«El sistema ha triunfado… Él no debería haber sido empujado hasta el borde del suicidio,» advierte Nils Melzer, Relator Especial de la ONU contra la Tortura, tras la sentencia que apoya los argumentos de los fiscales limitando los derechos de libertad de prensa y a recibir información veraz y rechaza todas las razones de la defensa del creador de Wikileaks… salvo la de que su encarcelamiento en una prisión de máxima seguridad norteamericana pondría en peligro su vida.
Dos hechos probados trágicos –el deterioro de la salud mental de Julian Assange tras una década de confinamiento y las brutales condiciones de reclusión en la prisión de máxima seguridad de EEUU (Florence ADX)– han salvado de momento al fundador de Wikileaks de acabar sus días entre rejas tras ser condenado a 175 años de cárcel por una Ley de Espionaje de 1917 que castiga la revelación de secretos de Estado aunque sean crímenes de guerra.
Porque la magistrada de distrito del Tribunal de Westminster Vanessa Baraitser, en su sentencia de 132 folios por la que rechaza la demanda de extradición presentada por EEUU, repite al pie de la letra casi todos los argumentos estadounidenses que socavan la libertad de prensa y de expresión protegida por la Primera Enmienda de la Constitución de ese país.
El único motivo que aduce la jueza para no entregar a Assange a la Justicia Militar estadounidense por los supuestos delitos de publicar informaciones auténticas es que los acusadores estadounidenses no la han convencido de que el reo no acabaría suicidándose si fuera sometido a la pena que piden contra él.
«La sentencia es una victoria para Assange, pero sus implicaciones para la libertad de prensa son mucho más complicadas», explicaba tras estudiar el veredicto Jameel Jaffer, director del Instituto Knight de la Primera Enmienda en la Universidad de Columbia de Nueva York. «El tribunal deja claro que habría concedido la extradición a EEUU si no fuera por los temores sobre su salud mental y por las durísimas condiciones en las que sería encarcelado allí«.
«El tribunal avala la acusación de EEUU al tiempo que rechaza la extradición y eso es una amenaza para el periodismo de investigación»
«En otras palabras, el tribunal avala la acusación de EEUU al mismo tiempo que rechaza la extradición. Y eso plantea una amenaza para el periodismo de investigación. Nos preocupan especialmente los cargos de la imputación que acusan a Assange de haber violado la Ley de Espionaje simplemente por el hecho de haber publicado secretos clasificados. Porque esas imputaciones constituyen un ataque sin precedentes contra la libertad de prensa, calculado para disuadir a periodistas y editores de ejercer sus derechos que la Primera Enmienda debería proteger», concluye Jaffer, quien fuera el subdirector del Departamento Legal de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
De hecho, prácticamente todas las personalidades internacionales del mundo de la comunicación han expresado su grave preocupación por el contenido de la sentencia, ya que va desestimando una por una todas las razones de la defensa de Assange sobre las violaciones del derecho de la ciudadanía a recibir una información veraz, e incluso desprecia de un plumazo hechos incontestables que invalidan la propia instrucción del caso.
La jueza desestima las pruebas del espionaje cometido por la empresa española UC Global en la Embajada de Ecuador en Londres
Por ejemplo, Baraitser aduce que no es tarea de los tribunales británicos entrar en el caso del espionaje cometido en la Embajada de Ecuador en Londres por la empresa española UC Global, que grabó secretamente en vídeo las reuniones confidenciales de Assange con sus abogados y médicos. La jueza afirma que no puede valorar esos hechos demostrados y de dominio público porque no tiene acceso al sumario sobre el caso que se instruye en la Audiencia Nacional española, pese a que la defensa del creador de Wikileaks le presentó las pruebas de esa violación del procedimiento judicial secreto contra el acusado y testimonios de que el espionaje de EEUU planeó envenenar o secuestrar a Assange durante su asilo diplomático.
