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Coherencias e incoherencias en el espionaje mundial de la NSA y GCHQ

La otra cara del «Gran Hermano»

Fuentes: Rebelión

David Brooks, corresponsal del diario mejicano La Jornada hace unos días se preguntaba sardónicamente respecto a toda esa parafernalia de espionajes ilegales, muertes con artefactos voladores a control remoto llamados drones, persecución implacable a quienes osen revelar los secretos de la intromisión en todos los aspectos de la vida, y discurso bélico pertinaz antecediendo diversos […]

David Brooks, corresponsal del diario mejicano La Jornada hace unos días se preguntaba sardónicamente respecto a toda esa parafernalia de espionajes ilegales, muertes con artefactos voladores a control remoto llamados drones, persecución implacable a quienes osen revelar los secretos de la intromisión en todos los aspectos de la vida, y discurso bélico pertinaz antecediendo diversos actos de agresión por parte de las autoridades de EE.UU., encabezadas justamente por su jefe de estado.  ¿Por qué será que uno se siente tan inseguro con tanta seguridad?
 
El mundo entero se encuentra inseguro una vez se ha informado y no precisamente por declaraciones oficiales, que en aras de sustentar dicha elusiva seguridad, es el campo de maniobra de una penetración electrónica en la vida privada en muchos pueblos, especialmente aquellos cercanos al poderío de Washington. Es decir, se espía a aliados y vasallos, pero así mismo al propio pueblo estadounidense. El lema oficial una vez descubierto el ocultamiento es que se trata de seguridad, algo así como ‘por tu bien transgredimos tus derechos’.
 
Obviamente, no todo es del interés del imperio para ser objeto de pesquisa, sólo aquello que pueda ser de utilidad económica, militar e industrial, y previsiblemente lo que en ciertos niveles tenga la función de forma de eficaz chantaje; empero, poco o casi nada se escapa a ser auscultado. Los únicos límites a este totalitarismo son la propia tecnología y el dinero; y uno y otro es lo que poseen los EE.UU. y su fiel escudero Gran Bretaña, como centros comerciales y financieros parasitarios de occidente.

No parece ser una coincidencia que dichas naciones desarrollen sistemas de control de tan amplios espectros; más bien sorprende que sea el mismo gobierno de Londres quien ostente un ente de naturaleza evidentemente orweliana, con mayores alcances de lo que será la misma Central de Datos de Utah próximamente al servicio del gobierno de la Casa Blanca; la británica alberga una tecnología digna de ser empleada en mejor causa, originada en el Government Communications Headquarters (GCHQ por su sigla en inglés)[1]. Su objetivo es espiar Europa continental, fundamentalmente Alemania.

La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EE.UU. y el GCHQ británico, son quienes a la cabeza de otras agencias del mismo corte en Europa, desarrollan virtualmente motu propio pues no existen controles públicos, procedimientos tecnocráticos a fin de cubrir las comunicaciones de la mayor cantidad de seres humanos posible, no ahorrando esfuerzos en ello. Por ejemplo han establecido una base de datos de entre 30 y 40 mil palabras clave para cribar textos en varios idiomas[2] con sus ultra veloces máquinas, las cuales al ser utilizadas en mensajes por medios electrónicos, pueden hacer a cualquiera objeto de sospecha. La discrecionalidad de la cifra en cabeza de burócratas de la represión demuestra el poder y la autonomía de que gozan aquellos entes, a la par de su intención dictatorial de abarcar a la totalidad de la población.

Centros de captura almacenamiento, análisis de material espiado, junto con la creación de invasivos programas informáticos del tipo PRISMA (EE.UU.) o TEMPORA (Gran Bretaña), forman parte de un minucioso propósito de intromisión y control planetario que incluye satélites, submarinos, aviones teledirigidos, y otros artilugios[3], destinados a anticipar nuestros comportamientos a través de la información intercambiada con nuestros semejantes, lo cual a su vez no puede estar desligado de la acentuada tendencia militarista de nuestro tiempo (el director actual de la NSA es un militar activo, el teniente general. Keith B. Alexander). Ello en consonancia con parámetros castrenses pentagonales, los cuales estipulan que sus funciones se basan en la obtención de lo que denominan ‘inteligencia’ de grandes poblaciones.

