos ante el primer gas que lanzaron los milicos; mientras nuestros compañeros intentaban ingresar a la Casa Rosada, la multipartidaria saltaba en pedazos y no había posibilidades de transición ordenada con la dictadura, la movida de Balbín, Bittel, Alende etc; no les sirvió de nada.

Muchachos, esto es igual al 2001; si los medios masivos dicen «que llueve, es porque nos están meando».

No se recuperó la democracia en el acto de Ferro, ni pronunciando el preámbulo berreta de la constitución de 1853; la recuperaron las madres de la plaza, los gremios y militantes que nucleados en los 25; la recuperó el Carlón Pereyra Rossi con Yaguer, ofrendando su vida.

No jodan más con la boludez de colocar en el Olimpo a las figuras públicas que desaparecen; este hombre que hoy muere, fue el que arrugó con los milicos, y les promulgó la ley de obediencia debida y punto final, después de decirnos que la casa estaba en orden; esa era su convicción democrática.

Fue el que se bajó los pantalones ante los grupos económicos que había promovido Martínez de Hoz y les dijo que ellos eran los Capitanes de la Industria, y para sostenerlos como tales, inventó contratos multimillonarios con el Estado, y un plan Austral, para mantener a los trabajadores cagados de hambre y posibilitar una fuga inescrupulosa de capitales hacia el extranjero.

¿Quien no recuerda a Trocoli o Nosiglia?. ¿Los negociados y las valijas que hacían correr Jarolawski y Manzano?

La democracia la sostuvieron los compañeros que desde la Municipalidad de Moreno, le pusieron las máquinas viales enfrente de Campo de Mayo, con miles de personas, los convencidos que concurrieron a Plaza de Mayo.

Dejaron el Banco Central sin un dólar, con tal de sostener su modelo, Designó con su sabio dedo a un liberal corrupto como Angeloz, candidato a presidente; permitió una espiral inflacionaria en beneficio de la banca externa y sus gloriosos capitanes de la Industria, que condujo al saqueo y la olla popular, antecedente inmediato del piquete,  humillaron a miles de compatriotas, plato en mano, a esperar el turno para que el puntero vuelque el cucharón.

A las juntas no tenían más remedio que juzgarlas, ya que nadie se comió la farsa de la justicia militar; y los movimientos de izquierda se lo comáin crudo.

El MERCOSUR es y fue apenas un pequeño negocio comercial, de las multinacionales, que toman como plataforma exportadora el continente; sin importarles un carajo nuestros pueblos. 

Ocultan lo que hizo cuando los pueblos latinoamericanos proponían la formación de un Club de deudores para enfrenta al FMI, los dejó en banda a todos, Brasil incluido..

Equiparó la conducta de los compañeros que lucharon por la igualdad, por la libertad, la dignidad del hombre,  y la liberación de la patria, con la de los militares que los masacraron desde el Estado.

Mantuvo vigente el «algo habrán hecho», durante todo su periodo presidencial; si este es el padre de la democracia, Drácula es dador de sangre.

Yo fuí testigo de como los servicios destrozaban Modart, o como desarmamos un servicio infiltrado entre la gente; lo recordamos Sr. Alfonsín.

Recordamos todas las cacatúas mañaneras, que nos silenciaban las verdades, y mantenemos la más profunda sospecha de que su Ministro Nosiglia, algo tuvo que ver en la Tablada.

Acaso piensan que vamos a olvidar a su hermanito manejando las compras de la Caja PAM, y los tanques de agua pedorros, que levantaron en los barrios más humildes. O al muchacho que tenía en el hipotecario construyendo negocios de conjuntos habitacionales en el medio de la nada, sin el más mínimo equipamiento social, pregunten en Marcos Paz, o Moreno cuanto tiempo estuvieron sin habitar las viviendas.

Yo no puedo olvidar que Ud. mediante las comunicaciones A-695; A696; A697, del 1º de Julio de 1985, terminó de consumar el tramite de estatización de la deuda externa privada, que había comenzado la dictadura, la deuda externa del sector público que era del 53% para el año 1983 pasó al 82% para 1985.

El compañero Olmos denuncia la estafa que se cometió durante este período, claro está que ningún puto diario de Argentina ni del mundo le va a rendir homenaje, ni considerarlo un consecuente defensor de los derechos de nuestro pueblo.

Quieren que les recuerde el decreto 1003/88, por el cual el estado aceptaba que las empresas constructoras, cancelen avales caídos, con titulos de la deuda externa que compraban al 25%. Pregúntenle al viejo Macri, Roggio o Petersen cuanto ganaron en esa época. Se les condonó 80% de la deuda con el estado; luego serán las que aparecen como compradoras de los bienes del estado.

Espero que haya dejado un listado de sus capitanes de la industria, beneficiados con el On-lending, entre el 86 y 88; porque hasta la fecha no sabemos quienes recibieron los 1000 millones de dolares emitidos en australes, para que la banca extranjera financie a tasas subsidiadas a estos amigos.

Yo jamás olvidaré que de los 63 mil millones de deuda que nos dejaron 25 mil eran y lo son indocumentados.

De manera absoluta obscena, propia de los contubernios que atesora la UCR, firmó el pacto de Olivos, no hay excusa que pueda eximirlo; sabía perfectamente que se estaba vendiendo y entregando el patrimonio de los Argentinos, y condenado a millones a la más absoluta miseria.

Toda la habilidad que tuvo para mostrarse como estadista, de vida espartana, lo evidencia como aristócrata de la Roma decadente cuando le filmaron el pase del papelito en el Senado.

Cuantas veces acordó con Duhalde, primero para derrocar a Delarruina, luego para la pesificación asimétrica y la devaluación que pagaron los trabajadores.

Si alguno tiene duda sobre el pensamiento más profundo de Alfonsín les recomiendo leer a Lintz, polítilogo sesudo, que trabajó muchísimo sobre el concepto de gobernabilidad, pero no le interesa en absoluto construir un mundo mejor..

Pueden dejar hasta fin de año la bandera a media asta, a mi solamente me recordará una infinidad de argentinos a los cuales, esta clase política a la que perteneció Alfonsín, condenó al hambre y la muerte en su propia patria.

Seguramente la presente tiene desprolijidad e incongurencias cronológicas, lo que no podrán decir es que no contiene verdades; pasión y amor por mi pueblo. Por ello a quienes honestamente están acongojados les pido con profundo amor que me sepan disculpar, y con serena calma investiguen lo que expreso.

No es por agravio que escribo la presente sino por aquello que nos recomendará Walsh: «Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas. «Rodolfo Walsh»