Los luchadores y la izquierda estamos ante un nuevo desafío político este 24 de marzo. En Plaza de Mayo se disputará la escena nacional en otro aniversario del golpe genocida de 1976. Los actos oficiales se despliegan para sostener el nuevo lema gubernamental a ritmo de candombe: el «Nunca Menos», elegido por el kirchnerismo para […]
Los luchadores y la izquierda estamos ante un nuevo desafío político este 24 de marzo. En Plaza de Mayo se disputará la escena nacional en otro aniversario del golpe genocida de 1976.
Los actos oficiales se despliegan para sostener el nuevo lema gubernamental a ritmo de candombe: el «Nunca Menos», elegido por el kirchnerismo para acompañar el de «Cristina 2011». Ya no es el «Nunca Más» a los golpes de Estado que pregonaron los radicales en los años 80 para hacer pasar, bajo el consenso de masas alcanzado por el odio a la dictadura, las leyes de Punto Final y Obediencia Debida que consagraban la impunidad para miles de genocidas y los planes de hambre de Alfonsín. Ahora, el «Nunca Menos» peronista pretende que, para defender lo conquistado después del 2001, debemos apoyar a los Kirchner «contra la derecha» que quiere «volver a los 90» con «ajuste fiscal» y «mano dura». Los luchadores y la izquierda nucleados en el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, de decenas de organizaciones sociales y de los derechos humanos independientes del gobierno que tradicionalmente organizamos las marchas del 24 de marzo, sostenemos que esto es un engaño, y marcharemos a expresarlo a Plaza de Mayo. En los últimos cinco meses, seis crímenes políticos contra los trabajadores y el pueblo explotado: Mariano Ferreyra por la patota de la burocracia sindical de la UF de Pedraza que vino siendo apañada por el gobierno; los tobas qom asesinados por la policía del gobernador K Gildo Insfrán en Formosa; los trabajadores inmigrantes sin techo que ocuparon tierras en el Indoamericano y fueron víctimas del operativo de la Federal y la Metropolitana, las policías de Cristina y Macri juntas.
El «Nunca Menos» de los K, es el lema del acto por la reelección de Cristina en Huracán, con el que el kirchnerismo pretende evocar el 11 de marzo, la fecha del triunfo de Cámpora en 1973 donde la izquierda peronista tenía una fuerte impronta. Claro que, meses después, la izquierda peronista era parte de la movilización popular al Penal de Villa Devoto para liberar a los presos por luchar. En sentido contrario a gestas de ese tipo, el gobierno de «La Cámpora» de hoy mantiene a miles de trabajadores procesados por luchar contra «el neoliberalismo» de Menem y De la Rúa, que no fueron amnistiados a pesar de la existencia de proyectos de ley en ese sentido.
Ya el 24 de marzo pasado sostuvimos desde el Encuentro Memoria Verdad y Justicia que había «más de 4.000 compañeros con causas abiertas y juicios en marcha. Y de cada conflicto abierto surgen nuevos procesados». Y así fue, con creces. Actualmente decenas de delegados obreros antiburocráticos y estudiantes de izquierda son denunciados penalmente por cortar calles, rutas y vías en lucha contra los despidos, tercerizaciones, los bajos salarios, como desarrollamos en estas páginas. Las causas judiciales contra los que luchan han aumentado bajo el gobierno de los Kirchner que cada vez más arremete contra la acción directa, es decir contra los métodos que fueron los que realmente hicieron retroceder las políticas de «ajustes fiscales», los ataques directos al bolsillo y pusieron a la defensiva a las fuerzas represivas en el 2001.
En tanto la derecha neoliberal no tiene posibilidad de volver en lo inmediato, es la gestión de CFK la que intenta disciplinar a los salen a pelear porque consideran que «Menos Imposible». Los que no tienen paritarias porque están en negro o bajo contratos precarios en las empresas que ganan «Como Nunca». Los tercerizados que cobran la mitad de un ferroviario y si cortan vías para alcanzar la igualdad salarial son acusados de «extorsión». Los que cortan rutas para evitar los cierres de fábricas y el desempleo masivo, como los ceramistas neuquinos de Zanon y Stefani, y son amenazados con ser llevados a juicio. Este es, en realidad, el gobierno del «Ya No Más» concesiones como piden las corporaciones como las patronales agrarias a las que el gobierno acaba de prometer nuevos subsidios en Expo-Agro, mientras mantienen la explotación de trabajo esclavo.
Los organismos de derechos humanos cooptados por el kirchnerismo o afines a él, utilizan el encarcelamiento de una ínfima minoría de los miles de genocidas, aún después que fueron anuladas las leyes de impunidad, para ocultar el giro de la política estatal contra la acción directa de los trabajadores y el pueblo. No sólo ocultan que hay 400 hijos de desaparecidos apropiados por los genocidas, sin identificar aún, porque CFK se niega a abrir los archivos de la dictadura. Sino que, además, son parte de un operativo para encubrir que en el presente, bajo Cristina, se endurecen los ataques del Estado contra los que luchan con procesos y causas judiciales.
El 24 de marzo del año pasado tuvimos que sortear los obstáculos del gobierno que intentó impedirnos llegar a la Plaza, montando un mega festival oficialista desde el aparato de Estado. Buscarán repetir maniobras de ese tipo. El PTS llama a redoblar el frente único de las decenas de organizaciones de derechos humanos, estudiantiles, sindicales y de la izquierda que formamos el Encuentro Memoria Verdad y Justicia para realizar el acto independiente del gobierno y sus opositores patronales, nuevamente, este 24 de marzo. Esta vez, especialmente, para poner en el centro de la política nacional una campaña en defensa de los delegados de base y procesados por luchar, como parte de poner en pie una corriente militante de miles de obreros y jóvenes que luchen por un partido de la clase trabajadora dirigente de todos los explotados.
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