El asunto de acuerdo a lo revelado por estos días adquiere dimensiones de universalismo paranoico: «La NSA -explicó Edward Snowden- ha construido una infraestructura que le permite interceptar prácticamente cualquier tipo de comunicación. Con estas técnicas, la mayoría de las comunicaciones humanas se almacenan para servir en algún momento a un objetivo determinado»[4].
 
La disminución de actividades vedadas al escrutinio público en cuanto a la vida, honra y bienes por parte de entes adscritos a la Casa Blanca o en connivencia con esta, en territorios bajo hegemonía imperial, se produce no a diario sino por segundo y se mide en terabytes. Nada pueden esperar los estadounidenses de sus representantes políticos con medios de control cooptados como el Congreso estadounidense; el resto debemos actuar con el realismo de siempre.
Un clima de estas características, tal vez no visto desde la edad media, en cuanto a irrespeto a las actividades de interrelación humana, es alimentado «a diario por los políticos, las autoridades, los medios, los «expertos» y toda una industria de relaciones públicas dedicadas a esto-, la sensación es de un país bajo sitio»[5]. O más bien, un estado de sitio planetario.

Y este estado de cerco, es ubicado como facultante de cualquier abuso: «Varios funcionarios y periodistas más están bajo investigación por filtrar información «oficial» secreta al público, con las mismas acusaciones; de hecho, ningún otro gobierno en la historia moderna del país ha realizado tantas investigaciones en este rubro que el de Obama.[6]».

Recopilar frenéticamente datos es lo establecido oficialmente como letanía justificatoria del gasto de dineros públicos en los dos lados del Atlántico norte, empleando ciencias aplicadas erigidas como panóptico cibernético. Se argumentará en favor del espionaje ilimitado, que existe en Estados Unidos una justicia especializada encargada de verificar la legalidad de dichos rastreos efectuados al interior de causas judiciales, esto es la  Foreign Intelligence Surveillance Court (Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera), por sus siglas en inglés FISC; sin embargo, esta corte pletórica de un secretismo kafquiano con sus marcas insuperables de aprobación de indagaciones secretas, es en la práctica un avalista de los planes en la materia de la Casa Blanca.

Así como en 1971 el analista de la Rand Corporation Daniel Ellsberg, sacara a la luz pública la real historia de la Guerra de Vietnam ignorada por el público, con la publicación de los ‘Papeles del Pentágono’, razón por la cual fue perseguido judicialmente con el argumento de ‘revelar secretos de estado’, declarado como el ‘hombre más peligroso de América’ por parte de altos funcionarios de entonces y acusado por el presidente Richard Nixon (1969-1974) de haber ‘ayudado y consolado al enemigo'[7], en este tiempo asistimos a una nueva comprobación de la verdadera política pública aplicada, con nuevos personajes osados denunciando una colosal estructura de abusos.
 
De idéntica forma como fue acusado Ellsberg, Snowden había advertido que sus revelaciones iban a ser tomadas por el US Goverment para «decir que he roto la Ley de Espionaje y ayudado a nuestros enemigos»[8]. Se evidencia la continuidad en el malestar de las élites de estadounidenses cuando es menguado su antidemocrático secretismo.
 
¿Y aquel término ‘nuestros enemigos’? ¿Quiénes son estos seres tan demencialmente temerarios como para que sean vistos como tales por el aparato de guerra y espionaje más colosal de nuestro tiempo, destructor implacable de quien se le oponga?

Para los capitalistas por esta época, hostiles a sus ambiciones son potencialmente quienes no pertenezcan a minorías depredadoras; los despojados que vamos siendo el resto, somos enemigos cada vez menos potenciales y más reales. Y claro, aquellos tienen razón, no existe incongruencia alguna en sus planteamientos; las mayorías se oponen de una u otra manera al orden social impuesto. La historia es clara al respecto. El joven analista Snowden ha revelado al dominio público proyectos de intromisión ilegal en pleno desarrollo, es decir a enemigos, si, a quienes leen The Washington Post, o The Guardian y subsecuentemente otros medios por doquier, gente peligrosa si se une y organiza.

