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Entrevista al escritor Eugenio Aguirre

«La historiografía oficial se comporta de forma dogmática y maniquea»

Fuentes: Rebelión/Clarín de Chile

En entrevista con Clarín.cl Eugenio Aguirre (1944) habla de la trilogía Pecar como Dios manda (2010). «De alguna forma la experiencia de treinta años cultivando el subgénero de la novela histórica, me ha servido para escribir varios ensayos basados en las fuentes de investigación de innumerables historiadores mexicanos destacados. Sin embargo, el proyecto original de […]

En entrevista con Clarín.cl Eugenio Aguirre (1944) habla de la trilogía Pecar como Dios manda (2010). «De alguna forma la experiencia de treinta años cultivando el subgénero de la novela histórica, me ha servido para escribir varios ensayos basados en las fuentes de investigación de innumerables historiadores mexicanos destacados. Sin embargo, el proyecto original de esta obra es de Federico Andahazi, quien arrancó en Argentina con mucho éxito. A él se debe el título del libro y el proyecto editorial que hemos desarrollado tanto en Argentina como en México, así como en Chile y Colombia»

Autor de: Pajar de imaginación (1975); El caballero de las espadas (1978); Gonzalo Guerrero (1980); El testamento del diablo (1982); Cadáver exquisito (1985); El rumor que llegó del mar (1986); Amor de mis amores (1988); Pasos de sangre (1988); El guerrero del sur (1991): La lotería del deseo (2003); Victoria (2005); La cruz maya (2006); Isabel Moctezuma (2007); Hidalgo (Editorial Planeta, 2009); Pecar como Dios manda (Editorial Planeta, 2010) y de varias colecciones de cuento y novelas históricas.

Eugenio Aguirre ha sido pionero al abordar los personajes históricos en la nueva narrativa mexicana e ideólogo del Museo del Escritor -junto a René Avilés Fabila-; en lugar de desperdiciar su tiempo en la conmemoración del Bicentenario junto a la derecha panista , debate con argumentos y documentos: «La historia oficial no supo o no quiso comprender a Hidalgo ni verlo a cabalidad. Existen muchos Insurgentes que han sido ignorados, como son los hermanos del prócer. También existen cientos de personajes fundamentales de quienes se desconoce hasta el nombre y que fueron importantísimos para la gesta Insurgente. Yo tuve el privilegio de invitarlos a participar en mi novela y presentarlos con la dimensión que merecen».

MC.- ¿Pecar como Dios manda es el resultado de años de investigación para las estructuras de las novelas históricas?

EA.- De alguna forma la experiencia de treinta años cultivando el subgénero de la novela histórica, me ha servido para escribir varios ensayos basados en las fuentes de investigación de innumerables historiadores mexicanos destacados. Pecar como Dios manda me obligó a leer alrededor de cien libros, artículos, documentos de archivo, etcétera, 87 de los cuales componen la bibliografía anexa al texto en el libro impreso editado por Planeta .

MC.- ¿Por qué invitó a colaborar a Federico Andahazi?, ¿no pensó en trabajar con historiadores mexicanos?

EA.- El proyecto original de esta obra es de Federico Andahazi, quien arrancó en Argentina con mucho éxito. A él se debe el título del libro y el proyecto editorial que hemos desarrollado tanto en Argentina como en México, así como en Chile y Colombia. Sin embargo, para el texto mexicano sí pedí la colaboración de historiadores mexicanos, como fueron los casos de Alfredo López Austin -autor del libro: Cuerpo humano e ideología en la época prehispánica -; Mónica del Villar -quien fue directora de la revista Arqueología durante más de quince años-; el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma y el escritor Felipe Garrido, entre otros, mismos que no sólo me facilitaron documentos básicos, sino me orientaron respecto de muchas fuentes que estaban dispersas.

La bibliografía del libro contempla a muchos historiadores e historiadoras ilustres, así como antropólogos y antropólogas mexicanos del nivel más alto y con prestigio internacional, muchos de ellos mis amigos personales.

MC.- ¿Pecar como Dios manda, Ritos de sangre y sexo, y Los arrebatos carnales, han iniciado una tradición de retirar la solemnidad al erotismo dentro de la historia?

EA.- Por supuesto. La historiografía oficial siempre se ha comportado de forma dogmática y maniquea, y no ha servido para divulgar los conocimiento del pasado entre la población en general. Los textos que mencionas tienden a esa divulgación, a sacar de los medios académicos y de las esferas de élite información que puede ser bien asimilada si los textos se redactan con una intención literaria que propicia su lectura en forma gozosa y placentera.

MC.- ¿Cuál es el aporte de Pecar como Dios manda a la historiografía mexicana?

EA.- Una redacción amable, atractiva, con algunos destellos de humor y la conducción del saber sin imposiciones ideológicas que provoquen el rechazo del lector. Muchos textos crípticos, conceptuales, culteranos han sido reescritos, sin alterar las propuestas de sus autores, para que lleguen al lector en una forma inteligible que les permita aprender la historia y el comportamiento sexual de las culturas prehispánicas de Mesoamérica.