«No olvidemos que agentes norteamericano planearon asesinar a Julian en territorio británico, sus colaboradores británicos fueron también blanco del espionaje y sus documentos fueron robados, y sus operaciones ilegales incluso apuntaron a nuestro bebé de seis meses», recordaba tras la sentencia, en la puerta del edificio judicial Old Bailey, la pareja de Assange, Stella Moris, refiriéndose al caso de UC Global. «Es repugnante, y también una amenaza para todos. Así que no celebraremos mientras nuestros niños sigan privados del amor y el afecto de su padre».
La pareja de Assange, Stella Moris, apela al presidente de EEUU y avisa del peligro de «perder nuestras libertades»
Moris hizo un llamamiento a la defensa de la libertad de Assange porque «los derechos de Julian están entrelazados con los derechos de todos nosotros. Y podemos perder nuestras libertades en un abrir y cerrar de ojos. Llamo a todos los que conocen los hechos a denunciar el conjunto de ilegalidades que han conducido al encarcelamiento de Julian. Y apelo al presidente de los EEUU a que ponga fin a esta persecución ahora mismo».
La norteamericana Freedom of the Press Foundation (Fundación Libertad de Prensa) también admitió que «la decisión sobre la demanda de extradición no fue tomada en base a la libertad de prensa, sino que la jueza dictaminó, esencialmente, que el sistema penitenciario de EEUU es demasiado represivo como para extraditar» al reo. No obstante, expresó su esperanza de que «sin embargo, el resultado [del veredicto] protegerá al periodismo en todas partes».
Por su parte, el International Press Institute (IP), una red global de editores, directivos de medios de comunicación y destacados periodistas que trabajan por la libertad de prensa, manifestó que «la decisión de denegar la extradición solicitada por el Gobierno de EEUU es una victoria para la libertad de prensa» porque «su procesamiento bajo la Ley de Espionaje habría sentado un peligroso precedente que tendría un efecto pavoroso para el trabajo de los periodistas en Estados Unidos y el resto del mundo«.
El director de la Oficina de Asistencia del IPI, Ravi R. Prasad, también lanzó un «llamamiento al Gobierno de EEUU para que retire sus imputaciones con Assange bajo la Ley de Espionaje y ponga fin a su intento de extradición».
Nils Meyer: «El veredicto es una advertencia para todos los periodistas que cubren crímenes de guerra»
Pero muchos otros observadores fueron bastante menos optimistas sobre el futuro del caso y sus consecuencias para la libertad de prensa y el periodismo de investigación. El Relator Especial de la ONU sobre la Tortura, Nils Meyer, subrayó que las argumentaciones del veredicto de Baraitser constituyen «una advertencia para todos los periodistas que cubran crímenes de guerra».
«El sistema ha triunfado… Él [Assange] no debería haber sido empujado hasta el borde del suicidio», denunció Meyer en declaraciones a la cadena de televisión Russia Today. «Se ha ganado una batalla, pero el tribunal británico ha ido demasiado lejos en la justificación del argumentario utilizado por EEUU para justificar esas imputaciones, que básicamente criminalizan el periodismo de investigación».
La jueza «avala que cualquier otro periodista pueda ser extraditado por imputaciones idénticas»
«Sólo rechaza la extradición por razones puramente médicas, pero mantiene toda la construcción acusatoria contra la libertad de información. Así que EEUU no ha perdido tanto con este veredicto, puesto que en la práctica avala que cualquier otro periodista pueda ser extraditado a causa de imputaciones idénticas a las que presenta contra Assange, y la sentencia sigue siendo muy intimidatoria para todos los periodistas en todas partes. Y prácticamente lava la cara de los que han violado sus propias leyes y tratados internacionales para someter a Assange a muchos años de persecución y tortura», sentenció Meyer.
El afamado analista y escritor británico Owen Jones, escribía en The Guardian: «La maquinaria de guerra de EEUU depende de su capacidad para maquillar realidades humanas brutales. Si civiles inocentes pueden ser asesinados silenciosamente y sin consecuencias, entonces no habrá nada que pueda evitar que muchas más personas sufran ese mismo destino».