El presidente de EE.UU., ha intentado justificar este maremágnum de violación a principios inveterados de dignidad humana y privacidad, con la artificiosa paradoja esgrimida mecánicamente por cualquier jefe represivo: ‘no puedes tener 100% seguridad y a la vez 100% privacidad'[9]. Un falso contrasentido al interior de cualquier sistema democrático efectivo.

A pesar del desastroso panorama social que implica lo descrito, este no parece tocar el fondo: es apenas el inicio del conocimiento de la práctica de más torvos proyectos de control social[10]. Empero, a la vez debemos reconocer como lo mencionó en su momento la presidenta argentina Cristina Fernández, esto es algo que ya todos presentíamos de múltiples formas por serios indicios.

El presidente Obama con marcado cinismo ha afirmado que el amplio espectro de intromisión en la privacidad está justificado y no viola los derechos fundamentales en su país, como medio para evitar la materialización de amenazas, citando para ello sus propias agencias panópticas; dicho amplio espectro es omnipresente en las actividades humanas de nuestro tiempo en niveles inimaginables, como han establecido las revelaciones de Snowden.

De su lado, las empresas privadas de EE.UU. del área de comunicaciones en la primera línea de ‘batalla’, son funcionales a estos fines de servir de adornadas y seductoras maquinarias recolectoras de información[11]. Por ello desconfiar de Microsoft, Google, Yahoo!, Facebook, Apple, AOL, Skype, YouTube y PalTalk etc., es perfectamente procedente si se está interesado en guardar libertades e intimidad; allí tampoco se presenta incongruencia alguna, pues el capital tiende instintivamente a colaborar con la represión de quienes podrían tener interés en oponerse a su voracidad.

Empero, si pensamos que no utilizando las maquinitas electrónicas que nos abruman estamos a salvo, debemos recordar la vigilancia de cámaras por doquier en entornos públicos urbanos, conectadas a superordenadores siguiendo y descifrando cada paso que damos, cada gesto que surja de nuestra personalidad; esto también forma parte de este esquema totalitario que no deja prácticamente nada al fuero íntimo de los habitantes citadinos fundamentalmente.

El tema es planteado desde ya como un acontecimiento climático, en otras palabras, en la forma de hecho ineludible, por superar los esfuerzos humanos que se le opongan. No obstante, si tenemos en cuenta los logros en materia de libertades individuales y colectivas en ascenso desde la Ilustración, conquistados mediante intensas luchas sociales, lo planteado de la acechanza electrónica indeterminada y constante como ‘razón de estado’, es simple y llanamente un hecho político con características de peligroso retroceso en la construcción de una orden político humanístico, lo cual por supuesto puede y debe ser revertido.

También y directamente relacionado con la propaganda de guerra, no faltan en cualquier latitud quienes aseguren que el omniespionaje es conveniente, pues para los ciudadanos comunes es favorable que se espíe a todos esos enemigos, protagonistas supremos de telediarios, aquellos terroristas, traficantes de sustancias ilegalizadas, criminales, psicópatas, maleantes, violadores, extorsionistas y delincuentes en general, que de conformidad con la insuperable superficialidad de los medios de información, son gratuitos, tercos y malévolos adversarios de la sociedad.
 
¡Pero un momento! ¿Esta clase personas acaso no eran las a vigilar con los más sofisticados medios a disposición? ¿No era en procura de fieros pensamientos criminales que se ha establecido este laberinto omnipresente de tecnología? Es decir, ¿no eran acaso el blanco del espionaje esos peligrosos personajes y por tanto los poderes establecidos en occidente, no estaban y están al tanto de sus fechorías con aquella panoplia destinada a casi que hacer evidente hasta íntimos pensamientos?
 
No obstante, de hecho en regiones enteras, fundamentalmente bajo dominio imperial directo o indirecto, organizadas bandas de maleantes, criminales de varias modalidades, traficantes ilegales con sus adláteres mafiosos, grupos ejecutores de múltiples ilícitos y demás, continúan actuando a sus anchas en frecuentes casos con gran violencia, a los cuales les es opuesta apenas una parsimoniosa y selecta persecución oficial. Allí vemos una diáfana incongruencia entre las finalidades anunciadas del espionaje en masa y sin límites y los resultados de disminución de graves delitos y violación flagrante de derechos.
 