MC.- ¿hasta qué época comprenderá la trilogía?, ¿cómo estarán organizados las próximas entregas?

EA.- El segundo tomo abarcará del siglo XVI al XIX, y el tercer tomo el siglo XX y lo que va del XXI. Las entregas se harán de acuerdo con el proyecto Editorial Planeta .

MC.- Para conmemorar el Bicentenario escribió la novela «Hidalgo», ¿por qué no se hablaba de la importancia de los hermanos de Miguel Hidalgo?, ¿de sus vicios, de la extraordinaria oratoria del Padre de la Patria?

EA.- Mucho se ignoraba sobre la personalidad de Hidalgo, a pesar de que hay varios ensayos verdaderamente brillantes -cito al maestro De la Torre Villar, a Carlos María Bustamante, a Luis Villoro, sólo para dar unos pocos ejemplos- hasta que apareció mi novela. La historia oficial no supo o no quiso comprenderlo ni verlo a cabalidad. Existen muchos Insurgentes que han sido ignorados, como son los hermanos del prócer. También existen cientos de personajes fundamentales de quienes se desconoce hasta el nombre y que fueron importantísimos para la gesta insurgente. Yo tuve el privilegio de invitarlos a participar en mi novela y presentarlos con la dimensión que merecen. Mario, ya te habrás dado cuenta después de la lectura del libro. Por supuesto, su lado oscuro siempre ha sido soslayado, pues develarlo podrá parecer herético y blasfemo. Creo que es hora de conocer a Miguel Hidalgo en una forma integral y desde muy diversos ángulos.

MC.- ¿Hidalgo se mantenía informado de los movimientos de Independencia en Sudamérica?, ¿qué diferencia marcó en las batallas el hecho de que Hidalgo no fuera militar, en contraste con San Martín, Bolívar u O’Higgins?

EA.- Es posible, aunque no me atrevo a afirmarlo. Las fuentes no lo indican. Lo que sí es seguro es que conoció bien los pormenores de la Revolución de independencia de los Estados Unidos y la Revolución francesa. Hidalgo fue un fiasco como militar. No tenía la menor idea de la estrategia, ni del manejo de cuerpos del ejército; de ahí sus diferencias con Ignacio Allende y los demás militares Insurgentes.

MC.- ¿Cuánta ficción era necesaria para narrar la vida de Hidalgo?

EA.- Mucha y mucho oficio, malicia y un colmillo afilado. Se trata de una novela y el autor puede darse todas las licencias que considere pertinentes, claro sin mancillar o distorsionar las fuentes históricas que deben respetarse a cabalidad.

MC.- ¿Por qué incluyó a Paco Ignacio Taibo II y Arturo Pérez Reverte como personajes de reparto en la novela Hidalgo?

EA.- Porque ambos han trabajado temas históricos con brillantes y merecen un modesto homenaje intertextual. Además sus textos o interpolaciones son pertinentes. Advierto que se te pasó la mención de Camilo José Cela -a quien por cierto conocí y traté entre 1980 y 1982, y le profesé admiración y amistad- y la del escritor mexicano Herminio Martínez -autor de la novela El diario maldito de Nuño de Guzmán, entre otras-, y la frase que da título a una canción del grupo de rock Guns and roses que está intercalada en los párrafos finales.

MC.- ¿Cuándo aceptará la Iglesia católica que excomulgó a Hidalgo?, ¿qué documentos presentó Catalina Sierra Casasús para demostrar el proceso judicial de la Inquisición en contra de los libertares?

EA.- Así como están los clérigos católicos, creo que nunca. No sólo son ignorantes sino sumamente pendejos . La puta de babilonia está en declive y bancarrota. Ya sólo los despistados comulgan con sus ruedas de molino.

Catalina Sierra Casasús presentó fuentes de primera mano producto de una investigación profesional, seria y responsable. Por cierto tuve el gustazo de conocerla a través de mi amigo Héctor Azar. Siempre fue muy amable conmigo y le guardo un grato recuerdo.

MC.- Este Bicentenario se publicaron 3 novelas sobre Leona Vicario, una por editorial: Planeta, Santillana y Random House Mondadori, ¿qué impresión tiene de las múltiples voces narrativas adjudicadas a la Benemérita?, ¿por fin el Bicentenario le hizo justicia a Leona Vicario?

EA.- Tengo una muy buena impresión. Creo que todas las novelas son aportaciones valiosas. Sus autores han hecho un trabajo digno e importante; y sí, por fin, se le ha hecho justicia a «La Madre de la Patria». Sólo te aclaro que mi novela es la pionera, pues la primera edición es de 1986, cuando a nadie se le ocurría escribir una línea sobre esta magnífica mujer.

MC.- Finalmente, ¿qué nos dice la derecha con el desfile al estilo «Time Square» y la necrofilia del castillo de Chapultepec del Bicentenario?

EA.- No tengo comentarios. No quiero perder mi tiempo frente a la estulticia y gazmoñería de quienes gobiernan este maravilloso país, que se merece mejor suerte y un destino luminoso.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.