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La parcialidad de los medios de comunicación occidentales permite a Israel seguir asesinando en Gaza

Fuentes: Palestine Updates

Traducción para Rebelión de Loles Oliván Hijós.

El ataque israelí contra Gaza era inminente y no porque lo hubiera provocado ningún grupo palestino de la cercada y empobrecida Franja. El asalto militar israelí era previsible porque resultaba eficaz en el polémico contexto político de Israel. La guerra no era una cuestión de «si» sino de «cuándo». La respuesta llegó el 12 de noviembre, cuando el ejército israelí lanzó un gran ataque contra Gaza que mató a un comandante de Yihad Islámica, Bahaa Abu al Ata, y a su esposa Asma. Siguieron más ataques dirigidos contra lo que el ejército israelí ha definido como instalaciones de Yihad Islámica. Sin embargo, las identidades de las víctimas, las imágenes de los medios de comunicación social, las fotos y los testimonios de quienes los presenciaron, indican que se bombardeó a población civil y se destruyeron infraestructuras civiles. A fecha de 14 de noviembre, cuando se anunció una tregua, ya habían sido asesinados 32 palestinos y más de 80 habían resultado heridos en la agresión israelí.

Lo que malogra realmente cualquier discusión valiosa sobre la horrible situación en Gaza es la laxitud de la respuesta tanto por parte de las organizaciones internacionales -cuyo única razón de su existencia es garantizar la paz mundial- como de los principales medios de comunicación occidentales que no hacen más que alardear de precisión e imparcialidad. Nickolay Mladenov, Coordinador Especial de Naciones Unidas para el proceso de paz en Oriente Próximo, ofreció una respuesta muy decepcionante a la violencia israelí.

Mladenov, cuyo empleo hace tiempo que debería considerarse inútil dado que no existe ningún «proceso de paz», expresó su «preocupación» por la «actual y grave escalada entre Yihad Islámica palestina e Israel». La declaración de Mladenov no solo ampara la equivalencia amoral de una potencia ocupante instigadora en primer término de la guerra con una pequeña organización de escasos centenares de hombres armados, sino que también es indecente. «El lanzamiento indiscriminado de cohetes y morteros contra áreas pobladas es absolutamente inaceptable y debe cesar de inmediato», decía Mladenov subrayando que «no puede haber justificación para ningún ataque contra civiles». Sorprendentemente, Mladenov se refería a los civiles israelíes, no a los palestinos. En el momento en que se publicó su declaración en los medios de comunicación ya eran docenas los muertos o heridos palestinos civiles mientras que los medios de comunicación israelíes hablaban de unos cuantos israelíes tratados por «ansiedad».

La UE no lo ha hecho mejor. Repitió la misma respuesta instintiva de Estados Unidos condenando «el aluvión de ataques con cohetes que alcanzó hasta el interior de Israel Israel». «El lanzamiento de cohetes contra población civil es totalmente inaceptable y debe cesar de inmediato», decía una declaración de la UE.

¿Es posible que Mladenov y los principales responsables de la política exterior de la UE no comprendan realmente el contexto político del último ataque israelí: que el asediado primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu está utilizando la escalada militar como medio para sacar a flote su debilitado poder? Teniendo esto en cuenta, ¿qué hacer con la exigua cobertura de los medios de comunicación, con los análisis ineptos y con la ausencia de informaciones equilibradas en los principales medios occidentales?

En un informe publicado por la BBC el 13 de noviembre, la cadena británica se refirió a «la violencia transfronteriza entre Israel y militantes de Gaza». Pero Gaza no es un país independiente y, según el derecho internacional, sigue bajo ocupación israelí. Israel declaró a Gaza «territorio hostil» en septiembre de 2007, estableciendo arbitrariamente una «frontera» entre el Estado israelí y el territorio palestino asediado. Por alguna razón, la BBC considera aceptable esa designación. CNN, por su parte, informaba el 13 de noviembre que «la campaña militar de Israel contra Yihad Islámica» entra en su segundo día, al tiempo que destaca la condena de la ONU de los ataques con cohetes. CNN, al igual que la mayoría de sus contrapartes estadounidenses, informa sobre las campañas militares israelíes en el contexto de una imaginaria «guerra contra el terrorismo». Por lo tanto, analizar el lenguaje de los principales medios de comunicación estadounidenses con el propósito de subrayar y resaltar sus fracasos y sesgos, es un ejercicio inútil.

Lamentablemente, el sesgo estadounidense sobre Palestina se ha extendido a los principales medios de comunicación de los países europeos que solían ser, hasta cierto punto, si no más justos, sí algo más comprensivos con la situación del pueblo palestino. El Mundo, de España, por ejemplo, hablaba de que algunos palestinos -asegurándose de remarcar que eran «en su mayoría militantes»- «murieron», en lugar de «fueron asesinados» por el ejército israelí. «La escalada se produjo tras la muerte del líder de la rama armada de Gaza», informaba El Mundo, sin poder identificar una vez más a los culpables de esas muertes aparentemente misteriosas.

La Repubblica , considerado en Italia como periódico de «izquierdas», parecía más bien israelí y de derechas al describir los acontecimientos que provocaron la muerte y las heridas de muchos palestinos. El periódico italiano utilizó una cronología irreal que sólo existe en la mente de los militares israelíes y de los responsables de la toma de decisiones. «La violencia continuó. [Militantes de] Yihad Islámica de Gaza lanzaron varios cohetes contra Israel rompiendo la breve tregua, según informan [el periódico derechista israelí] The Jerusalem Post y el ejército israelí». No queda claro a qué «tregua» se refería La Repubblica.

Le Monde , de Francia, hizo lo mismo e informó siguiendo las mismas líneas y clichés engañosos de Israel, asumiendo las declaraciones del ejército y el gobierno de Israel. Curiosamente, la muerte y las heridas de palestinos en Gaza no merecen un lugar en la web del periódico francés. En su lugar, decidió destacar una noticia comparativamente irrelevante en la que Israel denunciaba el etiquetado de los productos de los asentamientos ilegales como «discriminatorios».

Uno podría eludir estos defectos periodísticos y morales generalizados si no fuera porque la historia de Gaza ha sido uno de los temas más cubiertos en las noticias de cualquier parte del mundo durante más de una década. Es obvio que para los periódicos de referencia occidentales la información imparcial sobre Gaza es un punto flaco; vienen ocultando intencionadamente la verdad a sus lectores desde hace años para no ofender la sensibilidad del gobierno israelí y de sus poderosos aliados y grupos de presión.

Sin dejar de lamentar la defunción del buen periodismo en Occidente, es importante reconocer y respetar el valor y los sacrificios de jóvenes periodistas y blogueros de Gaza a los que el ejército israelí ataca y asesina con tanta frecuencia por transmitir la verdad sobre la penosa situación de la asediada pero tenaz Franja.

 

Fuente: http://palestineupdates.com