Con tanta información recaudada y si tenemos en cuenta que son la justificación de la vigilancia despótica impuesta, ¿cuál es la razón de que no hayan sido desmanteladas tales redes criminales frecuentemente organizadas al detalle, las cuales figuran ampliamente en los mass-media como peligro para la sociedad estadounidense y fuente de desestabilización de sociedades enteras, justamente en naciones bajo control virtualmente directo del gobierno de Washington como México, la región Centroamericana o Colombia?

Este campo anuncia una existencia notoria de grandes irracionalidades y absurdos, exponiendo como contradictorios los fines propuestos, los medios empleados, y los resultados obtenidos.

Caso paradigmático que es necesario poner de presente en cuanto a su singularidad, es el de Jamaica, la famosa isla relativamente pequeña y una población de unos dos millones setecientos mil habitantes, ubicada estratégicamente en el Caribe, fácilmente controlable desde el punto de vista policiaco con los abundantes medios a disposición. Allí desde hace varias décadas se ha desarrollado un tráfico de sustancias ilegalizadas, originando robustas organizaciones delincuenciales, las cuales en años recientes se han enfrentado al gobierno de Kinston, dentro de un marco de pauperización social y económica extendida.

En estas circunstancias en 2010 ocurrieron variados tiroteos causantes de la muerte de por lo menos un centenar de personas al margen del enfrentamiento, en el cual las fuerzas armadas jamaiquinas ocasionaron la mayoría de decesos[12]. A manera de escenario ya visto en otras regiones del continente, las acciones militaro-policiales causaron inexplicables víctimas inocentes, asemejándose más a operaciones de castigo generalizado, que a esfuerzos por reducir a criminales con métodos civiles[13], a lo cual se unió una impunidad prácticamente total al respecto[14].

¿Es posible la generación y crecimiento de un mercado de psicoactivos en una isla cómodamente controlable, especialmente desde el punto de vista del mencionado ciberespionaje, sin el conocimiento de centros de su operación como la NSA y el GCHQ? La respuesta es no. ¿Entonces como fue posible que hubiera llegado un traficante ilegal situado un entorno vigilado y perseguido por el gobierno de EE.UU. a un crecimiento delictual mortífero inusitado[15], desafiante del gobierno isleño generando un estado de zozobra general en Jamaica?

¿Cómo es que más recientemente se ignora por parte de todas las autoridades locales e internacionales, que en Jamaica se presenta un resurgimiento de actividades delincuenciales[16]? ¿Allí como en otras acciones criminales en todo el hemisferio, especialmente al sur de la frontera de EE.UU., la NSA por qué no comunicó información seguramente acopiada sobre estos temas, que hubiera evitado derramamiento de sangre en la isla?

Con un estado de incertidumbre tal, como el resaltado por Brooks, arduo es explicar con base en las informaciones a disposición la situación política mundial en este tema, por tanto debemos plantearnos, parafraseando al filósofo estoico Epicuro (s. I dne), algunos interrogantes generales a manera de ejercicio, los cuales esperamos nos ayuden de método para dilucidar tal maraña de hechos contrapuestos:

¿Acaso están dispuestas las autoridades de EE.UU. y demás con todos sus ostentosos artilugios que poseen a erradicar la delincuencia pero no son capaces de hacerlo? En este caso no son tan poderosas como ruidosamente dicen ser. ¿Son capaces pero no están dispuestas a hacerlo? Entonces son malvadas (tal vez tienen otros planes). Por último, ¿son capaces y están dispuestas a terminar con la criminalidad? Si es así, ¿cuál es la razón de que gravísimos crímenes persistan e incluso se recrudezcan en determinados lugares?[17]

Es evidente la presencia de un conjunto de absurdos en el ciberespionaje masivo, pues pareciera que a mayor extensión de este correlativamente ocurre un repunte de algunas formas de violenta criminalidad en lugares muy específicos. La lógica nos lleva a concluir la existencia de un nuevo engaño cuando salíamos del anterior.
 

