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La muerte de niños indígenas no aparecen en las estadísticas

Fuentes: Servindi

Estudio afirma que la desnutrición y las muertes evitables en niños menores de un 1 año se produce mayoritariamente en zonas indígenas del país. El periodista argentino Darío Aranda alertó que niños indígenas en provincias del norte del país siguen muriendo por desnutrición en medio de la indiferencia de las autoridades y algunos medios de […]

Estudio afirma que la desnutrición y las muertes evitables en niños menores de un 1 año se produce mayoritariamente en zonas indígenas del país.

El periodista argentino Darío Aranda alertó que niños indígenas en provincias del norte del país siguen muriendo por desnutrición en medio de la indiferencia de las autoridades y algunos medios de comunicación.

«Que no salga en los medios o que no lo mencionen los políticos no quiere decir que no esté sucediendo», dijo en una alocución radial por Internet (1).

Señaló como ejemplo que seis menores aborígenes perdieron la vida entre enero y febrero de este año en las provincias de Salta y el Chaco ubicadas al norte de Argentina, pero que sin embargo no hay información precisa sobre ello.

«Natalia Gómez, Marcos Solís, Martín Delgado, Mauricio Lucas, Samuel Jaime y Alan Bishena son nombres que en general no sabemos de dónde provienen; pero no es casual que no lo sepamos», indicó.

Cabe anotar que los datos que brinda con los nombres de los niños indígenas muertos son parte de la escasa información que existe y que por propia cuenta logró obtener el periodista tras revisión de archivos.

Sostuvo que si bien el fallecimiento del niño de la etnia qom Nestor Femenia (2), ocurrida el 6 de enero en el Chaco, captó la atención de algunos medios, pero las reacciones que provocó confirmó la recurrente indiferencia de las autoridades sobre el tema.

Explicaciones reprochables

Para graficar su crítica, el periodista recordó que a raíz de esta tragedia la diputada argentina Diana Conti afirmó en un programa de televisión (3) que la desnutrición infantil en las comunidades indígenas se debía a elementos «culturales».

«(dijo) Que se trataba de una cuestión cultural que los indígenas mueran de hambre, que no quieran comer o que pasen estas situaciones», precisó.

Similar situación la generó Jorge Capitanich cuando era jefe de gabinete de Gobierno, pues manifestó que la muerte del niño Nestor Fermenia era un caso aislado y acusó que se trataba de una «operación política».

Aranda recordó un pasaje aún más reprochable en que el ministro de Salud del Salta Oscar Villa Nogués reconoció en febrero de este año que hubo otras dos muertes de niños indígenas en esta provincia en agosto y setiembre de 2014.

Lo indignante ocurrió cuando la secretaria de Nutrición de dicho ministerio, Cristina Lobos, explicó por qué no habían dado a conocer antes esta información.

«Dijo que el Ministerio de Salud no es un obituario y que por eso no publicaron las muertes. Eso fue un escándalo al menos en Salta», evocó. Semanas después de lo dicho tuvo que renunciar (4)

Honestidad estadística tardía e incompleta

Darío Aranda indicó que hace tres semanas el Hospital de Tartagal, ciudad de la provincia de Salta y donde hay mayor población indígena wichí, reconoció que solo en dicha ciudad había 193 casos de niños con bajo peso y que 9 niños indígenas estaban en estado crítico.

Igualmente el ministerio de Salud de Salta admitió en marzo de este año que de los niños de 0 a 5 años en dicha provincia, 1,900 tenían déficit nutricional. Sin embargo, un estudio demostraba que eran más.

El Instituto de Estudios Laborales y Desarrollo Económico de la Universidad de Salta publicó un informe donde puntualiza que en Salta había 15 mil 300 niños con déficit nutricional y no 1,900.

«Todo esto en una provincia como Salta donde hay alimentos, donde hay sectores acomodados, donde hay un gobierno que aspira a la tercera reelección», añadió.

Desigualdades entre niños indígenas y no indígenas

Asimismo, Aranda indica que según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Salta la desnutrición en los niños indígenas triplica a la de los niños no indígenas. «O sea los niños indígenas la pasan mucho peor que los niños no indígenas», añade.

Según relata Darío Aranda, la peor situación la protagoniza la provincia argentina del Chaco. Pese a ser el lugar donde más enfermedades y muertes por desnutrición se vienen registrando, la disposición estadística es escasa, dice.

Idéntica situación sufre la provincia argentina de Formosa, en cuya ciudad Las Lomitas donde hay mayor población indígena de la provincia, se dan los peores índices, sostiene.

Asimismo, el periodista divulgó la tabla realizada por la Unicef con los muertos por desnutrición y muerte evitable de niños menores de 1 año en Argentina, en donde la provincia de Buenos Aires es de 8 fallecimientos por cada 1000 nacidos vivos.

«Le sigue Tierra del Fuego con 8.4 por ciento por 1000, y entre los peores son Jujuy, con 14,2 por ciento, Catamarca (15,2 %), el Chaco (16.4 %). Formosa está en la cima de este ranking con un 20.9 por ciento», anota.

Según el ministerio de Salud el 2013 en argentina hubo por lo menos 21 niños muertos por desnutrición y, además, de acuerdo a estudio socio ambiental de la Universidad de Formosa, la desnutrición y muertes evitables en niños menores de 1 año se da más en las zonas indígenas del país.

Notas:

(1) http://www.kalewchefm.org/columnistas/dario-aranda/2734-la-muerte-de-ninos-indigenas-en-el-norte-argentino?utm_source=dlvr.it&utm_medium=facebook

(2) El País: http://www.elpaisonline.com/index.php/noticiastarija/item/158382-la-muerte-y-el-hambre-moran-en-la-realidad-de-ninos-del-norte-de-argentina

(3) Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=mPvqnNhYPL4

(4) Diario Clarín: http://www.clarin.com/sociedad/Salta-renuncio-funcionaria-Ministerio-obituario_0_1301270160.html

Fuente: http://servindi.org/actualidad/129951