Notas

[1] Pablo Heraklio. GCHQ el mayor centro de ciberespionaje del mundo: la red no es segura. Kaosenlared. Julio 17 de 2013. http://kaosenlared.net/component/k2/item/63310-gchq-el-mayor-centro-de-ciberespionaje-del-mundo-la-red-no-es-segura.html
[2] Heraklio. Ibídem
[3] Carlos Fazio menciona también el avión experimental X-37 (posiblemente un avión rastreador de señales electrónicas ver CNN Marzo 9 de 2011. http://mexico.cnn.com/tecnologia/2011/03/06/estados-unidos-lanza-segundo-avion-experimental-no-tripulado-desde-florida). Snowden y la cloaca cibernética orwelliana. La Jornada. Julio 8 de 2013 http://www.jornada.unam.mx/2013/07/08/opinion/021a1pol
[4]Ignacio Ramonet. ¡Todos fichados! Le Monde Diplomatique. 08-07-2013 http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial/0000856412872168186811102294251000/editorial/?articulo=3c96f3fa-45de-4cb1-a3d5-3a3d2e54720c 
[5] David Brooks. Un ambiente de amenaza permanente. Seguridad. http://progreso-semanal.com/ini/index.php/eeuu/6915-seguridad
[6] Brooks. Ibídem.
[7] Ellsberg llegó a ser acusado con cargos penales que equivalían a 115 años de prisión; al final fue absuelto de todos ellos. Ver El Hombre Más Peligroso de América. Daniel Ellsberg y los Documentos del Pentágono. Judith Ehrlich, Rick Goldsmith. Television’s Independent Voice.Tiempo 1:13 50.
[8] Edward Snowden: el denunciante tras las revelaciones de vigilancia de la NSA. The Guardian. Junio 9 de 2013.  http://www.guardian.co.uk/world/2013/jun/09/edward-snowden-nsa-whistleblower-surveillance&prev=/search%3Fq%3Dsnowden%2Bprisma%26start%3D10%26sa%3DN%26hl%3Des%26rlz%3D1T4ADFA_esCO470CO470%26biw%3D1280%26bih%3D644
[9] Ramonet.
[10] «Snowden tiene suficiente información como para causar más daño al gobierno estadounidense él solo en un minuto del que cualquier otra persona haya tenido jamás en la historia de Estados Unidos», Entrevista a Glenn Greenwald, periodista que recibió las filtraciones de Snowden. «Snowden tiene información para causar más daño». Alberto Armendariz. La Nación. Julio 15 de 2013. lanacion.com http://www.lanacion.com.ar/1600674-glenn-greenwald-snowden-tiene-informacion-para-causar-mas-dano
[11] Salvador López Arnal. Entrevista a Edward Snowden: El Gran Hermano, sus colaboradores y la vigilancia global-imperial. Rebelión. Junio 13 de 2013. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=171080
[12] Lucha contra el narcotráfico deja 73 muertos en Jamaica. Agencia Telam. Mayo 27 2010. http://www.lavoz.com.ar/noticias/sucesos/lucha-contra-el-narcotrafico-deja-73-muertos-en-jamaica
[13] Carolyn Gomez. La ‘Mano Dura’ en Jamaica. Revista Ideele http://www.revistaideele.com/ideele/content/la-mano-dura-en-jamaica
[14] Amnistía Internacional. Jamaica debe enjuiciar homicidios en operación contra bandas criminales. Mayo 27 de 2011. http://www.amnesty.org/es/news-and-updates/jamaica-enjuiciar-homicidios-bandas-criminales-2011-05-23
[15] Se trata de Christopher ‘Dudus’ Coke. El gobierno estadounidense lo acusa de vender marihuana y crack en Estados Unidos y de ser responsable de unos 1.400 asesinatos en ambos países, y sostiene que es «uno de los narcotraficantes más peligrosos del mundo».  Telam. Ibídem.
[16] James Bargent. Policía Jamaiquina Tiene Como Objetivo US$300 Millones en Narco Bienes. Mayo 17 de 2013 http://es.insightcrime.org/noticias-del-dia/policia-jamaiquina-tiene-objetivo-300-millones-narco-bienes
[17] Los interrogantes de Epicuro rezan así: «¿Acaso está dispuesto (dios) a erradicar la maldad pero no es capaz de hacerlo? En este caso no es poderoso. ¿Es capaz pero no está dispuesto a hacerlo? Entonces es malvado. Por último ¿es capaz y está dispuesto a hacerlo? Si es así ¿por qué existe la maldad?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.